

Con algunos cambios en su alineación, llegaría el año de 1983 para Black Sabbath, y con él, la incorporación de un vocalista legendario para entonces como lo era Ian Gillan, quien ya había logrado una enorme carrera junto al mark II de Deep Purple y Ian Gillan Band, ellos crearían un disco polémico, oscuro, denso y totalmente ruidoso llamado Born Again.
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Con Gillan en la voz, el regreso de Bill Ward en la batería, Geoff Nicholls en los teclados y los 2 pilares Tony y Geezer, la banda entró a los Manor Studios sin saber cuál era el destino de la banda, lo que, si estaba claro, era que la voz de Ian Gillan y sus potentes gritos iban a quedar registrados en todo el disco de principio a fin.
Recuerdo muy bien la primera vez que escuché este disco, el papá de un amigo me pasó la portada, apagó las luces de toda la casa, y puso a sonar el tema número 2, “Stonehenge” luego un latido de un corazón seguido de un grito que al día de hoy lo recuerdo claramente, era la voz del ex Deep Purple a todo lo que da con “Disturbing the Priest”, en ese momento pensé: “Carajo, aquí van hacer un sacrificio y yo soy el invitado en esta casa-, tenuemente podía ver al bebe diablo de la portada y pensaba que ya venía por mi”, al terminar el tema, el señor en cuestión prende las luces y de el sale una carcajada al ver mi rostro de espanto y emoción a la vez, buena manera de conocer este disco, aún lo tengo grabado en mi cabeza, esta es una buena forma de enseñar música a sus hijos sin duda.
Me es muy difícil elegir un tema en especial de este álbum, los podría mencionar todos, “Born Again” el tema de medio tiempo que da nombre al disco es alucinante, joyas como “Trashed”, “Zero the Hero”, “Digital Bitch”, “Keep It Warm”, etc… suenan muy bien al día de hoy; aunque muchos de ellos se alejan un poco de lo que era Black Sabbath musical y líricamente, las canciones que componían el disco eran fabulosas, su portada daba miedo en aquella época, yo era apenas un niño y esto me asustaba y me atraía a la vez.
A pesar de que el disco obtuvo críticas muy fuertes, los fanáticos lo recibieron bien, lógico, ya no estaban 2 vocalistas que le habían dado forma a la banda como lo eran Ozzy y Dio, pero tenían a un maestro de maestros en su lugar, este es uno de esos discos que el tiempo le dio el lugar que se merecía y fue valorado años después, al punto de que los bootlegs de esa gira son muy deseados y costosos.
En fin, estamos enfrente de un disco que se quiere o se odia, pero que no pasa desapercibido por ninguna razón, este es un álbum que iba a ser lanzado por un super grupo, pero la disquera terminó decidiendo que sería parte de Black Sabbath, estas canciones siguen dando de qué hablar al día de hoy, así que no puedo hablar mal de un disco que sorprendió a muchos en varios sentidos y que a los que nos gustó de entrada lo seguiremos amando toda la vida pase lo que pase y digan lo que digan.
Etiquetas: black sabbath, Born Again, deep purple, Geezer Butler, Geoff Nicholls, Hard Rock, Heavy Metal, Ian Gillan, Tony Iommi

Con algunos cambios en su alineación, llegaría el año de 1983 para Black Sabbath, y con él, la incorporación de un vocalista legendario para entonces como lo era Ian Gillan, quien ya había logrado una enorme carrera junto al mark II de Deep Purple y Ian Gillan Band, ellos crearían un disco polémico, oscuro, denso y totalmente ruidoso llamado Born Again.
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Con Gillan en la voz, el regreso de Bill Ward en la batería, Geoff Nicholls en los teclados y los 2 pilares Tony y Geezer, la banda entró a los Manor Studios sin saber cuál era el destino de la banda, lo que, si estaba claro, era que la voz de Ian Gillan y sus potentes gritos iban a quedar registrados en todo el disco de principio a fin.
Recuerdo muy bien la primera vez que escuché este disco, el papá de un amigo me pasó la portada, apagó las luces de toda la casa, y puso a sonar el tema número 2, “Stonehenge” luego un latido de un corazón seguido de un grito que al día de hoy lo recuerdo claramente, era la voz del ex Deep Purple a todo lo que da con “Disturbing the Priest”, en ese momento pensé: “Carajo, aquí van hacer un sacrificio y yo soy el invitado en esta casa-, tenuemente podía ver al bebe diablo de la portada y pensaba que ya venía por mi”, al terminar el tema, el señor en cuestión prende las luces y de el sale una carcajada al ver mi rostro de espanto y emoción a la vez, buena manera de conocer este disco, aún lo tengo grabado en mi cabeza, esta es una buena forma de enseñar música a sus hijos sin duda.
Me es muy difícil elegir un tema en especial de este álbum, los podría mencionar todos, “Born Again” el tema de medio tiempo que da nombre al disco es alucinante, joyas como “Trashed”, “Zero the Hero”, “Digital Bitch”, “Keep It Warm”, etc… suenan muy bien al día de hoy; aunque muchos de ellos se alejan un poco de lo que era Black Sabbath musical y líricamente, las canciones que componían el disco eran fabulosas, su portada daba miedo en aquella época, yo era apenas un niño y esto me asustaba y me atraía a la vez.
A pesar de que el disco obtuvo críticas muy fuertes, los fanáticos lo recibieron bien, lógico, ya no estaban 2 vocalistas que le habían dado forma a la banda como lo eran Ozzy y Dio, pero tenían a un maestro de maestros en su lugar, este es uno de esos discos que el tiempo le dio el lugar que se merecía y fue valorado años después, al punto de que los bootlegs de esa gira son muy deseados y costosos.
En fin, estamos enfrente de un disco que se quiere o se odia, pero que no pasa desapercibido por ninguna razón, este es un álbum que iba a ser lanzado por un super grupo, pero la disquera terminó decidiendo que sería parte de Black Sabbath, estas canciones siguen dando de qué hablar al día de hoy, así que no puedo hablar mal de un disco que sorprendió a muchos en varios sentidos y que a los que nos gustó de entrada lo seguiremos amando toda la vida pase lo que pase y digan lo que digan.
Etiquetas: black sabbath, Born Again, deep purple, Geezer Butler, Geoff Nicholls, Hard Rock, Heavy Metal, Ian Gillan, Tony Iommi