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Al Extremo, sangre por todas partes: los rastros de Charles Manson y su “Familia” en la música pesada.
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A veces, lo considerado “extremo” en música puede referirse a su contenido, no solamente al sonido, y las temáticas o personajes que cada artista toma como inspiración pueden responder a fenómenos sociales y culturales desgraciados. La virtud no necesariamente se vincula con el poder de influenciar y viceversa: el poder de influenciar no necesariamente se vincula con la virtud. Para mucha gente, lo siniestro resulta atractivo, siempre y cuando esté “controlado”: ya sea por integrar obras de arte, o por ser distante, es decir, no padecido en carne propia o sufrido por personas del entorno cercano. Los límites se corren cuando, por ejemplo, nos encontramos con la novela “A Sangre Fría” (1966) de Truman Capote, o volviendo a la música, la canción “Angel of Death” (1986) de Slayer, donde la referencia a tragedias reales puede herir susceptibilidades y dar lugar a suspicacias. Las letras de Cannibal Corpse, por más “gore” que sean, pertenecen a la ficción. El tipo de problema del que hablamos surge cuando la necesidad de separar la obra de la personalidad que la creó se convierte en un desafío ético. El Black Metal, por ejemplo, abunda en artistas que cometieron homicidios, crímenes de odio o incluso abusos sexuales.

El tristemente célebre caso de Charles Manson con su grupo de pertenencia conocido como “la Familia” y los asesinatos brutales que algunas de esas personas cometieron en 1969 en California, son un ejemplo claro de esto. Hay quienes consideran que esas masacres marcaron el final de la “Primavera Hippie”. Sin embargo, aunque pueda ser cierto en cuanto al impacto histórico, Manson y la Familia no eran hippies. De hecho, se autodenominaban “slippies” por el creepy crawling que llevaban a cabo: se metían en residencias de gente rica, para mover las cosas de lugar y quizás robarse algo, todo con tal de dejar en claro que alguien había estado allí inadvertidamente, lo cual generaba una gran sensación de inseguridad. Es cierto que consumían drogas psicodélicas, pero no para “expandir la conciencia”, sino para anularla; para disolver la moral y la individualidad, promoviendo la sujeción a una comunidad sin horizontes realistas. También llevaban a cabo constantes orgías, pero no como expresión del “amor libre”, sino como un acto instintivamente gregario, una expresión de animalidad con la misma función que el consumo de sustancias: reducir la condición humana cortando todos los apegos verdaderos, excepto a un ambiguo espíritu colectivo encarnado en una figura idealizada. A su vez, hablaban mucho de la muerte y expresaban demasiado odio contra las clases acomodadas, como para predicar el “flower power”. Justificaban la violencia, en vez de buscar la paz. La comunidad vivía en un enorme y demacrado rancho en el desierto que solía utilizarse como set de filmación para Westerns, un lugar llamado Spahn Ranch, propiedad de un octogenario solitario y ciego, George Spahn, que aceptaba la convivencia a cambio de recibir mínimos cuidados.

El 8 de agosto de 1969, los integrantes de la Familia, Tex Watson, Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Linda Kasabian irrumpieron en la residencia de Cielo Drive 10050 en la que vivían el director de cine polaco Roman Polanski y su esposa, la actriz estadounidense Sharon Tate, que se hallaba embarazada de ocho meses. El niño en su vientre podría haber nacido sano. En esa fatídica noche, Polanski estaba en Inglaterra, pero en la casa se encontraban Tate y cuatro personas de su círculo íntimo: Jay Sebring, Voytek Frykowski y Abigail Folger. También estaba dentro de la propiedad un joven empleado llamado Steven Parent. Todas estas personas fueron cruelmente asesinadas con disparos, puñaladas y golpes. Sus homicidios ocurrieron después de otros también perpetrados por la Familia, y les siguieron los del matrimonio LaBianca, un caso que contribuyó a sembrar el terror en las clases media y alta de Los Ángeles. En la residencia de Cielo Drive se hallaron mensajes escritos con la sangre de las víctimas: “Pig”, “Death to Pigs” y “Healter Skelter” (“Helter Skelter” con un error de ortografía o una modificación deliberada).

Si bien Manson no asesinó a nadie con sus propias manos (solamente se pudieron demostrar violentos ataques previos a ciertas personas), es innegable que no podía desligarse de toda responsabilidad, puesto que -de una manera u otra- propició las condiciones para que los crímenes ocurrieran, creando una comunidad de personalidades inestables a las que expuso incesantemente a su prédica de desprecio visceral contra el establishment, sobre el significado -incluso poético- de la muerte y en torno al resentimiento radical que sentía hacia la industria musical y la farándula. Murió en la cárcel por recibir una condena tan severa como la de quienes sí cargaron con la autoría material de los hechos, y admiraban el sincrético conjunto de ideas que el músico de carrera frustrada tenía, que mezclaba nociones tomadas de religiones New Age, el Budismo, la Biblia, la filosofía de los pueblos originarios norteamericanos e interpretaciones personales de la cultura popular, todo atravesado por un gélido pesimismo producto de haber pasado la mayor parte de su vida en institutos de menores y prisiones debido a variados delitos, principalmente robos. Esa combinación de preconceptos era comunicada con el carisma y la planificación de un psicópata y logró captar un séquito de decenas, sino cientos de personas (no siempre la misma gente). Recordemos que las personalidades psicopáticas suelen ser públicamente encantadoras (lo que les permite la manipulación), carecer de empatía afectiva (lo que hace que prácticamente no experimenten ningún sentimiento de culpa), tienden a ser narcisistas (algo que las lleva a ponerse en el lugar de víctimas cuando se las cuestiona) y poseen un nivel de inteligencia suficiente para lograr concretar sus propósitos con impunidad, a menos que alguien descubra lo que se esconde detrás de su fachada. Además, por lo general, tienen un historial de conductas disruptivas y oposicionistas ante toda autoridad ya desde la niñez y la adolescencia.

La condena de Manson fue posible por el crédito dado a la construcción que el ya fallecido fiscal Vincent Bugliosi realizó a partir de seleccionar todos los elementos que le sirvieran para dar sustento (por más frágil que fuera) a su argumento, deliberadamente dejando afuera (hasta podría decirse “filtrando”) cualquier información que pudiera abrir otras líneas de investigación, como las ligadas al comercio de drogas, las decepciones con el negocio de la música, la participación de agencias federales, o la mera intención de tratar de encubrir -de manera impulsiva y desordenada- otros delitos graves que no deberían haber sucedido en un principio. Este accionar del fiscal tenía, además del objetivo de condenar a Manson, estableciendo su supuesta autoría intelectual (que no es lo mismo que instigación), el de mantener “limpias” a las famosas víctimas, aunque luego se supiera que sus vidas ocultaban secretos bastante oscuros.

En cualquier caso, la famosa teoría de Bugliosi, expuesta en su best-seller “Helter Skelter. The True Story of the Manson Murders” (1974), puede resumirse en que Manson interpretaba el homónimo disco doble de los Beatles, comúnmente llamado “Álbum Blanco” (1968), como un mensaje que hacía referencia a una inminente y catastrófica guerra racial (negros contra blancos) que él debía incitar enviando a su grupo a cometer las atrocidades que llevó a cabo. La raza negra aniquilaría a la blanca, y mientras la guerra durara, él y la Familia se ocultarían en una cueva secreta en el desierto de Death Valley, para luego reaparecer cuando la clase triunfadora se viera necesitada de liderazgo, pues tras una larga historia de sumisión, no sabría hacerse cargo de su propio destino. Creer que, tras una guerra racial, “los negros” aceptarían seguir a un blanco, resulta hasta ofensivo, casi en línea con el planteo que hace Quentin Tarantino en “Django Unchained” (2012): el sentimiento de inferioridad internalizado. Las canciones del disco de los Beatles que contendrían el mensaje oculto que solamente Manson leía entre líneas eran “Helter Skelter”, “Piggies”, “Black Bird”, “Revolution 1”, “Revolution 9”“Rocky Racoon”, “Honey Pie” y “Sexy Sadie” (este último en retrospectiva, por la “coincidencia” con el nombre de una integrante de la Familia, aunque Manson ya la llamara así antes de que saliera el disco). Algunos también señalan “Dear Prudence” (por cierta relación con Prudence Farrow, hermana de Mia Farrow, amiga de Sharon Tate, que era discípula de un gurú que la trataba severamente), aunque en verdad, muchas veces la gente simplemente parece encontrar lo que quiere, aunque no esté allí. Tal vez como lo hizo Manson, o el mismo Bugliosi.

Ya hay bastante escrito sobre los contactos entre Manson y los Beach Boys, Neil Young, Jim Morrison, y otras figuras del Rock de los 60’s. Hay numerosos artículos disponibles al respecto, con listados detallados de eventos y canciones de bandas de diversos géneros en los que se encuentran referencias al personaje de Manson, su clan y lo que hicieron: los Beach Boys (“Never Learn Not To Love”, 1968, originalmente compuesta por Manson con el título “Cease to Exist” y por la que no se le dio ningún crédito), Neil Young (“Revolution Blues”, 1969), Ramones (“Glad To See You Go”, 1977), Sonic Youth (“Death Valley ’69”, 1985), Cavaret Voltaire (“Hell’s Home”, 1985), The Flaming Lips (“Charles Manson Blues”, 1986), The Lemonheads (“Your Home Is Where You’re Happy”, 1988, versión de un tema de Manson, también tocado por Redd Kross y Devendra Banhart)… The Lemonheads además incluyeron parte de “Big Iron Door”, de Manson, en su track “Left for Dead” de 1990), Crispin Glover hizo su cover de “I’ll Never Say Never to Always” (1989) de Manson, Skinny Puppy (“Worlock”, incluye una grabación de la voz de Manson, 1989), Guns N’ Roses (“Look at Your Game, Girl” –compuesta por el propio Manson- 1993), Meat Machine (“Charles Manson (Rise and Fall)”, 1993), The Brian Jonestown Massacre  versionó “Arkansas” – de Manson- como “Arkansas Revisited” en su EP de 1999, Alkaline Trio (“Sadie”, 2005), Lil Ugly Mane compuso el track “Iron Door” (2013) con fragmentos de “Big Iron Door” de Manson, y la lista puede seguir. La banda inglesa Kasabian, toma su nombre de Linda Kasabian, la “testigo estrella” del juicio contra Manson y la Familia. Si bien ella participó de los eventos de Cielo Drive 10050, logró quedar libre, tras llegar a un acuerdo con el fiscal Bugliosi para incriminar a sus camaradas siguiendo la línea argumental de la teoría oficial del caso. En Argentina, contamos con los ejemplos de Fun People (“Helter Skelter (Revisited)”, 1995) y Babasónicos (“Sharon Tate”, 1997). Rob Zombie prestó su voz para narrar los hechos en un reciente documental “Charles Manson: The Final Words” (2017) que expone una explicación alternativa de los hechos por los que fue condenado el tan temido personaje, en contraposición con todo lo planteado por el fiscal Bugliosi. Por eso la propuesta aquí será focalizar en la influencia sobre lo que llamaremos Música Pesada y no profundizar en el impacto que tuvo en otros géneros o en la cultura en general. 

Antes de continuar, cabe aclarar que la mayoría de las canciones originales versionadas por otros músicos se encuentran en el disco de Manson editado bajo el nombre “Lie: The Love and Terror Cult” (1970) y cuyo arte de tapa es una parodia de la portada de Life Magazine de diciembre de 1969. En este punto, debemos decir que la música de Charles Manson sonaba a una mezcla de lo hecho por Bob Dylan, Neil Young, Johnny Cash y Syd Barrett, entre otros, pero con un nivel de composición y sonido más precarios. Esto no quita que puedan encontrarse algunas piezas meritorias, aunque lejos de la posibilidad del estrellato.

Tras el éxito del disco debut de Nine Inch Nails, “Pretty Hate Machine” (1989), Trent Reznor alquiló en 1992 la residencia de 10050 Cielo Drive, donde ocurrieron los ya comentados asesinatos. Supuestamente, Reznor desconocía este hecho, algo que resulta poco creíble, en especial considerando lo que hizo después. Al estudio allí instalado lo bautizó “Le Pig” y en él permaneció durante 18 meses antes de abandonar el lugar y que éste fuera demolido. En esa locación grabó el EP “Broken” (1992), el álbum “The Downward Spiral” (lanzado en 1994, pero grabado entre 1992 y 1993) -quizás su Opus Magnum- y el videoclip del tema “Gave Up” en el que también participa quien, en ese momento, era su protegido: Marilyn Manson, que como ya es vox populi, toma su nombre artístico de las figuras de Marilyn Monroe y, justamente, Charles Manson. Además, si pensamos en “The Downward Spiral”, vamos a encontrar tracks como “Piggy”, “March of the Pigs”, e incluso “Big Man With a Gun”. Si bien esto es una especulación, no sería demasiado extravagante pensar que “The Downward Spiral” (“La Espiral Descedente”) podría ser una metáfora en la que confluyen los dos significados de la expresión inglesa “Helter Skelter”: confusión y tobogán en espiral. Por otro lado, parte del disco debut de Marilyn Manson, “Portrait of an American Family” (“Retrato de una Familia Americana”) editado en 1994, también fue grabado en Le Pig, el estudio de 10050 Cielo Drive. El título del álbum de Marilyn Manson, a su vez, no deja de ser sugestivo.

Muchos años después, Reznor se habría percatado del “mal gusto” de su accionar cuando Debra Tate, hermana de la actriz asesinada, lo increpó preguntándole si estaba usando el crimen en beneficio de su carrera. El músico contestó que solamente se trataba de mera inspiración en un hecho que ya formaba parte del folklore estadounidense, pero bajo ningún punto de vista estaba de acuerdo con nada de lo allí sucedido. No obstante, cabe señalar que Reznor se llevó la puerta de entrada a la casa, en la que habían escrito “Pig” con la sangre de Tate durante la noche de los asesinatos. La puerta estuvo instalada en sus posteriores estudios de grabación, y actualmente no se sabe si sigue estando en poder de Reznor como souvenir del lugar en donde se creó la que quizás sea su mejor obra.

Marilyn Manson, además de grabar parte de su primer álbum en “Le Pig”, incluyó en una de las canciones, “My Monkey” algunos clips de audio de entrevistas a Charles Manson y versos seleccionados de “I’m a Mechanical Man” (tema que cantaba el Manson original). A su vez, no es muy pretencioso afirmar que sus discos “Antichrist Superstar” (1996) y “Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death)” (2000), solo por nombrar algunos, están plagados de referencias que parecen ecos de la crisis existencial generalizada que desataron los crímenes de 1969. De hecho, la canción “The Beautiful People” comienza con una breve grabación distorsionada de la voz del asesino Tex Watson. Más allá de eso, la letra se basa en el libro homónino de la escritora Marylin Bender (1967), que trata sobre los escándalos del jet-set.

Por otra parte, mientras creaba “Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death)”, se tomó un tiempo para grabar una canción compuesta por Charles Manson, “Sick City”, que publicó como regalo de San Valentín a su audiencia ese mismo año, y luego volvió a compartirla sin comentarios, el día en que su autor falleció (19 de noviembre de 2017) a los 83 años. A pesar de la admiración de Marilyn por Charles, este último le envió una carta desde la cárcel haciéndole saber el desagrado que sentía por lo que él hacía.

Los proyectos de Philip Anselmo son profusos en referencias a Manson. El tema “Message In Blood” del disco de Pantera “Cowboys From Hell” (1989) es una referencia clara a los escritos dejados por la Familia en las escenas de los crímenes, lo mismo que “Uplift” del último álbum de la banda, “Reinventing the Steel” (2000) que recoge la frase pronunciada por Manson “No Sense Makes Sense” (“El sinsentido tiene sentido”). “Where I’m Going” del disco Down II: A Bustle in Your Hedgerow” (2002) menciona los ojos de Charles Manson.  Por último, Superjoint Ritual, en su álbum “Use Once and Destroy” (2002) tiene una canción llamada “Creepy Crawl”, en referencia a lo que hacía la Familia Manson para asustar a la clase acomodada mucho antes de empezar a matar gente. Dentro del círculo de Anselmo, la banda Eyehategod utilizó la imagen de Manson como parte de su merchandising. Las remeras de Charles Manson ya venían siendo empleadas, de todas maneras, por figuras como GG Allin, Axl Rose y el mismo Anselmo.

Dwid Hellion de la banda Integrity siempre respetó la figura de Charles Manson, a quien veía como un preso político y un mártir religioso. Sin embargo, no es por su ideología política que estuvo preso, ni tampoco se sacrificó por ninguna doctrina. Se dice que Manson fue “endorser” del disco “Humanity Is the Devil” (1996), y el grupo usó la imagen de Manson en las tapas del compilado “Palm Sunday” (2006) y del EP “Walpurgisnacht” (2008). Las reediciones en vinilo de 2010 del álbum “To Die For” (2003) fueron lanzadas con tres portadas de fotografías y colores distintos: una de Sandra Good (azul, por su apodo “Blue”), otra de Lynette Fromme (roja, por su apodo “Red”) –ambas integrantes de la Familia- y otra del propio Manson (en blanco y negro).  Además, Hellion ayudó a Manson a editar algunas canciones. Este músico siempre sostuvo que el juicio que condenó a Manson fue irregular, además de expresar su respeto por ATWA, tema que abordaremos a continuación.

System Of A Down incluyó en su disco “Toxicity” (2001) -cuya portada hace referencia a Hollywood- una canción denominada “ATWA”. Antes de explicar de qué se trata, nótese la evidente similitud entre “Toxicity” y “Sick City”, título de una canción de Manson.  ATWA (“Air, Trees, Water, Animals” o sea “Aire, Árboles, Agua, Animales”) sería algo así como una colección de trilladas ideas ecologistas en las que se basa una humilde organización constituida por unas pocas personas que formaron parte de la Familia, e intentan dar continuidad a una de las escasas cosas positivas, junto con algunas buenas canciones, que podría rescatarse del caos de ideas que había en la mente del psicópata. Daron Malakian, guitarrista de SOAD, aclarando que rechaza todos los crímenes cometidos, planteó que simpatiza con las ideas de Manson en cuanto a la naturaleza y la sociedad. El resto de la banda parece estar de acuerdo. A su vez, con su proyecto paralelo, Scars On Broadway, grabó una canción denominada “3005” (2008) cuya letra incluye un sutil elogio a Manson.

La introducción del álbum debut de Slipknot (1999), denominada “742617000027” tiene una grabación de un documental sobre la Familia, en el que se oye hablar a Corey Hurst, una ex compañera de celda de Susan Atkins. Al mismo tiempo, esa idea de “no poder mirar California sin los ojos de Marlon Brando” (en la canción “Eyeless”) refuerza la reflexión que comentaremos más adelante en relación con lo que representa esa parte de los Estados Unidos en el imaginario global. Los suecos de The Haunted incluyeron en el arte de su disco “Made Me Do It” (2000), fotografías de Charles Manson y Tex Watson. Todas las letras del álbum remiten a la oscuridad que implica el asesinato de personas, aunque sin referencias directas a ningún homicida en particular.

Uncle Acid and the Deadbeats, banda británica de Stoner Doom Metal, hizo su versión de otra canción de Manson, “Get On Home” (2013) y dentro del mismo estilo, el grupo japonés Church Of Misery, en su álbum “Born Too Late” (1998) incluyó el tema “Spahn Ranch”. Con anterioridad, Monster Magnet, en su canción “Spine of God” del disco homónimo (1992), habla de Susan Atkins, quien, como ya vimos, estuvo directamente involucrada en los sucesos de Cielo Drive.

Henry Rollins mantuvo correspondencia con Manson entre 1984 y 1987, y discutieron sobre la posibilidad de que el cantante Black Flag fuera productor de un disco del condenado a prisión perpetua, algo que se habría desestimado debido a las múltiples amenazas de muerte recibidas. El álbum se iba a llamar “Completion” y si bien fue grabado (existen seis copias), no sabemos si alguna vez verá la luz como tal. De todas maneras, las canciones de Manson fueron saliendo a la luz, más allá de ese primer disco de 1969, en ediciones como la grabación en vivo “Poor Old Prisoner Boy” (1989), el bootleg “Charles Manson Live at Saint Quentin” (1983), “Charles Manson. Commemorating Sixty Years of Struggle against Cowardice, Stupidity, and Lies” (1995), “Unplugged 9.11.67 Volume 1” (1998), “All the Way Alive” (2003), “One Mind” (2005), “Air” (2010) y “Trees” (2011), entre otros.

Generation Kill, la banda de Rob Dukes, ex-cantante de Exodus, lanzó este año el disco “MK- Ultra”, inspirado en el libro “Chaos: Charles Manson, the CIA, and the Secret History of the Sixties” (2019), escrito por Dan Piepenbring y Tom O’Neill, en el que se indagan explicaciones vinculadas a los crímenes de la Familia que son alternativas a las expuestas por Bugliosi y que incluyen información acerca de la participación de diversas agencias federales estadounidenses y secretos de las celebridades. El foco está puesto en los comprobados programas clandestinos de la CIA -en especial- para manipular disidentes y enemigos mediante el uso de drogas como el LSD y otras aberrantes técnicas de control de la conducta.

No solamente estas figuras de los 90’s o posteriores se hicieron eco de lo hecho por Manson y su Familia. Vamos a encontrar conexiones con clásicos del Heavy Metal como Ozzy Osbourne y Deep Purple, o del Punk como GG Allin y Poison Idea. Ozzy incluyó en su disco “No Rest For The Wicked” (1988), la canción “Bloodbath In Paradise” que claramente trata sobre los crímenes de la Familia y no deja de ser interesante cómo marca la veta que luego siguieron todos los demás: la de señalar los conflictos latentes en una zona de los Estados Unidos infestada de contradicciones, donde el más opulento glamour coexiste con la marginalidad y la miseria humana más desoladoras.

La conexión con Deep Purple puede resultar más indirecta y controversial. El guitarrista Bobby Beausoleil era parte de la Familia y formó la banda The Orkustra junto al violinista David LaFlamme, quien luego armó otro grupo llamado It’s a Beautiful Day, cuya canción “Bombay Calling” (1969) resulta demasiado similar a “Child In Time” (1970) de la banda británica. Beausoleil fue encarcelado antes de los asesinatos en Cielo Drive, por el homicidio de Gary Hinman, un profesor de música a quien, previamente, Manson le había cortado una oreja usando un machete.

GG Allin  tocó “Garbage Dump” (1987), un cover de Manson, mientras Poison Idea, en 1988, escribió sobre los asesinatos de la Familia en su EP “Getting The Fear”, en el que usan fragmentos de grabaciones de un grupo llamado The Witches of Mendocino, que incluía a Susan Atkins y Patricia Krenwinkel, integrantes del séquito de Manson. Veinte años después, su baterista, Steve Hanford fue condenado por robo y en prisión conoció a Beausoleil, con quien estableció un buen vínculo. También hay polémica con respecto a la posible participación de Beausoleil en los coros del disco “Freak Out!” (1966) de The Mothers of Invention, banda de Frank Zappa, algo que no es reconocido en los créditos (tal como hicieron los Beach Boys con Manson).

Para finalizar, podríamos hacer el experimento mental que propone Tarantino en “Érase una vez en Hollywood” (2019), y preguntarnos qué habría pasado si la banda criminal se hubiera equivocado y entrado a otra casa, pasando a ser víctima de la furia de quienes allí se encontraban, es decir: si la historia hubiera sido al revés y quienes morían eran quienes habían salido para matar. Charles Manson sería un desconocido y habría que borrar todo el impacto en forma de canciones, nombres, títulos, comentarios, fetiches, y referencias dentro del paisaje de la Música Pesada. Esto no significa atribuirle a Manson el rol de catalizador de un movimiento contracultural: le quedaría demasiado grande. Sin embargo, es innegable que cristalizó un fermento social y formó parte de un contexto que marcó el zeitgeist reflejado por el arte. Si es un ícono, es uno lamentable. No fue una víctima inocente. Fue el síntoma de una enfermedad. Y como ser humano, cultivó lo que sembró, quizás ignorando que había estado sembrando algo que terminaría para siempre regado en sangre.

Referencias: 

Inglés 

https://www.washingtonpost.com/outlook/five-myths/five-myths-about-charles-manson/2019/08/22/4a6ac204-c42a-11e9-b72f-b31dfaa77212_story.html

https://www.kerrang.com/the-15-best-songs-about-the-manson-family

https://www.rollingstone.com/culture/culture-lists/charles-mansons-musical-legacy-a-murderers-words-in-9-tracks-98883/

https://www.theguardian.com/music/2010/dec/15/henry-rollins-charles-manson

https://www.songfacts.com/facts/pantera/message-in-blood

https://noisecreep.com/integrity-continue-endorsed-by-charles-manson/

https://www.rollingstone.com/feature/charles-manson-today-the-final-confessions-of-a-psychopath-58782/

https://www.radiox.co.uk/artists/kasabian/kasabians-name-was-actually-inspired-by-the-manson/

https://loudwire.com/system-of-a-down-daron-malakian-defends-very-sad-comments-death-charles-manson/?utm_source=tsmclip&utm_medium=referral

https://www.rollingstone.com/culture/culture-features/book-charles-manson-cia-secret-history-1960s-tom-oneill-856651/amp/?fbclid=IwAR1CSKaPIsJ8AoZ61sHux4eLXA6ygaTHyTIcCO97NuNKRYP-MEZAlYUWiwo

https://coffeeordie.com/charles-manson-cia/?fbclid=IwAR24IsU3THYho57SBtHD7eSgRs3i50_YF0vQV7HlSgtX4cJWQDgnNn00MyI

Bugliosi, V., & Gentry, C. (1994). Helter Skelter. The True Story of the Manson Murders. USA: Norton.

 Español 

https://indiehoy.com/indieayer/le-pig-la-curiosa-relacion-entre-nine-inch-nails-y-charles-manson/

https://www.indierocks.mx/musica/noticias/rob-zombie-narrara-un-documental-sobre-charles-manson/

https://culturacolectiva.com/musica/atemorizante-carta-de-charles-manson-a-marilyn/

https://condenadofanzine.com/2017/11/20/cuando-henry-rollins-fue-el-productor-de-charles-manson/

De Caro, Sebastián (2019). Cielo Drive. Buenos Aires: Reservoir Books.

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A veces, lo considerado “extremo” en música puede referirse a su contenido, no solamente al sonido, y las temáticas o personajes que cada artista toma como inspiración pueden responder a fenómenos sociales y culturales desgraciados. La virtud no necesariamente se vincula con el poder de influenciar y viceversa: el poder de influenciar no necesariamente se vincula con la virtud. Para mucha gente, lo siniestro resulta atractivo, siempre y cuando esté “controlado”: ya sea por integrar obras de arte, o por ser distante, es decir, no padecido en carne propia o sufrido por personas del entorno cercano. Los límites se corren cuando, por ejemplo, nos encontramos con la novela “A Sangre Fría” (1966) de Truman Capote, o volviendo a la música, la canción “Angel of Death” (1986) de Slayer, donde la referencia a tragedias reales puede herir susceptibilidades y dar lugar a suspicacias. Las letras de Cannibal Corpse, por más “gore” que sean, pertenecen a la ficción. El tipo de problema del que hablamos surge cuando la necesidad de separar la obra de la personalidad que la creó se convierte en un desafío ético. El Black Metal, por ejemplo, abunda en artistas que cometieron homicidios, crímenes de odio o incluso abusos sexuales.

El tristemente célebre caso de Charles Manson con su grupo de pertenencia conocido como “la Familia” y los asesinatos brutales que algunas de esas personas cometieron en 1969 en California, son un ejemplo claro de esto. Hay quienes consideran que esas masacres marcaron el final de la “Primavera Hippie”. Sin embargo, aunque pueda ser cierto en cuanto al impacto histórico, Manson y la Familia no eran hippies. De hecho, se autodenominaban “slippies” por el creepy crawling que llevaban a cabo: se metían en residencias de gente rica, para mover las cosas de lugar y quizás robarse algo, todo con tal de dejar en claro que alguien había estado allí inadvertidamente, lo cual generaba una gran sensación de inseguridad. Es cierto que consumían drogas psicodélicas, pero no para “expandir la conciencia”, sino para anularla; para disolver la moral y la individualidad, promoviendo la sujeción a una comunidad sin horizontes realistas. También llevaban a cabo constantes orgías, pero no como expresión del “amor libre”, sino como un acto instintivamente gregario, una expresión de animalidad con la misma función que el consumo de sustancias: reducir la condición humana cortando todos los apegos verdaderos, excepto a un ambiguo espíritu colectivo encarnado en una figura idealizada. A su vez, hablaban mucho de la muerte y expresaban demasiado odio contra las clases acomodadas, como para predicar el “flower power”. Justificaban la violencia, en vez de buscar la paz. La comunidad vivía en un enorme y demacrado rancho en el desierto que solía utilizarse como set de filmación para Westerns, un lugar llamado Spahn Ranch, propiedad de un octogenario solitario y ciego, George Spahn, que aceptaba la convivencia a cambio de recibir mínimos cuidados.

El 8 de agosto de 1969, los integrantes de la Familia, Tex Watson, Susan Atkins, Patricia Krenwinkel y Linda Kasabian irrumpieron en la residencia de Cielo Drive 10050 en la que vivían el director de cine polaco Roman Polanski y su esposa, la actriz estadounidense Sharon Tate, que se hallaba embarazada de ocho meses. El niño en su vientre podría haber nacido sano. En esa fatídica noche, Polanski estaba en Inglaterra, pero en la casa se encontraban Tate y cuatro personas de su círculo íntimo: Jay Sebring, Voytek Frykowski y Abigail Folger. También estaba dentro de la propiedad un joven empleado llamado Steven Parent. Todas estas personas fueron cruelmente asesinadas con disparos, puñaladas y golpes. Sus homicidios ocurrieron después de otros también perpetrados por la Familia, y les siguieron los del matrimonio LaBianca, un caso que contribuyó a sembrar el terror en las clases media y alta de Los Ángeles. En la residencia de Cielo Drive se hallaron mensajes escritos con la sangre de las víctimas: “Pig”, “Death to Pigs” y “Healter Skelter” (“Helter Skelter” con un error de ortografía o una modificación deliberada).

Si bien Manson no asesinó a nadie con sus propias manos (solamente se pudieron demostrar violentos ataques previos a ciertas personas), es innegable que no podía desligarse de toda responsabilidad, puesto que -de una manera u otra- propició las condiciones para que los crímenes ocurrieran, creando una comunidad de personalidades inestables a las que expuso incesantemente a su prédica de desprecio visceral contra el establishment, sobre el significado -incluso poético- de la muerte y en torno al resentimiento radical que sentía hacia la industria musical y la farándula. Murió en la cárcel por recibir una condena tan severa como la de quienes sí cargaron con la autoría material de los hechos, y admiraban el sincrético conjunto de ideas que el músico de carrera frustrada tenía, que mezclaba nociones tomadas de religiones New Age, el Budismo, la Biblia, la filosofía de los pueblos originarios norteamericanos e interpretaciones personales de la cultura popular, todo atravesado por un gélido pesimismo producto de haber pasado la mayor parte de su vida en institutos de menores y prisiones debido a variados delitos, principalmente robos. Esa combinación de preconceptos era comunicada con el carisma y la planificación de un psicópata y logró captar un séquito de decenas, sino cientos de personas (no siempre la misma gente). Recordemos que las personalidades psicopáticas suelen ser públicamente encantadoras (lo que les permite la manipulación), carecer de empatía afectiva (lo que hace que prácticamente no experimenten ningún sentimiento de culpa), tienden a ser narcisistas (algo que las lleva a ponerse en el lugar de víctimas cuando se las cuestiona) y poseen un nivel de inteligencia suficiente para lograr concretar sus propósitos con impunidad, a menos que alguien descubra lo que se esconde detrás de su fachada. Además, por lo general, tienen un historial de conductas disruptivas y oposicionistas ante toda autoridad ya desde la niñez y la adolescencia.

La condena de Manson fue posible por el crédito dado a la construcción que el ya fallecido fiscal Vincent Bugliosi realizó a partir de seleccionar todos los elementos que le sirvieran para dar sustento (por más frágil que fuera) a su argumento, deliberadamente dejando afuera (hasta podría decirse “filtrando”) cualquier información que pudiera abrir otras líneas de investigación, como las ligadas al comercio de drogas, las decepciones con el negocio de la música, la participación de agencias federales, o la mera intención de tratar de encubrir -de manera impulsiva y desordenada- otros delitos graves que no deberían haber sucedido en un principio. Este accionar del fiscal tenía, además del objetivo de condenar a Manson, estableciendo su supuesta autoría intelectual (que no es lo mismo que instigación), el de mantener “limpias” a las famosas víctimas, aunque luego se supiera que sus vidas ocultaban secretos bastante oscuros.

En cualquier caso, la famosa teoría de Bugliosi, expuesta en su best-seller “Helter Skelter. The True Story of the Manson Murders” (1974), puede resumirse en que Manson interpretaba el homónimo disco doble de los Beatles, comúnmente llamado “Álbum Blanco” (1968), como un mensaje que hacía referencia a una inminente y catastrófica guerra racial (negros contra blancos) que él debía incitar enviando a su grupo a cometer las atrocidades que llevó a cabo. La raza negra aniquilaría a la blanca, y mientras la guerra durara, él y la Familia se ocultarían en una cueva secreta en el desierto de Death Valley, para luego reaparecer cuando la clase triunfadora se viera necesitada de liderazgo, pues tras una larga historia de sumisión, no sabría hacerse cargo de su propio destino. Creer que, tras una guerra racial, “los negros” aceptarían seguir a un blanco, resulta hasta ofensivo, casi en línea con el planteo que hace Quentin Tarantino en “Django Unchained” (2012): el sentimiento de inferioridad internalizado. Las canciones del disco de los Beatles que contendrían el mensaje oculto que solamente Manson leía entre líneas eran “Helter Skelter”, “Piggies”, “Black Bird”, “Revolution 1”, “Revolution 9”“Rocky Racoon”, “Honey Pie” y “Sexy Sadie” (este último en retrospectiva, por la “coincidencia” con el nombre de una integrante de la Familia, aunque Manson ya la llamara así antes de que saliera el disco). Algunos también señalan “Dear Prudence” (por cierta relación con Prudence Farrow, hermana de Mia Farrow, amiga de Sharon Tate, que era discípula de un gurú que la trataba severamente), aunque en verdad, muchas veces la gente simplemente parece encontrar lo que quiere, aunque no esté allí. Tal vez como lo hizo Manson, o el mismo Bugliosi.

Ya hay bastante escrito sobre los contactos entre Manson y los Beach Boys, Neil Young, Jim Morrison, y otras figuras del Rock de los 60’s. Hay numerosos artículos disponibles al respecto, con listados detallados de eventos y canciones de bandas de diversos géneros en los que se encuentran referencias al personaje de Manson, su clan y lo que hicieron: los Beach Boys (“Never Learn Not To Love”, 1968, originalmente compuesta por Manson con el título “Cease to Exist” y por la que no se le dio ningún crédito), Neil Young (“Revolution Blues”, 1969), Ramones (“Glad To See You Go”, 1977), Sonic Youth (“Death Valley ’69”, 1985), Cavaret Voltaire (“Hell’s Home”, 1985), The Flaming Lips (“Charles Manson Blues”, 1986), The Lemonheads (“Your Home Is Where You’re Happy”, 1988, versión de un tema de Manson, también tocado por Redd Kross y Devendra Banhart)… The Lemonheads además incluyeron parte de “Big Iron Door”, de Manson, en su track “Left for Dead” de 1990), Crispin Glover hizo su cover de “I’ll Never Say Never to Always” (1989) de Manson, Skinny Puppy (“Worlock”, incluye una grabación de la voz de Manson, 1989), Guns N’ Roses (“Look at Your Game, Girl” –compuesta por el propio Manson- 1993), Meat Machine (“Charles Manson (Rise and Fall)”, 1993), The Brian Jonestown Massacre  versionó “Arkansas” – de Manson- como “Arkansas Revisited” en su EP de 1999, Alkaline Trio (“Sadie”, 2005), Lil Ugly Mane compuso el track “Iron Door” (2013) con fragmentos de “Big Iron Door” de Manson, y la lista puede seguir. La banda inglesa Kasabian, toma su nombre de Linda Kasabian, la “testigo estrella” del juicio contra Manson y la Familia. Si bien ella participó de los eventos de Cielo Drive 10050, logró quedar libre, tras llegar a un acuerdo con el fiscal Bugliosi para incriminar a sus camaradas siguiendo la línea argumental de la teoría oficial del caso. En Argentina, contamos con los ejemplos de Fun People (“Helter Skelter (Revisited)”, 1995) y Babasónicos (“Sharon Tate”, 1997). Rob Zombie prestó su voz para narrar los hechos en un reciente documental “Charles Manson: The Final Words” (2017) que expone una explicación alternativa de los hechos por los que fue condenado el tan temido personaje, en contraposición con todo lo planteado por el fiscal Bugliosi. Por eso la propuesta aquí será focalizar en la influencia sobre lo que llamaremos Música Pesada y no profundizar en el impacto que tuvo en otros géneros o en la cultura en general. 

Antes de continuar, cabe aclarar que la mayoría de las canciones originales versionadas por otros músicos se encuentran en el disco de Manson editado bajo el nombre “Lie: The Love and Terror Cult” (1970) y cuyo arte de tapa es una parodia de la portada de Life Magazine de diciembre de 1969. En este punto, debemos decir que la música de Charles Manson sonaba a una mezcla de lo hecho por Bob Dylan, Neil Young, Johnny Cash y Syd Barrett, entre otros, pero con un nivel de composición y sonido más precarios. Esto no quita que puedan encontrarse algunas piezas meritorias, aunque lejos de la posibilidad del estrellato.

Tras el éxito del disco debut de Nine Inch Nails, “Pretty Hate Machine” (1989), Trent Reznor alquiló en 1992 la residencia de 10050 Cielo Drive, donde ocurrieron los ya comentados asesinatos. Supuestamente, Reznor desconocía este hecho, algo que resulta poco creíble, en especial considerando lo que hizo después. Al estudio allí instalado lo bautizó “Le Pig” y en él permaneció durante 18 meses antes de abandonar el lugar y que éste fuera demolido. En esa locación grabó el EP “Broken” (1992), el álbum “The Downward Spiral” (lanzado en 1994, pero grabado entre 1992 y 1993) -quizás su Opus Magnum- y el videoclip del tema “Gave Up” en el que también participa quien, en ese momento, era su protegido: Marilyn Manson, que como ya es vox populi, toma su nombre artístico de las figuras de Marilyn Monroe y, justamente, Charles Manson. Además, si pensamos en “The Downward Spiral”, vamos a encontrar tracks como “Piggy”, “March of the Pigs”, e incluso “Big Man With a Gun”. Si bien esto es una especulación, no sería demasiado extravagante pensar que “The Downward Spiral” (“La Espiral Descedente”) podría ser una metáfora en la que confluyen los dos significados de la expresión inglesa “Helter Skelter”: confusión y tobogán en espiral. Por otro lado, parte del disco debut de Marilyn Manson, “Portrait of an American Family” (“Retrato de una Familia Americana”) editado en 1994, también fue grabado en Le Pig, el estudio de 10050 Cielo Drive. El título del álbum de Marilyn Manson, a su vez, no deja de ser sugestivo.

Muchos años después, Reznor se habría percatado del “mal gusto” de su accionar cuando Debra Tate, hermana de la actriz asesinada, lo increpó preguntándole si estaba usando el crimen en beneficio de su carrera. El músico contestó que solamente se trataba de mera inspiración en un hecho que ya formaba parte del folklore estadounidense, pero bajo ningún punto de vista estaba de acuerdo con nada de lo allí sucedido. No obstante, cabe señalar que Reznor se llevó la puerta de entrada a la casa, en la que habían escrito “Pig” con la sangre de Tate durante la noche de los asesinatos. La puerta estuvo instalada en sus posteriores estudios de grabación, y actualmente no se sabe si sigue estando en poder de Reznor como souvenir del lugar en donde se creó la que quizás sea su mejor obra.

Marilyn Manson, además de grabar parte de su primer álbum en “Le Pig”, incluyó en una de las canciones, “My Monkey” algunos clips de audio de entrevistas a Charles Manson y versos seleccionados de “I’m a Mechanical Man” (tema que cantaba el Manson original). A su vez, no es muy pretencioso afirmar que sus discos “Antichrist Superstar” (1996) y “Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death)” (2000), solo por nombrar algunos, están plagados de referencias que parecen ecos de la crisis existencial generalizada que desataron los crímenes de 1969. De hecho, la canción “The Beautiful People” comienza con una breve grabación distorsionada de la voz del asesino Tex Watson. Más allá de eso, la letra se basa en el libro homónino de la escritora Marylin Bender (1967), que trata sobre los escándalos del jet-set.

Por otra parte, mientras creaba “Holy Wood (In the Shadow of the Valley of Death)”, se tomó un tiempo para grabar una canción compuesta por Charles Manson, “Sick City”, que publicó como regalo de San Valentín a su audiencia ese mismo año, y luego volvió a compartirla sin comentarios, el día en que su autor falleció (19 de noviembre de 2017) a los 83 años. A pesar de la admiración de Marilyn por Charles, este último le envió una carta desde la cárcel haciéndole saber el desagrado que sentía por lo que él hacía.

Los proyectos de Philip Anselmo son profusos en referencias a Manson. El tema “Message In Blood” del disco de Pantera “Cowboys From Hell” (1989) es una referencia clara a los escritos dejados por la Familia en las escenas de los crímenes, lo mismo que “Uplift” del último álbum de la banda, “Reinventing the Steel” (2000) que recoge la frase pronunciada por Manson “No Sense Makes Sense” (“El sinsentido tiene sentido”). “Where I’m Going” del disco Down II: A Bustle in Your Hedgerow” (2002) menciona los ojos de Charles Manson.  Por último, Superjoint Ritual, en su álbum “Use Once and Destroy” (2002) tiene una canción llamada “Creepy Crawl”, en referencia a lo que hacía la Familia Manson para asustar a la clase acomodada mucho antes de empezar a matar gente. Dentro del círculo de Anselmo, la banda Eyehategod utilizó la imagen de Manson como parte de su merchandising. Las remeras de Charles Manson ya venían siendo empleadas, de todas maneras, por figuras como GG Allin, Axl Rose y el mismo Anselmo.

Dwid Hellion de la banda Integrity siempre respetó la figura de Charles Manson, a quien veía como un preso político y un mártir religioso. Sin embargo, no es por su ideología política que estuvo preso, ni tampoco se sacrificó por ninguna doctrina. Se dice que Manson fue “endorser” del disco “Humanity Is the Devil” (1996), y el grupo usó la imagen de Manson en las tapas del compilado “Palm Sunday” (2006) y del EP “Walpurgisnacht” (2008). Las reediciones en vinilo de 2010 del álbum “To Die For” (2003) fueron lanzadas con tres portadas de fotografías y colores distintos: una de Sandra Good (azul, por su apodo “Blue”), otra de Lynette Fromme (roja, por su apodo “Red”) –ambas integrantes de la Familia- y otra del propio Manson (en blanco y negro).  Además, Hellion ayudó a Manson a editar algunas canciones. Este músico siempre sostuvo que el juicio que condenó a Manson fue irregular, además de expresar su respeto por ATWA, tema que abordaremos a continuación.

System Of A Down incluyó en su disco “Toxicity” (2001) -cuya portada hace referencia a Hollywood- una canción denominada “ATWA”. Antes de explicar de qué se trata, nótese la evidente similitud entre “Toxicity” y “Sick City”, título de una canción de Manson.  ATWA (“Air, Trees, Water, Animals” o sea “Aire, Árboles, Agua, Animales”) sería algo así como una colección de trilladas ideas ecologistas en las que se basa una humilde organización constituida por unas pocas personas que formaron parte de la Familia, e intentan dar continuidad a una de las escasas cosas positivas, junto con algunas buenas canciones, que podría rescatarse del caos de ideas que había en la mente del psicópata. Daron Malakian, guitarrista de SOAD, aclarando que rechaza todos los crímenes cometidos, planteó que simpatiza con las ideas de Manson en cuanto a la naturaleza y la sociedad. El resto de la banda parece estar de acuerdo. A su vez, con su proyecto paralelo, Scars On Broadway, grabó una canción denominada “3005” (2008) cuya letra incluye un sutil elogio a Manson.

La introducción del álbum debut de Slipknot (1999), denominada “742617000027” tiene una grabación de un documental sobre la Familia, en el que se oye hablar a Corey Hurst, una ex compañera de celda de Susan Atkins. Al mismo tiempo, esa idea de “no poder mirar California sin los ojos de Marlon Brando” (en la canción “Eyeless”) refuerza la reflexión que comentaremos más adelante en relación con lo que representa esa parte de los Estados Unidos en el imaginario global. Los suecos de The Haunted incluyeron en el arte de su disco “Made Me Do It” (2000), fotografías de Charles Manson y Tex Watson. Todas las letras del álbum remiten a la oscuridad que implica el asesinato de personas, aunque sin referencias directas a ningún homicida en particular.

Uncle Acid and the Deadbeats, banda británica de Stoner Doom Metal, hizo su versión de otra canción de Manson, “Get On Home” (2013) y dentro del mismo estilo, el grupo japonés Church Of Misery, en su álbum “Born Too Late” (1998) incluyó el tema “Spahn Ranch”. Con anterioridad, Monster Magnet, en su canción “Spine of God” del disco homónimo (1992), habla de Susan Atkins, quien, como ya vimos, estuvo directamente involucrada en los sucesos de Cielo Drive.

Henry Rollins mantuvo correspondencia con Manson entre 1984 y 1987, y discutieron sobre la posibilidad de que el cantante Black Flag fuera productor de un disco del condenado a prisión perpetua, algo que se habría desestimado debido a las múltiples amenazas de muerte recibidas. El álbum se iba a llamar “Completion” y si bien fue grabado (existen seis copias), no sabemos si alguna vez verá la luz como tal. De todas maneras, las canciones de Manson fueron saliendo a la luz, más allá de ese primer disco de 1969, en ediciones como la grabación en vivo “Poor Old Prisoner Boy” (1989), el bootleg “Charles Manson Live at Saint Quentin” (1983), “Charles Manson. Commemorating Sixty Years of Struggle against Cowardice, Stupidity, and Lies” (1995), “Unplugged 9.11.67 Volume 1” (1998), “All the Way Alive” (2003), “One Mind” (2005), “Air” (2010) y “Trees” (2011), entre otros.

Generation Kill, la banda de Rob Dukes, ex-cantante de Exodus, lanzó este año el disco “MK- Ultra”, inspirado en el libro “Chaos: Charles Manson, the CIA, and the Secret History of the Sixties” (2019), escrito por Dan Piepenbring y Tom O’Neill, en el que se indagan explicaciones vinculadas a los crímenes de la Familia que son alternativas a las expuestas por Bugliosi y que incluyen información acerca de la participación de diversas agencias federales estadounidenses y secretos de las celebridades. El foco está puesto en los comprobados programas clandestinos de la CIA -en especial- para manipular disidentes y enemigos mediante el uso de drogas como el LSD y otras aberrantes técnicas de control de la conducta.

No solamente estas figuras de los 90’s o posteriores se hicieron eco de lo hecho por Manson y su Familia. Vamos a encontrar conexiones con clásicos del Heavy Metal como Ozzy Osbourne y Deep Purple, o del Punk como GG Allin y Poison Idea. Ozzy incluyó en su disco “No Rest For The Wicked” (1988), la canción “Bloodbath In Paradise” que claramente trata sobre los crímenes de la Familia y no deja de ser interesante cómo marca la veta que luego siguieron todos los demás: la de señalar los conflictos latentes en una zona de los Estados Unidos infestada de contradicciones, donde el más opulento glamour coexiste con la marginalidad y la miseria humana más desoladoras.

La conexión con Deep Purple puede resultar más indirecta y controversial. El guitarrista Bobby Beausoleil era parte de la Familia y formó la banda The Orkustra junto al violinista David LaFlamme, quien luego armó otro grupo llamado It’s a Beautiful Day, cuya canción “Bombay Calling” (1969) resulta demasiado similar a “Child In Time” (1970) de la banda británica. Beausoleil fue encarcelado antes de los asesinatos en Cielo Drive, por el homicidio de Gary Hinman, un profesor de música a quien, previamente, Manson le había cortado una oreja usando un machete.

GG Allin  tocó “Garbage Dump” (1987), un cover de Manson, mientras Poison Idea, en 1988, escribió sobre los asesinatos de la Familia en su EP “Getting The Fear”, en el que usan fragmentos de grabaciones de un grupo llamado The Witches of Mendocino, que incluía a Susan Atkins y Patricia Krenwinkel, integrantes del séquito de Manson. Veinte años después, su baterista, Steve Hanford fue condenado por robo y en prisión conoció a Beausoleil, con quien estableció un buen vínculo. También hay polémica con respecto a la posible participación de Beausoleil en los coros del disco “Freak Out!” (1966) de The Mothers of Invention, banda de Frank Zappa, algo que no es reconocido en los créditos (tal como hicieron los Beach Boys con Manson).

Para finalizar, podríamos hacer el experimento mental que propone Tarantino en “Érase una vez en Hollywood” (2019), y preguntarnos qué habría pasado si la banda criminal se hubiera equivocado y entrado a otra casa, pasando a ser víctima de la furia de quienes allí se encontraban, es decir: si la historia hubiera sido al revés y quienes morían eran quienes habían salido para matar. Charles Manson sería un desconocido y habría que borrar todo el impacto en forma de canciones, nombres, títulos, comentarios, fetiches, y referencias dentro del paisaje de la Música Pesada. Esto no significa atribuirle a Manson el rol de catalizador de un movimiento contracultural: le quedaría demasiado grande. Sin embargo, es innegable que cristalizó un fermento social y formó parte de un contexto que marcó el zeitgeist reflejado por el arte. Si es un ícono, es uno lamentable. No fue una víctima inocente. Fue el síntoma de una enfermedad. Y como ser humano, cultivó lo que sembró, quizás ignorando que había estado sembrando algo que terminaría para siempre regado en sangre.

Referencias: 

Inglés 

https://www.washingtonpost.com/outlook/five-myths/five-myths-about-charles-manson/2019/08/22/4a6ac204-c42a-11e9-b72f-b31dfaa77212_story.html

https://www.kerrang.com/the-15-best-songs-about-the-manson-family

https://www.rollingstone.com/culture/culture-lists/charles-mansons-musical-legacy-a-murderers-words-in-9-tracks-98883/

https://www.theguardian.com/music/2010/dec/15/henry-rollins-charles-manson

https://www.songfacts.com/facts/pantera/message-in-blood

https://noisecreep.com/integrity-continue-endorsed-by-charles-manson/

https://www.rollingstone.com/feature/charles-manson-today-the-final-confessions-of-a-psychopath-58782/

https://www.radiox.co.uk/artists/kasabian/kasabians-name-was-actually-inspired-by-the-manson/

https://loudwire.com/system-of-a-down-daron-malakian-defends-very-sad-comments-death-charles-manson/?utm_source=tsmclip&utm_medium=referral

https://www.rollingstone.com/culture/culture-features/book-charles-manson-cia-secret-history-1960s-tom-oneill-856651/amp/?fbclid=IwAR1CSKaPIsJ8AoZ61sHux4eLXA6ygaTHyTIcCO97NuNKRYP-MEZAlYUWiwo

https://coffeeordie.com/charles-manson-cia/?fbclid=IwAR24IsU3THYho57SBtHD7eSgRs3i50_YF0vQV7HlSgtX4cJWQDgnNn00MyI

Bugliosi, V., & Gentry, C. (1994). Helter Skelter. The True Story of the Manson Murders. USA: Norton.

 Español 

https://indiehoy.com/indieayer/le-pig-la-curiosa-relacion-entre-nine-inch-nails-y-charles-manson/

https://www.indierocks.mx/musica/noticias/rob-zombie-narrara-un-documental-sobre-charles-manson/

https://culturacolectiva.com/musica/atemorizante-carta-de-charles-manson-a-marilyn/

https://condenadofanzine.com/2017/11/20/cuando-henry-rollins-fue-el-productor-de-charles-manson/

De Caro, Sebastián (2019). Cielo Drive. Buenos Aires: Reservoir Books.

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