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Fear Factory
Aggression Continuum (2021)
Nuclear Blast

TRACKLIST

01. Recode
02. Disruptor
03. Aggression Continuum
04. Purity
05. Fuel Injected Suicide Machine
06. Collapse
07. Manufactured Hope
08. Cognitive Dissonance
09. Monolith
10. End of Line


Editado el 18 de junio a través de Nuclear Blast, Aggression Continuum es el décimo álbum de Fear Factory y el segundo con el baterista Mike Heller, que se convierte así en el primero que graba más de un disco junto al cuarteto desde la salida del baterista clásico Raymond Herrera, considerando que Gene Hoglan fue reemplazado por una batería programada en The Industrialist mientras era miembro oficial.

Pongámonos en contexto: después de marcar la segunda mitad de los noventas al llevar al metal industrial al mainstream, hacer que varias bandas clásicas probaran la mano con esto de los riffs entrecortados y aportar su grano de arena al camino por el que muchos grupos de nu metal transitarían más tarde, la llegada del nuevo milenio encontró a Fear Factory entrando en un periodo bastante tumultuoso de su carrera, uno que se extendió tanto que bien podría cubrir la mayoría de ella.

 

Entre cambios de miembros, la salida y regreso del guitarrista Dino Cazares, separaciones, cambios de estilo para mantenerse al ritmo de los tiempos y hasta juicios y demandas por parte de exmiembros, la banda era una guerra. Y no sólo era difícil seguirle el paso al grupo californiano, sino que además sus discos ofrecían cada vez menos razones para intentarlo, con muchos de ellos sintiéndose como reciclajes de riffs alargados por entre 45 y 55 minutos.

Tampoco ayudaba la sombra que el legado del grupo cernía sobre su obra: incluso si un álbum como Mechanize recibía buenas reseñas, el hecho de tener que competir con la vara dejada por clásicos como Obsolete y, sobre todo, Demanufacture, siempre los dejaría en desventaja sin importar su calidad. Y cuando no lograban esa calidad, el sonido de Fear Factory, otrora futurista y bien aceitado, sonaba obsoleto y herrumbroso.

 

Con esto en mente, la salida del cantante Burton C. Bell en 2020 parecía haber puesto el último clavo en el ataúd del grupo. El vocalista no sólo había sido una pieza importante en el sonido de la doble F, con su habilidad para manejarse tanto en el canto gutural como en las voces limpias que terminó influenciando a tantas bandas de metal moderno, sino que además había sido el único miembro constante a lo largo de las tres décadas de vida de Fear Factory.

 

Su alejamiento de la banda de la que había sido fundador, acompañada por frases acerca de la falta de confianza que sentía con el resto de los músicos, bien podría haber marcado el punto más bajo en la historia de estos californianos. Aunque ya para ese momento hacía rato que habían anunciado la futura salida de un nuevo álbum, para el que Bell había grabado todas las voces ya en 2017, era imposible ocultar la poca fe que yo le tenía a este nuevo trabajo.

Con al menos cuatro años de trabajo detrás y siendo sucesor de Genexus (2015), Aggression Continuum marca la pausa discográfica más grande en la historia del grupo. Salir el mismo día que el nuevo álbum de Helloween, quienes están en el mismo sello y tenían por lejos el disco más esperado del año, puede no haber sido la mejor idea del mundo en cuanto a prensa, pero ciertamente dio lugar a un viernes muy entretenido.

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Los adelantos “Disruptor” y “Fuel Injected Suicide Machine” habían sido más o menos decentes pero nada como para hablar maravillas. Así que cuando por fin pude tener el disco en mis manos y escuchar como se debe, llegué a dos conclusiones: la primera es que Fear Factory deberían mejorar al momento de elegir singles, y que parece que el tiempo y las tensiones de alguna manera le hacen bien a Cazares y compañía, porque Aggression Continuum supera de manera cómoda las expectativas que tenía detrás.

Primero lo primero: en este nuevo álbum, Fear Factory no plantean ningún cambio grande en su estilo. Aggression Continuum sigue conteniendo los elementos que hacen al sonido clásico de la banda: riffs intermitentes, baterías mecánicas, atmósfera de ciencia ficción distópica y la voz de Bell pasando de los gritos desgarrados al canto melódico con la soltura que lo caracteriza. Además, está el groove que los californianos vienen metiendo en su sonido desde hace dos décadas: varias partes de una canción como “Cognitive Dissonance” suenan como si Pantera vinieran de una dimensión donde ganaron las máquinas.

Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que notamos que hay un par de elementos más innovadores acompañando este sonido clásico. Por ejemplo, canciones como la inicial “Recode” y “Manufacturated Hope” tienen acompañamientos sinfónicos a cargo del tecladista ruso Igor Khoroshev (ex Yes) que aportan a la atmósfera épica y cinematográfica. Además, por momentos se sienten esos riffs graves a lo Meshuggah, que se acoplan muy bien con la manera de tocar de Cazares, que incluso mete un solo de guitarra en “Monolith”, toda una rareza en la obra de la banda.

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Y hablando de Cazares, es él quien se pone la banda al hombro. Todos estos elementos están más que bien, pero es su mano detrás de la composición la que logra mezclarlos con el sonido Fear Factory: sus riffs siguen tan repetitivos y mecánicos como siempre, pero suenan frescos, entretenidos y, paradójicamente, humanos. Además, estuvo a cargo del bajo y de la producción del álbum, y junto a Damien Reinaud y Andy Sneap se merece todas las loas por el gran sonido de las canciones, dándole una claridad envidiable a cada instrumento.

“Collapse” tiene el groove pegadizo del que hablaba antes, y “Purity” logra meter varias melodías simples pero efectivas en medio de los riffs robóticos. Canciones como “Recode” y “Monolith” me obligan a mencionar la labor de Burton C. Bell: aunque por momentos el cantante peque de repetitivo con sus estribillos limpios, sus voces guturales siguen siendo tan agresivas como siempre, y con la guitarra de Cazares detrás se siguen confirmando como una de las más grandes duplas del metal.

Aggression Continuum no es un álbum que esté falto de deficiencias: tanto “Disruptor” como “Fuel Injected Suicide Machine” funcionarán mejor en el contexto del álbum pero siguen siendo las que menos convencen, y la final “End of Line” no estará mal durante los primeros cinco minutos, pero esos sonidos ambientales que se alargan por dos minutos en el cierre no aportan nada. Además, toda la idea conceptual futurista y distópica detrás es imposible de distinguir de cualquier idea parecida que hayan metido en trabajos anteriores, aunque ayuda a tener un hilo conductor entre cada canción.

¿Será este el último disco de Fear Factory? Todo indica que no: aunque todavía no se haya anunciado un reemplazo para Burton C. Bell, la inclusión de Tony Campos (Asesino, ex Ministry y Static-X) en los créditos como “bajista en vivo” da a entender que Dino Cazares planea continuar el legado de Fear Factory como único miembro original. Pero en el caso de que esta fuera la despedida y punto final en la carrera discográfica de la doble F, es todo un alivio y un gusto poder decir que lo hicieron con un trabajo a la altura de su legado.

 

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01. Recode
02. Disruptor
03. Aggression Continuum
04. Purity
05. Fuel Injected Suicide Machine
06. Collapse
07. Manufactured Hope
08. Cognitive Dissonance
09. Monolith
10. End of Line





Editado el 18 de junio a través de Nuclear Blast, Aggression Continuum es el décimo álbum de Fear Factory y el segundo con el baterista Mike Heller, que se convierte así en el primero que graba más de un disco junto al cuarteto desde la salida del baterista clásico Raymond Herrera, considerando que Gene Hoglan fue reemplazado por una batería programada en The Industrialist mientras era miembro oficial.

Pongámonos en contexto: después de marcar la segunda mitad de los noventas al llevar al metal industrial al mainstream, hacer que varias bandas clásicas probaran la mano con esto de los riffs entrecortados y aportar su grano de arena al camino por el que muchos grupos de nu metal transitarían más tarde, la llegada del nuevo milenio encontró a Fear Factory entrando en un periodo bastante tumultuoso de su carrera, uno que se extendió tanto que bien podría cubrir la mayoría de ella.

 

Entre cambios de miembros, la salida y regreso del guitarrista Dino Cazares, separaciones, cambios de estilo para mantenerse al ritmo de los tiempos y hasta juicios y demandas por parte de exmiembros, la banda era una guerra. Y no sólo era difícil seguirle el paso al grupo californiano, sino que además sus discos ofrecían cada vez menos razones para intentarlo, con muchos de ellos sintiéndose como reciclajes de riffs alargados por entre 45 y 55 minutos.

Tampoco ayudaba la sombra que el legado del grupo cernía sobre su obra: incluso si un álbum como Mechanize recibía buenas reseñas, el hecho de tener que competir con la vara dejada por clásicos como Obsolete y, sobre todo, Demanufacture, siempre los dejaría en desventaja sin importar su calidad. Y cuando no lograban esa calidad, el sonido de Fear Factory, otrora futurista y bien aceitado, sonaba obsoleto y herrumbroso.

 

Con esto en mente, la salida del cantante Burton C. Bell en 2020 parecía haber puesto el último clavo en el ataúd del grupo. El vocalista no sólo había sido una pieza importante en el sonido de la doble F, con su habilidad para manejarse tanto en el canto gutural como en las voces limpias que terminó influenciando a tantas bandas de metal moderno, sino que además había sido el único miembro constante a lo largo de las tres décadas de vida de Fear Factory.

 

Su alejamiento de la banda de la que había sido fundador, acompañada por frases acerca de la falta de confianza que sentía con el resto de los músicos, bien podría haber marcado el punto más bajo en la historia de estos californianos. Aunque ya para ese momento hacía rato que habían anunciado la futura salida de un nuevo álbum, para el que Bell había grabado todas las voces ya en 2017, era imposible ocultar la poca fe que yo le tenía a este nuevo trabajo.

Con al menos cuatro años de trabajo detrás y siendo sucesor de Genexus (2015), Aggression Continuum marca la pausa discográfica más grande en la historia del grupo. Salir el mismo día que el nuevo álbum de Helloween, quienes están en el mismo sello y tenían por lejos el disco más esperado del año, puede no haber sido la mejor idea del mundo en cuanto a prensa, pero ciertamente dio lugar a un viernes muy entretenido.

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Los adelantos “Disruptor” y “Fuel Injected Suicide Machine” habían sido más o menos decentes pero nada como para hablar maravillas. Así que cuando por fin pude tener el disco en mis manos y escuchar como se debe, llegué a dos conclusiones: la primera es que Fear Factory deberían mejorar al momento de elegir singles, y que parece que el tiempo y las tensiones de alguna manera le hacen bien a Cazares y compañía, porque Aggression Continuum supera de manera cómoda las expectativas que tenía detrás.

Primero lo primero: en este nuevo álbum, Fear Factory no plantean ningún cambio grande en su estilo. Aggression Continuum sigue conteniendo los elementos que hacen al sonido clásico de la banda: riffs intermitentes, baterías mecánicas, atmósfera de ciencia ficción distópica y la voz de Bell pasando de los gritos desgarrados al canto melódico con la soltura que lo caracteriza. Además, está el groove que los californianos vienen metiendo en su sonido desde hace dos décadas: varias partes de una canción como “Cognitive Dissonance” suenan como si Pantera vinieran de una dimensión donde ganaron las máquinas.

Sin embargo, no pasa mucho tiempo hasta que notamos que hay un par de elementos más innovadores acompañando este sonido clásico. Por ejemplo, canciones como la inicial “Recode” y “Manufacturated Hope” tienen acompañamientos sinfónicos a cargo del tecladista ruso Igor Khoroshev (ex Yes) que aportan a la atmósfera épica y cinematográfica. Además, por momentos se sienten esos riffs graves a lo Meshuggah, que se acoplan muy bien con la manera de tocar de Cazares, que incluso mete un solo de guitarra en “Monolith”, toda una rareza en la obra de la banda.

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Y hablando de Cazares, es él quien se pone la banda al hombro. Todos estos elementos están más que bien, pero es su mano detrás de la composición la que logra mezclarlos con el sonido Fear Factory: sus riffs siguen tan repetitivos y mecánicos como siempre, pero suenan frescos, entretenidos y, paradójicamente, humanos. Además, estuvo a cargo del bajo y de la producción del álbum, y junto a Damien Reinaud y Andy Sneap se merece todas las loas por el gran sonido de las canciones, dándole una claridad envidiable a cada instrumento.

“Collapse” tiene el groove pegadizo del que hablaba antes, y “Purity” logra meter varias melodías simples pero efectivas en medio de los riffs robóticos. Canciones como “Recode” y “Monolith” me obligan a mencionar la labor de Burton C. Bell: aunque por momentos el cantante peque de repetitivo con sus estribillos limpios, sus voces guturales siguen siendo tan agresivas como siempre, y con la guitarra de Cazares detrás se siguen confirmando como una de las más grandes duplas del metal.

Aggression Continuum no es un álbum que esté falto de deficiencias: tanto “Disruptor” como “Fuel Injected Suicide Machine” funcionarán mejor en el contexto del álbum pero siguen siendo las que menos convencen, y la final “End of Line” no estará mal durante los primeros cinco minutos, pero esos sonidos ambientales que se alargan por dos minutos en el cierre no aportan nada. Además, toda la idea conceptual futurista y distópica detrás es imposible de distinguir de cualquier idea parecida que hayan metido en trabajos anteriores, aunque ayuda a tener un hilo conductor entre cada canción.

¿Será este el último disco de Fear Factory? Todo indica que no: aunque todavía no se haya anunciado un reemplazo para Burton C. Bell, la inclusión de Tony Campos (Asesino, ex Ministry y Static-X) en los créditos como “bajista en vivo” da a entender que Dino Cazares planea continuar el legado de Fear Factory como único miembro original. Pero en el caso de que esta fuera la despedida y punto final en la carrera discográfica de la doble F, es todo un alivio y un gusto poder decir que lo hicieron con un trabajo a la altura de su legado.

 

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