Desde las periferias de Nottingham, Inglaterra, la banda anti-fascista de blackgaze y black metal atmosférico Underdark, estrena vocalista y LP con Our Bodies Burned Bright On Re-Entry, un lanzamiento tanto poderoso como compasivo que ofrece una alternativa no solo al sonido brutal del género más polémico del metal, sino también a la tóxica política de la mayoría de sus exponentes.

Con temas que versan desde la depresión hasta la crisis migratoria en la frontera sur de los EEUU, la banda formada en 2015 por Stephen al bajo, Adam y Oli a las guitarras, Abi a la voz (anteriormente Max) y Dan a la batería, presenta un trabajo que continúa con el reciente legado de bandas RABM (Red & Anarchist Black Metal) como sus compatriotas Dawn Ray’d y las americanas Feminazgûl, y aunque breve, con apenas 35 minutos de duración, Our Bodies Burned Bright On Re-Entry crea una propuesta musical solida que sirve como plato fuerte a las entradas que significaron sus primeros EPs y sencillos, como Mourning Cloak (2018) y Plainsong/With Bruised & Bloodied Feet (2020). 

TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Tamás Kátai (Thy Catafalque): “Los streamings me aburren. No hay interacción, no hay energía, no hay pasión”

Underdark es una propuesta joven que ha decidido optar por el lado más poético y emocional del género. Las letras a lo largo de este disco debut sangran emociones a borbotones y plantean imágenes oníricas, cuando no decadentes, que nos recuerdan que el metal, con toda su brutalidad y sinceridad, puede ser un excelente vehículo para la protesta social y la concientización sobre el abuso de substancias y los pormenores de las afecciones mentales. Sin caer en la prédica vacía o la romantización de estos temas, los ingleses forman parte de un panorama musical más amplio que cada vez se abre más paso dentro del metal extremo, generando así un necesario contrapeso ante las ideas nacionalistas, neo-fascistas y racistas de muchos individuos dentro y fuera del black metal mundial.

En pie de lucha y con segmentos líricos como “Oh, México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos” (Coyotes), los nottinghamianos ponen de manifiesto un trabajo tanto personal como político en una época en la que cada vez más difícil huir de estos temas con la bandera de la indiferencia. Anunciando, quizás, una era alejada del discurso “apolítico” dentro de la música pesada (y que muchas veces implica el condonar actos abiertamente discriminatorios, a veces incluso bajo la etiqueta del infame NSBM), lo cierto es que las mareas están cambiando y solo el tiempo dirá qué le deparará al futuro estético y lírico de nuestros géneros favoritos.

Underdark es una banda británica de Black Metal formada en 2015, que este año nos entrega su segundo disco de larga duración titulado “Our Bodies Burned Bright On Re-Entry”, editado por los sellos Surviving Records en el Reino Unido, Through Love Records en Estados Unidos y Tridoid Records en Canadá. Su propuesta artística es la de una música que intercala pasajes de Black Metal rabioso con lapsos etéreos tipo Blackgaze, portando un mensaje antifascista. En este sentido, se suma a la nueva generación dentro del estilo empeñada en desterrar al denostable “NSBM” de la escena underground.

El grupo es un quinteto formado por la cantante Abi Vasquez, Ollie (guitarra), Adam (guitarra), Stephen (bajo) y Dan (batería). Sus letras abordan desde dramas emocionales, adicciones y conflictos en los vínculos humanos, hasta el tratamiento que reciben las personas inmigrantes en los Estados Unidos, y si bien están escritas en inglés, poseen varios fragmentos en español. En cuanto a posibles comparaciones con otras bandas, podríamos nombrar a Oathbreaker, Calligram, Deafheaven, Sons Of A Wanted Man, Zeal & Ardor y Violet Cold, entre otras.

TAMBIÉN TE PUDE INTERESAR: Violet Cold – Empire of Love (2021)

“Qeres” da un comienzo tranquilo al disco, con un bajo y guitarras apacibles, acompañando un relato que nos convoca al pensamiento. El clima cambia abruptamente y todo se torna agresivamente reflexivo. La voz es colérica con tintes histriónicos. Encontraremos los típicos blast beats, tremolo riffing y el bajo conciso, propios del género, entramados con melodías agridulces.

Luego, la canción de título homónimo al álbum, profundiza en la sonoridad más violenta; incluso la voz se vuelve cavernosa y los riffs más prominentes. La alternancia entre pasajes mid-tempo y otros acelerados, es una cualidad que no tarda en identificarse. Este track en particular, tiene un momento muy calmo, más en la ejecución instrumental que en el canto. “Coyotes” es el tema más abiertamente político y tuvo su videoclip como corte de difusión. Tiene un principio como un lamento etéreo, hasta que estalla la furia y el sonido eleva la denuncia que se está realizando. No tardan en delinearse los riffs sobre bases de bajo muy consistentes.

“With Ashen Hands Around Our Throats” continúa en el sendero de mayor intensidad, aunque siempre atravesando algún valle entre las cumbres más filosas. Esta canción tuvo su videoclip y fue el segundo corte de difusión. El álbum termina con “Skeleton Queen”, desplegando todos los recursos ya presentados a lo largo del recorrido, aunque sumando mayor “actuación vocal”, dando fin a una obra más que bienvenida en tiempos que se sienten como un cambio de paradigma en cuanto a las tradiciones genéricas del Black Metal, y ni hablar de sus decadentes facciones ultraconservadoras.