

Cuestiones de la pandemia nos hicieron perder la continuidad en esta sección, pero aquí retorna para terminar este año en el que sucedieron muchísimas cosas, aparte de la tan mentada plaga.
Una noticia triste fue el diagnóstico de cáncer que recibió Lars-Göran Petrov, el legendario cantante de Entombed y Entombed AD. Otra, mucho más feliz, fue la salida del nuevo disco de LIK, “Misanthropic Breed”, banda formada hace seis años, pero que ya tiene una sólida base de fans. También el EP “Bullets Reign” de Paganizer. Acá en Sudamérica, más precisamente en Argentina, Bloodfiend acaba de lanzar su álbum “Creature of the Catacombs”, y se encuentra entre los representantes no suecos, de este estilo musical del que hablaremos.
Si de Death Metal sueco se trata, podríamos abordar el desarrollo del Death Metal melódico, y el sonido de Gotemburgo, con At The Gates a la cabeza; de bandas pioneras que no tuvieron el reconocimiento que podrían haber tenido, como Merciless; o de la nueva generación de cultores del viejo sonido, entre los que se cuentan los mencionados LIK y Paganizer, y Crawl, entre otros.
Sin embargo, haremos lo más previsible: referirnos a los cuatro grandes del “Old School Swedish Death Metal” o Death Metal Sueco de la Vieja Escuela. Se trata de Entombed, Dismember, Grave y Unleashed. La idea no es copiar sus biografías, ni recorrer sus discografías, todas disponibles en la Web, sino hacer algunos comentarios acerca de cómo construyeron el estilo y qué aportaron particularmente.
Resulta muy interesante observar la determinación geográfica en el origen de los movimientos artísticos, más allá de que luego puedan difundirse al resto del mundo. En el caso del estilo que nos convoca, surgió precisamente en Estocolmo. También es atrapante el aspecto histórico de cómo bandas que siguen activas –desde que empezaron a tocar a fines de los 80s- lo hacen manteniéndose fieles a la estética de la “Vieja Escuela” que ellas mismas fundaron, y cómo nuevos grupos, que podrían hacer cualquier otra cosa, optan por dar continuidad a esa misma propuesta ya consolidada hace tres décadas, y lo hacen con esmerada fidelidad. A su vez, es cautivante cómo existe una audiencia que hace un culto del estilo y se resiste a escucharlo cambiar.
Antes de repasar algunos rasgos distintivos de cada banda, vale la pena comentar qué cosas son características del Death Metal Sueco de la Vieja Escuela, porque –aunque sea una obviedad- es una parcela dentro del amplio territorio del Death Metal.
Lo fundamental es el sonido de guitarra. Por lo general, hay una preferencia por marcas clásicas como Gibson y, sin lugar a dudas, el pedal “de manual” es el Boss Heavy Metal (HM-2). Todas las perillas de dicho pedal tienen que estar al máximo. Esa es la fórmula básica creada por Leif Cuzner, guitarrista de Nihilist, algunos de cuyos miembros luego formarían Entombed.
Lo ortodoxo es usar guitarras de seis cuerdas y bajos de cuatro (estos últimos también tocados con púa). La afinación puede ser más baja que la habitual. La batería ajena a las sutilezas. Desde allí, por supuesto, se deben mencionar las voces sucias, entre rasposas y guturales, los ritmos que van de lo lento a lo rápido, sobre todo en los riffs, y una estética siniestra, aunque no tan ligada a lo que podríamos llamar “gore”. Siempre tuvieron mayor importancia la blasfemia y lo sepulcral.
Entombed -luego Entombed AD- tiene la particularidad de haber introducido un sonido más “rockero” –por así decirlo- apelando a ritmos y riffs de musicalidad más pegadiza, en una búsqueda no solamente orientada a la brutalidad. Tal es así que comenzó a hablarse de “Death & Roll”.
Dismember es la banda más “gore” si se quiere, algo que ya anticipa el mismo nombre. No obstante, ese recurso no alcanza -ni de cerca- el punto que adquiere en otros grupos de Death Metal no suecos como Carcass o Cannibal Corpse, por mencionar solo un par de ejemplos.
Grave profundiza en cuestiones ligadas a la muerte; podríamos decir el cómo, cuándo y dónde, y también el durante y el después. Tiene la peculiaridad de haber sido un trío, o incluso un dúo (Ola Lindgren constante), para la grabación de ciertos discos, y de tener una marcada preferencia por hacer covers.
Finalmente, Unleashed, se caracteriza por articular la temática anticristiana con la mitología nórdica y un énfasis en la figura de los vikingos. Debemos decir que, si bien tiene algunas letras que abordan otras cuestiones, llegado un momento, el contenido de las canciones se vuelve un tanto repetitivo, aunque se entiende que es, quizás, el factor diferencial más significativo en comparación con los demás. También ofrece momentos menos pesados que los predominantes en las otras bandas.
Para quienes deseen profundizar en su conocimiento de este estilo, puede ser útil el dato de que existe un libro escrito al respecto, “Swedish Death Metal”, escrito por Daniel Ekeroth. También abundan los “tutoriales” en YouTube sobre cómo lograr el sonido típico en cuestión, que no dejan de ser simpáticos, justamente, por lo sencillo de la fórmula. Sin embargo, de allí en más, lo que cada cual pueda hacer con la misma es otra historia. Bandas que toquen Death Metal a la vieja usanza sueca, en verdad abundan, pero no todas se destacan.


Cuestiones de la pandemia nos hicieron perder la continuidad en esta sección, pero aquí retorna para terminar este año en el que sucedieron muchísimas cosas, aparte de la tan mentada plaga.
Una noticia triste fue el diagnóstico de cáncer que recibió Lars-Göran Petrov, el legendario cantante de Entombed y Entombed AD. Otra, mucho más feliz, fue la salida del nuevo disco de LIK, “Misanthropic Breed”, banda formada hace seis años, pero que ya tiene una sólida base de fans. También el EP “Bullets Reign” de Paganizer. Acá en Sudamérica, más precisamente en Argentina, Bloodfiend acaba de lanzar su álbum “Creature of the Catacombs”, y se encuentra entre los representantes no suecos, de este estilo musical del que hablaremos.
Si de Death Metal sueco se trata, podríamos abordar el desarrollo del Death Metal melódico, y el sonido de Gotemburgo, con At The Gates a la cabeza; de bandas pioneras que no tuvieron el reconocimiento que podrían haber tenido, como Merciless; o de la nueva generación de cultores del viejo sonido, entre los que se cuentan los mencionados LIK y Paganizer, y Crawl, entre otros.
Sin embargo, haremos lo más previsible: referirnos a los cuatro grandes del “Old School Swedish Death Metal” o Death Metal Sueco de la Vieja Escuela. Se trata de Entombed, Dismember, Grave y Unleashed. La idea no es copiar sus biografías, ni recorrer sus discografías, todas disponibles en la Web, sino hacer algunos comentarios acerca de cómo construyeron el estilo y qué aportaron particularmente.
Resulta muy interesante observar la determinación geográfica en el origen de los movimientos artísticos, más allá de que luego puedan difundirse al resto del mundo. En el caso del estilo que nos convoca, surgió precisamente en Estocolmo. También es atrapante el aspecto histórico de cómo bandas que siguen activas –desde que empezaron a tocar a fines de los 80s- lo hacen manteniéndose fieles a la estética de la “Vieja Escuela” que ellas mismas fundaron, y cómo nuevos grupos, que podrían hacer cualquier otra cosa, optan por dar continuidad a esa misma propuesta ya consolidada hace tres décadas, y lo hacen con esmerada fidelidad. A su vez, es cautivante cómo existe una audiencia que hace un culto del estilo y se resiste a escucharlo cambiar.
Antes de repasar algunos rasgos distintivos de cada banda, vale la pena comentar qué cosas son características del Death Metal Sueco de la Vieja Escuela, porque –aunque sea una obviedad- es una parcela dentro del amplio territorio del Death Metal.
Lo fundamental es el sonido de guitarra. Por lo general, hay una preferencia por marcas clásicas como Gibson y, sin lugar a dudas, el pedal “de manual” es el Boss Heavy Metal (HM-2). Todas las perillas de dicho pedal tienen que estar al máximo. Esa es la fórmula básica creada por Leif Cuzner, guitarrista de Nihilist, algunos de cuyos miembros luego formarían Entombed.
Lo ortodoxo es usar guitarras de seis cuerdas y bajos de cuatro (estos últimos también tocados con púa). La afinación puede ser más baja que la habitual. La batería ajena a las sutilezas. Desde allí, por supuesto, se deben mencionar las voces sucias, entre rasposas y guturales, los ritmos que van de lo lento a lo rápido, sobre todo en los riffs, y una estética siniestra, aunque no tan ligada a lo que podríamos llamar “gore”. Siempre tuvieron mayor importancia la blasfemia y lo sepulcral.
Entombed -luego Entombed AD- tiene la particularidad de haber introducido un sonido más “rockero” –por así decirlo- apelando a ritmos y riffs de musicalidad más pegadiza, en una búsqueda no solamente orientada a la brutalidad. Tal es así que comenzó a hablarse de “Death & Roll”.
Dismember es la banda más “gore” si se quiere, algo que ya anticipa el mismo nombre. No obstante, ese recurso no alcanza -ni de cerca- el punto que adquiere en otros grupos de Death Metal no suecos como Carcass o Cannibal Corpse, por mencionar solo un par de ejemplos.
Grave profundiza en cuestiones ligadas a la muerte; podríamos decir el cómo, cuándo y dónde, y también el durante y el después. Tiene la peculiaridad de haber sido un trío, o incluso un dúo (Ola Lindgren constante), para la grabación de ciertos discos, y de tener una marcada preferencia por hacer covers.
Finalmente, Unleashed, se caracteriza por articular la temática anticristiana con la mitología nórdica y un énfasis en la figura de los vikingos. Debemos decir que, si bien tiene algunas letras que abordan otras cuestiones, llegado un momento, el contenido de las canciones se vuelve un tanto repetitivo, aunque se entiende que es, quizás, el factor diferencial más significativo en comparación con los demás. También ofrece momentos menos pesados que los predominantes en las otras bandas.
Para quienes deseen profundizar en su conocimiento de este estilo, puede ser útil el dato de que existe un libro escrito al respecto, “Swedish Death Metal”, escrito por Daniel Ekeroth. También abundan los “tutoriales” en YouTube sobre cómo lograr el sonido típico en cuestión, que no dejan de ser simpáticos, justamente, por lo sencillo de la fórmula. Sin embargo, de allí en más, lo que cada cual pueda hacer con la misma es otra historia. Bandas que toquen Death Metal a la vieja usanza sueca, en verdad abundan, pero no todas se destacan.