Redes Sociales:

Redes Sociales:

NOTICIAS / AGENDA / CRONICAS / ENTREVISTAS / RESEÑAS / ESPECIALES / CONTACTO
Turnstile en Madrid: “Mosheando hacia la gloria”

Turnstile en Madrid: “Mosheando hacia la gloria”

Crónica: Oscar Gil Escobar La primera banda nominada a cinco premios Grammy en distintas categorías el mismo año (rock, metal y alternativo) está en la cresta de la ola y […]

Boris en Buenos Aires: “Hermoso Ruido Rosa”

Boris en Buenos Aires: “Hermoso Ruido Rosa”

Boris no es una banda que tuviera en mi lista de “alguna vez la veré en vivo”. No porque no tuviera todas las ganas del mundo desde que los descubriera […]

Hanabie en Barcelona: “Kawaii, Purpurina y Metal”

Hanabie en Barcelona: “Kawaii, Purpurina y Metal”

El 29 de noviembre la Sala 2 de Apolo se convirtió en el epicentro de una de esas noches que recuerdan por qué Barcelona es terreno fértil para el metal […]

Nailed to Obscurity en Copenhague: “Oscuridad en ascenso”

Nailed to Obscurity en Copenhague: “Oscuridad en ascenso”

Las noches frías de Copenhague suelen ser una invitación perfecta para buscar refugio en la intensidad del metal en vivo. Y eso fue exactamente lo que ocurrió en Spillderest Stengade, […]

Cruces Negras en Buenos Aires: “Mucho más que un homenaje”

Cruces Negras en Buenos Aires: “Mucho más que un homenaje”

Crónica Rosario Árbol – Fotos Maru Debiassi Con el calor sin darnos tregua, Club V nos citaba a homenajear al más grande. Un poco antes de las 20.30 ya nos […]

Candlemass en Roskilde: “Cuarenta años de oscuridad y vigencia”

Candlemass en Roskilde: “Cuarenta años de oscuridad y vigencia”

Hay géneros que no alcanzan la masividad, pero sí una buena cantidad de fans como para que la escena pueda subsistir. En el caso del Doom Metal, es un género con […]

The Troops of doom en Madrid: “Cuando la pasión supera al aforo”

The Troops of doom en Madrid: “Cuando la pasión supera al aforo”

Madrid, 27 de noviembre de 2025. La música underground a menudo se libra en escenarios donde la pasión del artista y la entrega del técnico de sonido deben suplir las deficiencias logísticas. Esta […]

Morbidfest en Copenhague: “Leyendas que aún muerden”

Morbidfest en Copenhague: “Leyendas que aún muerden”

Estamos en un momento de la historia donde bandas icónicas y fundacionales están dando lo último que les queda. Pero, por suerte, en su mayoría lo hacen con gran dignidad. […]

Heretic Steel Fest: Ambush brilló y el heavy metal fue el gran ganador

Heretic Steel Fest: Ambush brilló y el heavy metal fue el gran ganador

Esta nueva crónica quiero arrancarla de otra manera. Esta vez invertiré las líneas de los saludos que habitualmente dejo para el final para, en esta ocasión, poner sobre la mesa […]

Cradle of Filth en Copenhague: “Cuando los invitados superan al anfitrión”

Cradle of Filth en Copenhague: “Cuando los invitados superan al anfitrión”

El éxito de una banda no solo depende de la calidad de productos que ofrezca, sino también de su management. En el caso que nos convoca hoy, Cradle of Filth, se supo […]


The Exploited en Buenos Aires: “El Grito Final de la Anarquía”
thumb image

Foto de Portada: Facundo Di Salvo (Blackowl.ph)

El viernes 3 de mayo, Groove fue una olla a presión a punto de estallar. La excusa: el regreso de The Exploited a la Argentina, esta vez en el marco de su gira “40 Years of Chaos”. Pero lo que vivimos esa noche en Palermo superó cualquier expectativa. No fue solo un show: fue una descarga de furia, sudor, pogo salvaje y una comunión punk que pocas veces se ve con tanta intensidad. Desde temprano, las inmediaciones del boliche se poblaron de pelos en punta, cadenas, tachas, crestas y batidos imposibles que parecían desafiar la gravedad. Se respiraba ese aire tan particular que mezcla ansiedad, ritual y una necesidad urgente de romper todo. El punk no estaba muerto, ni cerca. Solo esperaba su momento para explotar.

Antes del plato principal, Leila Harlac se encargó de abrir la noche con un show de aproximadamente media hora más que aceptable en donde sonaron temas propios y varios covers que generaron una buena respuesta del público. Se destacaron versiones de clásicos como “Represión” de Los Violadores, “Last Caress” de Misfits, “Blitzkrieg Bop” de los entrañables Ramones y “The Kids Aren’t Alright” de the Offspring, con la que cerraron su set. Fue un repaso enérgico por influencias claras que sirvió como calentamiento para lo que se venía.

Hasta faltando unos 25 minutos para que arranque The Exploited, la pista lucía sorprendentemente vacía. Uno podría haber pensado que, al ser el último show de los escoceses en esta parte del mundo, el lugar estaría lleno desde temprano. Pero eso cambió rápidamente: en cuestión de minutos, el Groove se transformó en una caldera. Debo reconocer que no soy bueno calculando pero estimo que cerca de mil personas terminaron copando el lugar, entre la planta baja y las plateas altas que se habilitaron para quienes querían escapar del pogo demencial que se avecinaba.

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Evaristo Páramos en Buenos Aires: El rugido del punk ibérico

Siendo exactamente las 21:12, el infierno se desató cuando Wattie Buchan y los suyos salieron con todo y no dieron tregua. Desde el primer acorde fue un bombardeo que convirtió el lugar en zona de guerra. The Exploited tocó como si el tiempo no hubiera pasado, con una energía que deja en ridículo a bandas con la mitad de su trayectoria. Wattie, con su presencia feroz y mirada filosa, escupía cada letra con la misma rabia de los años ’80. El tipo sigue siendo un símbolo de furia punk, curtido en mil batallas y aún indomable.

El setlist fue una ráfaga de clásicos inapelables. “Let’s Start a War”, “UK ’82”, “Chaos Is My Life”, “I Believe in Anarchy”, “Beat the Bastards”, “Dogs of War” y “Fuck the System” fueron algunos de los temazos que sacudieron a un público en estado de ebullición constante. El pogo fue brutal, una mezcla de caos y hermandad que se sintió como una tormenta colectiva: cuerpos chocando, levantándose, abrazándose, y volviendo a lanzarse sin miedo.

El personal de seguridad tuvo un trabajo extra. Durante varios temas, los láseres del personal iban y venían buscando entre el mar de gente a los punkis que hacían crowdsurfing montados en los hombros de algún amigo o de un compañero ocasional. Era una escena de batalla gloriosa: un torbellino humano en el que nadie salía ileso, pero todos salían felices. Más atrás, quienes preferían evitar el impacto directo del pogo seguían el show desde la baranda o las gradas, pero con el mismo fervor. No importaba la edad, el look o cuánto sabías del repertorio: esa noche éramos todos parte del mismo equipo.

Wattie no habló mucho, como siempre. No hace falta. Su cuerpo, su voz y su actitud lo dicen todo. The Exploited no necesita discursos largos ni pirotecnia. Lo suyo es la crudeza, el mensaje directo, la música que golpea sin filtro. Y eso fue exactamente lo que entregaron. Algunas de las “pastillas” más destacadas de la noche incluyeron el momento en que Wattie posó con una camiseta de la selección argentina con su nombre en la espalda, y otro aún más provocador, una camiseta del equipo que perdió la final de la Copa Libertadores 2018 en Madrid. Esto desató una oleada de cánticos cruzados, a favor y en contra, al mejor estilo de una cancha de fútbol.

El cierre fue tan explosivo como el arranque. Como es costumbre, para uno de los bises se invitó al público a subir al escenario para interpretar “Sex and Violence“, y la cosa se descontroló tanto que, además de los músicos, había unas 100 personas sobre las tablas. Está última tanda de temas nos dejó exhaustos pero sonrientes, muchos salieron caminando por Avenida Santa Fé llenos de moretones, las remeras empapadas y seguramente con los oídos zumbando.

The Exploited se despidió del suelo argentino con la furia intacta, dejando una marca imborrable en todos los que estuvimos aquella noche. Mientras haya bandas como esta, mientras haya pogo, mientras haya gente que grite “Punks Not Dead” con el puño en alto, el punk no va a morir.

Etiquetas: , , , , , ,

The Exploited en Buenos Aires: “El Grito Final de la Anarquía”
thumb image

Foto de Portada: Facundo Di Salvo (Blackowl.ph)

El viernes 3 de mayo, Groove fue una olla a presión a punto de estallar. La excusa: el regreso de The Exploited a la Argentina, esta vez en el marco de su gira “40 Years of Chaos”. Pero lo que vivimos esa noche en Palermo superó cualquier expectativa. No fue solo un show: fue una descarga de furia, sudor, pogo salvaje y una comunión punk que pocas veces se ve con tanta intensidad. Desde temprano, las inmediaciones del boliche se poblaron de pelos en punta, cadenas, tachas, crestas y batidos imposibles que parecían desafiar la gravedad. Se respiraba ese aire tan particular que mezcla ansiedad, ritual y una necesidad urgente de romper todo. El punk no estaba muerto, ni cerca. Solo esperaba su momento para explotar.

Antes del plato principal, Leila Harlac se encargó de abrir la noche con un show de aproximadamente media hora más que aceptable en donde sonaron temas propios y varios covers que generaron una buena respuesta del público. Se destacaron versiones de clásicos como “Represión” de Los Violadores, “Last Caress” de Misfits, “Blitzkrieg Bop” de los entrañables Ramones y “The Kids Aren’t Alright” de the Offspring, con la que cerraron su set. Fue un repaso enérgico por influencias claras que sirvió como calentamiento para lo que se venía.

Hasta faltando unos 25 minutos para que arranque The Exploited, la pista lucía sorprendentemente vacía. Uno podría haber pensado que, al ser el último show de los escoceses en esta parte del mundo, el lugar estaría lleno desde temprano. Pero eso cambió rápidamente: en cuestión de minutos, el Groove se transformó en una caldera. Debo reconocer que no soy bueno calculando pero estimo que cerca de mil personas terminaron copando el lugar, entre la planta baja y las plateas altas que se habilitaron para quienes querían escapar del pogo demencial que se avecinaba.

TAMBIEN TE PUEDE INTERESAR: Evaristo Páramos en Buenos Aires: El rugido del punk ibérico

Siendo exactamente las 21:12, el infierno se desató cuando Wattie Buchan y los suyos salieron con todo y no dieron tregua. Desde el primer acorde fue un bombardeo que convirtió el lugar en zona de guerra. The Exploited tocó como si el tiempo no hubiera pasado, con una energía que deja en ridículo a bandas con la mitad de su trayectoria. Wattie, con su presencia feroz y mirada filosa, escupía cada letra con la misma rabia de los años ’80. El tipo sigue siendo un símbolo de furia punk, curtido en mil batallas y aún indomable.

El setlist fue una ráfaga de clásicos inapelables. “Let’s Start a War”, “UK ’82”, “Chaos Is My Life”, “I Believe in Anarchy”, “Beat the Bastards”, “Dogs of War” y “Fuck the System” fueron algunos de los temazos que sacudieron a un público en estado de ebullición constante. El pogo fue brutal, una mezcla de caos y hermandad que se sintió como una tormenta colectiva: cuerpos chocando, levantándose, abrazándose, y volviendo a lanzarse sin miedo.

El personal de seguridad tuvo un trabajo extra. Durante varios temas, los láseres del personal iban y venían buscando entre el mar de gente a los punkis que hacían crowdsurfing montados en los hombros de algún amigo o de un compañero ocasional. Era una escena de batalla gloriosa: un torbellino humano en el que nadie salía ileso, pero todos salían felices. Más atrás, quienes preferían evitar el impacto directo del pogo seguían el show desde la baranda o las gradas, pero con el mismo fervor. No importaba la edad, el look o cuánto sabías del repertorio: esa noche éramos todos parte del mismo equipo.

Wattie no habló mucho, como siempre. No hace falta. Su cuerpo, su voz y su actitud lo dicen todo. The Exploited no necesita discursos largos ni pirotecnia. Lo suyo es la crudeza, el mensaje directo, la música que golpea sin filtro. Y eso fue exactamente lo que entregaron. Algunas de las “pastillas” más destacadas de la noche incluyeron el momento en que Wattie posó con una camiseta de la selección argentina con su nombre en la espalda, y otro aún más provocador, una camiseta del equipo que perdió la final de la Copa Libertadores 2018 en Madrid. Esto desató una oleada de cánticos cruzados, a favor y en contra, al mejor estilo de una cancha de fútbol.

El cierre fue tan explosivo como el arranque. Como es costumbre, para uno de los bises se invitó al público a subir al escenario para interpretar “Sex and Violence“, y la cosa se descontroló tanto que, además de los músicos, había unas 100 personas sobre las tablas. Está última tanda de temas nos dejó exhaustos pero sonrientes, muchos salieron caminando por Avenida Santa Fé llenos de moretones, las remeras empapadas y seguramente con los oídos zumbando.

The Exploited se despidió del suelo argentino con la furia intacta, dejando una marca imborrable en todos los que estuvimos aquella noche. Mientras haya bandas como esta, mientras haya pogo, mientras haya gente que grite “Punks Not Dead” con el puño en alto, el punk no va a morir.

Etiquetas: , , , , , ,

thumb image
I Prevail
Violent Nature (2025)
thumb image
Murmur
Red Hill (2025)
thumb image
Sabaton
Legends (2025)
thumb image
Nvlo
Noxa (2025)

 

 



thumb image
I Prevail
Violent Nature (2025)
thumb image
Murmur
Red Hill (2025)
thumb image
Sabaton
Legends (2025)
thumb image
Nvlo
Noxa (2025)