“Los sueños, vívelos”, rezaba el eslogan de lo que fue la primera presentación de Horcas en el Estadio Obras Sanitarias de la Ciudad de Buenos Aires.
Este 17 de agosto de 2024 quedó marcado, no solo para los cabeza de cartel, sino también para DarloTodo quienes acompañaron a la banda de Osvaldo Civile (QEPD), hoy comandada por Walter Meza y el “Topo” Yáñez, en su paso a la historia del metal argentino.
Habiendo llegado a las 19 horas y obteniendo la acreditación correspondiente, me dispuse a recorrer los alrededores del mítico Obras donde pude divisar una gran cantidad de metaleros previando “cervezas en la esquina” más algún “chalito” por aquí y por allá.
Las camperas negras de cuero iban copando el lugar hasta que, las agujas del reloj dieron las 19:30, momento en que se habilitó el acceso al público para disfrutar de la fiesta.
DarloTodo fue la banda encargada de abrir el telón imaginario y descargar toda la energía, deleitando a los presentes. A esta altura de la tarde noche, el recinto contaba con un 30% de su capacidad, según se pudo escuchar, quienes habían adquirido entradas generales, fueron reubicados en el campo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Horcas – El Diablo (2024)
Aunque la propuesta de la banda liderada por Lucas Aguirre es diferente musicalmente a la de Horcas ya que se inclina más hacia el nu metal, estilo de Korn, el público mostró mucho respeto, cantó, vitoreó y se pudieron ver algunos pogos en el set.
La agrupación cuenta con un muy buen disco lanzado este año y en vivo demuestran que lo suyo es escupir rabia, sonidos graves, gritos que mezclan guturales con melódicos, breakdown y mucha violencia.
El show arrancó con “Libérame”, un tremendo tema que golpea fuerte de entrada, si lo llevamos al mundo futbolero, salieron ganando desde el vestuario. Con muy buen sonido y juegos de luces, se fueron sucediendo los temas hasta que aparecieron los invitados. León Pardo de Nvlo se hizo presente en el escenario y aportó su voz en “Dolor”, el “Knario” Compiano de Plan 4, hizo lo propio en “Apocalipsis” y Emi Rojas, ex violero de Simbiosis/L6B6T6MY se colgó la guitarra e hizo armar uno de los pogos de mayor intensidad de la noche al interpretar “Roots Bloody Roots” de Sepultura.
Tras la presentación de DarloTodo y con una espera de aproximadamente 40 minutos, se apagaron las luces del “Templo del Rock” y una cuenta regresiva apareció en las dos pantallas ubicadas estratégicamente a los costados del escenario. Para cuando llegó a cero, se comenzaba a escribir en los libros del heavy vernáculo, el sueño que tenía “el cetorca”: tocar en Obras. Y vaya que lo cumplieron.
La dupla que dio inicio al show fueron las potentes “Rompo el dolor” y “Fuego”, la algarabía del público, entre los que se encontraban familias, niños, gente mayor más la emoción de los músicos se palpaba en el aire.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Sepultura en Buenos Aires: “La leyenda no será sepultada”
Walter se tomó un momento para individualizar las banderas y enumerar a los distintos barrios estaban representados aquella noche, recordó cuando se movilizaban hacia el estadio ubicado sobre Avenida del Libertador para ver a sus bandas favoritas, y esa noche, muchos de nosotros hicimos lo mismo por ellos.
Entre los presentes en el campo aquella noche se pudo divisar a Silvina Harris (Climatic Terra), Jorge Armada (Manifiesto), Sergio Berdichevsky (ex-Rata Blanca, hoy en la banda tributo a V8). Entre otros músicos de la escena también estuvieron presentes, Jorge Moreno y el “Temo” Romero de Serpentor, “El Rubio Salvaje” de Asspera y más.
El setlist estuvo plagado de temas de casi todos los discos de la banda, sonaron “Garras”, “Familia”, “En la Jaula”, la emotiva “Punto Final”. Entremedio hubieron mini discursos por parte de cada uno de los 5 integrantes donde agradecieron todo el apoyo y amor de su público.
Si bien con semejante discografía es inevitable que hayan quedado afuera piezas de los comienzos de la agrupación, la lista de temas fue casi irreprochable. Le siguieron temas del nuevo disco como “El Diablo”, “Ciego para ver”, la más festejada y la balada “El infierno que inventás”.
Al momento de “Muerto en la calle”, Walter dejó en claro que toda la polémica provino de quienes aún se resisten a aceptar que la banda continuó después de la muerte de Osvaldo.
El setlist iba dividiendo en bloques y le tocaba el turno a canciones grabadas para “Demencial”, sonaron “El Juego” y “El cambio”, luego de ellas, la banda expuso su faceta más aguerrida con el trinomio “Golpe a Golpe”, “Reacción” y la ya clásica “Argentina, tus hijos” con el público prendido fuego y gritando a viva voz cada frase de este himno.
Si bien el comportamiento de los fans fue ameno, cuidando a mujeres y niños, lo negativo siempre está presente. Como ocurre en todo evento masivo, los amigos de lo ajeno, sumado al descuido de quienes ingresan al pogo, hizo que muchas personas perdieran sus pertenencias, sobre todo celulares.
El final estaba cerca, la emoción estaba a flor de piel cuando arrancan los riffs de “Esperanza”, en ese momento, la voz líder y ex Jeriko, divisó a un niñato de 10 años que hizo subir al escenario para cantar toda la canción con la banda, comentó que era “músico”, que toca la batería y Cristian le regaló un palillo que seguramente conservará como recuerdo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Frater en Buenos Aires: “Viento, Sangre y Pogo”
Y si hablamos de emociones fuertes, al momento de anunciar la siguiente canción, a más de uno se le cayeron varias lágrimas, “Vencer” fue cantada con puños cerrado y dedicando cada estrofa a quien fuera uno de los mejores guitarristas del país. Las imágenes de archivo de Civile se reflejaban en las pantallas gigantes mientras que a Walter le temblaba la voz por el recuerdo de quien lo apadrinó en aquellos años 90.
Dentro de un show realmente inolvidable y acompañados por un sonido que les permitió lucirse desde el comienzo, a la noche le faltaban esas canciones fuertes, “Solución suicida” sonaría a pleno y como tradición, el “gordo” tal como le dice cariñosamente al cantante, se tiró desde las tablas de Obras hacía el público que lo “abrazó” con cariño por todos estos años de hacernos felices.
Párrafo aparte para Walter que mantiene ese aplomo que le dan tantos años de en la ruta y un caudal vocal que se mantiene intacto, el frontman se hizo amo y señor sobre el escenario, hasta se animó a tirar una especie de chiste: “Dijeron que cantaba en Peluche, yo soy un oso de peluche”, exclamó.
Más allá de la calidad de las composiciones, es justo mencionar que, musicalmente, Horcas se encuentra en una zona de confort desde hace varios años. Es indudable que son una de esas bandas que es necesario ver en vivo para entender toda la intensidad de su música. La soltura con la que se presentan sobre el escenario y despliegan sus canciones es la misma tanto cuando telonearon a grandes bandas como Judas Priest en el Movistar Arena como cuando se presentaron en la Plaza de los Dos Congresos.
La canción que siguió fue “Sueños”, así como arranqué mi crónica, el estribillo rebota muy fuerte en el templo, “Los sueños, vívelos” y así lo creyeron ellos, cumpliendo una promesa que le hicieron a un guerrero de la vida, un guerrero que dejó inmortalizada las notas de “Destrucción”, canción de V8 y quizás el tema más covereado de la Argentina. El caos fue total, el cansancio era extremo pero se disfrutó de haber sido partícipe de la historia.
Las luces se encienden, se repiten costumbres y sensaciones como cada vez que se asiste a una nueva presentación de la banda, las manos coloradas de tanto aplaudir, la voz ronca de cantar cada himno metalero y la seguridad de haber elegido el camino correcto en esto de dedicarle nuestras vidas a un tipo de música.
Etiquetas: Darlotodo, Groove Metal, Heavy Metal, Horcas, Thrash Metal“Los sueños, vívelos”, rezaba el eslogan de lo que fue la primera presentación de Horcas en el Estadio Obras Sanitarias de la Ciudad de Buenos Aires.
Este 17 de agosto de 2024 quedó marcado, no solo para los cabeza de cartel, sino también para DarloTodo quienes acompañaron a la banda de Osvaldo Civile (QEPD), hoy comandada por Walter Meza y el “Topo” Yáñez, en su paso a la historia del metal argentino.
Habiendo llegado a las 19 horas y obteniendo la acreditación correspondiente, me dispuse a recorrer los alrededores del mítico Obras donde pude divisar una gran cantidad de metaleros previando “cervezas en la esquina” más algún “chalito” por aquí y por allá.
Las camperas negras de cuero iban copando el lugar hasta que, las agujas del reloj dieron las 19:30, momento en que se habilitó el acceso al público para disfrutar de la fiesta.
DarloTodo fue la banda encargada de abrir el telón imaginario y descargar toda la energía, deleitando a los presentes. A esta altura de la tarde noche, el recinto contaba con un 30% de su capacidad, según se pudo escuchar, quienes habían adquirido entradas generales, fueron reubicados en el campo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Horcas – El Diablo (2024)
Aunque la propuesta de la banda liderada por Lucas Aguirre es diferente musicalmente a la de Horcas ya que se inclina más hacia el nu metal, estilo de Korn, el público mostró mucho respeto, cantó, vitoreó y se pudieron ver algunos pogos en el set.
La agrupación cuenta con un muy buen disco lanzado este año y en vivo demuestran que lo suyo es escupir rabia, sonidos graves, gritos que mezclan guturales con melódicos, breakdown y mucha violencia.
El show arrancó con “Libérame”, un tremendo tema que golpea fuerte de entrada, si lo llevamos al mundo futbolero, salieron ganando desde el vestuario. Con muy buen sonido y juegos de luces, se fueron sucediendo los temas hasta que aparecieron los invitados. León Pardo de Nvlo se hizo presente en el escenario y aportó su voz en “Dolor”, el “Knario” Compiano de Plan 4, hizo lo propio en “Apocalipsis” y Emi Rojas, ex violero de Simbiosis/L6B6T6MY se colgó la guitarra e hizo armar uno de los pogos de mayor intensidad de la noche al interpretar “Roots Bloody Roots” de Sepultura.
Tras la presentación de DarloTodo y con una espera de aproximadamente 40 minutos, se apagaron las luces del “Templo del Rock” y una cuenta regresiva apareció en las dos pantallas ubicadas estratégicamente a los costados del escenario. Para cuando llegó a cero, se comenzaba a escribir en los libros del heavy vernáculo, el sueño que tenía “el cetorca”: tocar en Obras. Y vaya que lo cumplieron.
La dupla que dio inicio al show fueron las potentes “Rompo el dolor” y “Fuego”, la algarabía del público, entre los que se encontraban familias, niños, gente mayor más la emoción de los músicos se palpaba en el aire.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Sepultura en Buenos Aires: “La leyenda no será sepultada”
Walter se tomó un momento para individualizar las banderas y enumerar a los distintos barrios estaban representados aquella noche, recordó cuando se movilizaban hacia el estadio ubicado sobre Avenida del Libertador para ver a sus bandas favoritas, y esa noche, muchos de nosotros hicimos lo mismo por ellos.
Entre los presentes en el campo aquella noche se pudo divisar a Silvina Harris (Climatic Terra), Jorge Armada (Manifiesto), Sergio Berdichevsky (ex-Rata Blanca, hoy en la banda tributo a V8). Entre otros músicos de la escena también estuvieron presentes, Jorge Moreno y el “Temo” Romero de Serpentor, “El Rubio Salvaje” de Asspera y más.
El setlist estuvo plagado de temas de casi todos los discos de la banda, sonaron “Garras”, “Familia”, “En la Jaula”, la emotiva “Punto Final”. Entremedio hubieron mini discursos por parte de cada uno de los 5 integrantes donde agradecieron todo el apoyo y amor de su público.
Si bien con semejante discografía es inevitable que hayan quedado afuera piezas de los comienzos de la agrupación, la lista de temas fue casi irreprochable. Le siguieron temas del nuevo disco como “El Diablo”, “Ciego para ver”, la más festejada y la balada “El infierno que inventás”.
Al momento de “Muerto en la calle”, Walter dejó en claro que toda la polémica provino de quienes aún se resisten a aceptar que la banda continuó después de la muerte de Osvaldo.
El setlist iba dividiendo en bloques y le tocaba el turno a canciones grabadas para “Demencial”, sonaron “El Juego” y “El cambio”, luego de ellas, la banda expuso su faceta más aguerrida con el trinomio “Golpe a Golpe”, “Reacción” y la ya clásica “Argentina, tus hijos” con el público prendido fuego y gritando a viva voz cada frase de este himno.
Si bien el comportamiento de los fans fue ameno, cuidando a mujeres y niños, lo negativo siempre está presente. Como ocurre en todo evento masivo, los amigos de lo ajeno, sumado al descuido de quienes ingresan al pogo, hizo que muchas personas perdieran sus pertenencias, sobre todo celulares.
El final estaba cerca, la emoción estaba a flor de piel cuando arrancan los riffs de “Esperanza”, en ese momento, la voz líder y ex Jeriko, divisó a un niñato de 10 años que hizo subir al escenario para cantar toda la canción con la banda, comentó que era “músico”, que toca la batería y Cristian le regaló un palillo que seguramente conservará como recuerdo.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Frater en Buenos Aires: “Viento, Sangre y Pogo”
Y si hablamos de emociones fuertes, al momento de anunciar la siguiente canción, a más de uno se le cayeron varias lágrimas, “Vencer” fue cantada con puños cerrado y dedicando cada estrofa a quien fuera uno de los mejores guitarristas del país. Las imágenes de archivo de Civile se reflejaban en las pantallas gigantes mientras que a Walter le temblaba la voz por el recuerdo de quien lo apadrinó en aquellos años 90.
Dentro de un show realmente inolvidable y acompañados por un sonido que les permitió lucirse desde el comienzo, a la noche le faltaban esas canciones fuertes, “Solución suicida” sonaría a pleno y como tradición, el “gordo” tal como le dice cariñosamente al cantante, se tiró desde las tablas de Obras hacía el público que lo “abrazó” con cariño por todos estos años de hacernos felices.
Párrafo aparte para Walter que mantiene ese aplomo que le dan tantos años de en la ruta y un caudal vocal que se mantiene intacto, el frontman se hizo amo y señor sobre el escenario, hasta se animó a tirar una especie de chiste: “Dijeron que cantaba en Peluche, yo soy un oso de peluche”, exclamó.
Más allá de la calidad de las composiciones, es justo mencionar que, musicalmente, Horcas se encuentra en una zona de confort desde hace varios años. Es indudable que son una de esas bandas que es necesario ver en vivo para entender toda la intensidad de su música. La soltura con la que se presentan sobre el escenario y despliegan sus canciones es la misma tanto cuando telonearon a grandes bandas como Judas Priest en el Movistar Arena como cuando se presentaron en la Plaza de los Dos Congresos.
La canción que siguió fue “Sueños”, así como arranqué mi crónica, el estribillo rebota muy fuerte en el templo, “Los sueños, vívelos” y así lo creyeron ellos, cumpliendo una promesa que le hicieron a un guerrero de la vida, un guerrero que dejó inmortalizada las notas de “Destrucción”, canción de V8 y quizás el tema más covereado de la Argentina. El caos fue total, el cansancio era extremo pero se disfrutó de haber sido partícipe de la historia.
Las luces se encienden, se repiten costumbres y sensaciones como cada vez que se asiste a una nueva presentación de la banda, las manos coloradas de tanto aplaudir, la voz ronca de cantar cada himno metalero y la seguridad de haber elegido el camino correcto en esto de dedicarle nuestras vidas a un tipo de música.
Etiquetas: Darlotodo, Groove Metal, Heavy Metal, Horcas, Thrash Metal