Quién nos hubiese dicho, que tras dos décadas después de haber implosionado la industria musical con la salida de Infest y sobre todo gracias al impacto del archi conocido “Last Resort”, los norteamericanos Papa Roach, seguirían en pie y hubiesen podido sobre vivir al nu metal, al garage rock revival, al post grunge, al punk-pop e incluso más recientemente al trap.

Pero así es amigos y amigas, los californianos liderados por Jacoby Shadixx, vuelven este 2022 con su onceavo disco de estudio y tras tres años desde el discreto “Who Do You Trust?”, para demostrar que siguen en pie y de una forma más que notable.

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Para este nuevo disco, la banda recupera un poco esa “chispa” enérgica que dejaron aparcada en su anterior trabajo y ya desde el comienzo furioso de “Kill The Noise”,empiezas a entender que Papa Roach han vuelto y para quedarse con las pilas bien cargadas.

Jerry (Horton, guitarra principal), marca unos punteos mientras que Jacoby presenta un tono vocal que recuerda a la época de “Getting Away With Murder” y estalla en el estribillo de forma muy acertada y hasta notable me atrevería a decir yo, con ese grito final de “Shut Up! a medio camino entre Linkin Park, Blind Channel y los propios Roach.

Un poquito más alternativa y melódica a partes iguales es “Stand Up”, en donde combinan el rap rock más radiable con elementos alternativos que harán las delicias de todo aquel que le guste el estilo.

El lado más hip hop se hace presente en la frenética “Bloodline” y la más nu metalera “Liar”.

Mientras que el corte que da título al disco (esa manera de combinar el rock metal alternativo, con esa energía rapera y la originalidad de presentar un estribillo más melódico, es simplemente brutal), es un viaje alucinógeno con subidas y bajas de rítmo muy interesantes.

Mucho más arriesgada es “Swerve” en donde la banda une fuerzas con Jason de Fever 333 y el rapero Sueco, siendo el resultado un viaje medio extraño entre el rock , el rap y un saxo que aporta cierto toque jazzístico a la canción, sin duda una pieza cuanto menos curiosa.

Cuando quieren hacer temas que enganchen , estos tipos son unos ases y si no miremos el binomio “Dying To Believe” y el single “Cut The Line”, que estuvo 4 semanas en el puesto #1 del Billboard norteamericano, demostrando que el rock todavía puede colarse entre las nuevas tendencias.

La primera, es un tema muy al estilo “Roach”, con un comienzo muy melódico pero que engancha desde la primera escucha y que se combina con ciertos fraseados rapeados de Shadixx, tal y como hacen en la actualidad bandas como Fire From The Gods o From Ashes To New, dignos herederos de aquella generación dorada de metal alternativo de comienzos del 00′.

Mientras que la segunda, es bastante más cañera, recordando quizás a la época del “Lovehatetragedy”, pero con ese toque moderno y actual que presenta la banda de manera brillante.

Mientras cortes como “Unglued”, la feróz “Killing Time” , suman al disco pero sin sobresalir, no ocurre lo mismo con el bello medio tiempo “Leave a Light On”, en donde la banda vuelve a evidenciar su talento para este tipo de composiciones y que estoy convencido será el equivalente en 2022 de lo que fue “Scars” hace tres lustros.

Unos arreglos de cuerda y vientos hermosos, redondean la voz de Jacoby, quien está muy acertado en este tono y oxigena al disco entre tanto sonido alternativo y rockero.

Con “Always Wandering”, viene uno de los pocos problemas que puede tener el disco y es que si el corte anterior era un medio tiempo bonito y dulzon, porque hacer un corte de las mismas características con alguna guitarra más seguido?, sobre todo si tienes un corte como “No Apologies” (un corte que sin exagerar, podría ser delos Simple Plan, en la era del álbum homónimo, salvando ciertas diferencias)en medio.

Parece que hayan querido mostrar la cara más “accesible” de la banda del tirón y quizás eso pueda llegar a saturar al oyente no habitual de la banda y a no sorprender al fan acérrimo de la misma, ojo, que esta última canción me parece muy buena, pero debería esta ubicada en otro momento del disco para ganar más puntos.

Para cerrar, nos queda “I Surrender”, que recupera esa fuerza aparcada en los últimos tres temas y cierra con muy buenas sensaciones, un disco que nos devuelve la mejor versión de la banda californiana en muchos años.

Quizás se hayan excedido en el tracklist final ya que catorce temas, puede que sea un pelín exagerado, pero poco se puede reprochar a un disco que supera a sus dos discos anteriores con diferencia y que confirma que Papa Roach, están vivos y con más fuerza que nunca sin necesidad de recurrir al pasado y eso ya es un triunfo en toda regla.