Servitude (2024)
Metal Blade Records
1. Evening Ephemeral
2. Panic Hysteric
3. Aftermath
4. Cursed Creator
5. An Intermission (Instrumental)
6. Asserting Dominion
7. Servitude
8. Mammoth’s Hand
9. Transcosmic Blueprint
10. Utopia Black
No eran una banda amada de manera universal, como suele pasar con casi cualquier grupo exitoso en un género que no se caracteriza por tener mucha llegada masiva, pero tanto fans como críticos de The Black Dahlia Murder sintieron el golpe cuando el 11 de mayo de 2022 la banda estadounidense anunció que su cantante Trevor Strnad había fallecido: que hayan incluido un número de ayuda al suicida en el mensaje daba a entender claramente la causa de muerte aunque el grupo nunca la anunciara abiertamente.
La pérdida de Strnad tenía todos los ingredientes para haber dar por terminado a The Black Dahlia Murder: era el frontman del grupo, uno de sus miembros fundadores y encima había sido una personalidad bastante conocida en el mundillo del metal extremo moderno durante muchos años. Es por eso que el hecho de que el resto de la banda informara que iban a continuar dio lugar a muchas dudas y especulaciones, pero creo que The Black Dahlia Murder tomaron una decisión excelente al hacer la gran Genesis y mantener todo en familia: el guitarrista Brian Eschbach pasó a encargarse de las voces, mientras el ex integrante Ryan Knight regresó a la banda para cubrir la guitarra.
Puede parecer un tanto atado con alambre a primera vista, pero Eschbach ya había cantado en un par de canciones y era el otro miembro junto a Strnad que había estado desde los inicios, así que está claro que estaba en una posición perfecta para continuar su legado. Y cuatro años después del anterior Verminous, un tiempo largo para una banda que en promedio solía editar un nuevo álbum cada dos años pero sorpresivamente rápido a poco más de dos de la muerte de Strnad, The Black Dahlia Murder vuelven a las andadas con Servitude, su décimo álbum de estudio.
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Considerando el contexto en el que se dio su producción, no me hubiera sorprendido algún cambio en la fórmula de The Black Dahlia Murder: el impacto de la muerte trágica de un compañero de banda y un cambio de cantante suele provocar eso. Pero mucho más que eso, Servitude se siente como otro álbum más en la discografía de The Black Dahlia Murder, con todos los ingredientes que cabría esperarse de parte de la banda: los riffs furiosos, los blast beats, los solos ultra melódicos y las voces desgarradas. Este último es, obviamente, un punto importante, porque Eschbach logra sonar casi idéntico a Strnad, más específicamente en la época de Nocturnal.
Puede que para alguno le suene como una decepción que yo diga que Servitude no marca ningún antes o después en la historia de The Black Dahlia Murder más allá del contexto que vivió la banda: si no supieran lo que pasó con Strnad, lo más seguro es que nunca notarían el cambio. Pero la gente tiene muchas maneras diferentes de sobrellevar las pérdidas y en el caso de la banda estadounidense diría que su manera es gritar a viva voz que nada los detendrá. Y lo digo de manera literal, porque en “Aftermath” Eschbach grita “Lo que no te mata, te hace más fuerte”, que será una línea cliché pero estoy seguro que el guitarrista convertido en cantante la sentía en lo más profundo del alma, y que sus compañeros de banda querían demostrar eso con este nuevo álbum.
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Y cuando digo que es “un disco más” en la discografía de The Black Dahlia Murder, lo digo también por su calidad: ninguno de sus álbumes será un Slaughter of the Soul, un Heartwork, un The Jester Race o demás clásicos del death metal melódico, pero el quinteto siempre ha sido una apuesta segura, donde uno sabe cómo sonará cada nuevo lanzamiento y que un fan del melodeath tendrá una serie de canciones que satisfagan el hambre de brutalidad mezclada con melodía. Y Servitude cumple con esas expectativas en poco menos de 33 minutos: tenemos la intro acústica de “Evening Ephemeral” previa a la explosión de riffs, la antes mencionada “Aftermath” con sus blast beats brutales, la riffera “Utopia Black” y la más lenta “Mammoth’s Hand”, que tiene un uso interesante de ritmos más grooveros sin abandonar el espíritu clásico de la The Black Dahlia Murder, además de un solo con más “feeling” que la catarata de notas característica de la banda.
Siendo que Servitude es “un disco más” en la discografía de The Black Dahlia Murder, eso también significa que no deslumbra ni creo que le vaya a cambiar la vida a nadie. Pero no creo que un álbum tenga que tener ese poder para ser recomendable: Servitude es un buen disco de death melódico, y estoy muy seguro de que eso era todo lo que buscaban los fans de la banda después de una etapa tan complicada y trágica en una historia que no había tenido muchos sobresaltos. Así que denle play a este décimo álbum de estos abanderados del melodeath estadounidense moderno, porque no los decepcionará de ninguna manera.
Servitude (2024)
Metal Blade Records
1. Evening Ephemeral
2. Panic Hysteric
3. Aftermath
4. Cursed Creator
5. An Intermission (Instrumental)
6. Asserting Dominion
7. Servitude
8. Mammoth’s Hand
9. Transcosmic Blueprint
10. Utopia Black
No eran una banda amada de manera universal, como suele pasar con casi cualquier grupo exitoso en un género que no se caracteriza por tener mucha llegada masiva, pero tanto fans como críticos de The Black Dahlia Murder sintieron el golpe cuando el 11 de mayo de 2022 la banda estadounidense anunció que su cantante Trevor Strnad había fallecido: que hayan incluido un número de ayuda al suicida en el mensaje daba a entender claramente la causa de muerte aunque el grupo nunca la anunciara abiertamente.
La pérdida de Strnad tenía todos los ingredientes para haber dar por terminado a The Black Dahlia Murder: era el frontman del grupo, uno de sus miembros fundadores y encima había sido una personalidad bastante conocida en el mundillo del metal extremo moderno durante muchos años. Es por eso que el hecho de que el resto de la banda informara que iban a continuar dio lugar a muchas dudas y especulaciones, pero creo que The Black Dahlia Murder tomaron una decisión excelente al hacer la gran Genesis y mantener todo en familia: el guitarrista Brian Eschbach pasó a encargarse de las voces, mientras el ex integrante Ryan Knight regresó a la banda para cubrir la guitarra.
Puede parecer un tanto atado con alambre a primera vista, pero Eschbach ya había cantado en un par de canciones y era el otro miembro junto a Strnad que había estado desde los inicios, así que está claro que estaba en una posición perfecta para continuar su legado. Y cuatro años después del anterior Verminous, un tiempo largo para una banda que en promedio solía editar un nuevo álbum cada dos años pero sorpresivamente rápido a poco más de dos de la muerte de Strnad, The Black Dahlia Murder vuelven a las andadas con Servitude, su décimo álbum de estudio.
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Considerando el contexto en el que se dio su producción, no me hubiera sorprendido algún cambio en la fórmula de The Black Dahlia Murder: el impacto de la muerte trágica de un compañero de banda y un cambio de cantante suele provocar eso. Pero mucho más que eso, Servitude se siente como otro álbum más en la discografía de The Black Dahlia Murder, con todos los ingredientes que cabría esperarse de parte de la banda: los riffs furiosos, los blast beats, los solos ultra melódicos y las voces desgarradas. Este último es, obviamente, un punto importante, porque Eschbach logra sonar casi idéntico a Strnad, más específicamente en la época de Nocturnal.
Puede que para alguno le suene como una decepción que yo diga que Servitude no marca ningún antes o después en la historia de The Black Dahlia Murder más allá del contexto que vivió la banda: si no supieran lo que pasó con Strnad, lo más seguro es que nunca notarían el cambio. Pero la gente tiene muchas maneras diferentes de sobrellevar las pérdidas y en el caso de la banda estadounidense diría que su manera es gritar a viva voz que nada los detendrá. Y lo digo de manera literal, porque en “Aftermath” Eschbach grita “Lo que no te mata, te hace más fuerte”, que será una línea cliché pero estoy seguro que el guitarrista convertido en cantante la sentía en lo más profundo del alma, y que sus compañeros de banda querían demostrar eso con este nuevo álbum.
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Y cuando digo que es “un disco más” en la discografía de The Black Dahlia Murder, lo digo también por su calidad: ninguno de sus álbumes será un Slaughter of the Soul, un Heartwork, un The Jester Race o demás clásicos del death metal melódico, pero el quinteto siempre ha sido una apuesta segura, donde uno sabe cómo sonará cada nuevo lanzamiento y que un fan del melodeath tendrá una serie de canciones que satisfagan el hambre de brutalidad mezclada con melodía. Y Servitude cumple con esas expectativas en poco menos de 33 minutos: tenemos la intro acústica de “Evening Ephemeral” previa a la explosión de riffs, la antes mencionada “Aftermath” con sus blast beats brutales, la riffera “Utopia Black” y la más lenta “Mammoth’s Hand”, que tiene un uso interesante de ritmos más grooveros sin abandonar el espíritu clásico de la The Black Dahlia Murder, además de un solo con más “feeling” que la catarata de notas característica de la banda.
Siendo que Servitude es “un disco más” en la discografía de The Black Dahlia Murder, eso también significa que no deslumbra ni creo que le vaya a cambiar la vida a nadie. Pero no creo que un álbum tenga que tener ese poder para ser recomendable: Servitude es un buen disco de death melódico, y estoy muy seguro de que eso era todo lo que buscaban los fans de la banda después de una etapa tan complicada y trágica en una historia que no había tenido muchos sobresaltos. Así que denle play a este décimo álbum de estos abanderados del melodeath estadounidense moderno, porque no los decepcionará de ninguna manera.