Unmaker (2021)
Pelagic Records
Tracklist:
1. Imperial
2. Desecrator
3. Obsidian
4. Vakuum
5. Scion
6. Interloper
7. Division
8. Forger
9. Tethers
10. Resurrection
Si algo le faltaba a este año, era que un sismo con epicentro en Dinamarca sacudiera a gran parte del planeta. O podría haberse tratado del impacto de un meteorito, pero no: la causa es el lanzamiento de “Unmaker”, tercer disco de estudio de la banda LLNN, editado por Pelagic Records.
El grupo oriundo de Copenhague, es un cuarteto que ejecuta un Sludge Metal extremadamente pesado y atmosférico gracias a la importancia otorgada a los teclados. Sus integrantes son Christian Bonnesen (voz y guitarra), Rasmus Furbo (bajo), Ketil G. Sejersen (sintetizadores) y Rasmus G. Sejersen (batería). El álbum fue grabado en Gravitated Sound Studio, perteneciente a Ketil y Rasmus Sejersen. Como posibles coordenadas para permitir cierta anticipación a la audiencia, podríamos mencionar a Meshuggah, Cult Of Luna, Fear Factory y Type O Negative, aunque como si lograran fusionarse originando algo diferente.
Te puede interesar, Reseña: Body Void – Bury Me Beneath This Rotting Earth (2021)
A lo largo de todo el disco, la voz es furiosa, las cuerdas tienen una afinación baja, las teclas un rol protagónico y la batería una precisión temeraria. La banda presenta una obra atravesada por la angustia que supone la amenaza de que las creaciones de la cultura humana representen la propia destrucción de la especie, o peor aún: la del mundo entero. Y no hablamos solamente de la tecnología, sino también de los sistemas políticos y económicos que degradan los valores morales. En este sentido, se despliega un escenario propio de la ciencia ficción más distópica, aunque en clave sonora.
“Obsidian”, que fue el corte de difusión con un videoclip de enorme calidad visual y claras reminiscencias de la estética de Stanley Kubrick, es el ejemplo más conciso de la brutalidad conceptual de la banda, lo aplastante del sonido de las guitarras y los climas melódicos, y a la vez sofocantes, evocados por los sintetizadores.
No obstante, el disco empieza con “Imperial” que, tras unos ominosos compases introductorios, abruptamente deja caer el peso aplastante de lo siniestro traducido en musicalidad. “Desecrator” continúa con la masacre, el derrumbe existencial que resuena con la vibración de cuerdas que literalmente impactan como mazazos, tirando abajo las estructuras que supimos construir en base a principios efímeros. La voz se vuelve cavernosamente gutural con la participación de especial de Matt McGachy de Criptopsy.
Te puede interesar, Reseña: Modern Rites – Monuments (2021)
“Vakuum” hace las de interludio en este recorrido por escenarios post-apocalípticos que se nos presentan como en una epifanía auditiva. Cabe mencionar que gran parte del trabajo de los sintetizadores partió de grabar y modular el sonido de herramientas industriales, y posteriormente superponer capas, lo cual resulta coherente, no solo con la búsqueda de la instrumentación en general, sino también con el concepto del disco. Esto es muy notable también en “Forger”, que combina bronca y melancolía de manera excelsa.
Al escuchar “Scion” se revela nuevamente, con gran fuerza, el protagonismo de los teclados, mientras en “Interloper” nos encontramos con un track más tensamente nostálgico, como lamento por la irreversibilidad de lo que era evitable: un retroceso disfrazado como progreso.
“Division” despliega otro riff de excesiva crueldad, sobre sierras eléctricas que cortan sin piedad las ilusiones que se cruzan en su camino. El sonido del bajo también merece una mención especial: corpóreo, grueso y áspero, con una presencia constantemente notoria.
Para terminar, “Theters” va acelerando la precipitación al abismo, mientras suena lo que parece un réquiem tocado en un órgano de algún templo inútil, hasta sumergirnos en la triste espesura de “Resurrection”.
Una obra de una estética integral impactante, que mientras nos transporta a espacios dramáticos, trágicos, desoladores, erige un monolito negro a modo de tumba y recordatorio de una culpabilidad imposible de eludir. Sin dudas, un trabajo sobresaliente y totalmente recomendable.
Unmaker (2021)
Pelagic Records
Tracklist:
1. Imperial
2. Desecrator
3. Obsidian
4. Vakuum
5. Scion
6. Interloper
7. Division
8. Forger
9. Tethers
10. Resurrection
Si algo le faltaba a este año, era que un sismo con epicentro en Dinamarca sacudiera a gran parte del planeta. O podría haberse tratado del impacto de un meteorito, pero no: la causa es el lanzamiento de “Unmaker”, tercer disco de estudio de la banda LLNN, editado por Pelagic Records.
El grupo oriundo de Copenhague, es un cuarteto que ejecuta un Sludge Metal extremadamente pesado y atmosférico gracias a la importancia otorgada a los teclados. Sus integrantes son Christian Bonnesen (voz y guitarra), Rasmus Furbo (bajo), Ketil G. Sejersen (sintetizadores) y Rasmus G. Sejersen (batería). El álbum fue grabado en Gravitated Sound Studio, perteneciente a Ketil y Rasmus Sejersen. Como posibles coordenadas para permitir cierta anticipación a la audiencia, podríamos mencionar a Meshuggah, Cult Of Luna, Fear Factory y Type O Negative, aunque como si lograran fusionarse originando algo diferente.
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A lo largo de todo el disco, la voz es furiosa, las cuerdas tienen una afinación baja, las teclas un rol protagónico y la batería una precisión temeraria. La banda presenta una obra atravesada por la angustia que supone la amenaza de que las creaciones de la cultura humana representen la propia destrucción de la especie, o peor aún: la del mundo entero. Y no hablamos solamente de la tecnología, sino también de los sistemas políticos y económicos que degradan los valores morales. En este sentido, se despliega un escenario propio de la ciencia ficción más distópica, aunque en clave sonora.
“Obsidian”, que fue el corte de difusión con un videoclip de enorme calidad visual y claras reminiscencias de la estética de Stanley Kubrick, es el ejemplo más conciso de la brutalidad conceptual de la banda, lo aplastante del sonido de las guitarras y los climas melódicos, y a la vez sofocantes, evocados por los sintetizadores.
No obstante, el disco empieza con “Imperial” que, tras unos ominosos compases introductorios, abruptamente deja caer el peso aplastante de lo siniestro traducido en musicalidad. “Desecrator” continúa con la masacre, el derrumbe existencial que resuena con la vibración de cuerdas que literalmente impactan como mazazos, tirando abajo las estructuras que supimos construir en base a principios efímeros. La voz se vuelve cavernosamente gutural con la participación de especial de Matt McGachy de Criptopsy.
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“Vakuum” hace las de interludio en este recorrido por escenarios post-apocalípticos que se nos presentan como en una epifanía auditiva. Cabe mencionar que gran parte del trabajo de los sintetizadores partió de grabar y modular el sonido de herramientas industriales, y posteriormente superponer capas, lo cual resulta coherente, no solo con la búsqueda de la instrumentación en general, sino también con el concepto del disco. Esto es muy notable también en “Forger”, que combina bronca y melancolía de manera excelsa.
Al escuchar “Scion” se revela nuevamente, con gran fuerza, el protagonismo de los teclados, mientras en “Interloper” nos encontramos con un track más tensamente nostálgico, como lamento por la irreversibilidad de lo que era evitable: un retroceso disfrazado como progreso.
“Division” despliega otro riff de excesiva crueldad, sobre sierras eléctricas que cortan sin piedad las ilusiones que se cruzan en su camino. El sonido del bajo también merece una mención especial: corpóreo, grueso y áspero, con una presencia constantemente notoria.
Para terminar, “Theters” va acelerando la precipitación al abismo, mientras suena lo que parece un réquiem tocado en un órgano de algún templo inútil, hasta sumergirnos en la triste espesura de “Resurrection”.
Una obra de una estética integral impactante, que mientras nos transporta a espacios dramáticos, trágicos, desoladores, erige un monolito negro a modo de tumba y recordatorio de una culpabilidad imposible de eludir. Sin dudas, un trabajo sobresaliente y totalmente recomendable.