Que a estas alturas de la película, se siga dudando del talento y la legitimidad de Alissa-White Gluz como vocalista de Arch Enemy, es algo que sólo los “haters” y cascarrabias de turno hacen y no entienden que los grupos evolucionan y que si la canadiense recibió el beneplácito de Ángela Gossow para ser su sustituta en la banda, poco le debe importar que a unos pocos les siga molestando su presencia al frente de la mítica formación sueca.

Sea como fuere, Arch Enemy vuelven este 2022 con el que es ya su onceavo trabajo de estudio y que llega casi cinco años después de su anterior disco (“Will To Power”, para seguir demostrando porque son una de las formaciones más importantes del metal europeo en los últimos tres lustros.

Si somos justos y honestos, es cierto que su predecesor no era tan redondo como “War Eternal”, el primer disco con Alissa al frente, pero había ganas de tener en nuestras manos el nuevo material de la banda sueca y una vez escuchado y analizado el mismo, podemos decir que la banda no ha defraudado en absoluto.

Arch Enemy recuperan un poquito el toque más heavy e intenso que quizás se había perdido en su disco anterior, para entregarnos un conjunto de canciones muy bien ejecutadas, de fácil asimilación y sobre todo con el gancho suficiente para ganar nuevos adeptos a su propuesta, en cierto modo lo mismo que ha ocurrido con compañeros de profesión como Amon Amarth, Lacuna Coil o Slipknot, en sus diferentes estilos, claro está.

Está claro que Michael Ammot y Erlandsson, son dos tipos que han mantenido la esencia compositiva de Arch Enemy a lo largo de su carrera y este disco, no iba a ser la excepción, con guitarras afiladas, voces guturales que suenan mejor que nunca y unas bases rítmicas perfectamente hechas a medida de cada canción del disco.

Por su parte, Alissa no necesita demostrar nada a estas alturas de su trayectoria como artista, pero es de admirar como la peliazul nos sigue destrozando los oídos con sus escalofriantes guturales , los cuales suenan cada vez mejor y en directo son aún más intensos.

Quizás y sólo es una aportación personal, creo que hay ciertos pasajes en algunas canciones que piden más un fraseado melódico de ella en lugar de más caña en la voz de la cantante originaria de Montreal.

Por citar nombres propios, está claro que los singles del disco superan a los de su predecesor y en el caso de “In The Eye Of The Storm”, tenemos una bomba de relojería a medio camino entre el thrash y el heavy metal moderno, con esas guitarras dobladas que cortan cual cuchillo y a Alissa en un estado de forma espectacular con un registro a la altura de pocas compañeras dentro del metal actual.

Y del resto llama especialmente la atención, la oscura y pesada “Spreading Black Wings”, un corte cercano al death y que puede ser una de las sorpresas del disco “tapadas” al no ser single ni tener su videoclip comercial, pero ojito porque para los que aún “dudan” de Alissa, esta canción os va a callar la boca unos cuantos meses afortunadamente.

Arch Enemy con este nuevo trabajo vuelven a demostrar que los cambios que han realizado en su carrera han sido para bien y para evolucionar como músicos y como banda en si misma.

Como he dicho, sin alcanzar la brillantez de “War Eternal”, con “Deceivers” la banda sigue entre las mejores de su estilo y regresan una vez más por todo lo alto.

Yo creo que no les podemos pedir más teniendo un disco tan redondo como este entre las manos.