


El concierto que inicialmente debía celebrarse en la Sala Upload terminó trasladándose a Razzmatazz 3, un cambio que no afectó al ánimo de los asistentes. La entrada de público fue más bien escasa, pero quienes estuvimos allí disfrutamos de una noche centrada en sonidos extremos y atmosféricos. La velada comenzó puntual y con un ambiente relajado, típico de un concierto de domingo en Barcelona.
Los locales Udun fueron los encargados de abrir. Su Black Metal directo y sin adornos funcionó bien para calentar la sala. No abusaron de la oscuridad ambiental y fueron a lo práctico, soltando temas como “Horizonte de sucesos” o “33 Latigazos” con buena actitud. Aunque el público era todavía reducido, la banda logró captar la atención y ganó aplausos al final de cada canción. Cerraron su actuación dejando claro que la escena local tiene bandas con proyección.
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Tras un poquito alargado cambio de equipo, llegó el turno de Saor, presentando una selección de temas que recorrieron diferentes etapas de su carrera. El sonido fue sorprendentemente claro y potente desde el primer momento con “Amidst the ruins”. De hecho, puedo decir sin exagerar que fue la mejor vez que he escuchado sonar Razzmatazz 3 en los ocho años que llevo asistiendo a conciertos allí. Es probable que la mejora se debiera a que los escoceses viajaban con su propio técnico y configuración de sonido.
La banda continuó con “Bron” y “Rebirth”, manteniendo siempre un equilibrio entre la fuerza del Black Metal y las melodías folclóricas que caracterizan sus discos. Siguieron con “Echoes of the ancient land”. Aunque la sala no estaba llena, el público respondió con energía y respeto, agradeciendo cada pausa y cada introducción de Andy Marshall.
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El tramo final del concierto llegó con “Aura”, el grupo sonó compacto y seguro, como si estuviera tocando ante una sala con el doble de aforo. Saor nunca ha sido un proyecto de grandes discursos, y la noche se mantuvo fiel a esa idea: música por encima de todo.
Al finalizar, tanto el ambiente como el merch mostraron un detalle que muchos agradecemos: precios razonables y cercanía con los músicos. En conjunto, fue un concierto sencillo pero muy bien ejecutado, con un sonido excelente y una auténtica demostración de que la calidad no depende del tamaño del público, sino de la entrega sobre el escenario.



El concierto que inicialmente debía celebrarse en la Sala Upload terminó trasladándose a Razzmatazz 3, un cambio que no afectó al ánimo de los asistentes. La entrada de público fue más bien escasa, pero quienes estuvimos allí disfrutamos de una noche centrada en sonidos extremos y atmosféricos. La velada comenzó puntual y con un ambiente relajado, típico de un concierto de domingo en Barcelona.
Los locales Udun fueron los encargados de abrir. Su Black Metal directo y sin adornos funcionó bien para calentar la sala. No abusaron de la oscuridad ambiental y fueron a lo práctico, soltando temas como “Horizonte de sucesos” o “33 Latigazos” con buena actitud. Aunque el público era todavía reducido, la banda logró captar la atención y ganó aplausos al final de cada canción. Cerraron su actuación dejando claro que la escena local tiene bandas con proyección.
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La banda continuó con “Bron” y “Rebirth”, manteniendo siempre un equilibrio entre la fuerza del Black Metal y las melodías folclóricas que caracterizan sus discos. Siguieron con “Echoes of the ancient land”. Aunque la sala no estaba llena, el público respondió con energía y respeto, agradeciendo cada pausa y cada introducción de Andy Marshall.
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Al finalizar, tanto el ambiente como el merch mostraron un detalle que muchos agradecemos: precios razonables y cercanía con los músicos. En conjunto, fue un concierto sencillo pero muy bien ejecutado, con un sonido excelente y una auténtica demostración de que la calidad no depende del tamaño del público, sino de la entrega sobre el escenario.












