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Katatonia
Nightmares As Extensions of the Waking State (2025)
Napalm Records

Tracklist:
1. Thrice
2. The Liquid Eye
3. Wind of No Change
4. Lilac
5. Temporal
6. Departure Trails
7. Warden
8. The Light Which I Bleed
9. Efter solen
10. In the Event Of

Katatonia es una banda que ha sabido cambiar y adaptarse a los tiempos con una habilidad difícil de encontrar en el mundo del metal. Los suecos no fueron la única banda pesada extrema de los noventas que cambió su sonido de manera abrupta de un disco para el otro, pero el cambio del death / doom / black de la dupla inicial Dance of December Souls y Brave Murder Day al rock gótico de los siguientes Discouraged Ones y Tonight’s Decision fue de los más grandes. Pero el cantante y por entonces baterista Jonas Renkse y el guitarrista Anders Nyström supieron mantener el atractivo melancólico de su sonido en terrenos más rockeros y accesibles, más tarde evolucionando a una mezcla escandinava de Tool y Deftones en el nuevo milenio y a las tendencias más progresivas de la última década, siempre manteniendo un nivel envidiable en sus lanzamientos. 

Dicho eso, el último par de álbumes de Katatonia, desde que volvieran de una pausa muy corta, han sido de los que menos he tenido ganas de volver a escuchar, en especial Sky Void of Stars (2023), el cual escuché cuando salió, me dije “Eh, no está mal” y no volví a escuchar hasta hace unos días atrás justamente para esta reseña. Como dije antes, no me parecen malos pero sí un tanto hechos en piloto automático, al punto tal de que sería posible mezclar todas las canciones y no saber cuál corresponde a tal álbum. Es un riesgo que muchas bandas de esta onda melancólica siempre corren.

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Katatonia en Buenos Aires: “Noche melancólica en la ciudad de la furia”

Y parece que las cosas tampoco estaban bien en el seno de Katatonia, porque en marzo de este año se anunció la salida de Anders Nyström. Y parece que encima la salida del guitarrista no fue 100% amigable: sin llegar a peleas ni nada de eso, el guitarrista declaró que su salida se dio por “el ninguneo” de Katatonia hacia el material de sus primeros discos en las presentaciones en vivo y que, sin menospreciar ninguno de sus álbumes y expresando su aprecio por todos ellos, consideraba que Katatonia debería haber cambiado de nombre junto al cambio de estilo.

Katatonia siempre fue una banda que tuvo problemas para mantener una formación estable, pero tanto Nyström como Renkse habían sido siempre las dos mitades del motor que habían llevado adelante a la banda a través de más de tres décadas y media: siempre me pareció que hacían un buen dúo, con Nyström siendo el ruido y Renkse la calma potenciándose uno al otro. Pero siendo que Nyström siempre se mantuvo cercano a los sonidos más extremos del metal a través de proyectos propios como Diabolical Masquerade y Bloodbath, y que ya en 2024 el por entonces segundo guitarrista Roger Öjersson había soltado que Nyström no había estado en los dos últimos discos de la banda, justamente coincidiendo con los dos lanzamientos luego de la pausa corta de Katatonia en 2018, no hay que ser un maestro de la deducción para pensar que la atención de Nyström estaba puesta en otro lado.

Al mes siguiente se anunció Nightmares As Extensions Of The Waking State, el decimotercer álbum de Katatonia y uno que cargaba con la responsabilidad de ser el primero sin Nyström (ya sea físicamente o en los créditos) y de tener que presentar a Nico Elgstrand y Sebastian Svalland, los dos nuevos guitarristas de la banda que llegaron para reemplazar a Nyström y Öjersson. Ese es un peso enorme para llevar en los hombros antes siquiera de haber salido, lo que claramente contribuyó a las reseñas tibias tirando a frías que se vienen publicando del álbum desde que salió el 6 de junio, tanto por parte de publicaciones profesionales como de fans de Katatonia. Y después de pegarle unas cuantas escuchadas a NAEOTWS, lamentablemente me debo contar entre ellos: éste es sin lugar a dudas para mí el peor álbum de Katatonia hasta ahora.

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El mayor problema con NAEOTWS es que le faltan más riffs firmes. Aunque la estética sonora de Katatonia siempre haya tirado a los paisajes grises y lluviosos, siempre tuvieron riffs como para balancear las voces limpias sufridas de Jonas Renkse, y momentos explosivos que servían como catarsis en medio de la oscuridad: un “My Twin”, un “Teargas”, un “Forsaker”, un “Birds”, un “Criminals”, un “Cold Ways”. Pero acá hay demasiado énfasis en los sonidos atmosféricos, sin tener las melodías como para tratar todo con un hilo conductor. Lo cual es extraño porque la inicial “Thrice” parece prometer algo más pesado… durante cinco segundos antes de comenzar con los versos lánguidos y las guitarras “sutiles”, que son las que terminan dominando gran parte del álbum.

El tema acá no es que Katatonia esté haciendo algo diferente y lo esté haciendo mal, sino que está haciendo lo mismo que desde hace una década, pero peor. Renkse y compañía dejaron que la melancolía se convirtiera en aburrimiento, algo que Katatonia siempre había logrado evitar. Salvando las distancias, por momentos me recuerda a Fear Inoculum, aquel disco de Tool que también cargaba con una responsabilidad enorme detrás, pero que mostró a la banda perdiendo el balance que había caracterizado a sus trabajos anteriores, dando como resultado un disco profundamente anodino.

Sin embargo, NAEOTWS tiene un par de instancias como para destacar: “Lilac” y “Temporal” tienen unas buenas guitarras pesadas, con la segunda posicionándose como mi canción pesada favorita del disco. Y en una segunda mitad que en líneas generales se llevó la peor parte en cuanto a calidad, tenemos a “Efter Solen”, una canción de estilo electrónico que no quedaría fuera de lugar en alguno de los últimos trabajos de Ulver. Es una canción perfecta y obvia para cerrar el álbum, y el hecho de que no lo haga, siendo la anteúltima justo antes de “In The Event Of”, alimenta las sospechas de que todo el proceso detrás del álbum se hizo muy a las apuradas, o al menos sin la atención que requería.

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NAEOTWS no es un trabajo inescuchable, porque si fuera inescuchable, al menos podríamos decir que logra llamar la atención del oyente, aunque sea de manera negativa. No, el problema con NAEOTWS es que justamente es tan liviano que casi no deja impresión después de varias escuchas, casi como si estuviéramos escuchando ruido blanco. En otras palabras, es un disco aburrido.

Ahora, quisiera cerrar con una nota positiva, como para que no sean todas pálidas. Aunque su estreno no haya sido el mejor, diría que Elgstrand y Svalland hacen un trabajo decente con el material que les dieron, destacando en los solos, y el bajista Niklas Sandin y el baterista Daniel Moilanen siguen siendo una gran base instrumental, sobre todo con el batero con todos los fills interesantes que podemos encontrar. No es el fin del mundo, y estoy seguro que con algo de descanso, ya sea dándose más tiempo o dándole una vuelta de tuerca a su sonido, o ambas cosas, algo que Renkse ha sabido darle al grupo en ocasiones anteriores, Katatonia puede volver a reponerse y ofrecer un nuevo trabajo a la altura de su leyenda. La base para ello claramente está, solo hace falta ponerle más garra.

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Katatonia
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Napalm Records

Tracklist:
1. Thrice
2. The Liquid Eye
3. Wind of No Change
4. Lilac
5. Temporal
6. Departure Trails
7. Warden
8. The Light Which I Bleed
9. Efter solen
10. In the Event Of




Katatonia es una banda que ha sabido cambiar y adaptarse a los tiempos con una habilidad difícil de encontrar en el mundo del metal. Los suecos no fueron la única banda pesada extrema de los noventas que cambió su sonido de manera abrupta de un disco para el otro, pero el cambio del death / doom / black de la dupla inicial Dance of December Souls y Brave Murder Day al rock gótico de los siguientes Discouraged Ones y Tonight’s Decision fue de los más grandes. Pero el cantante y por entonces baterista Jonas Renkse y el guitarrista Anders Nyström supieron mantener el atractivo melancólico de su sonido en terrenos más rockeros y accesibles, más tarde evolucionando a una mezcla escandinava de Tool y Deftones en el nuevo milenio y a las tendencias más progresivas de la última década, siempre manteniendo un nivel envidiable en sus lanzamientos. 

Dicho eso, el último par de álbumes de Katatonia, desde que volvieran de una pausa muy corta, han sido de los que menos he tenido ganas de volver a escuchar, en especial Sky Void of Stars (2023), el cual escuché cuando salió, me dije “Eh, no está mal” y no volví a escuchar hasta hace unos días atrás justamente para esta reseña. Como dije antes, no me parecen malos pero sí un tanto hechos en piloto automático, al punto tal de que sería posible mezclar todas las canciones y no saber cuál corresponde a tal álbum. Es un riesgo que muchas bandas de esta onda melancólica siempre corren.

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Katatonia siempre fue una banda que tuvo problemas para mantener una formación estable, pero tanto Nyström como Renkse habían sido siempre las dos mitades del motor que habían llevado adelante a la banda a través de más de tres décadas y media: siempre me pareció que hacían un buen dúo, con Nyström siendo el ruido y Renkse la calma potenciándose uno al otro. Pero siendo que Nyström siempre se mantuvo cercano a los sonidos más extremos del metal a través de proyectos propios como Diabolical Masquerade y Bloodbath, y que ya en 2024 el por entonces segundo guitarrista Roger Öjersson había soltado que Nyström no había estado en los dos últimos discos de la banda, justamente coincidiendo con los dos lanzamientos luego de la pausa corta de Katatonia en 2018, no hay que ser un maestro de la deducción para pensar que la atención de Nyström estaba puesta en otro lado.

Al mes siguiente se anunció Nightmares As Extensions Of The Waking State, el decimotercer álbum de Katatonia y uno que cargaba con la responsabilidad de ser el primero sin Nyström (ya sea físicamente o en los créditos) y de tener que presentar a Nico Elgstrand y Sebastian Svalland, los dos nuevos guitarristas de la banda que llegaron para reemplazar a Nyström y Öjersson. Ese es un peso enorme para llevar en los hombros antes siquiera de haber salido, lo que claramente contribuyó a las reseñas tibias tirando a frías que se vienen publicando del álbum desde que salió el 6 de junio, tanto por parte de publicaciones profesionales como de fans de Katatonia. Y después de pegarle unas cuantas escuchadas a NAEOTWS, lamentablemente me debo contar entre ellos: éste es sin lugar a dudas para mí el peor álbum de Katatonia hasta ahora.

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El tema acá no es que Katatonia esté haciendo algo diferente y lo esté haciendo mal, sino que está haciendo lo mismo que desde hace una década, pero peor. Renkse y compañía dejaron que la melancolía se convirtiera en aburrimiento, algo que Katatonia siempre había logrado evitar. Salvando las distancias, por momentos me recuerda a Fear Inoculum, aquel disco de Tool que también cargaba con una responsabilidad enorme detrás, pero que mostró a la banda perdiendo el balance que había caracterizado a sus trabajos anteriores, dando como resultado un disco profundamente anodino.

Sin embargo, NAEOTWS tiene un par de instancias como para destacar: “Lilac” y “Temporal” tienen unas buenas guitarras pesadas, con la segunda posicionándose como mi canción pesada favorita del disco. Y en una segunda mitad que en líneas generales se llevó la peor parte en cuanto a calidad, tenemos a “Efter Solen”, una canción de estilo electrónico que no quedaría fuera de lugar en alguno de los últimos trabajos de Ulver. Es una canción perfecta y obvia para cerrar el álbum, y el hecho de que no lo haga, siendo la anteúltima justo antes de “In The Event Of”, alimenta las sospechas de que todo el proceso detrás del álbum se hizo muy a las apuradas, o al menos sin la atención que requería.

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