A veces con esfuerzo, paciencia e ilusión, las historias acaban por resolverse de la mejor manera y esto es lo que pueden decir los alicantinos Arise, quienes están a punto de publicar su nuevo disco Eon, el primero en casi siete años y para el cual, la banda liderada por Estefanía Aledo ha luchado contra todas las adversidades posibles para poder sacar este trabajo adelante.

Tras un período complicado para todos, la banda volvió en 2020 con el single “Desconexión”, en donde demostraban que aún tenían mucho para decir y que era cuestión de esperar para dar con el zarpazo definitivo gracias a su tercer disco.

Y vaya si lo han dado: en estos nueve cortes, vemos la mejor versión de la banda hasta la fecha y una calidad musical y sonora impecables, que poco tienen que envidiar a las bandas internacionales afines a su estilo.

El disco se abre con “Nébula”, en donde una combinación de riffs bastante potentes en la onda de Monuments se mezclan con una Estefanía que presenta unos screams rasgados al más puro estilo Sam Carter (Architects), que te dejan noqueado ya que los domina de una forma envidiable, mientras que la parte melódica si que recuerda más a la época del anterior disco, pero con más contundencia y llegando a unos tonos muy personales.

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En “Deja Vu”, el segundo corte del disco, quizás estemos ante uno de los “hits” del disco ya que esa base en la onda de bandas como The Amity Affliction, sumada a un estribillo escrito en oro, pinta a ser uno de los temas más celebrados por los seguidores de la banda en esta nueva era.

Los tonos melódicos de Estefanía son absolutamente brillantes y recuerda un poquito a Maja de Forever Still, en esa dualidad vocal entre la dulzura y los tonos más oscuros.

Cualquiera que conozca el metal moderno sabrá que Spiritbox son una de las bandas más destacadas de la actualidad, y en cortes como “Universos Paralelos” Arise toman buena nota de esta gran banda canadiense a la hora de estructurar esta pieza, que sirve como contrapunto de la anterior que era bastante más accesible.

Los pasajes instrumentales son absolutamente atrapantes e intensos, manteniendo esa calma nerviosa a lo largo del corte y de nuevo la voz de Estefa (como la conocemos, los más cercanos a su persona), brilla con luz propia y la desmarcan de algunas compañeras de profesión en favor de un estilo más personal.

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El primer single del disco es “Crono”, un corte que quizás resuma un poco lo que Arise ofrecerá a lo largo del disco, con voces agresivas combinadas de forma muy acertada con otros tonos melódicos, una base rítmica más propia del djent y unas guitarras que cumplen su función sin llegar a ensombrecer las voces principales.

En esta misma línea están cortes como “Ningún Lugar”, que quizás podría haber encajado en su anterior trabajo, y que destaca sobre todo por su estribillo el cual tiene un cierto color celestial que combinado con los screams, resulta muy especial para el oyente.

Si Wage War o Flyleaf tuvieran un eslabón perdido para unir ambos mundos, ese sería sin duda Arise, mezclando la agresividad de los primeros con la melancolía y el sonido metal alternativo de los segundos.

Otro de los momentos más destacados del disco viene de la mano de “Hydra”, un corte con cierta complejidad combinando susurros vocales, desgarradores screams y un puente melódico muy interesante, además de unas guitarras sobresalientes al comienzo del tema.

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Más alternativa es la potente “Obsolencia”, en donde podemos ver la cara más metalcore de la banda combinada con ciertos elementos de djent y si, recordando un poquito a Spiritbox sobre todo en la estructura vocal y en como va increcendo el corte.

Nos acercamos al final del disco y con ello llegan los dos últimos cortes, por un lado “Campos de inocencia”, que sigue la línea musical de los cortes anteriores, quizás recordando un poquito a los Evanescence más actuales y rockeros pero sin perder ese toque personal que tienen los alicantinos.

Para el final queda “Sangre en la ciudad”, de nuevo con Estefanía demostrando la versatilidad vocal que tiene y lo bien que la ha explotado en este nuevo trabajo, llegando a tonos que antes no se veían y demostrando porque es una de las cantantes más personales de la escena alternativa actual.

Este es sin duda, un cierre brutal al disco, a la vez que es un corte muy orgánico y que si le das el tiempo y las escuchas necesarias, te acabará conquistando.

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Quizás se podría echar en falta un medio tiempo o un corte más intimista, pero poco se puede reprochar ante un disco tan bien ejecutado como este.

Arise han vuelto a despertar cual león dormido, el cual tiene todas las energías necesarias para arrasar con lo que se ponga delante, este disco, tiene que ser un punto de inflexión para la banda y el comienzo de una etapa que si todo va como debería, promete ser brillante.

Si os gustan las emociones fuertes, los pasajes melódicos y nuevas sensaciones a través de las letras, Arise han vuelto y por la puerta grande este 2022, que no te lo cuenten.