

Texto y Fotografías: Suso Pardal
La noche valenciana del 25 de octubre vibró al ritmo de riffs y golpes contundentes en la sala Rock City, que acogió uno de esos conciertos que dejan huella. En el cartel, el dúo gallego Bala y la banda alicantina Vaire. Y aunque Bala era la atracción principal, Vaire fue quien abrió la velada, encargándose de preparar el ambiente y subir las revoluciones de una sala que, desde el primer minuto, se llenaba rápidamente.
Con su fusión de estilos y su buen rollo desbordante, Vaire se metió al público en el bolsillo, caldeando el ambiente mientras, poco a poco, la audiencia aumentaba y los ánimos se elevaban. Los pogos que prometieron no tardaron en desatarse, y en más de una ocasión, los miembros de la banda se sumergieron entre el público, multiplicando esa sensación de cercanía y autenticidad que se respira en cada evento de Rock City. La energía fue in crescendo, y tras su actuación, las cervicales ya empezaban a dar señales de agotamiento; había sido un arranque espectacular.
Con la atmósfera al rojo vivo, fue el turno de Bala. Las gallegas Anxela Baltar (guitarra y voz) y Violeta Mosquera (batería) aparecieron en el escenario dispuestas a presentar su último trabajo, Besta, y no dieron tregua. Empezaron con “Equivocarme”, el primer corte de su nuevo álbum, desatando una auténtica tormenta de sonido que hizo vibrar hasta los cimientos de la sala, ya abarrotada. El público, compactado en cada rincón disponible, se movía como podía, imantado por el poderío de este dúo cuya intensidad sobrepasa cualquier expectativa.
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A lo largo de la noche, Bala ofreció un repaso a sus diez años de trayectoria con temas como “Hoy no”, “Prisas” y “Colmillos”, que hicieron estallar al público en una ovación tras otra. La conexión entre banda y audiencia fue absoluta, y cada canción resonó como un grito de resistencia y libertad. Las expresiones concentradas de Anxela y Violeta transmitían toda la fuerza de sus letras y sus ritmos salvajes, contagiando a una audiencia entregada que no cesaba de corear y moverse.
Tras una impresionante ejecución de “Bessie” y “Una selva”, Bala dejó el escenario, pero los asistentes clamaban por más. El bis llegó con “Agitar”, el tema más esperado de la noche, y se desató una última oleada de euforia que culminó cuando Anxela bajó al suelo para fundirse con el público en “Humo”, un final épico para una noche en la que Bala dejó claro por qué son una de las bandas más poderosas del panorama.
Valencia vivió una noche de auténtico rock en Rock City, un concierto que quedará en la memoria de quienes tuvieron la suerte de estar allí, testigos de la intensidad y la entrega absoluta de Bala.


Texto y Fotografías: Suso Pardal
La noche valenciana del 25 de octubre vibró al ritmo de riffs y golpes contundentes en la sala Rock City, que acogió uno de esos conciertos que dejan huella. En el cartel, el dúo gallego Bala y la banda alicantina Vaire. Y aunque Bala era la atracción principal, Vaire fue quien abrió la velada, encargándose de preparar el ambiente y subir las revoluciones de una sala que, desde el primer minuto, se llenaba rápidamente.
Con su fusión de estilos y su buen rollo desbordante, Vaire se metió al público en el bolsillo, caldeando el ambiente mientras, poco a poco, la audiencia aumentaba y los ánimos se elevaban. Los pogos que prometieron no tardaron en desatarse, y en más de una ocasión, los miembros de la banda se sumergieron entre el público, multiplicando esa sensación de cercanía y autenticidad que se respira en cada evento de Rock City. La energía fue in crescendo, y tras su actuación, las cervicales ya empezaban a dar señales de agotamiento; había sido un arranque espectacular.
Con la atmósfera al rojo vivo, fue el turno de Bala. Las gallegas Anxela Baltar (guitarra y voz) y Violeta Mosquera (batería) aparecieron en el escenario dispuestas a presentar su último trabajo, Besta, y no dieron tregua. Empezaron con “Equivocarme”, el primer corte de su nuevo álbum, desatando una auténtica tormenta de sonido que hizo vibrar hasta los cimientos de la sala, ya abarrotada. El público, compactado en cada rincón disponible, se movía como podía, imantado por el poderío de este dúo cuya intensidad sobrepasa cualquier expectativa.
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Tras una impresionante ejecución de “Bessie” y “Una selva”, Bala dejó el escenario, pero los asistentes clamaban por más. El bis llegó con “Agitar”, el tema más esperado de la noche, y se desató una última oleada de euforia que culminó cuando Anxela bajó al suelo para fundirse con el público en “Humo”, un final épico para una noche en la que Bala dejó claro por qué son una de las bandas más poderosas del panorama.
Valencia vivió una noche de auténtico rock en Rock City, un concierto que quedará en la memoria de quienes tuvieron la suerte de estar allí, testigos de la intensidad y la entrega absoluta de Bala.