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Es lunes 18 de junio en Glasgow, estamos casi todos recién arrancando la semana, y seamos sinceros, nada más triste que volver a la rutina después del fin de semana. Pero este lunes es distinto, especial. Es un Lunes en el cual Machine Head va a sacudir a Glasgow nuevamente en menos de 2 años, ciudad la cual está siendo una parada casi tradicional para la banda oriunda de los EEUU.
Llegando a SWG3, ya se puede ver una fila larguísima para poder ingresar, algo que era de esperar dado que el show estaba agotado desde al menos hace 4 meses atrás, algo que también es una constante en Escocia con Machine Head, en donde todos sus shows son a capacidad máxima. Al ingresar ya se puede ver el puesto de merchandise completamente abarrotado, ofreciendo una camiseta exclusiva de la fecha, otras de la gira, máscaras, parches y todo tipo de parafernalias.
Yendo al sector donde se encuentra el escenario, luego de una parada táctica y mandatoria para comprar una cerveza, se puede ver a la única banda soporte de la noche, The Colony, entreteniendo a la multitud que espera con ansias la llegada de Machine Head. Con pocos años de carrera, The Colony, que se formó en Stirling, está cada vez teniendo mayor presencia y siendo parte de fechas y festivales más grandes. Con cuatro discos de estudio bajo su brazo en donde es visible el crecimiento de la banda, lograron ser una gran apertura para lo que deparaba la noche.
A las 9 en punto de la noche, las luces de SWG3 se apagan, los gritos de excitación comienzan y la marea de gente empieza a empujar para estar lo más cerca posible del escenario y en medio de la acción que está por venir. Empiezan a sonar los acordes de Imperium, perteneciente al disco Through the Ashes of Empires, y uno a uno los miembros de la banda salen al escenario para arrancar con todo el poder de su distorsión pasados esos acordes iniciales. Sin ningún tipo de pausa, siguen con Ten Ton Hammer, y por supuesto, a donde se mire, se ven los martillos inflables siendo arrojados por los aires y machacando la cabeza de los allí presentes, y a la vez se forma el primer circle pit de la noche. Con CHØKE ØN THE ASHES ØF YØUR HATE, de su más reciente álbum de estudio ØF KINGDØM AND CRØWN, siguen con lo que ya es una noche avasallante.
Luego de unas breves palabras para saludar al público y hacer una mención especial hacia una banana inflable que iba siendo arrojada de una punta a la otra del público, continúan con Now We Die, de su álbum Bloodstone & Diamonds, seguida de Take My Scars del álbum The More Things Change…, canción la cual hace su debút en esta gira. A esta altura, la energía del público es palpable, cantando a la par palabra por palabra, un circle pit sin fin que lo único que hace es crecer cada vez más y dejando algunas víctimas en el piso que rápidamente son levantados por manos de sus compañeros del pit ya que como metaleros no dejamos a nadie atrás, a pesar del prejuicio popular (a ustedes les levantamos el dedo del medio). Seguimos con Is There Anybody Out There?, clásico que no podía faltar, y aquí Robb Flynn se toma un momento para decir que toda aquella persona presente que tenga problemas, rencores, secretos guardados dentro suyo esta noche, que este es el momento para liberar todo eso porque estamos rodeados de gente como uno, que quizás esté pasando por lo mismo o algo similar, y los shows de Machine Head son para que nos podamos desahogar.
Con Aesthetics of Hate, Old y SLAUGHTER THE MARTYR, llegamos a la mitad de la noche y la energía en SWG3 es alucinante, haciendo que uno se olvide por completo que es un maldito Lunes y con todo el público cantando “No Scotland, no party” (sin Escocia no hay fiesta). Empiezan a sonar los acordes de Locust, otro gran clásico perteneciente al álbum Into The Locust del 2011. El circle pit se hace tan grande que son las paredes de cada lado las que frenan su crecimiento. Después de The Blood, the Sweat, the Tears y NØ GØDS, NØ MASTERS, con cervezas de por medio siendo repartidas al público, es el turno de Darkness Within, canción emotiva si las hay. Aquí Robb se toma otro momento para contarnos qué lo inspiró a crear esta canción, y en el momento difícil en el cual se encontraba, sufriendo con depresión en un crudo invierno en Carolina del Norte. Todos tenemos una cierta oscuridad dentro nuestro, la cual a veces puede cubrir todo por completo y no sabemos cómo salir de allí, y son esos momentos en los cuales canciones como Darkness Within nos ayudan a encaminarnos nuevamente.
Ya casi finalizada la noche, suenan con todo su poderío Bulldozer, From This Day y Davidian, en donde todos seguimos haciendo caso omiso del cansancio y continuamos con lo que ya es un ritual en donde dejamos nuestra mochila con todo lo que nos pesa en la puerta, y aquí estamos para disfrutar y liberarnos. La banda se retira del escenario, las luces se apagan, y los gritos del público endemoniado cantando “Machine Fucking Head”, rogando por una canción más. Y por supuesto no van a defraudar, y como cierre para una noche inolvidable, tocan Halo. Sabiendo que luego de esto la noche concluirá, todos los allí presentes comienzan a saltar y unirse otra vez al circle pit, haciendo que los cimientos mismos de SWG3 tiemblen.
Y así llegamos al final de un ritual inolvidable, un show que pocos, por no decir ninguno, quisiera que termine. Pero a no preocuparse, Machine Head no tardará en pisar estas tierras nuevamente y aquí estaremos esperando con ansias al grito de “Here we fucking go”.
Etiquetas: Groove Metal, Machine Head, Thrash Metal
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Es lunes 18 de junio en Glasgow, estamos casi todos recién arrancando la semana, y seamos sinceros, nada más triste que volver a la rutina después del fin de semana. Pero este lunes es distinto, especial. Es un Lunes en el cual Machine Head va a sacudir a Glasgow nuevamente en menos de 2 años, ciudad la cual está siendo una parada casi tradicional para la banda oriunda de los EEUU.
Llegando a SWG3, ya se puede ver una fila larguísima para poder ingresar, algo que era de esperar dado que el show estaba agotado desde al menos hace 4 meses atrás, algo que también es una constante en Escocia con Machine Head, en donde todos sus shows son a capacidad máxima. Al ingresar ya se puede ver el puesto de merchandise completamente abarrotado, ofreciendo una camiseta exclusiva de la fecha, otras de la gira, máscaras, parches y todo tipo de parafernalias.
Yendo al sector donde se encuentra el escenario, luego de una parada táctica y mandatoria para comprar una cerveza, se puede ver a la única banda soporte de la noche, The Colony, entreteniendo a la multitud que espera con ansias la llegada de Machine Head. Con pocos años de carrera, The Colony, que se formó en Stirling, está cada vez teniendo mayor presencia y siendo parte de fechas y festivales más grandes. Con cuatro discos de estudio bajo su brazo en donde es visible el crecimiento de la banda, lograron ser una gran apertura para lo que deparaba la noche.
A las 9 en punto de la noche, las luces de SWG3 se apagan, los gritos de excitación comienzan y la marea de gente empieza a empujar para estar lo más cerca posible del escenario y en medio de la acción que está por venir. Empiezan a sonar los acordes de Imperium, perteneciente al disco Through the Ashes of Empires, y uno a uno los miembros de la banda salen al escenario para arrancar con todo el poder de su distorsión pasados esos acordes iniciales. Sin ningún tipo de pausa, siguen con Ten Ton Hammer, y por supuesto, a donde se mire, se ven los martillos inflables siendo arrojados por los aires y machacando la cabeza de los allí presentes, y a la vez se forma el primer circle pit de la noche. Con CHØKE ØN THE ASHES ØF YØUR HATE, de su más reciente álbum de estudio ØF KINGDØM AND CRØWN, siguen con lo que ya es una noche avasallante.
Luego de unas breves palabras para saludar al público y hacer una mención especial hacia una banana inflable que iba siendo arrojada de una punta a la otra del público, continúan con Now We Die, de su álbum Bloodstone & Diamonds, seguida de Take My Scars del álbum The More Things Change…, canción la cual hace su debút en esta gira. A esta altura, la energía del público es palpable, cantando a la par palabra por palabra, un circle pit sin fin que lo único que hace es crecer cada vez más y dejando algunas víctimas en el piso que rápidamente son levantados por manos de sus compañeros del pit ya que como metaleros no dejamos a nadie atrás, a pesar del prejuicio popular (a ustedes les levantamos el dedo del medio). Seguimos con Is There Anybody Out There?, clásico que no podía faltar, y aquí Robb Flynn se toma un momento para decir que toda aquella persona presente que tenga problemas, rencores, secretos guardados dentro suyo esta noche, que este es el momento para liberar todo eso porque estamos rodeados de gente como uno, que quizás esté pasando por lo mismo o algo similar, y los shows de Machine Head son para que nos podamos desahogar.
Con Aesthetics of Hate, Old y SLAUGHTER THE MARTYR, llegamos a la mitad de la noche y la energía en SWG3 es alucinante, haciendo que uno se olvide por completo que es un maldito Lunes y con todo el público cantando “No Scotland, no party” (sin Escocia no hay fiesta). Empiezan a sonar los acordes de Locust, otro gran clásico perteneciente al álbum Into The Locust del 2011. El circle pit se hace tan grande que son las paredes de cada lado las que frenan su crecimiento. Después de The Blood, the Sweat, the Tears y NØ GØDS, NØ MASTERS, con cervezas de por medio siendo repartidas al público, es el turno de Darkness Within, canción emotiva si las hay. Aquí Robb se toma otro momento para contarnos qué lo inspiró a crear esta canción, y en el momento difícil en el cual se encontraba, sufriendo con depresión en un crudo invierno en Carolina del Norte. Todos tenemos una cierta oscuridad dentro nuestro, la cual a veces puede cubrir todo por completo y no sabemos cómo salir de allí, y son esos momentos en los cuales canciones como Darkness Within nos ayudan a encaminarnos nuevamente.
Ya casi finalizada la noche, suenan con todo su poderío Bulldozer, From This Day y Davidian, en donde todos seguimos haciendo caso omiso del cansancio y continuamos con lo que ya es un ritual en donde dejamos nuestra mochila con todo lo que nos pesa en la puerta, y aquí estamos para disfrutar y liberarnos. La banda se retira del escenario, las luces se apagan, y los gritos del público endemoniado cantando “Machine Fucking Head”, rogando por una canción más. Y por supuesto no van a defraudar, y como cierre para una noche inolvidable, tocan Halo. Sabiendo que luego de esto la noche concluirá, todos los allí presentes comienzan a saltar y unirse otra vez al circle pit, haciendo que los cimientos mismos de SWG3 tiemblen.
Y así llegamos al final de un ritual inolvidable, un show que pocos, por no decir ninguno, quisiera que termine. Pero a no preocuparse, Machine Head no tardará en pisar estas tierras nuevamente y aquí estaremos esperando con ansias al grito de “Here we fucking go”.
Etiquetas: Groove Metal, Machine Head, Thrash Metal