
Skeletá (2005)
Loma Vista Recordings
Tracklist
1. “Peacefield”
2. “Lachryma”
3. “Satanized”
4. “Guiding Lights”
5. “De Profundis Borealis”
6. “Cenotaph”
7. “Missilla Amori”
8. “Marks of the Evil One”
9. “Umbra”
10. “Excelsis”
Dicen que Tobias Forge lo tiene todo finamente planificado cuando se trata de su proyecto de banda Ghost y a priori pareciera resultar totalmente cierto. Durante estos últimos meses nos hemos ido enterando progresivamente sobre un montón de novedades de la banda. La asunción del nuevo Papa Perpetua V, el anuncio del nuevo disco Skeleta, la nueva gira mundial correspondiente y demás cuestiones que no son tan importantes. Si bien pudiéramos pasar horas y horas hablando sobre cada una de las maniobras de Forge dentro del lore de Ghost, hoy venimos a reseñar su reciente y última obra, como ya mencionamos, Skeleta, lanzado a través del sello Loma Vista Recording, que fue acompañado de eventos de trasnoche, simultáneos, en varías disquerías del hemisferio norte (muy mal por nosotros los sudamericanos).
Por mi parte, debo advertirles que esta reseña puede estar sesgada en ciertos momentos por mi ligero fanatismo, así que si lo que buscan es un análisis con mejor criterio, los invito a leer el segmento debajo de mi colega Gastón. Y no es que este encantando con su lore o lo visual, algo que el músico sueco maneja muy bien, sino que, fue Ghost una banda que me devolvió después de mucho tiempo, esa sensación de aire fresco, de emociones altas, cuando se escucha algo nuevo.
El disco comienza con las 3 piezas que sirvieron como singles promocionales y que fueron saliendo en el orden contrario al que se encuentran en él. “Peacefield”, que representa la esperanza, es la canción con la que nos encontramos en la apertura, pero con una significativa diferencia con el single: esta vez es una versión extendida. Por casi 1 minuto, tenemos anexada al principio una introducción de coros en crescendo, con la predominancia de una voz que pareciera ser infantil. Gran punto a favor para esta pieza que, si ya en el corte promocional parecía muy buena, con este agregado es aún mejor. El estribillo, por su parte, trajo rápidamente desde mi memoria implícita, la canción “Separate Ways” de la banda Journey (y seguramente haya sido igual para ustedes). Un gran comienzo de disco pensado para un gran comienzo de show. Luego, nos podemos hacer de “Lachryma”, segundo corte que fue promocionado con una gran videoclip que rememora lo mejor del cine de horror de los 80s y un poco también a aquella producción de Dokken para la película Pesadilla en Elm Street. Otro gran tema, de nuevo con gran calidad y una perfecta combinación entre lo sombrío de sus estrofas y la dulzura de su estribillo, con un maravilloso solo de guitarra anexado. Para completar la tanda de sencillos, tenemos a mi favorito de todos ellos, “Satanized”, que también fue presentado con una producción audiovisual un poco más minimalista que su sucesora. De aquí destaca enormemente ese estribillo por demás contagioso y nuevamente los solos de guitarra al mejor estilo Judas Priest. La canción se narra desde la perspectiva de alguien que confunde estar enamorado con estar poseído. Esta primer triada corona un excelente arranque de disco.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Ghost confirma su esperado concierto en la Royal Arena de Dinamarca
Lo que sigue es “Guiding Lights”, que en un primer momento fue pensada para la serie Arcane. Una excelente balada que combina muy bien los diferentes elementos musicales para bajar un poco ese ritmo alto con el que veníamos. “De Profundis Borealis”, que arranca con un tímido piano para desembocar en un excelente riff al mejor estilo Iron Maiden, es uno de los puntos fuertes de este disco. Bueno, podríamos decir que toda esta pieza podría pertenecer a cualquiera de los últimos albums de la doncella. En el sexto lugar “Cenotaph”, que no encuentro calificativo alguno para describir a la obra maestra que se encuentra aún en la sencillez de esta pieza. Un segmento musical donde lo que impera es la lírica.
Hasta aquí, podemos decir que el disco cumplió con creces y con una puntuación perfecta y lo que viene de ahora en más, no significa que sea necesariamente malo, sino, más bien, que quizás no pueda seguir el alto nivel que el disco venía trayendo (veran ustedes luego, como me contradigo). La delgada línea entre el amor y el odio queda demarca entre la anterior canción y “Missila Amori”, que lejos de ser mala, termina apelando al buen trabajo que han venido haciendo sus antecesoras para hacerse de nuestra escucha. Lo que viene contiguo, es la canción que, en mi opinión, contiene el mejor riff de guitarra de toda la obra, “Marks Of The Evil One”, y que, dicho sea de paso, recobra el muy buen nivel con el que el disco venía(se los dije). Aún mejor es la narrativa sobre los 4 jinetes del apocalipsis que armoniza con la excelente melodía que acompaña por detrás. “Umbra” tiene un comienzo descomedidamente ochentoso, con sintetizadores muy potentes y la entrada de un riff de guitarra acompañado de un cencerro, para entregar otra excelente historia de amor y satanismo con el sello Ghost.
El disco cierra con “Excelsis” que no es otra cosa que eso, un cierre. Una canción larga para lo que la banda acostumbra pero que necesariamente así lo es para ir construyendo naturalmente la conclusión de Skeleta. Lo importante es lo que ella narra, para entender el porque de la última posición de esta pieza. Algunos prefieren un cierre más enérgico. Por mi parte, me gustan cuando nos traen la melancolía de un adiós.
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No olvidemos pasar por alto la excelente portada, inspirada en Ciudadano Kane y Odisea en el espacio y diseñada por el celebre artista Zbigniew M. Bielak. Tampoco podemos dejar de darle su reconocimiento a los impresionantes solos de Fredik Akkeson, que no tienen un gramo de desperdicio.
Skeleta como idea general, es un disco en el cual ya empezamos a notar la “formula” composicional de la banda. Con esto quiero decir, en simples palabras, que no esperen nada nuevo o sorprendente, si es que vienen siguiendo su carrera desde el principio. Y no se alarmen, es un proceso natural para una banda que ya cuenta 6 discos y otros tantos EP. Por el contrario, para aquellos aventureros que se atrevan a escucharlos por primera vez a través de este álbum, podría parecerles el mejor de todos.
AOR de los 80s pero al mismo tiempo moderno, excelsos solos de guitarras y riffs, gran despliegue de sintetizadores y teclados y, obviamente, formidables historias. Este álbum podrá ser de mayor o menor gusto para cada quien, pero que lo tiene todo, lo tiene. Por mi parte, y más allá de las primeras buenas impresiones que anteriormente les mencioné, creo firmemente que esta obra va a envejecer muy bien y será mejor apreciada con el tiempo. Y si de conjeturas se trata, también creo que Tobías Forge pensó a Skeleta como un álbum para ser presentado en vivo porque, en definitiva, eso es Ghost, una banda que está construida y pensada para encantarse con las experiencias en directo y no la miles de etiquetas que sus seguidores puedan ponerles al no poder encasillarlos (aunque bueno, podríamos decir entonces que es una banda de shock rock, ja!). De todas maneras, por una u otra razón, Skeleta es un álbum que ha sido muy bien recibido y que aún con sus cuestionamientos todos se han atrevido a darle al menos una escucha. Un disco que, sin duda alguna, fue el más esperado del mes, y quizás también del año ¿Por qué no?
Como fan desde sus inicios, siempre he apreciado cómo la banda mantiene una mezcla de tradición y experimentación en cada uno de sus álbumes. Sin embargo, lo que realmente destaca de Ghost es que, más allá de su elaborado universo, lo que los hace verdaderamente atractivos son sus canciones: grandes melodías que dejan una huella en quien las escucha.
Ghost, la banda liderada por Tobias Forge, ha logrado consolidar su estatus gracias a su particular mezcla de hard rock y pop accesible, pensada para las masas. Con su reciente Skeletá, sexto álbum de estudio a la fecha, siguen explorando este sonido híbrido, canalizando lo mejor del pop y el hard-rock de los 80. El título del álbum evoca imágenes simbólicas de huesos, y los temas de mortalidad e inmortalidad dominan el disco. Esta nueva placa tiene la sensación de una obra conceptual para el alma, con una voz que, aunque sigue siendo teatral, transmite una cruda sinceridad.
Desde sus comienzos, hasta la explosión global con temas como “Mary On A Cross” que explotó gracias a plataformas con TikTok, Ghost ha recorrido un largo camino. A lo largo de los años, su sonido ha evolucionado gradualmente, pasando de las atmósferas oscuras de Opus Eponymous (2010) hasta Impera (2022). Líricamente, encontramos los dobles sentidos, los motivos religiosos y la carga emocional que ya son característicos pero a medida que avanza el disco, la magia de álbumes previos parece desvanecerse. Aunque Skeletá continúa con el estilo híbrido de la banda, combinando heavy metal, rock clásico y synthpop ochentero, no consigue el gancho instantáneo de otras entregas tornándose repetitivo.
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Centrándonos netamente en las canciones, esta edición comienza con la intrigante “Peacefield”, una pieza que mezcla armonías corales y un potente rock. Aunque su solo de guitarra es destacado, la canción no logra alcanzar la fuerza de otros temas previos de la banda. A continuación, “Lachryma” introduce un giro más oscuro y pesado, con riffs intensos y un gancho melódico que engancha rápidamente. La estética vampírica de su video refuerza el tema de lucha interna y el costo de la fama, convirtiéndo se en uno de los puntos más fuertes del álbum.
“Satanized” sigue con un ritmo pegajoso y cánticos latinos que elevan la canción a un nivel de energía y dinamismo. Aunque no trata sobre el diablo, como podría sugerir el título, se centra en el amor y su poder destructivo, mostrando una faceta inesperada pero cautivadora de Ghost. La balada introspectiva “Guiding Lights” toma un tono más reflexivo, pero no logra la magia de otras canciones similares de la banda. Aunque la entrega vocal de Forge es sobresaliente, el tema deja una sensación de desilusión.
En “De Profundis Borealis”, inspirada en Oscar Wilde, las guitarras estallan en una tormenta emocional, reflejando temas de encarcelamiento y libertad mientras que “Cenotaph” presenta una mezcla de horror ochentero con sintetizadores vibrantes y un ritmo pegajoso, explorando la conexión eterna entre pasado, presente y futuro. Aunque su encanto crece con cada escucha, algunas cancionees no logra igualar a las piezas más complejas del álbum. Llegado el momento de “Missilia Amori”, la sensualidad se apodera de la canción, con un ritmo de guitarras llenas de pasión. Sin embargo, su energía se ve opacada por la mayor profundidad de otras canciones, como “Lachryma” y “Satanized” indicadas anteriormente.
“Marks of the Evil One” se adentra en el apocalipsis con referencias bíblicas y un ritmo de batalla. Aunque su gancho es fuerte, su falta de contenido más allá de su pegajoso sonido, la convierte en la pieza más débil del disco. “Umbra”, se presentan ante los oyentes con sonidos de sintetizadores al estilo Blade Runner, explorando temas de amor y muerte, pero no termina de atrapar por completo aunque mantiene la esencia de Ghost. Finalmente, “Excelsis” cierra el álbum con una balada tipo vals, reflexionando sobre la redención y los nuevos comienzos. Aunque suave y melancólica, deja la sensación de que el álbum podría haber sido más potente si se hubiera logrado una mejor fusión de sus elementos.
Skeletá muestra a Ghost explorando diferentes estilos, pero con altibajos que dejan una sensación ambigua. Algunas canciones destacan por su autenticidad y poder, mientras que otras parecen quedar a medio camino, sugiriendo que la banda podría estar preparando el terreno para una nueva fase en su evolución musical. A pesar de sus virtudes y defectos, Skeletá exige múltiples escuchas para ser apreciado, y a pesar de los intentos de encontrar un clic emocional, algo parece faltar.
Tobias Forge ha sugerido que este nuevo lanzamiento musical podría marcar el fin de una era dentro del universo de Ghost. En ese caso, Excelsis, la pista final, suena como una despedida a los personajes papales que han sido su sello distintivo. Si realmente es así, el álbum funciona como un cierre contemplativo, maduro y arriesgado, aunque no llega a la altura de su antecesor. En definitiva, Skeletá es un buen álbum, pero no alcanza las expectativas creadas por sus anteriores trabajos, dejándonos con la sensación de que Ghost aún tiene mucho por ofrecer, pero quizás en una nueva dirección.

Skeletá (2005)
Loma Vista Recordings
Tracklist
1. “Peacefield”
2. “Lachryma”
3. “Satanized”
4. “Guiding Lights”
5. “De Profundis Borealis”
6. “Cenotaph”
7. “Missilla Amori”
8. “Marks of the Evil One”
9. “Umbra”
10. “Excelsis”
Dicen que Tobias Forge lo tiene todo finamente planificado cuando se trata de su proyecto de banda Ghost y a priori pareciera resultar totalmente cierto. Durante estos últimos meses nos hemos ido enterando progresivamente sobre un montón de novedades de la banda. La asunción del nuevo Papa Perpetua V, el anuncio del nuevo disco Skeleta, la nueva gira mundial correspondiente y demás cuestiones que no son tan importantes. Si bien pudiéramos pasar horas y horas hablando sobre cada una de las maniobras de Forge dentro del lore de Ghost, hoy venimos a reseñar su reciente y última obra, como ya mencionamos, Skeleta, lanzado a través del sello Loma Vista Recording, que fue acompañado de eventos de trasnoche, simultáneos, en varías disquerías del hemisferio norte (muy mal por nosotros los sudamericanos).
Por mi parte, debo advertirles que esta reseña puede estar sesgada en ciertos momentos por mi ligero fanatismo, así que si lo que buscan es un análisis con mejor criterio, los invito a leer el segmento debajo de mi colega Gastón. Y no es que este encantando con su lore o lo visual, algo que el músico sueco maneja muy bien, sino que, fue Ghost una banda que me devolvió después de mucho tiempo, esa sensación de aire fresco, de emociones altas, cuando se escucha algo nuevo.
El disco comienza con las 3 piezas que sirvieron como singles promocionales y que fueron saliendo en el orden contrario al que se encuentran en él. “Peacefield”, que representa la esperanza, es la canción con la que nos encontramos en la apertura, pero con una significativa diferencia con el single: esta vez es una versión extendida. Por casi 1 minuto, tenemos anexada al principio una introducción de coros en crescendo, con la predominancia de una voz que pareciera ser infantil. Gran punto a favor para esta pieza que, si ya en el corte promocional parecía muy buena, con este agregado es aún mejor. El estribillo, por su parte, trajo rápidamente desde mi memoria implícita, la canción “Separate Ways” de la banda Journey (y seguramente haya sido igual para ustedes). Un gran comienzo de disco pensado para un gran comienzo de show. Luego, nos podemos hacer de “Lachryma”, segundo corte que fue promocionado con una gran videoclip que rememora lo mejor del cine de horror de los 80s y un poco también a aquella producción de Dokken para la película Pesadilla en Elm Street. Otro gran tema, de nuevo con gran calidad y una perfecta combinación entre lo sombrío de sus estrofas y la dulzura de su estribillo, con un maravilloso solo de guitarra anexado. Para completar la tanda de sencillos, tenemos a mi favorito de todos ellos, “Satanized”, que también fue presentado con una producción audiovisual un poco más minimalista que su sucesora. De aquí destaca enormemente ese estribillo por demás contagioso y nuevamente los solos de guitarra al mejor estilo Judas Priest. La canción se narra desde la perspectiva de alguien que confunde estar enamorado con estar poseído. Esta primer triada corona un excelente arranque de disco.
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Lo que sigue es “Guiding Lights”, que en un primer momento fue pensada para la serie Arcane. Una excelente balada que combina muy bien los diferentes elementos musicales para bajar un poco ese ritmo alto con el que veníamos. “De Profundis Borealis”, que arranca con un tímido piano para desembocar en un excelente riff al mejor estilo Iron Maiden, es uno de los puntos fuertes de este disco. Bueno, podríamos decir que toda esta pieza podría pertenecer a cualquiera de los últimos albums de la doncella. En el sexto lugar “Cenotaph”, que no encuentro calificativo alguno para describir a la obra maestra que se encuentra aún en la sencillez de esta pieza. Un segmento musical donde lo que impera es la lírica.
Hasta aquí, podemos decir que el disco cumplió con creces y con una puntuación perfecta y lo que viene de ahora en más, no significa que sea necesariamente malo, sino, más bien, que quizás no pueda seguir el alto nivel que el disco venía trayendo (veran ustedes luego, como me contradigo). La delgada línea entre el amor y el odio queda demarca entre la anterior canción y “Missila Amori”, que lejos de ser mala, termina apelando al buen trabajo que han venido haciendo sus antecesoras para hacerse de nuestra escucha. Lo que viene contiguo, es la canción que, en mi opinión, contiene el mejor riff de guitarra de toda la obra, “Marks Of The Evil One”, y que, dicho sea de paso, recobra el muy buen nivel con el que el disco venía(se los dije). Aún mejor es la narrativa sobre los 4 jinetes del apocalipsis que armoniza con la excelente melodía que acompaña por detrás. “Umbra” tiene un comienzo descomedidamente ochentoso, con sintetizadores muy potentes y la entrada de un riff de guitarra acompañado de un cencerro, para entregar otra excelente historia de amor y satanismo con el sello Ghost.
El disco cierra con “Excelsis” que no es otra cosa que eso, un cierre. Una canción larga para lo que la banda acostumbra pero que necesariamente así lo es para ir construyendo naturalmente la conclusión de Skeleta. Lo importante es lo que ella narra, para entender el porque de la última posición de esta pieza. Algunos prefieren un cierre más enérgico. Por mi parte, me gustan cuando nos traen la melancolía de un adiós.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Smith / Kotzen – Black Light / White Noise (2025)
No olvidemos pasar por alto la excelente portada, inspirada en Ciudadano Kane y Odisea en el espacio y diseñada por el celebre artista Zbigniew M. Bielak. Tampoco podemos dejar de darle su reconocimiento a los impresionantes solos de Fredik Akkeson, que no tienen un gramo de desperdicio.
Skeleta como idea general, es un disco en el cual ya empezamos a notar la “formula” composicional de la banda. Con esto quiero decir, en simples palabras, que no esperen nada nuevo o sorprendente, si es que vienen siguiendo su carrera desde el principio. Y no se alarmen, es un proceso natural para una banda que ya cuenta 6 discos y otros tantos EP. Por el contrario, para aquellos aventureros que se atrevan a escucharlos por primera vez a través de este álbum, podría parecerles el mejor de todos.
AOR de los 80s pero al mismo tiempo moderno, excelsos solos de guitarras y riffs, gran despliegue de sintetizadores y teclados y, obviamente, formidables historias. Este álbum podrá ser de mayor o menor gusto para cada quien, pero que lo tiene todo, lo tiene. Por mi parte, y más allá de las primeras buenas impresiones que anteriormente les mencioné, creo firmemente que esta obra va a envejecer muy bien y será mejor apreciada con el tiempo. Y si de conjeturas se trata, también creo que Tobías Forge pensó a Skeleta como un álbum para ser presentado en vivo porque, en definitiva, eso es Ghost, una banda que está construida y pensada para encantarse con las experiencias en directo y no la miles de etiquetas que sus seguidores puedan ponerles al no poder encasillarlos (aunque bueno, podríamos decir entonces que es una banda de shock rock, ja!). De todas maneras, por una u otra razón, Skeleta es un álbum que ha sido muy bien recibido y que aún con sus cuestionamientos todos se han atrevido a darle al menos una escucha. Un disco que, sin duda alguna, fue el más esperado del mes, y quizás también del año ¿Por qué no?
Como fan desde sus inicios, siempre he apreciado cómo la banda mantiene una mezcla de tradición y experimentación en cada uno de sus álbumes. Sin embargo, lo que realmente destaca de Ghost es que, más allá de su elaborado universo, lo que los hace verdaderamente atractivos son sus canciones: grandes melodías que dejan una huella en quien las escucha.
Ghost, la banda liderada por Tobias Forge, ha logrado consolidar su estatus gracias a su particular mezcla de hard rock y pop accesible, pensada para las masas. Con su reciente Skeletá, sexto álbum de estudio a la fecha, siguen explorando este sonido híbrido, canalizando lo mejor del pop y el hard-rock de los 80. El título del álbum evoca imágenes simbólicas de huesos, y los temas de mortalidad e inmortalidad dominan el disco. Esta nueva placa tiene la sensación de una obra conceptual para el alma, con una voz que, aunque sigue siendo teatral, transmite una cruda sinceridad.
Desde sus comienzos, hasta la explosión global con temas como “Mary On A Cross” que explotó gracias a plataformas con TikTok, Ghost ha recorrido un largo camino. A lo largo de los años, su sonido ha evolucionado gradualmente, pasando de las atmósferas oscuras de Opus Eponymous (2010) hasta Impera (2022). Líricamente, encontramos los dobles sentidos, los motivos religiosos y la carga emocional que ya son característicos pero a medida que avanza el disco, la magia de álbumes previos parece desvanecerse. Aunque Skeletá continúa con el estilo híbrido de la banda, combinando heavy metal, rock clásico y synthpop ochentero, no consigue el gancho instantáneo de otras entregas tornándose repetitivo.
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Centrándonos netamente en las canciones, esta edición comienza con la intrigante “Peacefield”, una pieza que mezcla armonías corales y un potente rock. Aunque su solo de guitarra es destacado, la canción no logra alcanzar la fuerza de otros temas previos de la banda. A continuación, “Lachryma” introduce un giro más oscuro y pesado, con riffs intensos y un gancho melódico que engancha rápidamente. La estética vampírica de su video refuerza el tema de lucha interna y el costo de la fama, convirtiéndo se en uno de los puntos más fuertes del álbum.
“Satanized” sigue con un ritmo pegajoso y cánticos latinos que elevan la canción a un nivel de energía y dinamismo. Aunque no trata sobre el diablo, como podría sugerir el título, se centra en el amor y su poder destructivo, mostrando una faceta inesperada pero cautivadora de Ghost. La balada introspectiva “Guiding Lights” toma un tono más reflexivo, pero no logra la magia de otras canciones similares de la banda. Aunque la entrega vocal de Forge es sobresaliente, el tema deja una sensación de desilusión.
En “De Profundis Borealis”, inspirada en Oscar Wilde, las guitarras estallan en una tormenta emocional, reflejando temas de encarcelamiento y libertad mientras que “Cenotaph” presenta una mezcla de horror ochentero con sintetizadores vibrantes y un ritmo pegajoso, explorando la conexión eterna entre pasado, presente y futuro. Aunque su encanto crece con cada escucha, algunas cancionees no logra igualar a las piezas más complejas del álbum. Llegado el momento de “Missilia Amori”, la sensualidad se apodera de la canción, con un ritmo de guitarras llenas de pasión. Sin embargo, su energía se ve opacada por la mayor profundidad de otras canciones, como “Lachryma” y “Satanized” indicadas anteriormente.
“Marks of the Evil One” se adentra en el apocalipsis con referencias bíblicas y un ritmo de batalla. Aunque su gancho es fuerte, su falta de contenido más allá de su pegajoso sonido, la convierte en la pieza más débil del disco. “Umbra”, se presentan ante los oyentes con sonidos de sintetizadores al estilo Blade Runner, explorando temas de amor y muerte, pero no termina de atrapar por completo aunque mantiene la esencia de Ghost. Finalmente, “Excelsis” cierra el álbum con una balada tipo vals, reflexionando sobre la redención y los nuevos comienzos. Aunque suave y melancólica, deja la sensación de que el álbum podría haber sido más potente si se hubiera logrado una mejor fusión de sus elementos.
Skeletá muestra a Ghost explorando diferentes estilos, pero con altibajos que dejan una sensación ambigua. Algunas canciones destacan por su autenticidad y poder, mientras que otras parecen quedar a medio camino, sugiriendo que la banda podría estar preparando el terreno para una nueva fase en su evolución musical. A pesar de sus virtudes y defectos, Skeletá exige múltiples escuchas para ser apreciado, y a pesar de los intentos de encontrar un clic emocional, algo parece faltar.
Tobias Forge ha sugerido que este nuevo lanzamiento musical podría marcar el fin de una era dentro del universo de Ghost. En ese caso, Excelsis, la pista final, suena como una despedida a los personajes papales que han sido su sello distintivo. Si realmente es así, el álbum funciona como un cierre contemplativo, maduro y arriesgado, aunque no llega a la altura de su antecesor. En definitiva, Skeletá es un buen álbum, pero no alcanza las expectativas creadas por sus anteriores trabajos, dejándonos con la sensación de que Ghost aún tiene mucho por ofrecer, pero quizás en una nueva dirección.