Todo preparado para una noche extrema
Barcelona ha vuelto a reunirse para esta vez, acogiéndome con los brazos abiertos para presenciar a uno de los mayores grupos del metal extremo (y también uno de mis grupos preferidos). Estamos hablando de los gigantes suecos Meshuggah.
Los de Umeå, conocidos por ser pioneros del Djent vuelven a España, esta vez en su gira en salas por Europa.
Los escandinavos nos visitaron hace menos de un año, más concretamente en la cabecera de nuestro festival por excelencia Resurrection Fest.
En este tour, cuentan con la presencia de otros dos grupos, ambos sumamente aclamados por su audiencia, como son la super banda de Death Melódico The Halo Effect. La banda fue liderada por Jesper Strömblad y Mikael Stanne, fundadores de In Flames y Dark Tranquility respectivamente. Estos serían acompañados también por el dúo alemán Mantar; grandes promotores del género sludge.
Tras una intermitente lluvia a lo largo del día, no fue algo que detuviera a la población barcelonesa para asistir a la velada que Meshuggah vendría encabezando, la última antes de la pausa intermedia en su tour.
Mantar, encargados de abrir el telón
Mantar abriría la tarde por lo alto reivindicando el apoyo hacia los grupos locales y la escena underground, dando a conocer a la mayoría de las casi 2000 personas que asistieron a la sala Razzmatazz el sludge, un género derivado del doom metal combinando gran parte de los aspectos del hardcore punk.
Los alemanes supieron componer de manera soberbia su set-list, combinando temas de sus mejores trabajos, principalmente sus álbums Death by Burning (2014), Ode to the Flame (2016), The Modern Art of Setting Ablaze (2018) y su más reciente lanzamiento, Pain is Forever and This is the End (2022).
The Halo Effect o como elevar el Melodeath a su máximo nivel
Tras una pausa protagonizada por Rod Stewart o Kenny Loggins a través de la megafonía, el número de asistentes se iba multiplicando rápidamente para recibir a un grupo fruto de los mayores referentes de la escena de death metal melódico de Gotemburgo como son In Flames, Dark Tranquility o The Haunted; estamos hablando de The Halo Effect.
Esta joven pero a la vez veterana banda, formada hace solamente cuatro años (formada en 2020), está más que consolidada gracias a la gran profesionalidad y experiencia de todos sus integrantes, la cual revalidaron una y otra vez, tema tras tema en la que el público estaba más flamante que nunca donde los brutales moshpits y wall of death se convirtieron en algo monótono durante toda la actuación.
Los de Gotemburgo dedicaron sus cuarenta y cinco minutos para interpretar un set únicamente conformado por sus temas del único álbum hasta la fecha, como es Days of The Lost (2022).
La espera ha llegado a su fin: Meshuggah salta al escenario de Razzmatazz
Tras acabar esta chocante actuación de los escandinavos, darían al fin relevo a la agrupación encargada de encabezar la víspera. Meshuggah demostró ser la élite del metal moderno, considerado por los más expertos y veteranos como uno de los mayores referentes en los nuevos géneros del metal moderno, inspirando a grandes bandas como podrían ser Periphery, Animals as Leaders, Vildhjarta o también Strapping Young Lad.
Los de la provincia de Västerbotten, liderados por Jens Kidman acompañado por los guitarristas Fredrik Thordendal y Mårten Hagström, el baterista leyenda Tomas Haake y el bajista Dick Lövgren nos demostraron una vez más su posición en la élite actual del metal moderno. Abrieron su actuación con una sombría, suspensiva y a la vez intrigante puesta en escena para presentar su Broken Cog, uno de sus temas más aclamados en su trabajo mas reciente Immutable. El público enloqueció en cuanto la parte instrumental dió introducción a una noche de pura adrenalina.
Seguirían con Light The Shortening Fuse. Seguidamente, sonaría uno de sus temas más míticos y personalmente mi preferido, Rational Gaze; el único tema interpretado de su álbum Nothing (2002) juntamente con Straws Pulled at Random y Perpetual Black Second. Finalmente, darían paso a Kaleidoscope y God He Sees in Mirrors, de su último álbum Immutable (2022).
Una mención a la maestría de la banda, por favor
Cabe recalcar que tanto la monolítica puesta en escena, la mezcla de sonido y sobre todo, la iluminación de los nórdicos (mención de honor a Edvard Hansson, técnico de iluminación) era soberbia. En todo momento demuestran sin duda que ninguna banda de metal moderna los puede tocar. Ninguna banda llegará a lo pesadas que son sus canciones por cuan duro que lo intenten.
Interpretarían la que sería su solitaria canción proveniente de su The Violent Sleep of Reason (2016), Born In Dissonance, para dar paso a un interludio de más de cinco minutos. Con su disonante y distópica Mind’s Mirrors. Por unos instantes el público llegaba a superar los decibelios que salían directos de la decena de monitores que hacían presencia en el escenario. Todo esto mientras continuamos viajando hacia el 2005, donde seguimos con su Catch Thirtythree con canciones como, In Death – Is Life e In Death – Is Death.
Poco a poco se iba sintiendo que la noche llegaba a su fin. Las más de 1800 personas que asistieron a la cita descargaban su energía de manera inagotable. No hace falta más ejemplo que la reacción de los mismos fans con su canción con más años a la espalda interpretada aquella velada. Su EP de Humiliative, lanzado hace más de 30 años, concretamente en 1991. Future Breed Machine (Destroy Erase Improve, 1995) fue la canción que nos llevaría al bis. Todos los asistentes se mantenían a la expectativa de lo que podrían traernos los de Umeå.
Un pequeño interludio y…
Si, finalmente, llegó: Bleed, El tema más importante de ObZen, en el que todos pensamos cuando nos nombran a Meshuggah. El tema que les hizo ascender a todo lo alto. Gracias al auge de las redes sociales y los largos debates sobre la tecnicidad de la amplia discografía de la banda, este tema ha transcendido durante esta última era. El público se convirtió en uno para cantar el extenso y complejo tema de más de siete minutos de duración.
Meshuggah despediría la ciudad de Barcelona con su aclamado Demiurge, para cerrar una noche llena de emoción en la que demostrarían que son, sin lugar a duda, los pioneros en la perfección. Fué todo un viaje para sentir de primera mano la magia transmitida por esta banda.
Todo preparado para una noche extrema
Barcelona ha vuelto a reunirse para esta vez, acogiéndome con los brazos abiertos para presenciar a uno de los mayores grupos del metal extremo (y también uno de mis grupos preferidos). Estamos hablando de los gigantes suecos Meshuggah.
Los de Umeå, conocidos por ser pioneros del Djent vuelven a España, esta vez en su gira en salas por Europa.
Los escandinavos nos visitaron hace menos de un año, más concretamente en la cabecera de nuestro festival por excelencia Resurrection Fest.
En este tour, cuentan con la presencia de otros dos grupos, ambos sumamente aclamados por su audiencia, como son la super banda de Death Melódico The Halo Effect. La banda fue liderada por Jesper Strömblad y Mikael Stanne, fundadores de In Flames y Dark Tranquility respectivamente. Estos serían acompañados también por el dúo alemán Mantar; grandes promotores del género sludge.
Tras una intermitente lluvia a lo largo del día, no fue algo que detuviera a la población barcelonesa para asistir a la velada que Meshuggah vendría encabezando, la última antes de la pausa intermedia en su tour.
Mantar, encargados de abrir el telón
Mantar abriría la tarde por lo alto reivindicando el apoyo hacia los grupos locales y la escena underground, dando a conocer a la mayoría de las casi 2000 personas que asistieron a la sala Razzmatazz el sludge, un género derivado del doom metal combinando gran parte de los aspectos del hardcore punk.
Los alemanes supieron componer de manera soberbia su set-list, combinando temas de sus mejores trabajos, principalmente sus álbums Death by Burning (2014), Ode to the Flame (2016), The Modern Art of Setting Ablaze (2018) y su más reciente lanzamiento, Pain is Forever and This is the End (2022).
The Halo Effect o como elevar el Melodeath a su máximo nivel
Tras una pausa protagonizada por Rod Stewart o Kenny Loggins a través de la megafonía, el número de asistentes se iba multiplicando rápidamente para recibir a un grupo fruto de los mayores referentes de la escena de death metal melódico de Gotemburgo como son In Flames, Dark Tranquility o The Haunted; estamos hablando de The Halo Effect.
Esta joven pero a la vez veterana banda, formada hace solamente cuatro años (formada en 2020), está más que consolidada gracias a la gran profesionalidad y experiencia de todos sus integrantes, la cual revalidaron una y otra vez, tema tras tema en la que el público estaba más flamante que nunca donde los brutales moshpits y wall of death se convirtieron en algo monótono durante toda la actuación.
Los de Gotemburgo dedicaron sus cuarenta y cinco minutos para interpretar un set únicamente conformado por sus temas del único álbum hasta la fecha, como es Days of The Lost (2022).
La espera ha llegado a su fin: Meshuggah salta al escenario de Razzmatazz
Tras acabar esta chocante actuación de los escandinavos, darían al fin relevo a la agrupación encargada de encabezar la víspera. Meshuggah demostró ser la élite del metal moderno, considerado por los más expertos y veteranos como uno de los mayores referentes en los nuevos géneros del metal moderno, inspirando a grandes bandas como podrían ser Periphery, Animals as Leaders, Vildhjarta o también Strapping Young Lad.
Los de la provincia de Västerbotten, liderados por Jens Kidman acompañado por los guitarristas Fredrik Thordendal y Mårten Hagström, el baterista leyenda Tomas Haake y el bajista Dick Lövgren nos demostraron una vez más su posición en la élite actual del metal moderno. Abrieron su actuación con una sombría, suspensiva y a la vez intrigante puesta en escena para presentar su Broken Cog, uno de sus temas más aclamados en su trabajo mas reciente Immutable. El público enloqueció en cuanto la parte instrumental dió introducción a una noche de pura adrenalina.
Seguirían con Light The Shortening Fuse. Seguidamente, sonaría uno de sus temas más míticos y personalmente mi preferido, Rational Gaze; el único tema interpretado de su álbum Nothing (2002) juntamente con Straws Pulled at Random y Perpetual Black Second. Finalmente, darían paso a Kaleidoscope y God He Sees in Mirrors, de su último álbum Immutable (2022).
Una mención a la maestría de la banda, por favor
Cabe recalcar que tanto la monolítica puesta en escena, la mezcla de sonido y sobre todo, la iluminación de los nórdicos (mención de honor a Edvard Hansson, técnico de iluminación) era soberbia. En todo momento demuestran sin duda que ninguna banda de metal moderna los puede tocar. Ninguna banda llegará a lo pesadas que son sus canciones por cuan duro que lo intenten.
Interpretarían la que sería su solitaria canción proveniente de su The Violent Sleep of Reason (2016), Born In Dissonance, para dar paso a un interludio de más de cinco minutos. Con su disonante y distópica Mind’s Mirrors. Por unos instantes el público llegaba a superar los decibelios que salían directos de la decena de monitores que hacían presencia en el escenario. Todo esto mientras continuamos viajando hacia el 2005, donde seguimos con su Catch Thirtythree con canciones como, In Death – Is Life e In Death – Is Death.
Poco a poco se iba sintiendo que la noche llegaba a su fin. Las más de 1800 personas que asistieron a la cita descargaban su energía de manera inagotable. No hace falta más ejemplo que la reacción de los mismos fans con su canción con más años a la espalda interpretada aquella velada. Su EP de Humiliative, lanzado hace más de 30 años, concretamente en 1991. Future Breed Machine (Destroy Erase Improve, 1995) fue la canción que nos llevaría al bis. Todos los asistentes se mantenían a la expectativa de lo que podrían traernos los de Umeå.
Un pequeño interludio y…
Si, finalmente, llegó: Bleed, El tema más importante de ObZen, en el que todos pensamos cuando nos nombran a Meshuggah. El tema que les hizo ascender a todo lo alto. Gracias al auge de las redes sociales y los largos debates sobre la tecnicidad de la amplia discografía de la banda, este tema ha transcendido durante esta última era. El público se convirtió en uno para cantar el extenso y complejo tema de más de siete minutos de duración.
Meshuggah despediría la ciudad de Barcelona con su aclamado Demiurge, para cerrar una noche llena de emoción en la que demostrarían que son, sin lugar a duda, los pioneros en la perfección. Fué todo un viaje para sentir de primera mano la magia transmitida por esta banda.