Arrancamos fuerte este 2023 con As in Gardens, So in Tombs, el último lanzamiento de …And Oceans, de las bandas más excéntricas del black metal finlandés que nos recuerda de una vez y para siempre que definitivamente todavía hay mucho qué explorar no solo con la expresión más melódica de este subgénero, sino con toda su gama.

Con As in Gardens, So in Tombs, el sexteto de Pietarsaari regresa con muchísima fuerza y un montón de ganas de sorprender. Luego de su lanzamiento de 2020 que llevó por título Cosmic World Mother, han decidido no solo seguir por esta misma línea de metal más refinado y grandilocuente, si no que también han optado por doblar la apuesta planteada y empezar a experimentar, ya no solo con tendencias, trucos o gimmicks, si no con las mismas melodías.

A través de sus 10 piezas, este trabajo apoteósico y onírico, aunque a ratos futurista y con ese sello distintivo de las bandas de Season of Mist, recorre asociaciones musicales que se suelen asociar más comúnmente a bandas de prog metal o melodic death, como pasajes sumamente melódicos acompañados de amplias armonías que rozan lo alegre e inspirador, dando así una redondez y peso al trabajo difícil de ignorar, obviamente sin descuidar un segundo la brutalidad a manera de desgarrados y tradicionales shrieks, así como una enérgica batería a la que los adornos blast beateros le salen tan naturales como a uno el respirar.

Para una banda a la que se la ha hecho tan común el cambiar de giro, como aquella vez que pasaron a llamarse Havoc Unit para conmemorar sus primeros diez años o como cuando comenzaron a realizar música más industrial y experimental, sin duda también han acostumbrado a sus seguidores a esperar cierta calidad, tanto en sonido, como en composición y dinamismo.

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Aún contando con las ambiciones sonoras de bandas coetáneas más populares como Emperor y Dimmu Borgir, este trabajo consigue distinguirse de otros intentos un poco más “genéricos” en el panorama actual a través de una quirúrgica cualidad de resultar memorable, aún a pesar de los clichés que todavía conserva, como esas orquestaciones épicas a la Progenies of the Great Apocalypse. 

Quizás uno de los fuertes de este trabajo consista también en su aproximación a la construcción del álbum, con piezas distintas una de la otra, a menudo no superando los cinco minutos, lo que hace que este disco que supera los 50 minutos no cansé, como bien puede ser el caso de otros proyectos que avientan todo al plato y saturan la mezcla a más no poder. A veces cayendo en el optimismo sonoro del power metal, este proyecto de por sí ya muy sui generis en su concepción promete ser uno de los lanzamientos más fuertes del año, al menos para los amantes del black metal melódico que quieren alejarse un poco tanto de las pretensiones dramáticas, como de las innumerables copias a Dissection.