Invincible Shield (2024)
Sony Music
TRACKLIST
1. Panic Attack
2. The Serpent and the King
3. Invincible Shield
4. Devil in Disguise
5. Gates of Hell
6. Crown of Horns
7. As God Is My Witness
8. Trial by Fire
9. Escape from Reality
10. Sons of Thunder
11. Giants in the Sky
12. Fight of Your Life
13. Vicious Circle
14. The Lodger
Judas Priest y Iron Maiden son dos bandas en las que pienso mucho, y me gusta pensar en que ambas tienen carreras que parecen ir de manera paralela pero, paradójicamente, tomando caminos completamente opuestos. El punto en común más obvio es la salida de sus cantantes icónicos durante los noventas y el comienzo de sus etapas más complicadas, con dos álbumes que los mostraron casi irreconocibles, hasta que durante la primera década del nuevo milenio las cosas volvieran a su lugar con la vuelta de ambos cantantes a sus puestos, donde se mantienen al día de hoy como dueños absolutos.
Ahora, hay un par de detalles para mencionar en las historias de Judas Priest y Iron Maiden que los ponen en planos opuestos. Uno es que la primera etapa de Bruce Dickinson en Maiden se había cerrado con la salida de No Prayer For The Dying y Fear Of The Dark, sin lugar a dudas dos discos bastante decepcionantes después de la tremenda seguidilla de clásicos que los comandados por el bajista Steve Harris lanzaron durante la última década completa de la Guerra Fría, mientras que la de Rob Halford en Judas se cerró con Painkiller, considerado por muchos como el punto más alto en toda la discografía de los de Birmingham, sobre todo después de los divisivos Turbo y Ram It Down.
Y mientras los lanzamientos de Iron Maiden en su segunda etapa con Dickinson arrancaron alto con Brave New World mientras que la calidad ha ido en picada con cada lanzamiento consecutivo, los últimos de Judas Priest se pueden contar entre los mejores discos de esta segunda etapa. Después de ese experimento fallido llamado Nostradamus y el frío Redeemer of Souls, no creo que muchos esperaran que Firepower fuera tan bien recibido. ¿Comparable con sus lanzamientos clásicos? Tampoco exageremos, pero tampoco lo descartemos completamente: es un muy buen disco de principio a fin, y para una banda con casi cincuenta años de carrera en sus espaldas es algo con lo que uno debería estar satisfecho, y lo que me hubiera gustado que el último de Iron Maiden hubiera sido.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Bruce Dickinson – The Mandrake Project (2024)
Dicho eso, no sabía muy bien qué esperar de Invincible Shield. Las expectativas después de aquel gran último álbum eran obviamente altas, pero Judas es una de esas bandas donde no hay que sorprenderse si varían mucho de calidad entre disco y disco, y a eso se suma que la portada no me convencía: incluso en estos días de lanzamientos digitales, la tapa suele ser de lo primero que se ve de un álbum, y las comparaciones que algunos hicieron a “una publicidad de un torneo de paintball” o a “algo que se vería en una máquina tragamonedas” dieron en el blanco. Pero cuando tuve el disco en mis manos, ya había hecho las paces con la portada y me preparé para la hora de la verdad.
Invincible Shield es un álbum que se mantiene en un solo modo durante casi todo el disco: heavy metal. Esto puede sonar como una obviedad, siendo que estamos hablando de Judas Priest, pero la realidad es que el decimonoveno lanzamiento del quinteto parece un tributo a los álbumes clásicos de la banda, con las diferentes canciones pudiendo haber sido incluidas como tracks adicionales en casi todos ellos sin quedar fuera de lugar. Invincible Shield familiar en sus ingredientes pero que no por eso suena como las sobras de alguna otra sesión de grabación.
Por ejemplo, “The Serpent and the King” fue el último single del álbum, y recuerda a una versión acelerada del material de la dupla Screaming For Vengeance / Defenders of the Faith, y que me recuerde a esos dos clásicos es un plus desde el principio. La dupla de Glenn Tipton y Richie Faulkner se saca chispas uno al otro chispas tirando riffs como para andar en moto a todo lo que le da por la ruta, mientras que Halford vuelve usar sus gritos agudos icónicos e incluso hace cambios repentinos desde su registro normal. No es una canción para ser analizada a fondo, simplemente es buen heavy metal de principio a fin.
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Otros es “Panic Attack”, que fue el primer adelanto de Invincible Shield y es también la canción con la que la placa arranca, y lo hace con una intro de sonidos ochentosos sintetizados, antes de dar paso a un par de riffs gemelos de manual pero que no dejan de ser deliciosos y después a la voz de Rob Halford. Está claro que hablo de la tarea que hace Halford desde la comodidad de un estudio, pero escuchar al Metal God alcanzar esos agudos a sus impresionantes 72 años, con cantantes mucho más jóvenes mostrando ya claras señales de fatiga vocal, es algo admirable, y que encima lo haga en una canción de este calibre lo es todavía más. “Panic Attack” es un inicio perfecto, con su uso del crescendo y la energía que se siente, al punto de que uno acepta que Halford cierre uno de los versos chillando la palabra “memes” simplemente por la convicción con la que lo hace. La labor de Scott Travis detrás de los parches es otro punto alto, con un doble bombo con un dejo fuerte a Painkiller sin sonar como copia ni reciclado, sino demostrando una energía envidiable.
Saltando un poco a través del tracklist, “As God As My Witness” recuerda inmediatamente a Painkiller en su velocidad y riffs filosos, mientras que “Fight For Your Life” parece una versión actualizada de algo de Killing Machine con ese músculo hard rock de los setentas. “Escape From Reality” es una de las más diferentes, con esa atmósfera medio psicodélica con los efectos en las voces y algo de aporte en las voces de Ozzy Osbourne: ciertamente suena como algo que podría estar en alguno de los dos últimos discos del Madman, y sería una canción a destacar en ellos.
Ya que mencionamos a “Escape From Reality” como una canción diferente, hay que mencionar que el álbum cierra con “The Lodger”, la más diferente de este Invincible Shield. Una especie de balada pesada y bastante densa en su atmósfera. Iba a decir que me recordaba a “(Take These) Chains”, aquella joya oculta (al menos para mí) de Screaming For Vengeance, hasta que me encontré que ambas fueron compuestas por Bob Halligan Jr., un compositor estadounidense que ha contribuido a varias bandas de hard rock. No sé si la hubiera puesto al final del álbum, siendo que terminar con una balada siempre es un riesgo, pero de manera individual funciona lo más bien.
Llegaría un momento donde simplemente estaría repitiéndome, así que voy a ir cerrando diciendo que Invincible Shield me parece un álbum sin desperdicio alguno. Habrá canciones más o menos ambiciosas, pero para ser un disco relativamente largo (63 minutos incluyendo las canciones de la edición deluxe) es extremadamente consistente, sin baches ni relleno evidente. Si hubiera alguna crítica negativa sería que no me quedo con grandes momentos referidos a Ian Hill: siempre me ha hecho gracia que el bajista haya sido el pegamento de Judas Priest a lo largo de casi cinco décadas y media, el único que estuvo en todas las formaciones de la banda, sin poder decirse que sea el líder o incluso una de las figuras más conocidas. Pero su aporte siempre es apreciado aunque no sea un virtuoso de las cuatro cuerdas.
¿Cuántos grupos con cinco décadas de carrera pueden decir que en 2024 sacaron uno de los mejores álbumes de sus carreras? Es increíble lo que Judas Priest lograron en este álbum: buenas canciones, buena producción, haciendo honor al sonido clásico de su carrera pero sin sonar como una repetición de clichés. Se pensaría que eso sería más fácil de lo que parece, pero últimamente los compañeros de generación de Judas me vienen decepcionando en su mayoría. Así que, ¿disco del año? Creo que tendría que ocurrir un milagro para que lo saquen del Top 5, como mínimo.
Invincible Shield (2024)
Sony Music
TRACKLIST
1. Panic Attack
2. The Serpent and the King
3. Invincible Shield
4. Devil in Disguise
5. Gates of Hell
6. Crown of Horns
7. As God Is My Witness
8. Trial by Fire
9. Escape from Reality
10. Sons of Thunder
11. Giants in the Sky
12. Fight of Your Life
13. Vicious Circle
14. The Lodger
Judas Priest y Iron Maiden son dos bandas en las que pienso mucho, y me gusta pensar en que ambas tienen carreras que parecen ir de manera paralela pero, paradójicamente, tomando caminos completamente opuestos. El punto en común más obvio es la salida de sus cantantes icónicos durante los noventas y el comienzo de sus etapas más complicadas, con dos álbumes que los mostraron casi irreconocibles, hasta que durante la primera década del nuevo milenio las cosas volvieran a su lugar con la vuelta de ambos cantantes a sus puestos, donde se mantienen al día de hoy como dueños absolutos.
Ahora, hay un par de detalles para mencionar en las historias de Judas Priest y Iron Maiden que los ponen en planos opuestos. Uno es que la primera etapa de Bruce Dickinson en Maiden se había cerrado con la salida de No Prayer For The Dying y Fear Of The Dark, sin lugar a dudas dos discos bastante decepcionantes después de la tremenda seguidilla de clásicos que los comandados por el bajista Steve Harris lanzaron durante la última década completa de la Guerra Fría, mientras que la de Rob Halford en Judas se cerró con Painkiller, considerado por muchos como el punto más alto en toda la discografía de los de Birmingham, sobre todo después de los divisivos Turbo y Ram It Down.
Y mientras los lanzamientos de Iron Maiden en su segunda etapa con Dickinson arrancaron alto con Brave New World mientras que la calidad ha ido en picada con cada lanzamiento consecutivo, los últimos de Judas Priest se pueden contar entre los mejores discos de esta segunda etapa. Después de ese experimento fallido llamado Nostradamus y el frío Redeemer of Souls, no creo que muchos esperaran que Firepower fuera tan bien recibido. ¿Comparable con sus lanzamientos clásicos? Tampoco exageremos, pero tampoco lo descartemos completamente: es un muy buen disco de principio a fin, y para una banda con casi cincuenta años de carrera en sus espaldas es algo con lo que uno debería estar satisfecho, y lo que me hubiera gustado que el último de Iron Maiden hubiera sido.
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Dicho eso, no sabía muy bien qué esperar de Invincible Shield. Las expectativas después de aquel gran último álbum eran obviamente altas, pero Judas es una de esas bandas donde no hay que sorprenderse si varían mucho de calidad entre disco y disco, y a eso se suma que la portada no me convencía: incluso en estos días de lanzamientos digitales, la tapa suele ser de lo primero que se ve de un álbum, y las comparaciones que algunos hicieron a “una publicidad de un torneo de paintball” o a “algo que se vería en una máquina tragamonedas” dieron en el blanco. Pero cuando tuve el disco en mis manos, ya había hecho las paces con la portada y me preparé para la hora de la verdad.
Invincible Shield es un álbum que se mantiene en un solo modo durante casi todo el disco: heavy metal. Esto puede sonar como una obviedad, siendo que estamos hablando de Judas Priest, pero la realidad es que el decimonoveno lanzamiento del quinteto parece un tributo a los álbumes clásicos de la banda, con las diferentes canciones pudiendo haber sido incluidas como tracks adicionales en casi todos ellos sin quedar fuera de lugar. Invincible Shield familiar en sus ingredientes pero que no por eso suena como las sobras de alguna otra sesión de grabación.
Por ejemplo, “The Serpent and the King” fue el último single del álbum, y recuerda a una versión acelerada del material de la dupla Screaming For Vengeance / Defenders of the Faith, y que me recuerde a esos dos clásicos es un plus desde el principio. La dupla de Glenn Tipton y Richie Faulkner se saca chispas uno al otro chispas tirando riffs como para andar en moto a todo lo que le da por la ruta, mientras que Halford vuelve usar sus gritos agudos icónicos e incluso hace cambios repentinos desde su registro normal. No es una canción para ser analizada a fondo, simplemente es buen heavy metal de principio a fin.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: The Rods – Rattle The Cage (2024)
Otros es “Panic Attack”, que fue el primer adelanto de Invincible Shield y es también la canción con la que la placa arranca, y lo hace con una intro de sonidos ochentosos sintetizados, antes de dar paso a un par de riffs gemelos de manual pero que no dejan de ser deliciosos y después a la voz de Rob Halford. Está claro que hablo de la tarea que hace Halford desde la comodidad de un estudio, pero escuchar al Metal God alcanzar esos agudos a sus impresionantes 72 años, con cantantes mucho más jóvenes mostrando ya claras señales de fatiga vocal, es algo admirable, y que encima lo haga en una canción de este calibre lo es todavía más. “Panic Attack” es un inicio perfecto, con su uso del crescendo y la energía que se siente, al punto de que uno acepta que Halford cierre uno de los versos chillando la palabra “memes” simplemente por la convicción con la que lo hace. La labor de Scott Travis detrás de los parches es otro punto alto, con un doble bombo con un dejo fuerte a Painkiller sin sonar como copia ni reciclado, sino demostrando una energía envidiable.
Saltando un poco a través del tracklist, “As God As My Witness” recuerda inmediatamente a Painkiller en su velocidad y riffs filosos, mientras que “Fight For Your Life” parece una versión actualizada de algo de Killing Machine con ese músculo hard rock de los setentas. “Escape From Reality” es una de las más diferentes, con esa atmósfera medio psicodélica con los efectos en las voces y algo de aporte en las voces de Ozzy Osbourne: ciertamente suena como algo que podría estar en alguno de los dos últimos discos del Madman, y sería una canción a destacar en ellos.
Ya que mencionamos a “Escape From Reality” como una canción diferente, hay que mencionar que el álbum cierra con “The Lodger”, la más diferente de este Invincible Shield. Una especie de balada pesada y bastante densa en su atmósfera. Iba a decir que me recordaba a “(Take These) Chains”, aquella joya oculta (al menos para mí) de Screaming For Vengeance, hasta que me encontré que ambas fueron compuestas por Bob Halligan Jr., un compositor estadounidense que ha contribuido a varias bandas de hard rock. No sé si la hubiera puesto al final del álbum, siendo que terminar con una balada siempre es un riesgo, pero de manera individual funciona lo más bien.
Llegaría un momento donde simplemente estaría repitiéndome, así que voy a ir cerrando diciendo que Invincible Shield me parece un álbum sin desperdicio alguno. Habrá canciones más o menos ambiciosas, pero para ser un disco relativamente largo (63 minutos incluyendo las canciones de la edición deluxe) es extremadamente consistente, sin baches ni relleno evidente. Si hubiera alguna crítica negativa sería que no me quedo con grandes momentos referidos a Ian Hill: siempre me ha hecho gracia que el bajista haya sido el pegamento de Judas Priest a lo largo de casi cinco décadas y media, el único que estuvo en todas las formaciones de la banda, sin poder decirse que sea el líder o incluso una de las figuras más conocidas. Pero su aporte siempre es apreciado aunque no sea un virtuoso de las cuatro cuerdas.
¿Cuántos grupos con cinco décadas de carrera pueden decir que en 2024 sacaron uno de los mejores álbumes de sus carreras? Es increíble lo que Judas Priest lograron en este álbum: buenas canciones, buena producción, haciendo honor al sonido clásico de su carrera pero sin sonar como una repetición de clichés. Se pensaría que eso sería más fácil de lo que parece, pero últimamente los compañeros de generación de Judas me vienen decepcionando en su mayoría. Así que, ¿disco del año? Creo que tendría que ocurrir un milagro para que lo saquen del Top 5, como mínimo.