Fue un día como hoy pero de 1993 cuando el verdadero cuarteto de Liverpool, Carcass, estrenaba uno de los trabajos más representativos del metal extremo en su, hasta entonces, corta historia.
Por aquel entonces, la banda liderada por Jeff Walker tenía a sus espaldas una ya nutrida discografía que había comenzado en 1988 con Reek of Putrefaction, ayudando a popularizar junto a Terrorizer y Napalm Death el oscuro género conocido como grindcore, sonido que irían cultivando a través de sus lanzamientos hasta Necroticism – Descanting the Insalubrious en 1991. A través de estos años, los entonces chicuelos irían perfeccionando su ejecución, su oído y sus intereses con el disco anteriormente mencionado, pero no sería hasta el lanzamiento de Heartwork, la que por muchos es considerada la obra maestra de la banda, que Carcass alcanzaría una visibilidad y proyección internacional hasta entonces nunca antes vista para una banda tan underground en aquel momento.
La reacción de los fans no tardaría en llegar, yendo desde la total admiración, al total desprecio (incluidos sendos correos de odio dirigidos a la coordinación de Earache Records, llamándolos vendidos y asegurando que más bien parecía un disco de Poison, debido a su limpia producción y ejecución). El mundo del metal underground parecía dividido, aunque el legado de uno de los discos más importantes del death metal, no tardaría mucho en formar a toda una generación de músicos a nivel mundial.
En México, más de una generación ha conocido no solamente el trabajo de esta espectacular banda británica a través del álbum, sino que también ha funcionado como droga de introducción para todo un caleidoscopio de sonidos melódicos y extremos que ha servido de base para la exploración propia de los artistas que fueron tocados por este icónico trabajo.
Dependiendo de su edad, ingresos y hasta locación geográfica, metaleros jóvenes y no tan jóvenes, pudieron hacerse con este trabajo a partir de tianguis, blogs, playlists, programas de radio, programas de televisión, intercambio de casettes, revistas y tiendas de música de todo el país. Su legado es aún palpable en la escena nacional, por lo que hemos decidido recopilar de voz propia aquellas experiencias y universos que fueron alcanzados por el peculiar sonido de Carcass:
El disco que me inició dentro del metal extremo. Cuando lo descubrí a mis 14 años nunca había escuchado algo con un balance tan perfecto entre melodía y brutalidad. Gracias a este disco sentí curiosidad de empezar a ahondar en subgéneros más pesados, y definitivamente dejó una marca en mi estilo, ya que Jeff Walker es una de mis principales influencias como vocalista.
–Jorge San Román. Cantante y bajista en Call ov the Void.
Era el 2007 cuando tuve la oportunidad de escuchar por primera vez este álbum. En aquel entonces no dimensioné el impacto en la historia del metal extremo que esta obra había tenido, solo a través del tiempo en que me he involucrado más en la composición es que he podido comprender su magnitud; solo para poner en perspectiva, en este álbum no encontraras una sola pieza que no refleje la pasión y talento de cada uno de sus músicos, con aspectos tales como la armonización de arreglos de guitarra de Michael Amott, la sobriedad de riffs de Bill Steer, una batería contundente con Ken Owen y la mítica voz de Jeff Walker junto con sus líneas de bajo, todo perfectamente ensamblado en canciones de innegable relevancia en la historia del death metal.
Al día de hoy, puedo garantizar que directa o indirectamente, el metal extremo que se hace en estos días, tiene sus raíces en Heartwork de Carcass.
–Carlos Muñíz, guitarrista en The Summon
Encontré a Carcass en un blog por allá del 2006-2007. A mediados de la secundaria, comenzaba a buscar metal más extremo, y fue en un Blogspot que encontré recomendado el Heartwork. Lo que más me gustó del álbum es que tenía riffs bastante bien definidos pero con una brutalidad impresionante para mi yo de esa edad. Sin duda fue un álbum que marcó un antes y después en mi gusto musical, pues fue de los primeros álbumes de música extrema que escuché y ahora, gracias a esa etapa en mi vida, de un modo u otro, fue lo que me llevó al camino donde estoy, en el cual toco la música que toco.
–Fernando Maldonado, cantante en The Mind Is A Terrible Thing To Taste (T.M.I.A.T.T.T) / Speedreak
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: RHAPSODY Y STRATOVARIUS, 25 AÑOS DE “SYMPHONY OF ENCHANTED LANDS” Y “DESTINY”
Inicié mi travesía por el sendero de la música extrema desde la escuela primaria, mas no fue sino hasta el año 2007, que gracias a los míticos tapatíos Death Carnage, conocí Heartwork de Carcass, cambiando la perspectiva que tenía del género para siempre; pues la exquisita combinación de death metal con melodías finamente ejecutadas, se instauró y tuvo tal impacto en mi ser, que hoy día no sólo es mi estilo predilecto, sino que es el género al que le he dedicado mi corazón a través de mis composiciones musicales.
-José Guardado, cantante y guitarrista en Aetherevm.
Cuando escuché a Carcass por primera vez fue con Heartwork. Recuerdo haber visto una playera de ese álbum y haber quedado completamente pasmado: La compré, el arte había logrado atraerme, como antes sucedía con muchos cds. Desde ahí los escuché por primera vez. Sin duda es un sonido crudo. Para mí es un claro ejemplo de cómo gritar así, crudo y entendible. Puro death metal.
–Jorge “Azog” Álvarez, cantante en BETRAYME.
A Carcass los conocí a través de “Incarnated Solvent Abuse” en MTV Headbangers Ball. Riffs con mucha fuerza y desgarradoras voces guturales que nunca habia escuchado de esa manera: graves, pero muy entendibles a mi gusto, limpias. Ahí conocí lo que seria mi segunda banda favorita. Lo tenía todo, excelente death metal, con grandes vocales por parte de Jeff Walker y ademas, tocando el bajo como si cada nota, machacante en la cabeza, me dijera “vamos, sal, golpea, destruye lo que te molesta, obstruye y sigue tu camino”. Una gran influencia que no pasa. Yo trato de tener un sonido así, que me envuelva como solo Carcass lo hace. Es una banda que siempre tengo qué ver cuando se presenta en vivo, ya siete veces y dos de ellas contando con la oportunidad de haberles tomado fotografías para Rockphoto.mx
Ha sido like a dream come trve. Aun falta para poder abrirles un show, ¡espero que pronto!
–Francisco “Troll” Landeros, bajista en WildShit.
Etiquetas: Aetherevm, BETRAYME, Bill Steer, Call ov the Void, Carcass, Carlos Muñíz, Clemente Escalona, Death Metal, Earache Records, Fernando Maldonado, Francisco "Troll" Landeros, Heartwork, Inglaterra, Jeff Walker, Jorge "Azog" Álvarez, Jorge San Román, José Guardado, Ken Owen, Liverpool, Matalobos, mexico, Michael Amott, Speedfreak, The Mind Is A Terrible Thing To Taster, The Summon, TMIATTT, WildShitRecuerdo con mucha nostalgia los días de secundaria descubriendo nuevos sonidos y campos más extremos en la música. Sin duda uno de los álbumes que llegó casi como obligado fue Heartwork, que fácilmente forma parte de mi trilogía de entregas favoritas de Carcass, junto su antecesor y predecesor. El dinamismo de Ken Owen, groove por parte de Bill Steer y melodía marcada por Mr. Amott en las guitarras, aunado a la voz inconfundible de Jeff, lo hacen un álbum representativo que afianzó su sonido único y que transformó mi manera de ver la música en el clásico por excelencia de la banda británica.
–Clemente Escalona, baterista en Matalobos.
Fue un día como hoy pero de 1993 cuando el verdadero cuarteto de Liverpool, Carcass, estrenaba uno de los trabajos más representativos del metal extremo en su, hasta entonces, corta historia.
Por aquel entonces, la banda liderada por Jeff Walker tenía a sus espaldas una ya nutrida discografía que había comenzado en 1988 con Reek of Putrefaction, ayudando a popularizar junto a Terrorizer y Napalm Death el oscuro género conocido como grindcore, sonido que irían cultivando a través de sus lanzamientos hasta Necroticism – Descanting the Insalubrious en 1991. A través de estos años, los entonces chicuelos irían perfeccionando su ejecución, su oído y sus intereses con el disco anteriormente mencionado, pero no sería hasta el lanzamiento de Heartwork, la que por muchos es considerada la obra maestra de la banda, que Carcass alcanzaría una visibilidad y proyección internacional hasta entonces nunca antes vista para una banda tan underground en aquel momento.
La reacción de los fans no tardaría en llegar, yendo desde la total admiración, al total desprecio (incluidos sendos correos de odio dirigidos a la coordinación de Earache Records, llamándolos vendidos y asegurando que más bien parecía un disco de Poison, debido a su limpia producción y ejecución). El mundo del metal underground parecía dividido, aunque el legado de uno de los discos más importantes del death metal, no tardaría mucho en formar a toda una generación de músicos a nivel mundial.
En México, más de una generación ha conocido no solamente el trabajo de esta espectacular banda británica a través del álbum, sino que también ha funcionado como droga de introducción para todo un caleidoscopio de sonidos melódicos y extremos que ha servido de base para la exploración propia de los artistas que fueron tocados por este icónico trabajo.
Dependiendo de su edad, ingresos y hasta locación geográfica, metaleros jóvenes y no tan jóvenes, pudieron hacerse con este trabajo a partir de tianguis, blogs, playlists, programas de radio, programas de televisión, intercambio de casettes, revistas y tiendas de música de todo el país. Su legado es aún palpable en la escena nacional, por lo que hemos decidido recopilar de voz propia aquellas experiencias y universos que fueron alcanzados por el peculiar sonido de Carcass:
El disco que me inició dentro del metal extremo. Cuando lo descubrí a mis 14 años nunca había escuchado algo con un balance tan perfecto entre melodía y brutalidad. Gracias a este disco sentí curiosidad de empezar a ahondar en subgéneros más pesados, y definitivamente dejó una marca en mi estilo, ya que Jeff Walker es una de mis principales influencias como vocalista.
–Jorge San Román. Cantante y bajista en Call ov the Void.
Era el 2007 cuando tuve la oportunidad de escuchar por primera vez este álbum. En aquel entonces no dimensioné el impacto en la historia del metal extremo que esta obra había tenido, solo a través del tiempo en que me he involucrado más en la composición es que he podido comprender su magnitud; solo para poner en perspectiva, en este álbum no encontraras una sola pieza que no refleje la pasión y talento de cada uno de sus músicos, con aspectos tales como la armonización de arreglos de guitarra de Michael Amott, la sobriedad de riffs de Bill Steer, una batería contundente con Ken Owen y la mítica voz de Jeff Walker junto con sus líneas de bajo, todo perfectamente ensamblado en canciones de innegable relevancia en la historia del death metal.
Al día de hoy, puedo garantizar que directa o indirectamente, el metal extremo que se hace en estos días, tiene sus raíces en Heartwork de Carcass.
–Carlos Muñíz, guitarrista en The Summon
Encontré a Carcass en un blog por allá del 2006-2007. A mediados de la secundaria, comenzaba a buscar metal más extremo, y fue en un Blogspot que encontré recomendado el Heartwork. Lo que más me gustó del álbum es que tenía riffs bastante bien definidos pero con una brutalidad impresionante para mi yo de esa edad. Sin duda fue un álbum que marcó un antes y después en mi gusto musical, pues fue de los primeros álbumes de música extrema que escuché y ahora, gracias a esa etapa en mi vida, de un modo u otro, fue lo que me llevó al camino donde estoy, en el cual toco la música que toco.
–Fernando Maldonado, cantante en The Mind Is A Terrible Thing To Taste (T.M.I.A.T.T.T) / Speedreak
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Inicié mi travesía por el sendero de la música extrema desde la escuela primaria, mas no fue sino hasta el año 2007, que gracias a los míticos tapatíos Death Carnage, conocí Heartwork de Carcass, cambiando la perspectiva que tenía del género para siempre; pues la exquisita combinación de death metal con melodías finamente ejecutadas, se instauró y tuvo tal impacto en mi ser, que hoy día no sólo es mi estilo predilecto, sino que es el género al que le he dedicado mi corazón a través de mis composiciones musicales.
-José Guardado, cantante y guitarrista en Aetherevm.
Cuando escuché a Carcass por primera vez fue con Heartwork. Recuerdo haber visto una playera de ese álbum y haber quedado completamente pasmado: La compré, el arte había logrado atraerme, como antes sucedía con muchos cds. Desde ahí los escuché por primera vez. Sin duda es un sonido crudo. Para mí es un claro ejemplo de cómo gritar así, crudo y entendible. Puro death metal.
–Jorge “Azog” Álvarez, cantante en BETRAYME.
A Carcass los conocí a través de “Incarnated Solvent Abuse” en MTV Headbangers Ball. Riffs con mucha fuerza y desgarradoras voces guturales que nunca habia escuchado de esa manera: graves, pero muy entendibles a mi gusto, limpias. Ahí conocí lo que seria mi segunda banda favorita. Lo tenía todo, excelente death metal, con grandes vocales por parte de Jeff Walker y ademas, tocando el bajo como si cada nota, machacante en la cabeza, me dijera “vamos, sal, golpea, destruye lo que te molesta, obstruye y sigue tu camino”. Una gran influencia que no pasa. Yo trato de tener un sonido así, que me envuelva como solo Carcass lo hace. Es una banda que siempre tengo qué ver cuando se presenta en vivo, ya siete veces y dos de ellas contando con la oportunidad de haberles tomado fotografías para Rockphoto.mx
Ha sido like a dream come trve. Aun falta para poder abrirles un show, ¡espero que pronto!
–Francisco “Troll” Landeros, bajista en WildShit.
Etiquetas: Aetherevm, BETRAYME, Bill Steer, Call ov the Void, Carcass, Carlos Muñíz, Clemente Escalona, Death Metal, Earache Records, Fernando Maldonado, Francisco "Troll" Landeros, Heartwork, Inglaterra, Jeff Walker, Jorge "Azog" Álvarez, Jorge San Román, José Guardado, Ken Owen, Liverpool, Matalobos, mexico, Michael Amott, Speedfreak, The Mind Is A Terrible Thing To Taster, The Summon, TMIATTT, WildShitRecuerdo con mucha nostalgia los días de secundaria descubriendo nuevos sonidos y campos más extremos en la música. Sin duda uno de los álbumes que llegó casi como obligado fue Heartwork, que fácilmente forma parte de mi trilogía de entregas favoritas de Carcass, junto su antecesor y predecesor. El dinamismo de Ken Owen, groove por parte de Bill Steer y melodía marcada por Mr. Amott en las guitarras, aunado a la voz inconfundible de Jeff, lo hacen un álbum representativo que afianzó su sonido único y que transformó mi manera de ver la música en el clásico por excelencia de la banda británica.
–Clemente Escalona, baterista en Matalobos.