Rage Against The Machine irrumpió en los 90 con una furia musical que combinaba la rabia del rap y la furia del metal, sumado a un discurso político que interpelaba por completo a la llamada Generación X.
El homónimo álbum de 1992 rompió las bases del género, y con el paso del tiempo sus diez tracks se convirtieron en clásicos absolutos del grupo y del género en sí mismo. Pero no solo lo sonoro venía a romper con lo establecido, sino que la portada también hacía lo suyo con la imagen del monje budista de Saigón Thích Quảng Đức y su autoinmolación en repudio al gobierno vietnamita de Ngô Đình Diệm en 1963.
Después de este bombazo y su posterior fenómeno, la banda se tomó cuatro años en lanzar su segundo material de estudio y sostener la calidad de su propuesta. Es así que en 1996 llegó ”Evil Empire”, la placa que consolidó y le dio madurez al rap metal.
Por aquel entonces, la prensa especializada tejió todo tipo de confabulaciones por la larga espera de esta segunda placa, incluso al sostener que las tensiones dentro del grupo eran casi inmanejables. Lo cierto es que hasta esa época de los 90 ‘s, las bandas nuevas sacaban un disco detrás de otro, y los cuatro años de intervalo de RATM encendían más de una alarma dentro de la escena.
El versátil guitarrista de la banda, Tom Morello, sostuvo sobre este interludio: ”Los diferentes miembros de la banda tienen sus distintos intereses que han estado persiguiendo, pero principalmente, la razón principal del retraso entre discos fue tratar de encontrar la combinación correcta de nuestras diversas influencias que harían un disco con el que todos estábamos contentos y que fue genial. Esto hizo que se convierta en un proceso largo”.
”Yo diría que este disco, como el anterior, es un verdadero testimonio de la química de la banda. Es la forma en que los cuatro tocamos juntos lo que lo hace perfecto”, aseguró el ex Audioslave en una entrevista de MTV a finales de los 90 ‘s.
Y la química de la que habla Morello se percibe a lo largo y ancho de la placa. El primer corte de difusión fue ”Bulls On Parade”(a la postre, el tema más recordado de todo el álbum), un track precioso que define la propuesta de RATM en poco más de tres minutos y que le valió una nominación al Grammy por Mejor Interpretación de Hard Rock en aquel 1996.
La portada, a diferencia del disco homónimo, juega con una imagen animada de un niño que parodia a aquellas icónicas animaciones de Coca-Cola pero con una capa y la E de ”Evil Empire” en su remera.
El disco abre con ”People Of The Sun”, pista con una construcción compositiva intrincada pero eficaz, que además encuentra a Zack De La Rocha reivindicando la lucha Zapatista de los aborígenes mexicanos de Chiapas ante el capitalismo furioso que intentaba avasallar su territorio y sus derechos.
Otra de las canciones recordadas de este LP es ”Vietnow”, donde la influencia zeppeliana de Morello tiene rienda suelta acompañada de una letra que ataca a las radios de derecha mainstream en Estados Unidos. De todas maneras, los once tracks tienen un propósito de lucha y protesta que hacen de este recorrido, un álbum equilibrado con respecto a líricas e instrumentación. Muchas de las letras estuvieron inspiradas por obras de James Baldwin, George Orwell, Noam Chomsky o Norman Mailer. En palabras de De La Rocha: ”Ciertamente no encontré ninguno de esos libros en la biblioteca de mi University High School. Muchos de esos libros pueden dar a las personas una nueva perspectiva sobre el miedo y el dolor que podrían estar experimentando como resultado de algunas de las muy feas políticas que el Gobierno nos impone”.
Pero uno de los acontecimientos fundamentales en la historia de este disco, que a la postre le jugó a favor a toda la banda en la llegada al primer puesto de los charts norteamericanos, fue la presentación del 13 de abril de 1996 en el mítico programa de entretenimientos norteamericano Saturday Night Live. Fueron invitados una noche en que el conductor del show era, nada más y nada menos, el multimillonario y ex candidato presidencial Steve Forbes. Desde el vamos, la unión RATM-Forbes no podía ser más disfuncional.
Como idea inicial, el grupo iba a tocar dos canciones (”Bulls On Parade” y ”Bullet In The Head”) pero tras discusiones por poner banderas de Estados Unidos invertidas, más la clásica bandera de Ernesto ”Che” Guevara arriba del parlante, terminaron de ejecutar ”Bulls On Parade” y fueron obligados a abandonar el edificio de inmediato. Una clara muestra de la censura de la democracia Yanqui ante jóvenes con ideas distintas en el escenario del show prime time por excelencia en el país del norte.
Estos eventos no hacen más que enaltecer la propuesta general de RATM y darle un marco de culto que va tomando forma con el transcurso del tiempo. Y a 25 años de esta placa y con la reunión del grupo a la vuelta de la esquina, la vigencia de las letras y del sonido están a flor de piel. Por eso, para cerrar el especial, unas palabras de Zack a MTV que configuran el espíritu del conjunto: ”Me niego a creer que la comunidad musical sea parte de esta Generación X inactiva. Creo que nuestras canciones pueden invitarlos a convertirse en una fuerza seria”. El tiempo dirá si pudieron canalizar su enojo a través de la propuesta de Rage, pero de lo que sí se puede dar fe es que: una banda con un discurso antisistema supo estar número 1 en el corazón del Imperio Del Mal.
Rage Against The Machine irrumpió en los 90 con una furia musical que combinaba la rabia del rap y la furia del metal, sumado a un discurso político que interpelaba por completo a la llamada Generación X.
El homónimo álbum de 1992 rompió las bases del género, y con el paso del tiempo sus diez tracks se convirtieron en clásicos absolutos del grupo y del género en sí mismo. Pero no solo lo sonoro venía a romper con lo establecido, sino que la portada también hacía lo suyo con la imagen del monje budista de Saigón Thích Quảng Đức y su autoinmolación en repudio al gobierno vietnamita de Ngô Đình Diệm en 1963.
Después de este bombazo y su posterior fenómeno, la banda se tomó cuatro años en lanzar su segundo material de estudio y sostener la calidad de su propuesta. Es así que en 1996 llegó ”Evil Empire”, la placa que consolidó y le dio madurez al rap metal.
Por aquel entonces, la prensa especializada tejió todo tipo de confabulaciones por la larga espera de esta segunda placa, incluso al sostener que las tensiones dentro del grupo eran casi inmanejables. Lo cierto es que hasta esa época de los 90 ‘s, las bandas nuevas sacaban un disco detrás de otro, y los cuatro años de intervalo de RATM encendían más de una alarma dentro de la escena.
El versátil guitarrista de la banda, Tom Morello, sostuvo sobre este interludio: ”Los diferentes miembros de la banda tienen sus distintos intereses que han estado persiguiendo, pero principalmente, la razón principal del retraso entre discos fue tratar de encontrar la combinación correcta de nuestras diversas influencias que harían un disco con el que todos estábamos contentos y que fue genial. Esto hizo que se convierta en un proceso largo”.
”Yo diría que este disco, como el anterior, es un verdadero testimonio de la química de la banda. Es la forma en que los cuatro tocamos juntos lo que lo hace perfecto”, aseguró el ex Audioslave en una entrevista de MTV a finales de los 90 ‘s.
Y la química de la que habla Morello se percibe a lo largo y ancho de la placa. El primer corte de difusión fue ”Bulls On Parade”(a la postre, el tema más recordado de todo el álbum), un track precioso que define la propuesta de RATM en poco más de tres minutos y que le valió una nominación al Grammy por Mejor Interpretación de Hard Rock en aquel 1996.
La portada, a diferencia del disco homónimo, juega con una imagen animada de un niño que parodia a aquellas icónicas animaciones de Coca-Cola pero con una capa y la E de ”Evil Empire” en su remera.
El disco abre con ”People Of The Sun”, pista con una construcción compositiva intrincada pero eficaz, que además encuentra a Zack De La Rocha reivindicando la lucha Zapatista de los aborígenes mexicanos de Chiapas ante el capitalismo furioso que intentaba avasallar su territorio y sus derechos.
Otra de las canciones recordadas de este LP es ”Vietnow”, donde la influencia zeppeliana de Morello tiene rienda suelta acompañada de una letra que ataca a las radios de derecha mainstream en Estados Unidos. De todas maneras, los once tracks tienen un propósito de lucha y protesta que hacen de este recorrido, un álbum equilibrado con respecto a líricas e instrumentación. Muchas de las letras estuvieron inspiradas por obras de James Baldwin, George Orwell, Noam Chomsky o Norman Mailer. En palabras de De La Rocha: ”Ciertamente no encontré ninguno de esos libros en la biblioteca de mi University High School. Muchos de esos libros pueden dar a las personas una nueva perspectiva sobre el miedo y el dolor que podrían estar experimentando como resultado de algunas de las muy feas políticas que el Gobierno nos impone”.
Pero uno de los acontecimientos fundamentales en la historia de este disco, que a la postre le jugó a favor a toda la banda en la llegada al primer puesto de los charts norteamericanos, fue la presentación del 13 de abril de 1996 en el mítico programa de entretenimientos norteamericano Saturday Night Live. Fueron invitados una noche en que el conductor del show era, nada más y nada menos, el multimillonario y ex candidato presidencial Steve Forbes. Desde el vamos, la unión RATM-Forbes no podía ser más disfuncional.
Como idea inicial, el grupo iba a tocar dos canciones (”Bulls On Parade” y ”Bullet In The Head”) pero tras discusiones por poner banderas de Estados Unidos invertidas, más la clásica bandera de Ernesto ”Che” Guevara arriba del parlante, terminaron de ejecutar ”Bulls On Parade” y fueron obligados a abandonar el edificio de inmediato. Una clara muestra de la censura de la democracia Yanqui ante jóvenes con ideas distintas en el escenario del show prime time por excelencia en el país del norte.
Estos eventos no hacen más que enaltecer la propuesta general de RATM y darle un marco de culto que va tomando forma con el transcurso del tiempo. Y a 25 años de esta placa y con la reunión del grupo a la vuelta de la esquina, la vigencia de las letras y del sonido están a flor de piel. Por eso, para cerrar el especial, unas palabras de Zack a MTV que configuran el espíritu del conjunto: ”Me niego a creer que la comunidad musical sea parte de esta Generación X inactiva. Creo que nuestras canciones pueden invitarlos a convertirse en una fuerza seria”. El tiempo dirá si pudieron canalizar su enojo a través de la propuesta de Rage, pero de lo que sí se puede dar fe es que: una banda con un discurso antisistema supo estar número 1 en el corazón del Imperio Del Mal.