

No todas las noches de sábado traen una descarga de adrenalina tan precisa como la que ofreció Miss May I en el CC Bula de Buenos Aires. La banda estadounidense regresó con todo su poderío a suelo argentino y desató un set cargado de clásicos, energía escénica y una entrega total que dejó a los fans con el corazón acelerado y la garganta hecha polvo. En un recinto con una aceptable cantidad de público que coreó desde el primer acorde, el quinteto de Ohio reafirmó por qué sigue siendo uno de los pilares del metalcore internacional.
Desde temprano, la vibra fue de celebración. Los primeros en calentar la noche fueron Mitodian, con su propuesta visceral y sin filtro, dejando en claro que el under local tiene mucho para ofrecer. A ellos les siguió DarloTodo, con un set sólido, como nos tienen acostumbrados a quiénes somos fanáticos de la banda, cruzando ese groove característico muy al estilo Korn con la potencia del metal moderno y una presencia escénica que dejó al público listo para lo que vendría después.
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El escenario se oscureció y comenzaron a sonar las primeras notas de “Hey Mister”, uno de los himnos más reconocibles de la banda. En cuestión de segundos, el público estalló en un griterío ensordecedor, se formó el primer circle pit de la noche y los celulares apuntaron directo a Levi Benton, que entró corriendo al escenario con esa melena enloquecida que es casi marca registrada. A su lado, el siempre sólido Ryan Neff en bajo y voz melódica, Jerod Boyd destrozando la batería y los guitarristas BJ Stead y Justin Aufdemkampe marcando el ritmo con riffs cortantes.
Miss May I no se guardó nada. En poco más de una hora repasaron gran parte de su carrera, haciendo foco en “Apologies Are For The Weak”, su debut de 2009, que están celebrando en gira aniversario. Así sonaron con furia y nostalgia temas como “A Dance With Aera Cura” y “Architect”, que fueron coreados por todos como si el tiempo no hubiese pasado. Benton se mostró hiperactivo, carismático y agradecido con cada gesto del público argentino, repartiendo sonrisas, choques de puños y alentando el mosh sin parar. El show siguió con bombas como “Relentless Chaos” “Under Fire”, “Deathless” en donde quedó claro que, más allá del paso del tiempo, la banda no ha perdido ni una gota de potencia. El tándem vocal entre Benton y Neff sigue siendo uno de los sellos más efectivos del género, generando contrastes entre gritos desgarradores y melodías coreables, con un sonido prolijo y sin fisuras.
La conexión con la gente fue genuina, constante, y se sintió como una descarga pendiente desde hace mucho. El cierre estuvo a cargo de la dupla “Forgive and Forget” y “Shadows Inside”. No hubo bises ni necesidad de amagues: Miss May I dejó todo sobre el escenario sin guardarse nada, con la frente en alto y la potencia intacta. Fue una noche sudorosa, vibrante, de esas que te recuerdan lo especial que es ver a una banda de esta talla en un lugar chico, con el calor humano a flor de piel y la música golpeándote a pocos metros.
Con casi 20 años de carrera, siete discos de estudio y una gira que los está llevando por diferentes rincones del planeta, Miss May I volvió a reafirmar su lugar en la escena. No solo como leyendas del metalcore moderno, sino como una banda que entiende la importancia de dar todo en cada show, más allá del tamaño del escenario o el país en que se encuentren. Para los fans que esperaron más de una década, este fue un reencuentro ansiado y merecido. Para los que los descubren recién ahora, fue una clase magistral de cómo se hace un show intenso, honesto y poderoso. Metalcore en estado puro, sin filtros y con el corazón al frente.
Agradecimiento especial a los amigos de Noiseground por la correspondiente acreditación al evento.
Etiquetas: Breakdown, Darlotodo, Korn, Metalcore, Miss May I, Mitodian, Noiseground, Nu Metal

No todas las noches de sábado traen una descarga de adrenalina tan precisa como la que ofreció Miss May I en el CC Bula de Buenos Aires. La banda estadounidense regresó con todo su poderío a suelo argentino y desató un set cargado de clásicos, energía escénica y una entrega total que dejó a los fans con el corazón acelerado y la garganta hecha polvo. En un recinto con una aceptable cantidad de público que coreó desde el primer acorde, el quinteto de Ohio reafirmó por qué sigue siendo uno de los pilares del metalcore internacional.
Desde temprano, la vibra fue de celebración. Los primeros en calentar la noche fueron Mitodian, con su propuesta visceral y sin filtro, dejando en claro que el under local tiene mucho para ofrecer. A ellos les siguió DarloTodo, con un set sólido, como nos tienen acostumbrados a quiénes somos fanáticos de la banda, cruzando ese groove característico muy al estilo Korn con la potencia del metal moderno y una presencia escénica que dejó al público listo para lo que vendría después.
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El escenario se oscureció y comenzaron a sonar las primeras notas de “Hey Mister”, uno de los himnos más reconocibles de la banda. En cuestión de segundos, el público estalló en un griterío ensordecedor, se formó el primer circle pit de la noche y los celulares apuntaron directo a Levi Benton, que entró corriendo al escenario con esa melena enloquecida que es casi marca registrada. A su lado, el siempre sólido Ryan Neff en bajo y voz melódica, Jerod Boyd destrozando la batería y los guitarristas BJ Stead y Justin Aufdemkampe marcando el ritmo con riffs cortantes.
Miss May I no se guardó nada. En poco más de una hora repasaron gran parte de su carrera, haciendo foco en “Apologies Are For The Weak”, su debut de 2009, que están celebrando en gira aniversario. Así sonaron con furia y nostalgia temas como “A Dance With Aera Cura” y “Architect”, que fueron coreados por todos como si el tiempo no hubiese pasado. Benton se mostró hiperactivo, carismático y agradecido con cada gesto del público argentino, repartiendo sonrisas, choques de puños y alentando el mosh sin parar. El show siguió con bombas como “Relentless Chaos” “Under Fire”, “Deathless” en donde quedó claro que, más allá del paso del tiempo, la banda no ha perdido ni una gota de potencia. El tándem vocal entre Benton y Neff sigue siendo uno de los sellos más efectivos del género, generando contrastes entre gritos desgarradores y melodías coreables, con un sonido prolijo y sin fisuras.
La conexión con la gente fue genuina, constante, y se sintió como una descarga pendiente desde hace mucho. El cierre estuvo a cargo de la dupla “Forgive and Forget” y “Shadows Inside”. No hubo bises ni necesidad de amagues: Miss May I dejó todo sobre el escenario sin guardarse nada, con la frente en alto y la potencia intacta. Fue una noche sudorosa, vibrante, de esas que te recuerdan lo especial que es ver a una banda de esta talla en un lugar chico, con el calor humano a flor de piel y la música golpeándote a pocos metros.
Con casi 20 años de carrera, siete discos de estudio y una gira que los está llevando por diferentes rincones del planeta, Miss May I volvió a reafirmar su lugar en la escena. No solo como leyendas del metalcore moderno, sino como una banda que entiende la importancia de dar todo en cada show, más allá del tamaño del escenario o el país en que se encuentren. Para los fans que esperaron más de una década, este fue un reencuentro ansiado y merecido. Para los que los descubren recién ahora, fue una clase magistral de cómo se hace un show intenso, honesto y poderoso. Metalcore en estado puro, sin filtros y con el corazón al frente.
Agradecimiento especial a los amigos de Noiseground por la correspondiente acreditación al evento.
Etiquetas: Breakdown, Darlotodo, Korn, Metalcore, Miss May I, Mitodian, Noiseground, Nu Metal