Abbath regresó a Buenos Aires para presentarse este jueves 14/11/2023, específicamente en El Teatrito, con el propósito de mostrarnos su poderoso nuevo álbum titulado Dread Reaver. Han pasado cuatro años desde aquella vergonzosa noche en la que el artista, en un evidente estado alcohólico, no pudo siquiera iniciar el recital. En dos ocasiones intentó arrancar el tema “Count The Dead”, hubo lanzamiento de guitarra al publico, stage diving, interactuó con ellos y, finalmente, se subió al escenario para tocar los acordes de “Tyrants” de su exbanda, Immortal, lo cual duró escasos minutos más que lo anterior.
Pero volvamos al presente. Olve Eikemo, más conocido como Abbath, inició su gira por Latinoamérica en México, donde se presentó en el México Metal Fest, para luego cumplir más fechas programadas en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, donde formarán parte del Armageddon Metal Fest.
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La noche arrancó con los locales, Exterminio, seguidos por la propuesta de la encantadora Silvia Harris y sus Climatic Terra, pero antes del plato principal sonaron los Nuclear Sathan quienes dieron un espectáculo a lo Mayhem, tanto en música, voces y escenografía.
A las 21:50, con una demora de 20 minutos, las luces del teatro se apagan. La adrenalina de las 300 almas presentes se apodera del lugar, y se desata la barbarie malévola de la leyenda del black metal noruego.
Comienzan con “Acid Haze”, haciendo que el lugar explote de maldad. En este momento, se aprecia cómo el carismático blackmetalero disfruta de estar sobre las tablas, esta vez con un semblante mejorado. Suena “Dream Cull”, también de su último larga duración. La voz de Abbath suena poderosa, los riffs afilados y la batería a mil por hora. Estamos presenciando puro black metal noruego en la ciudad de Buenos Aires.
Se escuchan los acordes de “Hecate” del álbum “Outsider” de 2019. Continúan con “Ashes of the Damned”. Esta vez no hubo tanta comunicación con el soberano; simplemente se anunciaban los temas a seguir. Luego de ello, interpretaron “Dread Reaver”, dejando al público extasiado y deseoso de recibir más de ese sonido maldito que tanto nos gusta.
La actitud de Abbath sobre el escenario es contagiosa y no disminuyó en ningún momento. Hace morisquetas, saca la lengua, ríe, pero también escupe riffs a diestra y siniestra. La banda en sí sonó de maravilla de principio a fin, aunque por momentos el bajo no se notaba tanto. Las canciones de Immortal fueron las más intensas, tanto que se armó un gran pogo entre los presentes, mientras que las de Abbath en solitario eran más propicias para el headbanging.
Además de las mencionadas, otras que completaron el setlist fueron: “In My Kingdom Cold”, “Beyond the North Waves”, “One by One” (la más festejada), “The Rise of Darkness”, todas de Immortal, y para el final, “Warriors” de su ex proyecto solista, I, para el cierre se guardaron ese explosivo tema llamado “Endless”.
Después de aproximadamente una hora y media de espectáculo, la noche llega a su fin, los músicos abandonan el escenario, el telón se cierra nuevamente mientras el público se retira pero sorpresivamente, el noruego regresa de manera abrupta para despedirse una última vez, incluso lanzándose hacia la audiencia para sentir el calor de su gente.
Abbath regresó a Buenos Aires para presentarse este jueves 14/11/2023, específicamente en El Teatrito, con el propósito de mostrarnos su poderoso nuevo álbum titulado Dread Reaver. Han pasado cuatro años desde aquella vergonzosa noche en la que el artista, en un evidente estado alcohólico, no pudo siquiera iniciar el recital. En dos ocasiones intentó arrancar el tema “Count The Dead”, hubo lanzamiento de guitarra al publico, stage diving, interactuó con ellos y, finalmente, se subió al escenario para tocar los acordes de “Tyrants” de su exbanda, Immortal, lo cual duró escasos minutos más que lo anterior.
Pero volvamos al presente. Olve Eikemo, más conocido como Abbath, inició su gira por Latinoamérica en México, donde se presentó en el México Metal Fest, para luego cumplir más fechas programadas en Chile, Argentina, Uruguay y Brasil, donde formarán parte del Armageddon Metal Fest.
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A las 21:50, con una demora de 20 minutos, las luces del teatro se apagan. La adrenalina de las 300 almas presentes se apodera del lugar, y se desata la barbarie malévola de la leyenda del black metal noruego.
Comienzan con “Acid Haze”, haciendo que el lugar explote de maldad. En este momento, se aprecia cómo el carismático blackmetalero disfruta de estar sobre las tablas, esta vez con un semblante mejorado. Suena “Dream Cull”, también de su último larga duración. La voz de Abbath suena poderosa, los riffs afilados y la batería a mil por hora. Estamos presenciando puro black metal noruego en la ciudad de Buenos Aires.
Se escuchan los acordes de “Hecate” del álbum “Outsider” de 2019. Continúan con “Ashes of the Damned”. Esta vez no hubo tanta comunicación con el soberano; simplemente se anunciaban los temas a seguir. Luego de ello, interpretaron “Dread Reaver”, dejando al público extasiado y deseoso de recibir más de ese sonido maldito que tanto nos gusta.
La actitud de Abbath sobre el escenario es contagiosa y no disminuyó en ningún momento. Hace morisquetas, saca la lengua, ríe, pero también escupe riffs a diestra y siniestra. La banda en sí sonó de maravilla de principio a fin, aunque por momentos el bajo no se notaba tanto. Las canciones de Immortal fueron las más intensas, tanto que se armó un gran pogo entre los presentes, mientras que las de Abbath en solitario eran más propicias para el headbanging.
Además de las mencionadas, otras que completaron el setlist fueron: “In My Kingdom Cold”, “Beyond the North Waves”, “One by One” (la más festejada), “The Rise of Darkness”, todas de Immortal, y para el final, “Warriors” de su ex proyecto solista, I, para el cierre se guardaron ese explosivo tema llamado “Endless”.
Después de aproximadamente una hora y media de espectáculo, la noche llega a su fin, los músicos abandonan el escenario, el telón se cierra nuevamente mientras el público se retira pero sorpresivamente, el noruego regresa de manera abrupta para despedirse una última vez, incluso lanzándose hacia la audiencia para sentir el calor de su gente.