
The Screaming of the Valkyries (2025)
Napalm Records
TRACKLIST
1. To Live Deliciously
2. Demagoguery
3. The Trinity of Shadows
4. Non Omnis Moriar
5. White Hellebore
6. You Are My Nautilus
7. Malignant Perfection
8. Ex Sanguine Draculae
9. When Misery Was a Stranger
A estas alturas, creo que Cradle of Filth no necesita presentación y debo reconocer que musicalmente me encantan, además de haber esperado este nuevo material con ansias. Después de treinta años de sangre y aullidos barrocos, los liderados por Dani Filth ya no se esfuerzan por trascender el mundo que les rodea. Han sido una de las bandas más duraderas y constantes de la música pesada, dejando en el camnino un buen número de auténticos clásicos, han destrozado escenarios de todo el mundo y han ignorado alegremente las polémicas que aparecieron a su paso.
Resulta sorprendente que, tras catorce álbumes, los black metaleros sinfónicos no hayan producido todavía nada que pueda calificarse de malo; podrán tener trabajos mediocres, pobres, pero no malos (según mi visión, claro está). Habiendo establecido su sonido desde hace mucho tiempo, los trabajos más recientes han tendido a centrarse en el refinamiento más que en la reinvención, y eso está muy bien, ya que la calidad rara vez baja de un álbum a otro. Este nuevo álbum de estudio, The Screaming of the Valkyries, acaba de ver tenebrosa luz el pasado 21 de marzo a través de Napalm Records y confirma que el fuego sigue ardiendo.
Como novedad principal tenemos la incorporación de dos nuevos miembros: Donny Burbage (guitarras) y Zoe Marie Federoff (teclados, voz), cuyas contribuciones han sido elogiadas por aportar renovado vigor y profundidad al sonido general, en lugar de Richard Shaw y la teclista/vocalista Annabelle Iratni, respectivamente.
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Pero basta de introducción, pasemos a la review de este nuevo larga duración de los “británicos”, cosa que no es tan así dado que actualmente la formación 2025 de CoF está compuesta por un escocés, un par de norteamericanos y dos miembros de la República Checa. Este nuevo material llega luego cuatro años, y es la continuación del brillante Existence Is Futile, consta de una explosión de 9 pistas, y aquí pasaré a detallar mi apreciación al escucharlo repetidas veces.
Bajo sonidos de una tormenta que se avecina y cánticos diabólicos, marca la entrada To Live Deliciously; la misma consta del hábil trabajo de los guitarristas Donny Burbage y Ashok, quienes ponen inmediatamente el listón muy alto a tan solo breves minutos de transcurrido el inicio del disco. Con una producción afiladísima, recuerda la emoción de escuchar alguna otra placa de los dorados 90s, y podríamos estar en presencia de uno de los mejores temas de apertura de la agrupación en años.
Demagoguery nos envuelve con sonidos contundentes y una letra siniestra. Los acompañamientos sinfónicos añaden una teatralidad épica, con sus ritmos orquestales y sus riffs de la vieja escuela chocan para sonar como la canción más oscura, que culmina con un toque épico, mientras que The Trinity of Shadows comienza de forma explosiva con una ráfaga de guitarras y batería, antes de presentarnos un estribillo que seguramente será cantado en cada presentación que haga la banda. Es un gran tema y una clara señal de la constante evolución de Cradle of Filth.
Para la siguiente canción, el sexteto se adentra en un territorio más gótico con Non Omnis Moriar (“No todo de mí morirá”), que tiene como la primera participación real para Zoe como vocalista, que junto a los teclados visten al tema con una atmósfera sombría. La blonda se desliza en su nuevo papel como si siempre hubiera estado allí; su voz proporciona un contrapeso melódico eficaz a lo realizado por Dani, recordando a aquel gran éxito que fue Nymphetamine, con la inolvidable participación de Liv Kristine.
Le sigue la frenética White Hellebore, que una vez más otorga a Federoff un papel sustancial, mientras las guitarras cortan y queman a su alrededor. Es el momento del disco justo entre la clásica velocidad y pesadez de Cradle of Filth, con infusiones melódicas chillonas, pero, una vez más, lo mejor es un estribillo entre los vocalistas.
Pasando el ecuador del disco, nos encontramos con You Are My Nautilus. Esta pieza juega un poco con el pasado, rememorando las épocas de Cruelty and the Beast, con Dani ofreciendo una actuación sublime. Te puede gustar o no su estilo teatral de cantar, pero sus chillidos, gruñidos y susurros se combinan con precisión, creando un gran efecto sónico que juntos evocan una composición con dramatismo. Por si esto no fuera poco, el conjunto navega una vez más por un arreglo laberíntico, culminando en un impresionante duelo entre los guitarristas mientras que Marthus muestra sus habilidades tras los parches.
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Manteniendo el ritmo enérgico, Malignent Perfection contiene un estribillo monstruoso, lleno de riffs que se te clavan en la mente. Ya desde el inicio encontramos las melodías de teclado, los ritmos de guitarra y los estilos vocales que recuerdan a aquel excelente álbum que fue Midian. De a poco nos vamos acercando al final, y en Ex Sanguine Draculae encontramos una canción rápida que opta por niveles endiablados de pesadez, entrelazando blast beats, gritos aullantes y ganchos monstruosos, dejando un tanto las melodías de lado y apostando a la velocidad y el sonido contundente.
When Misery Was a Stranger redondea este lanzamiento de manera formidable, con un estribillo absolutamente endiablado entre el ardiente caos, mientras la alineación da rienda suelta a una última fantasía gótica. Los más de cincuenta y cinco minutos que dura la placa realmente pasan volando, y el disco cierra de una excelente manera.
Cradle of Filth ha encontrado el equilibrio perfecto entre la pesadez basada en riffs de la vieja escuela, sumándole sus clásicos elementos sinfónicos. Dani Filth, con sus 50 años a cuestas, sigue dominando con sus gritos agudos y sus graznidos, mientras que la incorporación de Zoe trajo frescura sin opacar el trabajo que anteriormente ha hecho Sarah Jezebel Deva. Podrán ser catalogados con el género que quieran, pero ellos son y siempre han sido su propio género, le guste a quien le guste, tanto que han entregado otro excelente álbum abrazando su pasado y sabiendo cómo mejorar su futuro.

The Screaming of the Valkyries (2025)
Napalm Records
TRACKLIST
1. To Live Deliciously
2. Demagoguery
3. The Trinity of Shadows
4. Non Omnis Moriar
5. White Hellebore
6. You Are My Nautilus
7. Malignant Perfection
8. Ex Sanguine Draculae
9. When Misery Was a Stranger
A estas alturas, creo que Cradle of Filth no necesita presentación y debo reconocer que musicalmente me encantan, además de haber esperado este nuevo material con ansias. Después de treinta años de sangre y aullidos barrocos, los liderados por Dani Filth ya no se esfuerzan por trascender el mundo que les rodea. Han sido una de las bandas más duraderas y constantes de la música pesada, dejando en el camnino un buen número de auténticos clásicos, han destrozado escenarios de todo el mundo y han ignorado alegremente las polémicas que aparecieron a su paso.
Resulta sorprendente que, tras catorce álbumes, los black metaleros sinfónicos no hayan producido todavía nada que pueda calificarse de malo; podrán tener trabajos mediocres, pobres, pero no malos (según mi visión, claro está). Habiendo establecido su sonido desde hace mucho tiempo, los trabajos más recientes han tendido a centrarse en el refinamiento más que en la reinvención, y eso está muy bien, ya que la calidad rara vez baja de un álbum a otro. Este nuevo álbum de estudio, The Screaming of the Valkyries, acaba de ver tenebrosa luz el pasado 21 de marzo a través de Napalm Records y confirma que el fuego sigue ardiendo.
Como novedad principal tenemos la incorporación de dos nuevos miembros: Donny Burbage (guitarras) y Zoe Marie Federoff (teclados, voz), cuyas contribuciones han sido elogiadas por aportar renovado vigor y profundidad al sonido general, en lugar de Richard Shaw y la teclista/vocalista Annabelle Iratni, respectivamente.
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Pero basta de introducción, pasemos a la review de este nuevo larga duración de los “británicos”, cosa que no es tan así dado que actualmente la formación 2025 de CoF está compuesta por un escocés, un par de norteamericanos y dos miembros de la República Checa. Este nuevo material llega luego cuatro años, y es la continuación del brillante Existence Is Futile, consta de una explosión de 9 pistas, y aquí pasaré a detallar mi apreciación al escucharlo repetidas veces.
Bajo sonidos de una tormenta que se avecina y cánticos diabólicos, marca la entrada To Live Deliciously; la misma consta del hábil trabajo de los guitarristas Donny Burbage y Ashok, quienes ponen inmediatamente el listón muy alto a tan solo breves minutos de transcurrido el inicio del disco. Con una producción afiladísima, recuerda la emoción de escuchar alguna otra placa de los dorados 90s, y podríamos estar en presencia de uno de los mejores temas de apertura de la agrupación en años.
Demagoguery nos envuelve con sonidos contundentes y una letra siniestra. Los acompañamientos sinfónicos añaden una teatralidad épica, con sus ritmos orquestales y sus riffs de la vieja escuela chocan para sonar como la canción más oscura, que culmina con un toque épico, mientras que The Trinity of Shadows comienza de forma explosiva con una ráfaga de guitarras y batería, antes de presentarnos un estribillo que seguramente será cantado en cada presentación que haga la banda. Es un gran tema y una clara señal de la constante evolución de Cradle of Filth.
Para la siguiente canción, el sexteto se adentra en un territorio más gótico con Non Omnis Moriar (“No todo de mí morirá”), que tiene como la primera participación real para Zoe como vocalista, que junto a los teclados visten al tema con una atmósfera sombría. La blonda se desliza en su nuevo papel como si siempre hubiera estado allí; su voz proporciona un contrapeso melódico eficaz a lo realizado por Dani, recordando a aquel gran éxito que fue Nymphetamine, con la inolvidable participación de Liv Kristine.
Le sigue la frenética White Hellebore, que una vez más otorga a Federoff un papel sustancial, mientras las guitarras cortan y queman a su alrededor. Es el momento del disco justo entre la clásica velocidad y pesadez de Cradle of Filth, con infusiones melódicas chillonas, pero, una vez más, lo mejor es un estribillo entre los vocalistas.
Pasando el ecuador del disco, nos encontramos con You Are My Nautilus. Esta pieza juega un poco con el pasado, rememorando las épocas de Cruelty and the Beast, con Dani ofreciendo una actuación sublime. Te puede gustar o no su estilo teatral de cantar, pero sus chillidos, gruñidos y susurros se combinan con precisión, creando un gran efecto sónico que juntos evocan una composición con dramatismo. Por si esto no fuera poco, el conjunto navega una vez más por un arreglo laberíntico, culminando en un impresionante duelo entre los guitarristas mientras que Marthus muestra sus habilidades tras los parches.
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Manteniendo el ritmo enérgico, Malignent Perfection contiene un estribillo monstruoso, lleno de riffs que se te clavan en la mente. Ya desde el inicio encontramos las melodías de teclado, los ritmos de guitarra y los estilos vocales que recuerdan a aquel excelente álbum que fue Midian. De a poco nos vamos acercando al final, y en Ex Sanguine Draculae encontramos una canción rápida que opta por niveles endiablados de pesadez, entrelazando blast beats, gritos aullantes y ganchos monstruosos, dejando un tanto las melodías de lado y apostando a la velocidad y el sonido contundente.
When Misery Was a Stranger redondea este lanzamiento de manera formidable, con un estribillo absolutamente endiablado entre el ardiente caos, mientras la alineación da rienda suelta a una última fantasía gótica. Los más de cincuenta y cinco minutos que dura la placa realmente pasan volando, y el disco cierra de una excelente manera.
Cradle of Filth ha encontrado el equilibrio perfecto entre la pesadez basada en riffs de la vieja escuela, sumándole sus clásicos elementos sinfónicos. Dani Filth, con sus 50 años a cuestas, sigue dominando con sus gritos agudos y sus graznidos, mientras que la incorporación de Zoe trajo frescura sin opacar el trabajo que anteriormente ha hecho Sarah Jezebel Deva. Podrán ser catalogados con el género que quieran, pero ellos son y siempre han sido su propio género, le guste a quien le guste, tanto que han entregado otro excelente álbum abrazando su pasado y sabiendo cómo mejorar su futuro.