

La voz emblemática que transformó el metal extremo rompiendo estereotipos desde los tiempos de Cradle of Filth, habla sin filtros sobre sus comienzos, las colaboraciones que marcaron su carrera, los desafíos como artista solista y la emocionante vuelta a los escenarios con Covenant. En vísperas de su visita a la Argentina, Sarah Jezebel Deva comparte sus inicios, sus proyectos solistas, lecciones de vida, verdades sobre la industria musical y la auténtica pasión que mantiene viva su leyenda.
1. Empezaste en bandas de metal extremo como Cradle of Filth cuando pocas mujeres tenían protagonismo. ¿Cómo fue romper esos estereotipos? ¿Sentiste resistencia o tu voz abrió puertas para otras artistas?
Era muy joven. Antes de Cradle of Filth, estuve en una banda punk llamada Mad Dog en Londres. Hice un show y un álbum con ellos, pero no era para mí. Cuando comencé con Cradle of Filth, era la única corista en una banda de black metal. En ese momento pensé: “Esto es emocionante, es el comienzo de mi carrera“. No enfrenté resistencia, pero los tiempos eran diferentes: no había teléfonos móviles ni computadoras, todo era mediante cartas, llamadas y revistas. No recibí mucho crédito por lo que hacía; la gente no lo tomaba en serio. Era solo una chica joven haciendo coros en una banda de black metal desconocida del Reino Unido.
Cuando comenzamos a girar en 1997, en The Rape and Ruin of Europe, los fanáticos fueron asombrosos. Al principio hubo actitudes sexistas y fue difícil encajar, porque en la escena del metal extremo había muy pocas mujeres. Pero los fanáticos sí me tomaron en serio. Otras bandas también lo notaron, y de esa gira surgieron muchas ofertas, lo que me llevó a formar Covenant. Aunque pasé por malas actitudes y tratos, al final condujo a cosas buenas.
2. Covenant marcó un cambio radical en tu carrera, alejándote del metal extremo. ¿Fue una decisión consciente de “reinventarte” o surgió orgánicamente? ¿Cómo manejaste la reacción de fans “puristas”?
Cuando salió Nexus Polaris, aún tenía elementos extremos, pero llevó la música a un lugar diferente. Ganamos un Grammy noruego por ese álbum. Todos en la banda veníamos de otros proyectos extremos, pero Covenant era muy diferente. La respuesta fue fenomenal. No nos preocupamos por los “puristas”; todos tenemos entre 40 y 50 años, y ya no nos importa eso. La música es un arte que cambia, y nuestras influencias también. No puedes ser de mente cerrada al escribir música, de lo contrario no avanzas. Perderás algunos fanáticos, pero ganarás otros. El enfoque debe estar en hacer lo correcto para nosotros como artistas.
3. Has colaborado con artistas tan diversos como Therion y Mortiis. ¿Qué colaboración te sorprendió o hizo crecer más? ¿Hay algún proyecto que rechazaste y ahora lamentas?
Es una pregunta realmente difícil de responder, tendría que decir Therion. Christopher Johnsson me dijo que nunca contrataba cantantes no entrenadas, pero yo fui la excepción. Cantar en Theli entrenó mi voz y me ayudó a alcanzar notas que no creía posibles, creo, porque tenía el trasfondo de venir de Cradle of Filth. Vineyard me escuchó cantar en esos álbumes. Pero él nunca, nunca contrataba personas que no fueran cantantes de ópera entrenados y me contrató a mí.
Pero cada álbum que hice con cualquier banda, hubo cosas que miré hacia atrás y pienso que podría haberlo hecho de manera diferente, pero en su mayor parte simplemente abrí la boca, canté y esperé que salieran las notas y eso es todo.
Álbumes que significan mucho para mí: no sé si preguntas esto en otro lugar, pero los álbumes que significan mucho para mí son definitivamente “Nexus Polaris“, “Vampire“, “The Empire“, “Midian“. Incluso amo “The Stargate” de Mortiis y “God Has a Plan for Us All” de Angtoria.
Que algunas personas podrían decir: “Bueno, no, no estás vendiendo álbumes. No estás haciendo esto. No eres una cantante principal“. No se trata de eso. No mido mi éxito por aparecer en una portada o ganar mucho dinero. Es autosatisfacción y lo que hago por la gente y el producto final. También hice un montón de canciones de Mortiis el año pasado y el anterior que aún no se han lanzado.
No me arrepiento de ningún proyecto rechazado, excepto de no haber cantado “Christian Woman” con Type O Negative en vivo cuando Peter Steele me lo pidió. Es mi mayor arrepentimiento.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Therion en Buenos Aires: “Una noche llena de mitología y metal”
4. Fuera del metal, ¿hay algún género o artista que te influencie y sorprendería a tus fans? ¿Has explorado hacer música completamente distinta a tu estilo actual?
Me gusta la música pop de los 80 y 90, y las bandas sonoras de películas. La música es música: si te hace sentir bien, no importa si es Bee Gees, Abba, no debería importar si es Dissection o Cannibal Corpse o Billie Holiday. Olvida la imagen; si te gusta, abrázala.
Recientemente, trabajar con Trym de Emperor en su álbum solista The Saga of the North me ha llevado a territorios diferentes, con un sonido similar a una banda sonora. También estoy trabajando en proyectos con Andreas (“Heljarmadr” Vingbäck) de Dark Funeral y Mortiis, lo que me ha hecho explorar estilos fuera de mi zona de confort. El canto que hago para esos tres tipos normalmente no haría pero cuando lo escuchás decís “ah, esa es Sarah“.
5. Tu imagen siempre fue tan icónica como tu voz (desde looks góticos hasta estilos etéreos). ¿Cómo decidías esos cambios? ¿Hay alguna etapa que ahora veas y pienses “¿qué estaba pensando?”
No me arrepiento de ninguna etapa de mi imagen. Con Covenant, Nagash me dijo que no necesitaba usar maquillaje si no quería, lo que fue liberador. Obviamente, en el escenario tenemos una imagen, pero ahora podemos ser quienes queremos ser. Ya no me preocupa lo que la gente piense visualmente; están ahí para escuchar la voz. Si sueno bien, es un bonus; si además me veo bien en el escenario, mejor. A los 48 años, hay cosas que ya no me siento cómoda haciendo.
6. Con el regreso de Covenant y posible música nueva, ¿qué te gustaría explorar que no hayas hecho aún? ¿Hay algún artista emergente que admires y con quien quieras colaborar?
El nuevo álbum de Covenant aún no está escrito. Nagash tiene millones de ideas de riffs, y Steiner también, pero nada es sólido. Nadie sabe qué dirección tomará, pero será una combinación de los cuatro álbumes anteriores. No queremos sonar como alguien específico; si planeas demasiado, sale mal. Me gustaría que el álbum tuviera un sonido cinematográfico, pero con elementos industriales y black metal.
Admiro a bandas como Swallow the Sun, Tiamat y My Dying Bride, pero no sé si Covenant podría ir en una dirección doom.
7. ¿Qué te inspiró a convertirte en cantante?
Desde muy pequeña, todo lo que quería hacer era cantar.
8. ¿Qué fue lo más difícil de trabajar con Cradle of Filth y por qué decidiste dejar la banda?
Los principales desafíos ocurrieron en los primeros días: actitudes sexistas, que me dijeran qué hacer, que me callara, que me insultaran. Esa actitud nunca vino de Dani; él estaba en una posición donde tenía que elegir sus batallas. Con el tiempo, mucha gente por encima de él tomaba decisiones con las que él no estaba contento, pero tenía que aceptar para mantener a la banda a flote. Siento que pudo haber defendido mi posición más en decisiones como la de “Nymphetamine”, donde grabé la versión original pero fui reemplazada, aunque luego se aseguró de que mi versión se lanzara en la edición especial.
Llegué a un punto en 2008 donde había tenido suficiente. Decidí renunciar y mudarme a Australia, y no me arrepiento. Dani suele llevar la culpa de todo, pero no siempre fue él; mucha gente detrás de escena arruinó las mejores formaciones.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: The Covenant regresa a los escenarios y se presentará en Argentina
9. ¿Qué te motivó a crear Angtoria y en qué se diferencia tu trabajo solista de tus colaboraciones?
Angtoria nació de una gira con Dimmu Borgir y Evergrey. Chris Ren y yo creamos un demo, y luego se unió su hermano Tommy. Deberíamos haber sido más grandes, pero fue mi culpa: no quise dejar Cradle of Filth, Chris tenía un hijo pequeño, y Tommy también. Éramos demasiado jóvenes para comprometernos con un proyecto desde cero. Tenía miedo de fallar.
Angtoria fue muy diferente a todo lo que había hecho antes. Luego, con Chris, creamos “Between Two Worlds“, una continuación de ese proyecto. Mi trabajo solista fue más difícil: cuando intenté lanzarme como solista en 2008, una discográfica arruinó las canciones. No sirvo para ser frontwoman; creo que nací para ser corista, brillando en palabras sueltas, narraciones y “oohs” y “ahs“.
10. ¿Cómo fue la recepción de tu material solista vs. tus trabajos con bandas grandes?
La recepción de Angtoria fue increíble y aún perdura. La gente me cuenta cómo ese álbum les cambió la vida. Como solista, el timing fue erróneo; no tenía apoyo, y la discográfica arruinó las canciones. Reedité “A Sign of Sublime” con Lindsay Schoolcraft y Charles de Mayhem, pero sigo sin conseguir que lo solista funcione. Estoy muy feliz siendo corista.
11. ¿Qué te motivó a volver a Covenant después de tantos años?
No tenía motivación para cantar de nuevo. Cuando Lindsay Schoolcraft dejó Cradle of Filth, empezamos a hablar. Ella insistía en que la gente me quería de vuelta, y luego músicos famosos me contactaron para ayudarme. Mathias de Hypocrisy me compró equipo, Chris Ren me ayudó mucho, y Lindsay también. Nunca planeé volver a la música, pero ahora lo amo más que nunca. La escena ha cambiado: pasó de ser un ambiente inmaduro y desagradable a uno familiar y de apoyo. Ensayar en Noruega fue increíble. Ahora con Charles en la banda, no hay drama, es profesional, y disfruto la música como nunca.
12. ¿Cómo te preparas para un show en vivo después de un largo descanso y qué expectativas tienes para el concierto en Buenos Aires?
La gira sudamericana será “amazing“. Esa parte del mundo es fenomenal: la gente es graciosa, humilde, amable y educada. No me preparo de manera especial: un poco de calentamiento vocal, mucha agua. Bebemos en su mayoría agua antes del show; quizá una o dos cervezas, pero no hay alcohol en el backstage. No es una fiesta borracha como antes; ahora somos mayores. El backstage es calmo: reímos, hablamos, y nos preparamos estando tranquilos, sabiendo que tenemos un trabajo que hacer para el público.
13. ¿Cómo defines tu identidad musical después de tantos proyectos y cuál es la lección más valiosa que has aprendido en tu carrera?
Me defino como una corista. Abro la boca, espero que salgan las palabras y que esté bien. Soy una cantante profesional pero no entrenada. Solo quiero divertirme, hacer mis “oohs” y “ahs“, y cautivar a la gente.
La lección más valiosa es: no alabes a las personas por ser famosas. Alábalas por cómo te tratan. Todos estamos aquí para apoyarnos. Aprendí esto especialmente en Hellfest. No tolero el ego ni las malas actitudes. Si alguien no tiene cinco segundos para saludarte, no merece tu tiempo. Olvida que son famosos; son humanos como tú y como yo. Trátalos como ellos te tratan. Intento siempre saludar a todos; si no tengo tiempo para un autógrafo, al menos doy un abrazo o una foto. Nunca quiero molestar a nadie. Hay que aprender a diferenciar entre la gente buena y la mala.
Gracias por la entrevista. Significa mucho que me hayas hecho estas preguntas y que quieras hablar conmigo. Espero que nos crucemos algún día.


La voz emblemática que transformó el metal extremo rompiendo estereotipos desde los tiempos de Cradle of Filth, habla sin filtros sobre sus comienzos, las colaboraciones que marcaron su carrera, los desafíos como artista solista y la emocionante vuelta a los escenarios con Covenant. En vísperas de su visita a la Argentina, Sarah Jezebel Deva comparte sus inicios, sus proyectos solistas, lecciones de vida, verdades sobre la industria musical y la auténtica pasión que mantiene viva su leyenda.
1. Empezaste en bandas de metal extremo como Cradle of Filth cuando pocas mujeres tenían protagonismo. ¿Cómo fue romper esos estereotipos? ¿Sentiste resistencia o tu voz abrió puertas para otras artistas?
Era muy joven. Antes de Cradle of Filth, estuve en una banda punk llamada Mad Dog en Londres. Hice un show y un álbum con ellos, pero no era para mí. Cuando comencé con Cradle of Filth, era la única corista en una banda de black metal. En ese momento pensé: “Esto es emocionante, es el comienzo de mi carrera“. No enfrenté resistencia, pero los tiempos eran diferentes: no había teléfonos móviles ni computadoras, todo era mediante cartas, llamadas y revistas. No recibí mucho crédito por lo que hacía; la gente no lo tomaba en serio. Era solo una chica joven haciendo coros en una banda de black metal desconocida del Reino Unido.
Cuando comenzamos a girar en 1997, en The Rape and Ruin of Europe, los fanáticos fueron asombrosos. Al principio hubo actitudes sexistas y fue difícil encajar, porque en la escena del metal extremo había muy pocas mujeres. Pero los fanáticos sí me tomaron en serio. Otras bandas también lo notaron, y de esa gira surgieron muchas ofertas, lo que me llevó a formar Covenant. Aunque pasé por malas actitudes y tratos, al final condujo a cosas buenas.
2. Covenant marcó un cambio radical en tu carrera, alejándote del metal extremo. ¿Fue una decisión consciente de “reinventarte” o surgió orgánicamente? ¿Cómo manejaste la reacción de fans “puristas”?
Cuando salió Nexus Polaris, aún tenía elementos extremos, pero llevó la música a un lugar diferente. Ganamos un Grammy noruego por ese álbum. Todos en la banda veníamos de otros proyectos extremos, pero Covenant era muy diferente. La respuesta fue fenomenal. No nos preocupamos por los “puristas”; todos tenemos entre 40 y 50 años, y ya no nos importa eso. La música es un arte que cambia, y nuestras influencias también. No puedes ser de mente cerrada al escribir música, de lo contrario no avanzas. Perderás algunos fanáticos, pero ganarás otros. El enfoque debe estar en hacer lo correcto para nosotros como artistas.
3. Has colaborado con artistas tan diversos como Therion y Mortiis. ¿Qué colaboración te sorprendió o hizo crecer más? ¿Hay algún proyecto que rechazaste y ahora lamentas?
Es una pregunta realmente difícil de responder, tendría que decir Therion. Christopher Johnsson me dijo que nunca contrataba cantantes no entrenadas, pero yo fui la excepción. Cantar en Theli entrenó mi voz y me ayudó a alcanzar notas que no creía posibles, creo, porque tenía el trasfondo de venir de Cradle of Filth. Vineyard me escuchó cantar en esos álbumes. Pero él nunca, nunca contrataba personas que no fueran cantantes de ópera entrenados y me contrató a mí.
Pero cada álbum que hice con cualquier banda, hubo cosas que miré hacia atrás y pienso que podría haberlo hecho de manera diferente, pero en su mayor parte simplemente abrí la boca, canté y esperé que salieran las notas y eso es todo.
Álbumes que significan mucho para mí: no sé si preguntas esto en otro lugar, pero los álbumes que significan mucho para mí son definitivamente “Nexus Polaris“, “Vampire“, “The Empire“, “Midian“. Incluso amo “The Stargate” de Mortiis y “God Has a Plan for Us All” de Angtoria.
Que algunas personas podrían decir: “Bueno, no, no estás vendiendo álbumes. No estás haciendo esto. No eres una cantante principal“. No se trata de eso. No mido mi éxito por aparecer en una portada o ganar mucho dinero. Es autosatisfacción y lo que hago por la gente y el producto final. También hice un montón de canciones de Mortiis el año pasado y el anterior que aún no se han lanzado.
No me arrepiento de ningún proyecto rechazado, excepto de no haber cantado “Christian Woman” con Type O Negative en vivo cuando Peter Steele me lo pidió. Es mi mayor arrepentimiento.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Therion en Buenos Aires: “Una noche llena de mitología y metal”
4. Fuera del metal, ¿hay algún género o artista que te influencie y sorprendería a tus fans? ¿Has explorado hacer música completamente distinta a tu estilo actual?
Me gusta la música pop de los 80 y 90, y las bandas sonoras de películas. La música es música: si te hace sentir bien, no importa si es Bee Gees, Abba, no debería importar si es Dissection o Cannibal Corpse o Billie Holiday. Olvida la imagen; si te gusta, abrázala.
Recientemente, trabajar con Trym de Emperor en su álbum solista The Saga of the North me ha llevado a territorios diferentes, con un sonido similar a una banda sonora. También estoy trabajando en proyectos con Andreas (“Heljarmadr” Vingbäck) de Dark Funeral y Mortiis, lo que me ha hecho explorar estilos fuera de mi zona de confort. El canto que hago para esos tres tipos normalmente no haría pero cuando lo escuchás decís “ah, esa es Sarah“.
5. Tu imagen siempre fue tan icónica como tu voz (desde looks góticos hasta estilos etéreos). ¿Cómo decidías esos cambios? ¿Hay alguna etapa que ahora veas y pienses “¿qué estaba pensando?”
No me arrepiento de ninguna etapa de mi imagen. Con Covenant, Nagash me dijo que no necesitaba usar maquillaje si no quería, lo que fue liberador. Obviamente, en el escenario tenemos una imagen, pero ahora podemos ser quienes queremos ser. Ya no me preocupa lo que la gente piense visualmente; están ahí para escuchar la voz. Si sueno bien, es un bonus; si además me veo bien en el escenario, mejor. A los 48 años, hay cosas que ya no me siento cómoda haciendo.
6. Con el regreso de Covenant y posible música nueva, ¿qué te gustaría explorar que no hayas hecho aún? ¿Hay algún artista emergente que admires y con quien quieras colaborar?
El nuevo álbum de Covenant aún no está escrito. Nagash tiene millones de ideas de riffs, y Steiner también, pero nada es sólido. Nadie sabe qué dirección tomará, pero será una combinación de los cuatro álbumes anteriores. No queremos sonar como alguien específico; si planeas demasiado, sale mal. Me gustaría que el álbum tuviera un sonido cinematográfico, pero con elementos industriales y black metal.
Admiro a bandas como Swallow the Sun, Tiamat y My Dying Bride, pero no sé si Covenant podría ir en una dirección doom.
7. ¿Qué te inspiró a convertirte en cantante?
Desde muy pequeña, todo lo que quería hacer era cantar.
8. ¿Qué fue lo más difícil de trabajar con Cradle of Filth y por qué decidiste dejar la banda?
Los principales desafíos ocurrieron en los primeros días: actitudes sexistas, que me dijeran qué hacer, que me callara, que me insultaran. Esa actitud nunca vino de Dani; él estaba en una posición donde tenía que elegir sus batallas. Con el tiempo, mucha gente por encima de él tomaba decisiones con las que él no estaba contento, pero tenía que aceptar para mantener a la banda a flote. Siento que pudo haber defendido mi posición más en decisiones como la de “Nymphetamine”, donde grabé la versión original pero fui reemplazada, aunque luego se aseguró de que mi versión se lanzara en la edición especial.
Llegué a un punto en 2008 donde había tenido suficiente. Decidí renunciar y mudarme a Australia, y no me arrepiento. Dani suele llevar la culpa de todo, pero no siempre fue él; mucha gente detrás de escena arruinó las mejores formaciones.
TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: The Covenant regresa a los escenarios y se presentará en Argentina
9. ¿Qué te motivó a crear Angtoria y en qué se diferencia tu trabajo solista de tus colaboraciones?
Angtoria nació de una gira con Dimmu Borgir y Evergrey. Chris Ren y yo creamos un demo, y luego se unió su hermano Tommy. Deberíamos haber sido más grandes, pero fue mi culpa: no quise dejar Cradle of Filth, Chris tenía un hijo pequeño, y Tommy también. Éramos demasiado jóvenes para comprometernos con un proyecto desde cero. Tenía miedo de fallar.
Angtoria fue muy diferente a todo lo que había hecho antes. Luego, con Chris, creamos “Between Two Worlds“, una continuación de ese proyecto. Mi trabajo solista fue más difícil: cuando intenté lanzarme como solista en 2008, una discográfica arruinó las canciones. No sirvo para ser frontwoman; creo que nací para ser corista, brillando en palabras sueltas, narraciones y “oohs” y “ahs“.
10. ¿Cómo fue la recepción de tu material solista vs. tus trabajos con bandas grandes?
La recepción de Angtoria fue increíble y aún perdura. La gente me cuenta cómo ese álbum les cambió la vida. Como solista, el timing fue erróneo; no tenía apoyo, y la discográfica arruinó las canciones. Reedité “A Sign of Sublime” con Lindsay Schoolcraft y Charles de Mayhem, pero sigo sin conseguir que lo solista funcione. Estoy muy feliz siendo corista.
11. ¿Qué te motivó a volver a Covenant después de tantos años?
No tenía motivación para cantar de nuevo. Cuando Lindsay Schoolcraft dejó Cradle of Filth, empezamos a hablar. Ella insistía en que la gente me quería de vuelta, y luego músicos famosos me contactaron para ayudarme. Mathias de Hypocrisy me compró equipo, Chris Ren me ayudó mucho, y Lindsay también. Nunca planeé volver a la música, pero ahora lo amo más que nunca. La escena ha cambiado: pasó de ser un ambiente inmaduro y desagradable a uno familiar y de apoyo. Ensayar en Noruega fue increíble. Ahora con Charles en la banda, no hay drama, es profesional, y disfruto la música como nunca.
12. ¿Cómo te preparas para un show en vivo después de un largo descanso y qué expectativas tienes para el concierto en Buenos Aires?
La gira sudamericana será “amazing“. Esa parte del mundo es fenomenal: la gente es graciosa, humilde, amable y educada. No me preparo de manera especial: un poco de calentamiento vocal, mucha agua. Bebemos en su mayoría agua antes del show; quizá una o dos cervezas, pero no hay alcohol en el backstage. No es una fiesta borracha como antes; ahora somos mayores. El backstage es calmo: reímos, hablamos, y nos preparamos estando tranquilos, sabiendo que tenemos un trabajo que hacer para el público.
13. ¿Cómo defines tu identidad musical después de tantos proyectos y cuál es la lección más valiosa que has aprendido en tu carrera?
Me defino como una corista. Abro la boca, espero que salgan las palabras y que esté bien. Soy una cantante profesional pero no entrenada. Solo quiero divertirme, hacer mis “oohs” y “ahs“, y cautivar a la gente.
La lección más valiosa es: no alabes a las personas por ser famosas. Alábalas por cómo te tratan. Todos estamos aquí para apoyarnos. Aprendí esto especialmente en Hellfest. No tolero el ego ni las malas actitudes. Si alguien no tiene cinco segundos para saludarte, no merece tu tiempo. Olvida que son famosos; son humanos como tú y como yo. Trátalos como ellos te tratan. Intento siempre saludar a todos; si no tengo tiempo para un autógrafo, al menos doy un abrazo o una foto. Nunca quiero molestar a nadie. Hay que aprender a diferenciar entre la gente buena y la mala.
Gracias por la entrevista. Significa mucho que me hayas hecho estas preguntas y que quieras hablar conmigo. Espero que nos crucemos algún día.