

El séptimo disco de Dream Theater llegaría en noviembre del 2003 y con él, el disco más metal de toda su carrera, incursionando en una nueva ola de metal progresivo más pesada y ganando nuevos adeptos que antes habían dejado a un lado la banda por su técnica tan compleja.
Algo que se nota desde que empieza el disco hasta que termina, son esos riffs crudos y llenos de metal creados por John Petrucci quien nunca le ha dado miedo en innovar y llevar su guitarra a otro nivel. Como era de esperarse, Mike Portnoy también ejerce una gran presión en este disco, ya que su batería va más rápida de lo normal pero sin dejar esos elementos progresivos tan característicos de ellos. Además está pareja cuando decide crear algo diferente lo logra y esto se ve hasta en la producción del disco.
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7 cortes componen todo el disco y es muy difícil nombrar cuál es mejor que otro, así que tomaré todos al azar porque musicalmente siguen sorprendiendo; en primer lugar voy con “Endless Sacrifice” en donde Jordan Rudess y John Petrucci hacen magia con las mismas notas, marcando un compás que crea una atmósfera única, pareciera que el teclado y la guitarra se fusionaran en uno sólo instrumento, en segunda posición voy con “Honor Thy Father”, con una batería y una letra bastante pesadas, ambas a cargo de Portnoy, a pesar del título del tema, esto no es una balada.
En tercer lugar voy con ese intro entre el bajo de John Myung y la guitarra de Petrucci, “As I Am”, tema con el que se abre el disco, empieza un poco lento pero en un instante, se llena de poder y mucho metal; sigo con la cuarta posición con “This Dying Soul” que se divide en dos partes, “IV Reflections of Reality (Revisited)” y “V Release”, este es un tema muy a lo que la banda nos tenía acostumbrados hasta esa época pero con una base más pesada y densa de lo habitual, bastante largo y complejo.
“In the Name of God” es el tema con que se cierra el disco y queda en la posición número 5 de la lista, luego “Stream of Consciousness” le sigue, ambas con unos riffs pesados que marcan la diferencia, para terminar está en el séptimo lugar “Vacant”, una balada compuesta por James LaBrie que le dedica a su hija debido a un extraño episodio que sufrió.
El orden de los temas fue más al azar que cualquier cosa, el disco es tan bueno que no se puede hacer una lista exacta de las mejores canciones, pero con esto nos podemos dar una idea de lo que es el disco y el cambio tan notorio que dejó impreso en él, su portada nos refleja lo oscuro de su contenido.


El séptimo disco de Dream Theater llegaría en noviembre del 2003 y con él, el disco más metal de toda su carrera, incursionando en una nueva ola de metal progresivo más pesada y ganando nuevos adeptos que antes habían dejado a un lado la banda por su técnica tan compleja.
Algo que se nota desde que empieza el disco hasta que termina, son esos riffs crudos y llenos de metal creados por John Petrucci quien nunca le ha dado miedo en innovar y llevar su guitarra a otro nivel. Como era de esperarse, Mike Portnoy también ejerce una gran presión en este disco, ya que su batería va más rápida de lo normal pero sin dejar esos elementos progresivos tan característicos de ellos. Además está pareja cuando decide crear algo diferente lo logra y esto se ve hasta en la producción del disco.
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En tercer lugar voy con ese intro entre el bajo de John Myung y la guitarra de Petrucci, “As I Am”, tema con el que se abre el disco, empieza un poco lento pero en un instante, se llena de poder y mucho metal; sigo con la cuarta posición con “This Dying Soul” que se divide en dos partes, “IV Reflections of Reality (Revisited)” y “V Release”, este es un tema muy a lo que la banda nos tenía acostumbrados hasta esa época pero con una base más pesada y densa de lo habitual, bastante largo y complejo.
“In the Name of God” es el tema con que se cierra el disco y queda en la posición número 5 de la lista, luego “Stream of Consciousness” le sigue, ambas con unos riffs pesados que marcan la diferencia, para terminar está en el séptimo lugar “Vacant”, una balada compuesta por James LaBrie que le dedica a su hija debido a un extraño episodio que sufrió.
El orden de los temas fue más al azar que cualquier cosa, el disco es tan bueno que no se puede hacer una lista exacta de las mejores canciones, pero con esto nos podemos dar una idea de lo que es el disco y el cambio tan notorio que dejó impreso en él, su portada nos refleja lo oscuro de su contenido.