Verdoemd es un proyecto del formato “one man band”, originario de Haaltert, Bélgica. “The Black Heresy Will Prevail” es un álbum debut con una propuesta que incorpora elementos de Death, Black y Thrash Metal. Toda la música fue escrita, ejecutada, grabada y mezclada por Glenn Maesschalck, y el artwork del disco -muy tradicional- fue realizado por Gragoth. El trabajo fue editado en CD (digipack) y plataformas digitales de manera independiente.

Ya desde el primer track, “Conquest of the Throne” resalta el elemento Thrash del proyecto, con claras reminiscencias de Aura Noir. La voz, no obstante, le da un toque más similar a lo habitual en el Death Metal de la Vieja Escuela Sueca, al estilo de Merciless. También recuerda a Tardy de Obituary. Por momentos, hay algunos ecos de Venom. “Metamorphosis” sigue acentuando la veta Thrash, con un solo de guitarra muy rockero. Los riffs suenan clásicos y frescos a la vez. Las letras, en inglés, abordan temáticas típicas de la estética que persigue Verdoemd. 

El elemento Death se destaca en “The Black Heresy Will Prevail”, aunque el solo de guitarra suena más Thrash, al igual que sucede en “Among the Slaves”. Lo que no casi no varía es la voz. La cosa se pone un poco más densa en “Avatar”, con un riff que se distingue bastante del resto.  En “Total Eradication” nos encontramos con un gran solo de guitarra y riffs de bastante groove.

Siempre se sigue en la misma dirección, tal es así que “Impaled by the Sword” continúa desplegando la clave de este proyecto: un expresionismo con pinceladas de tres subgéneros distintos dentro del Metal. “Summon the Madness” evidencia algo que también hay que comentar, si bien vinculado a los orígenes del Thrash Metal, que es la cadencia Hardcore en el ritmo. Aquí también podemos señalar puntos de contacto con el período “Punk” de Darkthrone.

“Breath of Damnation” tiene momentos más lentos, y una voz más gutural. Los solos de guitarra son una constante en todos los temas. En esta ocasión, el bajo suena solo, y eso es algo que, al escucharlo, uno piensa que podría haber sido un recurso más frecuente. Todo termina con “Enter the Mass Grave”, donde resalta el tremolo picking, en un tema también relativamente lento y pesado. Así finaliza un buen disco, accesible para el público de cualquiera de los tres subgéneros que se entremezclan en esta propuesta.