Crónica: Pablo Pisnoy
El 20 de junio, segundo día del Rock Imperium 2024, comenzó a pleno rayo del sol y los incondicionales desafiando el calor para ver a sus bandas favoritas incluso en esas circunstancias.
Una de las bandas que probó tener esa clase de público fueron los sinfónicos madrileños Celtian, que dieron el patadón inicial a la fecha. Sintiéndonos afortunados por la corriente de aire que comenzó a correr por el Parque El Batel, pudimos observar la presentación del sexteto. Centrándose en su último trabajo Secretos de amor y muerte, dieron un set acorde a las circunstancias, e incluso pudimos verlos colaborando con Rosalía Sairem, actual cantante de los suecos Therion, como invitada. “La profecía”, “Maleficio de sangre” y “Niamh” fueron sólo un par de las canciones incluidas en esta presentación bajo los rayos solares.
Siguientes en la lista se encontraban los alemanes Xandria, que siendo no sólo una banda internacional sino también compañeros de estilo de Celtian uno pensaría que tendrían mucho público en común, pero al menos en esta ocasión pudimos ver cómo un gran porcentaje del público se iba a las barras o a comer durante su presentación, dejando menos público que con los madrileños. Tal vez sea por los constantes cambios de formación de la banda, siendo más un vehículo para el guitarrista Marco Heubaum que una banda hecha y derecha, pero Xandria le hizo frente a todo con mucha soltura, demostrando el poder de sus músicos en canciones como “Death To The Holy” y “Nightfall”.
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Unos que sí tenían bastante público para recibirlos en el Rock Imperium fueron los estadounidenses Cirith Ungol, que debutaban en tierras españolas con este set. Los más de 20 años de pausa en sus actividades antes de su vuelta en 2015 no aparecen haber hecho mella en las capacidades del grupo para escupir riffs épicos a diestra y siniestra, y con su logo acompañado por esqueletos adornando las pantallas del escenario Cirith Ungol llevaron a cabo una lista de canciones que combinó clásicos metaleros con nueva cosecha de su nuevo y recomendable Dark Parade. Así fue que “I’m Alive”, “Chaos Descends” y “Black Machine” se mezclaron con “Looking Glass”. Tim Baker tiene su voz chillona intacta, y Greg Lindstrom es un amo y señor de los riffs para presentar batalla.
Era hora de sumergirnos de lleno en ritmos más lisérgicos, y para eso teníamos a los alemanes Kadavar a cargo. Con el trío berlinés al tope de sus capacidades en materia de riffs groovies, Kadavar dieron uno de los mejores conciertos del evento, con la seguidilla de “Skeleton Blues”, “Doomsday Machine” y “Come Back to Life” dando cátedra en puro hard rock y psicodelia. Denles una chance apenas puedan si todavía no los escucharon.
En contraste con ello, no pude evitar aburrirme durante el set de Richie Kotzen. Me doy cuenta de su habilidad con la guitarra y conozco gente que le podría gustar, pero personalmente se me hizo mucho virtuosismo al pedo: la hora que tocaron me parecía una y media.
TNT siguieron y ya para ese momento el que se sentía no era un sol de justicia, sino que los noruegos fueron ajusticiados por el sol y lo sufrieron bastante durante todo su set, encima siendo este set en el Rock Imperium una pausa en sus presentaciones en Escandinavia.
Glenn Hughes se encuentra festejando los 50 años de Burn, el clasicazo que lanzara en 1974 junto a Deep Purple. Fue así que pudimos ver al legendario cantante y bajista repasando el álbum de los ingleses, alargando “You Fool No One” con improvisaciones y solos e incluso convirtiéndose en “High Ball Shooter” de Stormbringer. No tocó todas las canciones de Burn, pero cerró con el tema título y no creo que alguien se haya ido insatisfecho.
Ya llegando al final tuvimos dos de las presentaciones más esperadas para los fans del metal más majestuoso, siendo el primero de estos el colectivo Avantasia. El cantante y líder Tobias Sammet salió contento en esta ocasión, no como en otras en las que parece que sale enfadado: será que tener que manejar semejante cantidad de cantantes te termina poniendo de mal humor. Un concierto muy animado, con mucha participación de Tobias y charlas con el público. Ralf Scheepers se sumó para “Alchemy” e “Invincible”, y Bob Catley hizo lo propio para “The Story Ain’t Over”, viéndolo con mucha mejor forma que en otras ocasiones por suerte.
Tras ello, era momento de ver a Kamelot, los estadounidenses más europeos del power metal y una de mis bandas más esperadas, con la imagen enorme de la portada del último The Awakening encima de nosotros. Sin embargo, la presentación del combo del guitarrista Thomas Youngblood y compañía estuvo marcada por el mal sonido, además de mucho humo y luces azules que hacían difícil la tarea a los fotógrafos. Considerando lo detallado de las canciones de Kamelot, que no hayan podido tener un sonido bueno es una pena, encima teniendo una muy buena lista de canciones como “Sacrimony (Angel of Afterlife)”, “When the Lights Are Down”, “March of Mephisto” y “One More Flag in the Ground”, por sólo nombrar un par.
Y bueno, ahí se va otro día del Rock Imperium. Se pueden hacer críticas obvias a algunos temas de sonido, pero la selección de bandas y el público fiel logran compensar mucho de ello. Y encima se venía el tercer día, ahora con una dosis extra de distorsión y riffs para todos los que estuvieran dispuestos a experimentarlos.
Fotos: Manuel Ruiz de Quintanilla
Crónica: Pablo Pisnoy
El 20 de junio, segundo día del Rock Imperium 2024, comenzó a pleno rayo del sol y los incondicionales desafiando el calor para ver a sus bandas favoritas incluso en esas circunstancias.
Una de las bandas que probó tener esa clase de público fueron los sinfónicos madrileños Celtian, que dieron el patadón inicial a la fecha. Sintiéndonos afortunados por la corriente de aire que comenzó a correr por el Parque El Batel, pudimos observar la presentación del sexteto. Centrándose en su último trabajo Secretos de amor y muerte, dieron un set acorde a las circunstancias, e incluso pudimos verlos colaborando con Rosalía Sairem, actual cantante de los suecos Therion, como invitada. “La profecía”, “Maleficio de sangre” y “Niamh” fueron sólo un par de las canciones incluidas en esta presentación bajo los rayos solares.
Siguientes en la lista se encontraban los alemanes Xandria, que siendo no sólo una banda internacional sino también compañeros de estilo de Celtian uno pensaría que tendrían mucho público en común, pero al menos en esta ocasión pudimos ver cómo un gran porcentaje del público se iba a las barras o a comer durante su presentación, dejando menos público que con los madrileños. Tal vez sea por los constantes cambios de formación de la banda, siendo más un vehículo para el guitarrista Marco Heubaum que una banda hecha y derecha, pero Xandria le hizo frente a todo con mucha soltura, demostrando el poder de sus músicos en canciones como “Death To The Holy” y “Nightfall”.
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Unos que sí tenían bastante público para recibirlos en el Rock Imperium fueron los estadounidenses Cirith Ungol, que debutaban en tierras españolas con este set. Los más de 20 años de pausa en sus actividades antes de su vuelta en 2015 no aparecen haber hecho mella en las capacidades del grupo para escupir riffs épicos a diestra y siniestra, y con su logo acompañado por esqueletos adornando las pantallas del escenario Cirith Ungol llevaron a cabo una lista de canciones que combinó clásicos metaleros con nueva cosecha de su nuevo y recomendable Dark Parade. Así fue que “I’m Alive”, “Chaos Descends” y “Black Machine” se mezclaron con “Looking Glass”. Tim Baker tiene su voz chillona intacta, y Greg Lindstrom es un amo y señor de los riffs para presentar batalla.
Era hora de sumergirnos de lleno en ritmos más lisérgicos, y para eso teníamos a los alemanes Kadavar a cargo. Con el trío berlinés al tope de sus capacidades en materia de riffs groovies, Kadavar dieron uno de los mejores conciertos del evento, con la seguidilla de “Skeleton Blues”, “Doomsday Machine” y “Come Back to Life” dando cátedra en puro hard rock y psicodelia. Denles una chance apenas puedan si todavía no los escucharon.
En contraste con ello, no pude evitar aburrirme durante el set de Richie Kotzen. Me doy cuenta de su habilidad con la guitarra y conozco gente que le podría gustar, pero personalmente se me hizo mucho virtuosismo al pedo: la hora que tocaron me parecía una y media.
TNT siguieron y ya para ese momento el que se sentía no era un sol de justicia, sino que los noruegos fueron ajusticiados por el sol y lo sufrieron bastante durante todo su set, encima siendo este set en el Rock Imperium una pausa en sus presentaciones en Escandinavia.
Glenn Hughes se encuentra festejando los 50 años de Burn, el clasicazo que lanzara en 1974 junto a Deep Purple. Fue así que pudimos ver al legendario cantante y bajista repasando el álbum de los ingleses, alargando “You Fool No One” con improvisaciones y solos e incluso convirtiéndose en “High Ball Shooter” de Stormbringer. No tocó todas las canciones de Burn, pero cerró con el tema título y no creo que alguien se haya ido insatisfecho.
Ya llegando al final tuvimos dos de las presentaciones más esperadas para los fans del metal más majestuoso, siendo el primero de estos el colectivo Avantasia. El cantante y líder Tobias Sammet salió contento en esta ocasión, no como en otras en las que parece que sale enfadado: será que tener que manejar semejante cantidad de cantantes te termina poniendo de mal humor. Un concierto muy animado, con mucha participación de Tobias y charlas con el público. Ralf Scheepers se sumó para “Alchemy” e “Invincible”, y Bob Catley hizo lo propio para “The Story Ain’t Over”, viéndolo con mucha mejor forma que en otras ocasiones por suerte.
Tras ello, era momento de ver a Kamelot, los estadounidenses más europeos del power metal y una de mis bandas más esperadas, con la imagen enorme de la portada del último The Awakening encima de nosotros. Sin embargo, la presentación del combo del guitarrista Thomas Youngblood y compañía estuvo marcada por el mal sonido, además de mucho humo y luces azules que hacían difícil la tarea a los fotógrafos. Considerando lo detallado de las canciones de Kamelot, que no hayan podido tener un sonido bueno es una pena, encima teniendo una muy buena lista de canciones como “Sacrimony (Angel of Afterlife)”, “When the Lights Are Down”, “March of Mephisto” y “One More Flag in the Ground”, por sólo nombrar un par.
Y bueno, ahí se va otro día del Rock Imperium. Se pueden hacer críticas obvias a algunos temas de sonido, pero la selección de bandas y el público fiel logran compensar mucho de ello. Y encima se venía el tercer día, ahora con una dosis extra de distorsión y riffs para todos los que estuvieran dispuestos a experimentarlos.