El paisaje de la música extrema en Argentina se ha ido transformando con el tiempo, como es natural esperar de todo paisaje. Las bandas de Death Metal en el país son innumerables y muchas vienen tocando desde hace décadas. Vibrion y Prion, por nombrar algunas, son claros ejemplos en este sentido, y siempre se destacaron por apostar a cuestiones que la mayoría de los grupos tradicionalmente prefirieron soslayar, como las decisiones para lograr mayor proyección internacional más allá de Sudamérica, o posicionarse en espacios propios tomando distancia de propuestas relativamente amateurs, más ligadas a la cultura local del “aguante metalero”.
Pero en esta entrega de “Al Extremo” no haremos historia del género en estas tierras, sino que vamos a explorar lo que podríamos llamar “nueva ola” dentro del Death Metal nacional. Para ello haremos referencia a cuatro bandas que comparten algunos atributos que pueden ameritar su inclusión dentro de este ¿fenómeno?. Hablaremos de Bloodfiend, Victimario, Encoffined y Amoklauf.
La discusión de cuándo puede identificarse un movimiento artístico, en el campo que sea, siempre es acalorada dentro de la crítica cultural. Por supuesto, no hay verdades incuestionables, todo es más o menos opinable y depende, en el fondo, de la calidad de la argumentación que se exponga, o, en otros términos, de los fundamentos que se tengan para decir lo que se dice.
Las cuatro bandas mencionadas comenzaron a desplegar su obra durante la última década. El criterio temporal es ineludible para hablar de un movimiento. Amoklauf se formó en 2005, Bloodfiend en 2009, Victimario en 2012 y Encoffined en 2013. Amoklauf editó, hasta el momento, el EP “Mournful Prophecies of a Dying World” (2015) y “Paths of Shattered Thoughts” (2019). Bloodfiend se despachó con “Under the Evil Command” (2011), “Dead Blood Madness (2014) y “Damnation from the Deep” (2017), además de sus compilados, splits y EPs. Victimario cuenta con el EP “And Death Just Begun” (2013), “Sculpture of Insane Minds” (2015) y “Within” (2020). Encoffined tiene el EP homónimo (2015), “Enclosed in a Coffin” (2015) y “Casket Citadel” (2019).
La elección clara de un estilo también es relevante. Básicamente podemos ubicar a Bloodfiend y Encoffined en el camino sonoro del Death Metal Sueco con claras referencias a la Vieja Escuela de bandas como Entombed, Dismember, Grave, Vomitory, etc. En cambio, Amoklauf y Victimario ejecutan un Death Metal que podría etiquetarse como Brutal y/o Técnico, con reminiscencias a la obra de Cannibal Corpse, Suffocation, Aborted y Dying Fetus.
No obstante, más allá de tener una orientación estilística y claras influencias, el nivel de todos los músicos que integran las bandas y su profesionalismo permite que hayan logrado propuestas con cualidades distintivas. Eso es fundamental pues muestra un trabajo creativo que denota esfuerzo en exponer una obra con peso específico, y no ser simplemente otros grupos entre los tantos que pueden formar listas interminables de festivales under.
Los cuatro proyectos eligieron el idioma inglés para las letras, algo que, como cualquiera sabe, incrementa significativamente las probabilidades de tener una mayor recepción en países no hispano-parlantes. Esa intención de abrirse a una audiencia mundial también se refleja en la atención puesta en el artwork de los discos, muchas veces comisionado a artistas internacionales de renombre, así como en los videoclips que ponen a circular en la web.
Encoffined, por ejemplo, ya realizó una gira europea en 2019, que por más sacrificio que haya implicado, constituye un paso importante en la trayectoria de una banda underground. Bloodfiend editó un split con los holandeses de Funeral Whore (2016) y va sacar otro con Ruin, banda estadounidense del mismo género. Además, suelen contar con invitados de lujo tal como Fredrik Lindgren (Unleashed) y realizar covers de bandas de distintos estilos (Misfits, Entombed, Bathory, Cancer, etc.).
Al momento de tocar en vivo, las cuatro bandas evidencian un notable esmero en lograr la mejor calidad de sonido y tienen un despliegue escénico importante. El trabajo de Amoklauf por momentos a tres voces, la apuesta visual de Victimario con el vestuario y maquillaje, la energía del frontman de Bloodfiend, el desenfreno de Encoffined, son algunas de las cosas que rápidamente vienen a la mente para quien tuvo la fortuna de verlos en vivo.
Bloodfiend tuvo el merecido honor de telonear a Merciless en el último show de su carrera, y Victimario, de ser soportes de Exhumed y Dark Funeral, por ejemplo, que son simplemente pautas de que, en ocasiones, hay una selección criteriosa de los grupos locales que anteceden a los grandes artistas internacionales que vienen a tocar al país. No caben dudas de que Amoklauf y Encoffined también estarían a la altura para tocar antes de cualquiera de las bandas que vinieron últimamente a la Argentina, tales como Suffocation, Immolation o Incantation, entre otras. Además, existe una gran camaradería entre los grupos y puede percibirse una intención de colaborar en pos de elevar la propuesta de la escena extrema local.
Más allá de todas las cualidades comunes que atraviesan a las cuatro bandas que presentamos, es necesario volver a recordar que el hecho de pensarlas dentro de algo así como una “nueva ola” no deja de ser una mirada particular en base a apreciaciones subjetivas y no implica en absoluto ningún tipo de posicionamiento respecto a nada de lo que no haya sido aquí mencionado. Eso no quita que, sin duda alguna, recomendemos las cuatro bandas a todos los amantes del Death Metal en el mundo.
El paisaje de la música extrema en Argentina se ha ido transformando con el tiempo, como es natural esperar de todo paisaje. Las bandas de Death Metal en el país son innumerables y muchas vienen tocando desde hace décadas. Vibrion y Prion, por nombrar algunas, son claros ejemplos en este sentido, y siempre se destacaron por apostar a cuestiones que la mayoría de los grupos tradicionalmente prefirieron soslayar, como las decisiones para lograr mayor proyección internacional más allá de Sudamérica, o posicionarse en espacios propios tomando distancia de propuestas relativamente amateurs, más ligadas a la cultura local del “aguante metalero”.
Pero en esta entrega de “Al Extremo” no haremos historia del género en estas tierras, sino que vamos a explorar lo que podríamos llamar “nueva ola” dentro del Death Metal nacional. Para ello haremos referencia a cuatro bandas que comparten algunos atributos que pueden ameritar su inclusión dentro de este ¿fenómeno?. Hablaremos de Bloodfiend, Victimario, Encoffined y Amoklauf.
La discusión de cuándo puede identificarse un movimiento artístico, en el campo que sea, siempre es acalorada dentro de la crítica cultural. Por supuesto, no hay verdades incuestionables, todo es más o menos opinable y depende, en el fondo, de la calidad de la argumentación que se exponga, o, en otros términos, de los fundamentos que se tengan para decir lo que se dice.
Las cuatro bandas mencionadas comenzaron a desplegar su obra durante la última década. El criterio temporal es ineludible para hablar de un movimiento. Amoklauf se formó en 2005, Bloodfiend en 2009, Victimario en 2012 y Encoffined en 2013. Amoklauf editó, hasta el momento, el EP “Mournful Prophecies of a Dying World” (2015) y “Paths of Shattered Thoughts” (2019). Bloodfiend se despachó con “Under the Evil Command” (2011), “Dead Blood Madness (2014) y “Damnation from the Deep” (2017), además de sus compilados, splits y EPs. Victimario cuenta con el EP “And Death Just Begun” (2013), “Sculpture of Insane Minds” (2015) y “Within” (2020). Encoffined tiene el EP homónimo (2015), “Enclosed in a Coffin” (2015) y “Casket Citadel” (2019).
La elección clara de un estilo también es relevante. Básicamente podemos ubicar a Bloodfiend y Encoffined en el camino sonoro del Death Metal Sueco con claras referencias a la Vieja Escuela de bandas como Entombed, Dismember, Grave, Vomitory, etc. En cambio, Amoklauf y Victimario ejecutan un Death Metal que podría etiquetarse como Brutal y/o Técnico, con reminiscencias a la obra de Cannibal Corpse, Suffocation, Aborted y Dying Fetus.
No obstante, más allá de tener una orientación estilística y claras influencias, el nivel de todos los músicos que integran las bandas y su profesionalismo permite que hayan logrado propuestas con cualidades distintivas. Eso es fundamental pues muestra un trabajo creativo que denota esfuerzo en exponer una obra con peso específico, y no ser simplemente otros grupos entre los tantos que pueden formar listas interminables de festivales under.
Los cuatro proyectos eligieron el idioma inglés para las letras, algo que, como cualquiera sabe, incrementa significativamente las probabilidades de tener una mayor recepción en países no hispano-parlantes. Esa intención de abrirse a una audiencia mundial también se refleja en la atención puesta en el artwork de los discos, muchas veces comisionado a artistas internacionales de renombre, así como en los videoclips que ponen a circular en la web.
Encoffined, por ejemplo, ya realizó una gira europea en 2019, que por más sacrificio que haya implicado, constituye un paso importante en la trayectoria de una banda underground. Bloodfiend editó un split con los holandeses de Funeral Whore (2016) y va sacar otro con Ruin, banda estadounidense del mismo género. Además, suelen contar con invitados de lujo tal como Fredrik Lindgren (Unleashed) y realizar covers de bandas de distintos estilos (Misfits, Entombed, Bathory, Cancer, etc.).
Al momento de tocar en vivo, las cuatro bandas evidencian un notable esmero en lograr la mejor calidad de sonido y tienen un despliegue escénico importante. El trabajo de Amoklauf por momentos a tres voces, la apuesta visual de Victimario con el vestuario y maquillaje, la energía del frontman de Bloodfiend, el desenfreno de Encoffined, son algunas de las cosas que rápidamente vienen a la mente para quien tuvo la fortuna de verlos en vivo.
Bloodfiend tuvo el merecido honor de telonear a Merciless en el último show de su carrera, y Victimario, de ser soportes de Exhumed y Dark Funeral, por ejemplo, que son simplemente pautas de que, en ocasiones, hay una selección criteriosa de los grupos locales que anteceden a los grandes artistas internacionales que vienen a tocar al país. No caben dudas de que Amoklauf y Encoffined también estarían a la altura para tocar antes de cualquiera de las bandas que vinieron últimamente a la Argentina, tales como Suffocation, Immolation o Incantation, entre otras. Además, existe una gran camaradería entre los grupos y puede percibirse una intención de colaborar en pos de elevar la propuesta de la escena extrema local.
Más allá de todas las cualidades comunes que atraviesan a las cuatro bandas que presentamos, es necesario volver a recordar que el hecho de pensarlas dentro de algo así como una “nueva ola” no deja de ser una mirada particular en base a apreciaciones subjetivas y no implica en absoluto ningún tipo de posicionamiento respecto a nada de lo que no haya sido aquí mencionado. Eso no quita que, sin duda alguna, recomendemos las cuatro bandas a todos los amantes del Death Metal en el mundo.