Luego de siete años finalmente llega la segunda parte de esta aventura solista de Steve Harris, el emblemático bajista de Iron Maiden, aunque si tenemos en cuenta algunos factores ineludibles quizás podamos tomar a este  “The Burning” como un nuevo punto de partida para el León Británico. Bien es cierto que aquí Steve vuelve a repetir a la misma formación que lo acompañó en el disco anterior y que la propuesta musical sigue remitiendo al Hard Rock de UFO y Thin Lizzy de fines de los 70’s. Pero hay que resaltar que no es tan así un proyecto solista sino que más bien que a estas alturas ya se trata de una banda propiamente dicha, con nombre y apellido, que mutó de Steve Harris’s British Lion a British Lion. Por más que se trate simplemente de un detalle no es algo menor. Hay que recordar que para el disco anterior se trabajó sobre un material que Steve tenía durmiendo desde principios de los 90’s y que recién para 2012 encontró un hueco en su apretada agenda con Maiden para terminar aquellas canciones. El resultado terminó dando un disco con una producción un tanto deslucida en donde se evidenciaba claramente que en la pobre mezcla final el bajo estaba por encima de todos los demás instrumentos. Nada de eso ocurre aquí y en “The Burning” podemos encontrar como primera gran diferencia respecto a su antecesor una producción mucho más lograda, con una banda más compacta, en donde el bajo forma parte de un conjunto musical que suena mucho más sólido sin querer robar (tanto) protagonismo. Las violas de Graeme Leslie y David Hawkinds transmiten varios pasajes cargados de enérgicos solos en donde podemos encontrar momentos destacables en “City of Fallen Angels”, “Last Chance” o “Spit Fire”. Lamentablemente la monótona voz de Richard Taylor sigue tirando atrás a esta banda y es una lástima que Steve vuelva a cometer el error de no elegir a alguien más adecuado para ponerle voz a sus composiciones, dejando como saldo un disco meramente entretenido. Una pena. Este proyecto tiene potencial para mucho más.