Mucho tiempo ha pasado desde que Buckcherry rompiesen los moldes del rock and roll allá por 1999 cuando debutaron con su primer disco y este explosivo y descarado “HIT” llamado “Lit Up” (Si, aquel que hacía alusión a cierta sustancia…) pero que también contaba con otro bombazo que no es otro que la rockerísima “Dead Again” y el año pasado hicieron 15 añazos desde su otro gran disco “15” , donde estaba la sensual y provocadora “Crazy Bitch”, si aquella en donde se hacía alusión a cierta sustancia…

Pero aquellos son tiempos dorados que ya no volverán y lo cierto es que la banda ha tenido un camino irregular durante esta década en donde discos muy buenos como “All Night Long” se mezclaron con otros más discretos como “Rock And Roll” o “Warpaint”, pero hasta hace un tiempo su fuerte estaba en el directo…Pero entonces llegó su última visita a nuestro país en 2018 dentro del marco del festival “Garage Sound”, en donde pudimos ver una banda apática , sin apenas conexión con el público y lo más preocupante…Sonando de forma desatroza o por lo menos muy pobre respecto a sus dos últimas giras como cabeza de cartel, en donde sus shows fueron un auténtico espectáculo de rock and roll.

Con lo cual era difícil saber que podrían ofrecer con su nuevo disco y sobre todo estar interesado en él mismo.

Por suerte,estas dudas se despejan con la primera canción del disco “54321”, un tema en donde vemos esa combinación entre el punk rock y el rock and roll que tan bién se les ha dado a lo largo de su historia y que es ideal para un viernes por la noche antes de salir a patear los bares, lo mismo ocurre con la descarada “So Hott”, no es que estemos ante su “Crazy Bitch 2.0” pero si que recuerda a ese tipo de canción descarada y pensada para el bailoteo con cualquier persona del sexo opuesto que se precie.

El lado más rockero clásico y vacilón viene de la mano de “Hellbound”, en donde se hace presente la influencia de AC/DC, nada nuevo ya que es una de las principales influencias de la banda californiana y lo mismo ocurre con “Gun” cuyos guiños a Aerosmith son espectaculares y es una de las mejores piezas del disco, con esas guitarras tan marcadas y uno de los estribillos más destacados del disco.

Buckcherry siempre han sabido en que liga jugar y nunca han querido pretender ser más de lo que son, una gran banda de rock and roll o hard rock contemporáneo, con lo cual no vamos a encontrar inventos en este disco y menos a estas alturas de su carrera.

Por eso recibimos con los brazos abiertos el rollito funky de “No More Lies”, que podría haber encajado en discos como “Time Bomb” y “All Night Long” pero también el sonido más habitual de la banda en canciones como “Here I Come”, rockerisimo y gustará a los fans más antiguos de la banda igual que la más continuista “Junk”, de las piezas que menos destaca del disco por el alto nivel de las canciones previas. Aunque siendo justos el estribillo no te lo podrás quitar de la cabeza desde el primer momento en que lo escuches.

Hasta aquí, todo correcto y compramos el sonido que presentan estas canciones, ahora llega el bloque más “pausado” del disco gracias a la bonita “Wasting No More Time” , en donde destacamos el sonido de los teclados y ese tono de Josh Todd que sigue sonando a gloria en este tipo de composiciones, lo mismo sucede con la balada “The Way” que nos transporta a los 90’s y tiene ciertos guiños a bandas como Guns ‘N’ Roses o Bon Jovi , sin duda una pieza muy acertada y que emocionará a más de uno en su próxima gira sin lugar a dudas.

Con “Barricade”, se da por finalizado un disco que pese a las incertidumbres que generaba antes de su salida, hoy podemos afirmar que seguramente estemos ante el mejor disco de la banda en una década y que estos SI son los Buckcherry que nos gustan, inspirados, descarados, rockeros y con un puñado de buenas canciones, ha costado pero bienvenidos de vuelta chicos.