Bandas de covers. Se las encuentra por todos lados, generalmente en sus bares cercanos y más recientemente en canales de Youtube. Casi siempre se los ve como una iniciativa de músicos jóvenes inexpertos, una banda hecha y derecha en estado de larva: los Rolling Stones pueden haber sacado como tres álbumes llenos de covers antes de enfocarse en el material propio, pero desde los sesentas en adelante la figura del “músico compositor” tomó tal importancia y reverencia que es muy complicado encontrar bandas actuales de rock que se metan al estudio con una mayoría o totalidad de material ajeno en su repertorio. Claro que siempre hay algunas excepciones a esto, como demuestra el supergrupo sueco-danés At The Movies, que acaban de editar su segundo álbum The Soundtrack of Your Life – Vol. 2 a través del sello alemán Atomic Fire Records.

Formado por miembros de Pretty Maids, Royal Hunt, Soilwork, Therion, Wolf y HammerFall, At The Movies es un ejemplo de cómo se puede “disfrazar” un poco la idea de una banda de covers. Obviamente el hecho de ser un supergrupo ayuda a esto: es más fácil que la gente acepte que hagas algo si decís que es sólo un hobby, algo aparte de tu trabajo más “serio”. Pero más allá de eso, está el hecho de incluir algún “chiste”, un “gimmick” en la propuesta: Me First and the Gimme Gimmes convierten a las canciones en explosiones de pop punk, The Baseballs las vuelven rockabilly, Brass Against le agregan vientos al metal alternativo, y Dread Zeppelin eran la banda de Plant y Page si hubieran nacido en Jamaica y su propuesta no sobreviviera más de un disco sin cansar.

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En el caso de At The Movies, la gracia está en tomar estas canciones e inyectarle cuánto ADN ochentoso sea posible, transformando tracks de synthpop, eurodance, pop adolescente y demás en puro AOR de vocalizaciones exuberantes, teclados prominentes y las baterías más enormes y llenas de reverb que la tecnología pueda llegar a lograr. La referencia más obvia es The Night Flight Orchestra, el espectacular proyecto que también tiene a Björn Strid detrás del micrófono, y que también reúne a varios músicos metaleros para crear una propuesta explícitamente retro alejada del metal.

El primer volumen de esta Banda Sonora de Tu Vida, editado en 2021, se había enfocado en recrear temas de películas de los ochentas en este estilo. Con esa premisa repasaban canciones como “No Easy Way Out” (Rocky IV), “(I’ve Had) The Time of My Life” (Dirty Dancing), “The Heat Is On” (Beverly Hills Cop) y obviamente “The Power of Love” (Back To The Future), entre otros infaltables en cualquier compilado de clásicos de la década de Ronald Reagan. 

Para este segundo volumen es bastante obvio que At The Movies se habían dado cuenta de que centrarse sólo en una década les iba a dejar muy poco terreno para moverse, así que decidieron posar su atención en los noventas: con excepción de “Waiting for a Star to Fall” de Boy Meets Girl, “(I Just) Died In Your Arms” de Cutting Crew y “Heaven Is A Place On Earth”, de Belinda Carlisle, todas las canciones fueron editadas en la década de Bush padre y Clinton y están (casi todas) relacionadas con películas de esa era.

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El cambio de década provee un desafío que termina haciendo más interesante el material de este segundo volumen en comparación al primero: adaptar canciones de los ochentas a un estilo ya anclado en los ochentas es mucho más fácil que hacer lo mismo con canciones de los noventas, con los cambios en las tendencias de producción y composición. Y aunque no siempre funcione tomarse muchas libertades con un cover, es esa transformación la que caracteriza la gran mayoría de los mejores momentos de The Soundtrack of Your Life – Vol. 2.

Es así que, en las manos de At The Movies, el pop de Radio Aspen del irlandés Ronan Keating en “When You Say Nothing At All” y el eurodance de Londonbeat en “I’ve Been Thinking About You” ganan una energía obviamente más rockera, con muchas guitarras épicas y teclados que hacen que el Europe de los ochentas suene sutil. Y esto último no es una crítica: Morten Sandager da justo en el blanco con el sonido de sus teclados, compitiendo con las guitarras de Portus Norgren y Chris Laney en muchas canciones.

Las más llamativas son el trío de canciones de pop adolescente que se pueden encontrar en el álbum. “I Want It That Way” de los Backstreet Boys tiene ese estribillo chicloso invencible que pega perfecto con los coros de Strid y Linnéa Vikström, y “(You Drive Me) Crazy” de Britney Spears ya era básicamente un escuadrón de tanques hecho canción, demostrando que casi todo lo que haya tenido al sueco Max Martin detrás de las perillas parece ya hecho para convertirse en rock pesado. Y si hablamos de pesadez, “Crush” de Jennifer Paige se pone casi metalera con esas guitarras gruesas y directas.

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Esto también se ve con muchas de las canciones que ya son de los ochentas, como con “King of Wishful Thinking” de Go West y “Venus” de Bananarama (que ya de por si es un cover de los rockeros neerlandeses Shocking Blue), con las que el septeto no necesariamente tiene que hacer mucho más que meterle su costado rockero característico, pero que es algo que funciona lo más bien.

Dicho eso, hay un par de cosas que no terminan de cerrar en este álbum, aunque no es tanto como pensarían. La única canción que no me termina de cerrar es la versión de “The One and Only” de Chesney Hawkes, no porque no sea de verdad entretenida sino porque es una elección muy poco inspirada: escuchando la versión del inglés y la versión de At The Movies, casi no hay cambios tanto en instrumentación como interpretación.

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Por otro lado, el criterio al momento de tributar los valores musicales y cinematográficos de la década es bastante menos claro en este segundo volumen. El ejemplo más obvio se ve con la inclusión de la antes mencionada “Heaven is a Place on Earth” de Belinda Carlisle, que siendo uno de los más grandes éxitos de los ochentas hubiera sonado un tanto descolocada incluso en el primer volumen, al no ser en realidad una canción conocida por alguna película. Incluso “(You Drive Me) Crazy” y “I Want It That Way” tienen la excusa de haber aparecido en la banda sonora de Drive Me Crazy de 1999, incluso si no se suele pensar tanto en esa película al hablar de ambas. ¿Habrá aparecido en algún éxito del cine escandinavo? ¿Será simplemente una diferencia cultural? Revisando la cuenta de Youtube de la banda, dicen que proviene de Romy and Michele’s High School Reunion, lo cual me sigue pareciendo estirar un poco la idea.

Así que sí, puede que la propuesta haga agua por algunos lados, no sólo en cuanto a algunas elecciones sino desde el tema estilístico: es indudable que llega un momento en donde las canciones empiezan a sonar un tanto parecidas entre ellas, aunque con 43 minutos el álbum lo maneja bastante bien.

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Sin embargo, casi todas estas críticas son bastante mínimas, al menos comparadas con las virtudes que este trabajo y proyecto tienen para ofrecer. Aunque haya sido una iniciativa motivada por la cuarentena, es indudable que ambos volúmenes de The Soundtrack of Your Life no escatiman trucos en la producción, sonando todo lo profesionales que debería esperarse de semejante rejunte de músicos. Muchas de las canciones típicas de los ochentas habrán quedado excesivamente pegadas a la típica producción sintética de la época, pero At The Movies lograron tomar los mejores elementos de ese estilo y aplicarlo al sonido del siglo XXI, dando como resultado un sonido moderno pero todavía familiar.

Como veredicto, diría que The Soundtrack of Your Life – Vol. 2 es un disco entretenido, algo hecho como un hobby pero muy bien hecho. Se nota que estos músicos aman este sonido y todo lo que tenga que ver con él, y aunque no sé qué tanto más se podrá llevar adelante esta propuesta (¿Tal vez adelantándose otra época y metiéndose en la década de los 2000?), no está mal para tener una fiesta con amigos, poner este disquito de fondo y que alguien pregunte: “Hey, ¿quiénes son estos?”.