Fotos y crónica: Julieta G. López
El pasado miércoles 16 de octubre, en la sala El Sótano de Madrid, vivimos una noche especial junto a uno de los grandes guitarristas del rock, Reb Beach. Reconocido por su paso por bandas emblemáticas como Whitesnake, Alice Cooper, Dokken y Winger, Beach se presentó acompañado de The Bad Boys, en un recorrido musical por su vasta carrera. La sala, de aforo íntimo, permitía tener a Beach a escasos metros del público, en su mayoría compuesto por seguidores veteranos, que disfrutaron cada riff y cada nota con una cercanía inusual.
A pesar de un repertorio que entusiasmó a los asistentes, fue llamativa la ausencia de temas de su etapa solista, lo cual dejó a algunos con ganas de más. The Bad Boys, con un sólido respaldo de bajo, teclados, batería y una guitarra adicional, complementaron la presentación de manera impecable. Destacó el italiano Alessandro Luppi en el bajo y voces, quien, con su estilo carismático, se desenvolvió como un frontman sin eclipsar la figura de Beach, quien conectó con el público a través de los temas de sus icónicas bandas.
A lo largo de la noche pudimos disfrutar de clásicos de Whitesnake (“Here I Go Again”, “Still of the Night”, “Love Ain’t No Stranger”), Winger (“Madalaine”, “Miles Away”), Dokken (“In My Dreams”) y hasta “Burn” de Deep Purple, en una lista de canciones que fue una fiesta de guitarras y riffs para toda la gente. El concierto culminó con un público eufórico y nostálgico, claramente satisfecho al haber revivido algunos de los mejores años del hard rock. Reb Beach, con la pasión intacta y el virtuosismo que lo caracteriza, demostró una vez más que los años no han disminuido su amor por la música y su habilidad para conmover en cada acorde.
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Fotos y crónica: Julieta G. López
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A pesar de un repertorio que entusiasmó a los asistentes, fue llamativa la ausencia de temas de su etapa solista, lo cual dejó a algunos con ganas de más. The Bad Boys, con un sólido respaldo de bajo, teclados, batería y una guitarra adicional, complementaron la presentación de manera impecable. Destacó el italiano Alessandro Luppi en el bajo y voces, quien, con su estilo carismático, se desenvolvió como un frontman sin eclipsar la figura de Beach, quien conectó con el público a través de los temas de sus icónicas bandas.
A lo largo de la noche pudimos disfrutar de clásicos de Whitesnake (“Here I Go Again”, “Still of the Night”, “Love Ain’t No Stranger”), Winger (“Madalaine”, “Miles Away”), Dokken (“In My Dreams”) y hasta “Burn” de Deep Purple, en una lista de canciones que fue una fiesta de guitarras y riffs para toda la gente. El concierto culminó con un público eufórico y nostálgico, claramente satisfecho al haber revivido algunos de los mejores años del hard rock. Reb Beach, con la pasión intacta y el virtuosismo que lo caracteriza, demostró una vez más que los años no han disminuido su amor por la música y su habilidad para conmover en cada acorde.