La excelente banda estadounidense de Grindcore, Pig Destroyer se despacha con este EP tras su exitoso último álbum “Head Cage” (2018), también editado por Relapse Records.

Pig Destroyer (recordemos que en EEUU “pig”, o sea, “cerdo”, es un apodo utilizado para referirse a la policía) es una banda con 23 años de historia, integrada por J.R. Hayes (voz), Scott Hull (guitarra), Travis Stone (bajo), Adam Jarvis (batería) y Blake Harrison (sintetizador). Su música es un claro ejemplo de cómo el Grindcore fue evolucionando hacia algo más elaborado, en este caso, con el aporte del sintentizador a la instrumentación, y el contenido político de la violencia explícita en su arte.

El primer track -homónimo al EP- empieza con toda la furia, y ya había sido publicado en un especial del canal “Adult Swim” en 2013. Tanto “The Cavalry” como “Cameraman”, también fueron editados previamente como singles. En esta ocasión, “The Cavalry” contó con un video clip propio y sirvió como corte de difusión. Es otra canción iracunda, donde todos los participantes exploran los límites de la brutalidad, con el aporte especial que hace Harrison al incorporar el elemento Noise tan característico de este grupo. No obstante, la delicadeza con que lo hace, no habilita etiquetar a esta banda oriunda de Virginia, como un proyecto industrial. Sucede algo similar al trabajo de Frank Delgado en Deftones: son artistas que saben entramar muy bien sus sonidos en el conjunto, sin ser un mero fondo, ni tampoco tener protagonismo.

“News Channel 6” es un interludio en el que pueden oírse reportes televisivos sobre tragedias ocurridas en New Orleans y Los Angeles, acompañados de ese componente Noise al que ya hicimos referencia. La misma veta se extiende en “Head Cage”, tema con el mismo nombre que el último disco de estudio y en “Sound Walker”, el track más extenso de este EP, y que cuenta con la colaboración de Igor Cavalera en un rol similar al de Harrison en la banda, aunque no desplegando su potencia como baterista. Aparecen reminiscencias de Massive Attack (escuchar “Angel” o “Butterfly Caught”, por ejemplo) hasta que todo se disuelve en una suerte de tétrico Drone.

Se trata de un trabajo interesante, en el que la parte más atractiva está dada por los tres primeros tracks. Los demás completan un EP que, de seguro, querrán tener los fanáticos de la banda, y que pueden escuchar y disfrutar quienes gusten del Grindcore y no tengan una mentalidad conservadora.