

El orden de los factores no altera el producto, es la sensación que nos invade ante la sorpresa de ver a Empire Of Disease de teloneros. La acción en el pequeño recinto del bar, unas 30 personas se agolparon a ver a los bilbaínos presentando su nuevo disco “Shadows In The Abyss” en estreno exclusivo por la ciudad condal, el olor a fábrica de curtidos aún se siente en el ambiente del Ceferino. “The Valley” fue el arranque death melódico para meter un cambio atrás en su discografía “With All My Hate” título que también le da el nombre. principalmente, exprimieron lo más nuevo de su repertorio “Time a New Era” como cortes de sus anteriores producciones “To Be Reborn Among Ruins” agradecidos de tocar en Barcelona escupen a toda ostia “Scum” de la voz de Pintxo Wayewta adornada con coros clásicos de un martilleo incesante death y una voz gutural rota. El final fue con dos canciones de destrucción masiva “Digging Our Graves” y “Social Dementia” con una escalas y progresiones de nivel internacional. Un lujo apreciar desde cerca a esta excelente banda vasca con proyección a futuro.
Genoma jugaron de local con otro rollo totalmente diferente en clave metal progresivo ensalzado con death, esta novel banda catalana jugó de local, logró agregar más público que sus antecesores el quinteto se plantó a defender “Theory of Time” la voz de melódica de Adrian, Gonza para los amigos contrasta con la combinación de guturales la temática psicológica e introspectiva, les acompaña en sus letras. La sección rítmica de canciones como “Prisoner of Doubt” dan al progresivo el heavy metal adornado de sutiles armonías de teclado. “Eternal Sunset” cae como anillo al dedo en la épica con unos solos de guitarra bien amaestrados por el bajo y la batería, una dualidad vocal con mucho groove metal. “Leviathan” es un viaje astral a las raíces del avant garde que mantiene la calma hasta la mitad del tema para ir in crescendo en un duelo de arreglos y velocidades, el bajo a manera de solo y los teclados adornan cada sección para terminar en la calma absoluta. Por desconocimiento se escapan algunas canciones, pero podemos reconocer algunas “Oneironaut” es una ruleta rusa de emociones con sus idas y venidas reproducen a la perfección lo logrado en el estudio. Hasta los de la barra cabecean el setlist de canciones.
Supieron facturar una potente actuación, un sábado de fiebre death metal progresivo cargado a la experimentación, la intensidad del heavy profundamente embriagado del académico progresivo. Bravo por la autoproducción alejada de las garras del capitalismo.


El orden de los factores no altera el producto, es la sensación que nos invade ante la sorpresa de ver a Empire Of Disease de teloneros. La acción en el pequeño recinto del bar, unas 30 personas se agolparon a ver a los bilbaínos presentando su nuevo disco “Shadows In The Abyss” en estreno exclusivo por la ciudad condal, el olor a fábrica de curtidos aún se siente en el ambiente del Ceferino. “The Valley” fue el arranque death melódico para meter un cambio atrás en su discografía “With All My Hate” título que también le da el nombre. principalmente, exprimieron lo más nuevo de su repertorio “Time a New Era” como cortes de sus anteriores producciones “To Be Reborn Among Ruins” agradecidos de tocar en Barcelona escupen a toda ostia “Scum” de la voz de Pintxo Wayewta adornada con coros clásicos de un martilleo incesante death y una voz gutural rota. El final fue con dos canciones de destrucción masiva “Digging Our Graves” y “Social Dementia” con una escalas y progresiones de nivel internacional. Un lujo apreciar desde cerca a esta excelente banda vasca con proyección a futuro.
Genoma jugaron de local con otro rollo totalmente diferente en clave metal progresivo ensalzado con death, esta novel banda catalana jugó de local, logró agregar más público que sus antecesores el quinteto se plantó a defender “Theory of Time” la voz de melódica de Adrian, Gonza para los amigos contrasta con la combinación de guturales la temática psicológica e introspectiva, les acompaña en sus letras. La sección rítmica de canciones como “Prisoner of Doubt” dan al progresivo el heavy metal adornado de sutiles armonías de teclado. “Eternal Sunset” cae como anillo al dedo en la épica con unos solos de guitarra bien amaestrados por el bajo y la batería, una dualidad vocal con mucho groove metal. “Leviathan” es un viaje astral a las raíces del avant garde que mantiene la calma hasta la mitad del tema para ir in crescendo en un duelo de arreglos y velocidades, el bajo a manera de solo y los teclados adornan cada sección para terminar en la calma absoluta. Por desconocimiento se escapan algunas canciones, pero podemos reconocer algunas “Oneironaut” es una ruleta rusa de emociones con sus idas y venidas reproducen a la perfección lo logrado en el estudio. Hasta los de la barra cabecean el setlist de canciones.
Supieron facturar una potente actuación, un sábado de fiebre death metal progresivo cargado a la experimentación, la intensidad del heavy profundamente embriagado del académico progresivo. Bravo por la autoproducción alejada de las garras del capitalismo.