

Foto de portada: Jordi Vidal
Un año más recalamos en los verdes llanos de Vitoria Gasteiz para en tres días desgranar lo más selecto de las leyendas del rock y las nuevas propuestas del siglo XXI a continuación una rigurosa crónica de lo acontecido por las tierras del norte. Avanzamos a una edición más del Azkena Rock previo canje de acreditación y pulsera cashless para consumir brebajes y meriendas en el recinto previa recarga de dinero en las casetas habilitadas para tal misión.
Burocracias aparte vamos a ir a ver conciertos y disfrutar de la fiesta del rock.
Los encargados de encender los ánimos fueron Liher, procedentes de la vecina ciudad San Sebastián liderados por Lide Hernando en voz aprovecharon sus minutos de fama con un set cañero “Arrastaka”, “Eramaten” o “Kintsugi” defendieron el euskera como bandera grata sorpresa desde Donosti.
Seguimos viajando por lenguas del mundo para recalar en en el ritmo paulista de Os Mutantes en la que militó como vocalista la reciente fallecida Rita Lee, y conocidos principalmente por la psicodelia y samba de “A Minha Menina” de 1968. Sérgio Dias sigue con el legado que entre sus fans figura gente como Beck, Kurt Cobain que pidio explícitamente su reunión en 1993 o David Byrne que los ha editado bajo su Sello Luaka Bop
Aparte del one hit wonder la mántrica tropical de “Bat Macumba” o la beat “Top Top” con unos riff garajeros y unas líneas de bajo hipnóticas recorrieron sus clásicos “Jardim Eléctrico”, “Balada do Louco” o “Tecnicolor” pertenecientes a sus primeros años.
Cerrando su actuación con “Panis et Circenses” un viaje a los corazones solitarios de la experimentación entonadas por Zelia Duncan una de las mejores voces de la música brasileña. Una frikeada que solo unos pocos entendieron lo que estaban presenciando.
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Steve Earle tiempo para el country rock que tanto gusta por estas tierras abrió su set con una versión de “If I Should From For Grace With God” de los anglo-irlandeses The Pogues. avanzando por el mundo country sonaron “Guitar Town”, “Feel Alright” con aires de Van Morrison en clave campestre o gemas “I Ain’t Ever Satisfied”, “It’s About Blood” de su época con Steve Earle & The Dukes para cerrar con la icónica “Copperhead Road” ovacionado por la audiencia y haciendo palmas un gran final y una postal más para este reconocido artista, En el escenario Trashville emanaba los acordes de la banda Generador para ya ir de lleno al escenario principal.
Enrique Villareal Armendariz mas conocido como El Drogas no necesita presentación su legado en Barricada es enorme y es imposible no corear sus canciones en su 40 aniversario de su mítica banda.
“La Silla Eléctrica” da comienzo al recorrido a esta gira y la respuesta es automática de parte del público coreando desde el minuto cero los siguientes dardos “Barrio Conflictivo”, “Contra la Pared”, “Bahía de Pasaia”, “No Hay Tregua”, “Problemas” solo es una muestra del arsenal interpretado en el recinto de Mendizabala El Drogas es un animal de escenario y lo recorre arengando su rock social y subversivo de clase obrera no se movió un alfiler para ver y celebrar a cuatro generaciones reunidas allí abuelos padres e hijos. La despedida fue apoteósica “Blanco y Negro” mas desatado sin chaqueta pero si elegantemente vestido bandana, chaleco lila pantalones a rayas negro y marrón fue el colofón en una versión de ocho minutos que aprovecho para presentar a sus musicos y alargar hasta la eternidad. Muy agradecido de su público se despiden y de fondo suena en off “Te Estoy Amando Locamente” de Las Grecas.
Lydia Lunch la madrina ecléctica de los anárquicos sonidos avant garde por antonomasia vestida de negro y explícitamente de no hacer fotos por parte de los medios afuera todo el mundo grababa y sacaba fotos a destajo facturo unos de los mejores conciertos de punk jamás vistos con una banda denominada Retrovirus le dieron fuerza y actitud a la legendaria artista que escupia las primeras notas “Stares To Nowhere” dando inicio al ritual con la historia, “Snakepit Breakdown” otra canción facturada en ochentas es una declaración de principios que no para de irradiar toda la rabia y esnobismo que no corta el hilo “Mechanical Flattery” Los secuaces de tal performance adornaban con estridencias y movimientos epilépticos tras la dama de negro sentenciando frases para enmarcar a sus referentes como Roland S. Howard y el controvertido Charles Manson, Una hora llena de experimentación, rabia y poesía sacada de otra dimensión desconocida al mainstrem de los mortales.
The Kaisers los escoceses nos regalaban la alegría de lo días felices por allá en los sesentas a ritmo de rock and roll instalados en escenario Trashville una dosis terapéutica para o que se viene en el escenario principal bautizado este año como God.
Rancid, (Spanish Bombs suena de fondo) que podemos decir de ellos que están de vuelta con disco bajo el brazo el flamante “Tomorrow Never Comes” y preparados para entregarnos todo el ska punk con pinceladas de hardcore El tema homónimo da la partida al pogo eterno que estalla en “Roots Radical” del laureado “… And Out Comes The Wolves”
Tim Armstrong con una prominente barba y rapado al cero sigue defendiendo el éxito logrado a mitad de los 90 “Maxwell Murder” a esta altura volaban sobre el foso punks de la vieja escuela curiosos y adolescentes viviendo en primera persona un pogo gigantesco que los de seguridad no saben lo que es un pogo o un crowdsurfing está ahí para dar ostias.
Lark Frederiksen lleva la batuta a guitarrazos afilados “Black & Blue”, “East Bay Night” dan el puntapié a otro multiverso de mosh sin camiseta a dar ostias y lanzar vasos de cervezas al aire y al escenario provocados por esos megahits que son “Salvation” y “I Wanna Riot”, en el que Tim alza el vuelo a pies juntos colgado se su gastaba guitarra. “Old Friend” el punk saltarín sigue en acción y las primeras filas no dan descanso a los amigos del orden.
El eterno bajista Matt Freeman sólido, participativo dispuesto a comandar la recta final con dos gemas conocidas como lo son “Time Bomb” con el guitarrista subido en los retornos de sonido y disfrutando de las vistas que solo lo genera un concierto de Rancid Lars sentencia esta es la última canción y la locura colectiva se apoderan del Azkena al escuchar “Ruby Soho” en el que la banda para de tocar para corearla con sus fanáticos y así poner punto final a la tralla de éxitos y salir de la zona de guerra ileso con un par de pisotones
Monster Magnet una tormenta de riff y stoner sería nuestra última parada de la primera jornada festivalera David Wyndorft y sus secuaces aparecieron en escena tras una intro y una mini jam distorsionando su guitarras para sorprendernos con “Born To Go” un clásico de Hawkwind banda de space rock en la que militó el fallecido Lemmy Kilmister. Los gemelos de las cuerdas Garrett Sweeney y Phil Caivano no destiñeron ningún segundo a la hora de “Superjudge!, “Crop Circle” y la Blacksabbiana “Dopes to Infinity” atrás quedaron los fantasmas de la adicciones de Mr Wyndorf potencia y un directo puño a la cara que envuelva la música de los monster un yeah y ya lo tiene listo para otro dardo “Tractor” es solo la mitad del concierto y ya la muralla de sonido está demoliendo el recinto vitorino
Pasarían “Look To Your Orb For The Warning” y la enorme “Bummer” que sería la previa al éxtasis que genero “Powertrip” que quedaste dando vuelta sin saber cómo apuntar la matrícula de tal embestida sin respiro otra estocada “Negasonic Teenage Warhead” para rendirse al espacio de karaoke “Space Lord” que fue la más coreada del repertorio, Se despiden de la afición pero vuelven “The Right Stuff” es la excusa para viajar una vez más en el monstruo magnético de Nueva Jersey a paisaje sónicos solo para adictos al stoner.
Etiquetas: Azkena Rock Festival, El Drogas, Liher, Lydia Lunch, Monster Magnet, Os Mutantes, Rancid, Steve Earle, The Kaisers


Foto de portada: Jordi Vidal
Un año más recalamos en los verdes llanos de Vitoria Gasteiz para en tres días desgranar lo más selecto de las leyendas del rock y las nuevas propuestas del siglo XXI a continuación una rigurosa crónica de lo acontecido por las tierras del norte. Avanzamos a una edición más del Azkena Rock previo canje de acreditación y pulsera cashless para consumir brebajes y meriendas en el recinto previa recarga de dinero en las casetas habilitadas para tal misión.
Burocracias aparte vamos a ir a ver conciertos y disfrutar de la fiesta del rock.
Los encargados de encender los ánimos fueron Liher, procedentes de la vecina ciudad San Sebastián liderados por Lide Hernando en voz aprovecharon sus minutos de fama con un set cañero “Arrastaka”, “Eramaten” o “Kintsugi” defendieron el euskera como bandera grata sorpresa desde Donosti.
Seguimos viajando por lenguas del mundo para recalar en en el ritmo paulista de Os Mutantes en la que militó como vocalista la reciente fallecida Rita Lee, y conocidos principalmente por la psicodelia y samba de “A Minha Menina” de 1968. Sérgio Dias sigue con el legado que entre sus fans figura gente como Beck, Kurt Cobain que pidio explícitamente su reunión en 1993 o David Byrne que los ha editado bajo su Sello Luaka Bop
Aparte del one hit wonder la mántrica tropical de “Bat Macumba” o la beat “Top Top” con unos riff garajeros y unas líneas de bajo hipnóticas recorrieron sus clásicos “Jardim Eléctrico”, “Balada do Louco” o “Tecnicolor” pertenecientes a sus primeros años.
Cerrando su actuación con “Panis et Circenses” un viaje a los corazones solitarios de la experimentación entonadas por Zelia Duncan una de las mejores voces de la música brasileña. Una frikeada que solo unos pocos entendieron lo que estaban presenciando.
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Steve Earle tiempo para el country rock que tanto gusta por estas tierras abrió su set con una versión de “If I Should From For Grace With God” de los anglo-irlandeses The Pogues. avanzando por el mundo country sonaron “Guitar Town”, “Feel Alright” con aires de Van Morrison en clave campestre o gemas “I Ain’t Ever Satisfied”, “It’s About Blood” de su época con Steve Earle & The Dukes para cerrar con la icónica “Copperhead Road” ovacionado por la audiencia y haciendo palmas un gran final y una postal más para este reconocido artista, En el escenario Trashville emanaba los acordes de la banda Generador para ya ir de lleno al escenario principal.
Enrique Villareal Armendariz mas conocido como El Drogas no necesita presentación su legado en Barricada es enorme y es imposible no corear sus canciones en su 40 aniversario de su mítica banda.
“La Silla Eléctrica” da comienzo al recorrido a esta gira y la respuesta es automática de parte del público coreando desde el minuto cero los siguientes dardos “Barrio Conflictivo”, “Contra la Pared”, “Bahía de Pasaia”, “No Hay Tregua”, “Problemas” solo es una muestra del arsenal interpretado en el recinto de Mendizabala El Drogas es un animal de escenario y lo recorre arengando su rock social y subversivo de clase obrera no se movió un alfiler para ver y celebrar a cuatro generaciones reunidas allí abuelos padres e hijos. La despedida fue apoteósica “Blanco y Negro” mas desatado sin chaqueta pero si elegantemente vestido bandana, chaleco lila pantalones a rayas negro y marrón fue el colofón en una versión de ocho minutos que aprovecho para presentar a sus musicos y alargar hasta la eternidad. Muy agradecido de su público se despiden y de fondo suena en off “Te Estoy Amando Locamente” de Las Grecas.
Lydia Lunch la madrina ecléctica de los anárquicos sonidos avant garde por antonomasia vestida de negro y explícitamente de no hacer fotos por parte de los medios afuera todo el mundo grababa y sacaba fotos a destajo facturo unos de los mejores conciertos de punk jamás vistos con una banda denominada Retrovirus le dieron fuerza y actitud a la legendaria artista que escupia las primeras notas “Stares To Nowhere” dando inicio al ritual con la historia, “Snakepit Breakdown” otra canción facturada en ochentas es una declaración de principios que no para de irradiar toda la rabia y esnobismo que no corta el hilo “Mechanical Flattery” Los secuaces de tal performance adornaban con estridencias y movimientos epilépticos tras la dama de negro sentenciando frases para enmarcar a sus referentes como Roland S. Howard y el controvertido Charles Manson, Una hora llena de experimentación, rabia y poesía sacada de otra dimensión desconocida al mainstrem de los mortales.
The Kaisers los escoceses nos regalaban la alegría de lo días felices por allá en los sesentas a ritmo de rock and roll instalados en escenario Trashville una dosis terapéutica para o que se viene en el escenario principal bautizado este año como God.
Rancid, (Spanish Bombs suena de fondo) que podemos decir de ellos que están de vuelta con disco bajo el brazo el flamante “Tomorrow Never Comes” y preparados para entregarnos todo el ska punk con pinceladas de hardcore El tema homónimo da la partida al pogo eterno que estalla en “Roots Radical” del laureado “… And Out Comes The Wolves”
Tim Armstrong con una prominente barba y rapado al cero sigue defendiendo el éxito logrado a mitad de los 90 “Maxwell Murder” a esta altura volaban sobre el foso punks de la vieja escuela curiosos y adolescentes viviendo en primera persona un pogo gigantesco que los de seguridad no saben lo que es un pogo o un crowdsurfing está ahí para dar ostias.
Lark Frederiksen lleva la batuta a guitarrazos afilados “Black & Blue”, “East Bay Night” dan el puntapié a otro multiverso de mosh sin camiseta a dar ostias y lanzar vasos de cervezas al aire y al escenario provocados por esos megahits que son “Salvation” y “I Wanna Riot”, en el que Tim alza el vuelo a pies juntos colgado se su gastaba guitarra. “Old Friend” el punk saltarín sigue en acción y las primeras filas no dan descanso a los amigos del orden.
El eterno bajista Matt Freeman sólido, participativo dispuesto a comandar la recta final con dos gemas conocidas como lo son “Time Bomb” con el guitarrista subido en los retornos de sonido y disfrutando de las vistas que solo lo genera un concierto de Rancid Lars sentencia esta es la última canción y la locura colectiva se apoderan del Azkena al escuchar “Ruby Soho” en el que la banda para de tocar para corearla con sus fanáticos y así poner punto final a la tralla de éxitos y salir de la zona de guerra ileso con un par de pisotones
Monster Magnet una tormenta de riff y stoner sería nuestra última parada de la primera jornada festivalera David Wyndorft y sus secuaces aparecieron en escena tras una intro y una mini jam distorsionando su guitarras para sorprendernos con “Born To Go” un clásico de Hawkwind banda de space rock en la que militó el fallecido Lemmy Kilmister. Los gemelos de las cuerdas Garrett Sweeney y Phil Caivano no destiñeron ningún segundo a la hora de “Superjudge!, “Crop Circle” y la Blacksabbiana “Dopes to Infinity” atrás quedaron los fantasmas de la adicciones de Mr Wyndorf potencia y un directo puño a la cara que envuelva la música de los monster un yeah y ya lo tiene listo para otro dardo “Tractor” es solo la mitad del concierto y ya la muralla de sonido está demoliendo el recinto vitorino
Pasarían “Look To Your Orb For The Warning” y la enorme “Bummer” que sería la previa al éxtasis que genero “Powertrip” que quedaste dando vuelta sin saber cómo apuntar la matrícula de tal embestida sin respiro otra estocada “Negasonic Teenage Warhead” para rendirse al espacio de karaoke “Space Lord” que fue la más coreada del repertorio, Se despiden de la afición pero vuelven “The Right Stuff” es la excusa para viajar una vez más en el monstruo magnético de Nueva Jersey a paisaje sónicos solo para adictos al stoner.
Etiquetas: Azkena Rock Festival, El Drogas, Liher, Lydia Lunch, Monster Magnet, Os Mutantes, Rancid, Steve Earle, The Kaisers