Ether Coven es una banda estadounidense oriunda de Florida formada hace poco más de diez años y actualmente integrada por Peter Kowalsky (voz y guitarra), Devin Estep (guitarra y voz), Shane Nerenberg (bajo y voz) y Justin Gianoutsos (batería). Comenzaron bajo el nombre Ether, pero lo cambiaron por Ether Coven ante el pedido del sello Century Media que editó su excelente tercer disco “Everything Is Temporary Except Suffering” en 2020. Con anterioridad, ya habían lanzado de manera independiente dos álbumes grandiosos: “Human Error” (2013) y “There Is Nothing Left For Me Here” (2017). Previo a la edición de este nuevo full-length, el cuarto, el año pasado publicaron un brillante EP titulado “Language Is the Instrument of the Empire”, a través de Dead Truth Recordings. “The Relationship Between the Hammer and the Nail” es editado por Good Fight Music.

La música de esta banda puede describirse como post-sludge metal, pero destacando una fuerte presencia de dos elementos: la potencia heredada del hardcore más pesado y la melancolía del doom más oscuro. Su sonido es una mezcla única que puede remitir a Neurosis, Cult of Luna, Amenra, Converge, el Morbid Angel de los tiempos de “Covenant” (1993) y el Paradise Lost más pesado, pasando por la cruda potencia de bandas como Nails e Integrity. Cabe señalar que su disco anterior fue producido por Eric Rutan. Más allá del sonido particular que han logrado con esta amalgama, algo que destaca a Ether Coven es su postura explícitamente política o -directamente- su activismo. Esto no es nuevo dentro del metal, pero hay toda una nueva generación que está llevando esta actitud a un nuevo nivel. El grupo forma parte de todo un movimiento que, en este sentido, ya no sigue pretendiendo una “neutralidad ideológica” que garantice un arte aséptico, “amigable” con cualquier audiencia. La banda está comprometida en la lucha contra el racismo y el supremacismo blanco, el fascismo, el clasismo, el nacionalismo, el patriarcado y el odio a las disidencias sexuales, el capitalismo voraz, las guerras, la violencia institucional de la policía y las cárceles; en defensa de los derechos civiles de todas las personas en todo el mundo y de los animales (apoyan el estilo de vida vegano). Está claro que se trata de músicos convencidos de la función social del arte. Otros grupos que podemos mencionar en esta línea son Thou, The Body, Primitive Man, Body Void, Vile Creature, Cathari y Sigils.

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Todas estas desgracias sociales se entraman con la vida individual de las personas, y es allí donde Ether Coven acierta en explorar desde la angustia existencial hasta la furia que provocan las situaciones a las que el statu quo nos somete. La experiencia de Peter Kowalsky con el cáncer y el sistema de salud estadounidense parecen haber tenido una influencia muy importante en el contenido de este nuevo álbum. De hecho, la primera canción (y primer single) se llama “Psalm of Cancer” y cuenta con la participación de Dwid Hellion (Integrity) y Anthony Crupi (Pain Ritual). Ya desde el principio, Ether Coven empieza a desplegar una ira aplastante, con riffs que suenan como martillazos (haciendo honor al título del disco). “Afraid & Suffering” tiene a Daniel Weyandt  (Zao) como invitado, y si bien el ataque sonoro frontal no cesa, se abre paso el aspecto más “romántico” de la banda, en cuanto da lugar a climas gobernados por las pasiones más diversas. Así podemos encontrar pasajes tristes y otros de una agresividad que siempre se siente justificada, hasta con un sentido revolucionario. Junto con “The Warmth of Your Bathwater” son los tracks más extensos y los que más me conmovieron en todo el disco. Las voces limpias cumplen un rol crucial al momento de plasmar los sentimientos en la música, algo que siempre fue característico de esta banda.

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“God Hates Flags” retoma la violencia expresiva y cuenta con el aporte de Tarek Ahmed (Intercourse), Michael Darling y Crupi. Se trata de la canción con mayores reminiscencias del death metal. Luego, “Of Might & Failure”, lo incluye a Shane Post (Bird of Ill Omen) para seguir profundizando en la veta más rabiosa del grupo: esa rabia que es un grito de protesta. Fue el segundo single con video propio. “The Warmth of Your Bathwater” es mi track favorito de esta entrega: es difícil contener las lágrimas ante una canción tan sublime. Crupi vuelve a estar involucrado, y también lo está en el track que cierra el disco: “Consequences of Self (Let the Nails Carve Our Names in Rust)”. Al ser la pista más larga, tiene un aspecto progresivo que logra poner a flor de piel lo que Ether Coven puede brindar a cada oyente sensible y lo hace con contundencia. Cada riff es una conmoción y la base rítmica no podría ser más sólida a lo largo de toda la obra.

“Temple of Wu” es un track instrumental en el que aparece Wu Kowalsky, a cuya memoria está dedicado todo el álbum. La atmósfera cambia completamente, adquiriendo matices post-rock que recuerdan a bandas como Mogwai. Finalmente, en “Consequences of Self (Let the Nails Carve Our Names in Rust)” cooperan, además del ya mencionado Crupi, Howard Jones (Light the Torch, Blood Has Been Shed) y Andy Nelson (Weekend Nachos). Se trata del tercer single que se difundió antes de la salida del disco, con su propio video musical. Es otra de mis canciones favoritas en este nuevo trabajo de Ether Coven que ya se ganó un lugar, en lo que a mí respecta, entre los mejores discos del año.

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