Hay lugares privilegiados en el Infierno que siempre serán ocupados por pioneros tales como King Diamond y Mercyful Fate. Sin embargo, cuando se trata de bandas que explotan una puesta en escena ritualista y demoníaca –o directamente satánica- Behemoth ha llevado todo a extremos hollywoodenses, notables en sus shows en vivo y videoclips. En ese sentido, lo que Nergal y su grupo hacen es insuperable. Hay diez mil bandas que insisten con esa misma imaginería, pero quedarán siempre bajo la sombra de los célebres polacos. Hay que admitirlo: hoy en día Behemoth forma parte de la realeza del heavy metal, y esa es una conquista destacable porque nunca cedieron ni en sus ataques contra las religiones abrahámicas, ni ante las presiones del público conservador o “trve”. 

Esta coherencia hace que Nergal viva enfrentando juicios por parte de los sectores más rancios de la sociedad y críticas permanentes de personas que creen tener el poder de decidir qué deben crear los artistas. Adam Darski es un provocador; poco le importa lo que nadie piense de él, ya sea como músico o como ciudadano en su vida cotidiana. Sus redes sociales así lo demuestran.

Otro logro significativo del cuarteto completado por Seth (guitarra), Orion (bajo y coros), e Inferno (batería), es haber encontrado un punto de equilibrio muy delicado para avanzar escribiendo una música menos pesada, pero más elaborada y sin perder oscuridad. Aquí cabe destacar la habilidad para utilizar las contribuciones corales u orquestales (no meros sintetizadores) en una medida tan precisa que no convierten a la propuesta de Behemoth en sinfónica u operística, algo que ya abunda. Opvs Contra Natvram es el duodécimo disco de estudio de la banda, con edición nuevamente a cargo del sello Nuclear Blast Records.

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“Post-God Nirvana” es una intro menos épica que las de trabajos anteriores, pero muy sombría y va transportando a la audiencia al lugar que Behemoth pretende, más allá de las cadenas dogmáticas: una dimensión de puro atrevimiento. “Malaria Vvlgata” es el track más corto del disco, aunque de gran potencia. Ya empiezan a desplegarse los solos de guitarra de gran protagonismo en cada una de las canciones. “The Deathless Sun” es fuerte y agresiva con un estribillo que tiene cualidades de himno. Luego, “Ov My Herculean Exile” constituye un tramo en el álbum que invita a otro tipo de goce y reflexión. Nos encontramos con una banda que se anima a seguir explorando diferentes posibilidades y, en este caso, apuesta a una musicalidad más accesible y pegadiza. Arpegios, trémolo, una percusión variada, un bajo glissando, y hacia el final una guitarra pirotécnica.

“Neo Spartacus” es una canción bastante autorreferencial para Nergal, en tanto representa su espíritu rebelde en contra del gobierno y la iglesia de su país, así como de la parte más reaccionaria de la cultura metalera. Es un track enérgico, donde el aporte de Orion vuelve a sobresalir, así como un nuevo solo de Seth. Lo que hace Inferno en la batería es siempre bestial. “Disinheritance” es otra pista relativamente breve, que busca seguir aumentando la diversidad que caracteriza al disco globalmente. La guitarra vuelve a tener sus compases incendiarios acercándose al final, en un track que termina a puro bajo. “Off To War!” tiene momentos bastante calmos, casi hipnóticos, en los que cada instrumento se destaca con nitidez cristalina, y la percusión –en particular– sigue haciendo un gran despliegue técnico. Los solos de las seis cuerdas nunca resultan redundantes, hay que reconocerlo.

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“Once Upon A Pale Horse” tiene riffs encantadores, y a esta altura ya queda claro que el foco del grupo estuvo puesto en la composición de canciones bien distintas entre sí, con énfasis en la expresividad, no en lograr nada extremo. Las melodías y los diferentes climas dan cuenta de ello. En “Thy Becoming Eternal” aparecen unos coros como de misa negra, y la heterogeneidad de las líneas de guitarra no deja de ser una constante. La voz tiene más histrionismo que nunca. Un piano lúgubre y un atemorizante canto limpio dan comienzo a “Versvs Christvs”, que va escalando hasta alcanzar el estatus de otro potencial himno en su estribillo ceremonial. Se eleva otro solo de guitarra en medio de una vorágine que va dando paso a un fin solemne.

Los cinematográficos videos musicales previos al lanzamiento de este disco corresponden a “Ov My Herculean Exile”, “Off To War!” y “The Deathless Sun” (con uno narrativo y otro en el que aparece la banda tocando), además de un show en vivo en la terraza del Palacio de la Cultura y la Ciencia en Varsovia, publicado con el título Opvs Contra Cvltvram. Todo esto ya se encuentra dentro de lo esperable para uno de los grupos más importantes del metal contemporáneo, que tras tocar en España, estará visitando Sudamérica en el mes de noviembre junto con Arch Enemy.