Creo que nadie se atrevió a dudar cuando hace unas semanas decíamos que esta visita de Cannibal Corpse era, con muchas probabilidades, una de las giras del año a nivel extremo.
Pues no nos equivocamos ni un ápice ya que lo vivido el pasado viernes 17 de marzo en la Sala Razzmatazz (tras haber agotado la anterior plaza), sólo puede catalogarse de histórico, ni más ni menos, simplemente una noche histórica.
¿Sabéis cuando la tarde es redonda?, pues bien, la del viernes lo fue y con creces superando las cuatro cifras en el aforo, con un gran sonido y demostrando por qué Cannibal Corpse no es una banda más, sino un emblema dentro del metal más extremo y sanguinario.
Fijaros si la tarde empezó bien, que los norteamericanos Stormruler, salieron a escena y lejos de encontrarse la sala a medio gas, lo cierto es que ya había una gran cantidad de público muy expectante para ver como sonaba su black metal melódico y muy intenso. Pese a no ser tan conocidos como sus otros tres compañeros de gira, la banda sonó muy potente y me atrevería a decir que bastante mejor y más compacta que en disco, aunque la nota negativa quizás haya sido el volumen más alto de lo necesario, aunque ni este percance empañó un buen comienzo para la tarde/noche que se nos venía encima.
Mucho mejor les fueron las cosas a Ingested, pero dejemos una cosa clara, los británicos no son el colmo la de la originalidad, cualquier que disfrute y tenga conocimientos más o menos estudiados del deathcore, el brutal death metal y el slam, sabrá que Ingested es un poco una libreta donde están apuntadas las claves de estos estilos y con la cual han creado el suyo, pero poco se puede hacer cuando la banda se sube al escenario con la convicción y la brutalidad sonora con la que lo hicieron el viernes en Barcelona.
Tanto es así que no sólo los chiquitos con dilatas y tatuajes que se mataban en el “wall of death” fliparon con el sonido de la banda, si no que más de un veterano que no había podido verlos aún acabó rendido ante el talento y la agresividad de los británicos.
No voy a mentir si digo que Dark Funeral, era la banda que más quería ver del cartel ya que no había podido verlos hasta el momento y tenía mis dudas ya que había oído historias de todos los colores acerca del directo de esta institución del black metal nórdico.
La banda abrió fuego con el himno “Hail Murder” y ya pudimos despejar cualquier duda que tuviésemos en el cuerpo con Jalomaah como una bestia desatada tras los parches, y el bajista Adra-Melek y Chaq Mol a la guitarra buscando su duelo conjunto particular en todo el tiempo que estuvieron sobre las tablas de la ciudad condal.
La contundente voz de Heljarmadr, fue sonando con cada canción que iba pasando y hay que decir que pese a estar centrado en la última etapa de la banda, Dark Funeral supieron elaborar un set muy completo y que dejó a todos bastante conformes, tanto a los fans más jóvenes como a los más experimentados en la materia.
Podemos destacar temazos tan potentes como “My Funeral”, “The Secrets of the Black Arts”, “Unchain My Soul” o “Let the devil in”, entre las más redondas dentro del set de la banda.
Para final dejaron la joya “Where Shadows Forever Reign”, cerrando uno de los mejores, si no el mejor show de la banda dado en Barcelona en toda su carrera, a pesar de lo imperdonable que fue la omisión del clásico “Ravenna Strigoi Mortii”, ni eso pudo empañar una actuación sobresaliente de la banda sueca que esperemos vuelvan solos como headliners y con este nivel imparable.
Ya desde el chequeo previo, se podía prever lo que estaba a punto de suceder en unos escasos minutos ya que los encargados de probar las guitarras y demás instrumentos de Cannibal Corpse, los hacían sonar y no sólo todo estaba perfecto y a punto si no, que el estruendoso sonido que emitían hacía pensar que la banda nos iba a destrozar por completo esta noche y así fue.
La cosa empezó con “Scourge of Iron” y a partir de ahí fue una sucesión de mutilaciones sonoras que estoy seguro harían las delicias de un tipo como Leatherface o Jason Voorhees.
Los temas fueron cayendo y el desmembramiento era algo pocas veces visto en la Razz, temas como “The Time to Kill is Now” se mezclaron sin despeinarse con otros más nuevos como “Inhumane Harvest” o “Necrogenic Resurrection” y el resultado fue la misma carnicería sonora que hizo la delicia de todos los presentes.
Por supuesto hubo lugar para clásicos infernales como “I Cum Blood”, “Kill or Become”, “Fucked with a Knife” dedicada a las chicas de la sala… Si bueno, un pelín retorcido el piropo quizás pero qué sé yo, así son Cannibal Corpse.
Podría nombrarte el set entero, pero por ir reduciendo, nos quedamos también con “Devoured By Vermin” una patada en la herida más sangrante, la titánica “A Skull full of Maggots” que sonó apoteósica y ese mítico final con “Hammer Smashed Face”, pusieron la nota de oro a esta visita que, por canciones, nivel interpretado, agresividad y violencia sonora, repito, solo puede calificarse de histórica, tan simple y llano como eso, Cannibal Corpse dieron un auténtico baño de sangre en Barcelona y su nivel lo dejaron por encima del infierno más abrasador.
Creo que nadie se atrevió a dudar cuando hace unas semanas decíamos que esta visita de Cannibal Corpse era, con muchas probabilidades, una de las giras del año a nivel extremo.
Pues no nos equivocamos ni un ápice ya que lo vivido el pasado viernes 17 de marzo en la Sala Razzmatazz (tras haber agotado la anterior plaza), sólo puede catalogarse de histórico, ni más ni menos, simplemente una noche histórica.
¿Sabéis cuando la tarde es redonda?, pues bien, la del viernes lo fue y con creces superando las cuatro cifras en el aforo, con un gran sonido y demostrando por qué Cannibal Corpse no es una banda más, sino un emblema dentro del metal más extremo y sanguinario.
Fijaros si la tarde empezó bien, que los norteamericanos Stormruler, salieron a escena y lejos de encontrarse la sala a medio gas, lo cierto es que ya había una gran cantidad de público muy expectante para ver como sonaba su black metal melódico y muy intenso. Pese a no ser tan conocidos como sus otros tres compañeros de gira, la banda sonó muy potente y me atrevería a decir que bastante mejor y más compacta que en disco, aunque la nota negativa quizás haya sido el volumen más alto de lo necesario, aunque ni este percance empañó un buen comienzo para la tarde/noche que se nos venía encima.
Mucho mejor les fueron las cosas a Ingested, pero dejemos una cosa clara, los británicos no son el colmo la de la originalidad, cualquier que disfrute y tenga conocimientos más o menos estudiados del deathcore, el brutal death metal y el slam, sabrá que Ingested es un poco una libreta donde están apuntadas las claves de estos estilos y con la cual han creado el suyo, pero poco se puede hacer cuando la banda se sube al escenario con la convicción y la brutalidad sonora con la que lo hicieron el viernes en Barcelona.
Tanto es así que no sólo los chiquitos con dilatas y tatuajes que se mataban en el “wall of death” fliparon con el sonido de la banda, si no que más de un veterano que no había podido verlos aún acabó rendido ante el talento y la agresividad de los británicos.
No voy a mentir si digo que Dark Funeral, era la banda que más quería ver del cartel ya que no había podido verlos hasta el momento y tenía mis dudas ya que había oído historias de todos los colores acerca del directo de esta institución del black metal nórdico.
La banda abrió fuego con el himno “Hail Murder” y ya pudimos despejar cualquier duda que tuviésemos en el cuerpo con Jalomaah como una bestia desatada tras los parches, y el bajista Adra-Melek y Chaq Mol a la guitarra buscando su duelo conjunto particular en todo el tiempo que estuvieron sobre las tablas de la ciudad condal.
La contundente voz de Heljarmadr, fue sonando con cada canción que iba pasando y hay que decir que pese a estar centrado en la última etapa de la banda, Dark Funeral supieron elaborar un set muy completo y que dejó a todos bastante conformes, tanto a los fans más jóvenes como a los más experimentados en la materia.
Podemos destacar temazos tan potentes como “My Funeral”, “The Secrets of the Black Arts”, “Unchain My Soul” o “Let the devil in”, entre las más redondas dentro del set de la banda.
Para final dejaron la joya “Where Shadows Forever Reign”, cerrando uno de los mejores, si no el mejor show de la banda dado en Barcelona en toda su carrera, a pesar de lo imperdonable que fue la omisión del clásico “Ravenna Strigoi Mortii”, ni eso pudo empañar una actuación sobresaliente de la banda sueca que esperemos vuelvan solos como headliners y con este nivel imparable.
Ya desde el chequeo previo, se podía prever lo que estaba a punto de suceder en unos escasos minutos ya que los encargados de probar las guitarras y demás instrumentos de Cannibal Corpse, los hacían sonar y no sólo todo estaba perfecto y a punto si no, que el estruendoso sonido que emitían hacía pensar que la banda nos iba a destrozar por completo esta noche y así fue.
La cosa empezó con “Scourge of Iron” y a partir de ahí fue una sucesión de mutilaciones sonoras que estoy seguro harían las delicias de un tipo como Leatherface o Jason Voorhees.
Los temas fueron cayendo y el desmembramiento era algo pocas veces visto en la Razz, temas como “The Time to Kill is Now” se mezclaron sin despeinarse con otros más nuevos como “Inhumane Harvest” o “Necrogenic Resurrection” y el resultado fue la misma carnicería sonora que hizo la delicia de todos los presentes.
Por supuesto hubo lugar para clásicos infernales como “I Cum Blood”, “Kill or Become”, “Fucked with a Knife” dedicada a las chicas de la sala… Si bueno, un pelín retorcido el piropo quizás pero qué sé yo, así son Cannibal Corpse.
Podría nombrarte el set entero, pero por ir reduciendo, nos quedamos también con “Devoured By Vermin” una patada en la herida más sangrante, la titánica “A Skull full of Maggots” que sonó apoteósica y ese mítico final con “Hammer Smashed Face”, pusieron la nota de oro a esta visita que, por canciones, nivel interpretado, agresividad y violencia sonora, repito, solo puede calificarse de histórica, tan simple y llano como eso, Cannibal Corpse dieron un auténtico baño de sangre en Barcelona y su nivel lo dejaron por encima del infierno más abrasador.