No es fácil hablar de dos discos en un mismo especial, pero aquí las piezas encajaron perfectamente como si de un rompecabezas de power metal se tratara; por un lado tenemos el séptimo disco de Stratovarius, Destiny, y por el otro el segundo disco de Rhapsody, Symphony of Enchanted Lands, dos discos que salieron el mismo día en el mismo año, una gran coincidencia para estas 2 obras de arte que no pasaron desapercibidos y que ahora cumplen 25 años de trayectoria y siguen sonando increíbles y nostálgicos a la vez.
En ambas producciones se podía apreciar talento de sobra, desde el nombre de ambos discos hasta sus carátulas reflejaban lo que se veía venir, todo su contenido visual y auditivo era majestuoso por así decirlo. Para empezar ha hablar de ellos, lanzo una moneda al aire, si cae águila es Rhapsody y si es sol es Stratovarius, aquí hasta las caras de la moneda encajan con las bandas; el sol de la misma se ve al caer, así que empezamos con la banda de Timo Tolkki por aquel entonces.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: 4 DÉCADAS DEL HOLY DIVER DE DIO, UN DISCO QUE DEJÓ HUELLA
Los finlandeses Stratovarius ya tenían una larga trayectoria musical, sus dos discos anteriores ya lo habían puesto en la mira de muchos, Fourth Dimension del 95 y Episode del 96 fueron discos muy bien aceptados por la crítica, pero no fue hasta 1998 cuando salió Destiny, que la banda obtuvo un reconocimiento a nivel mundial.
El disco abre con el tema principal que da nombre al mismo, y desde ese preciso momento los arreglos orquestales se pueden apreciar en todo momento, la producción sobre sale en este álbum, diez minutos quince segundos que pasan volando para el tema “Destiny”, si le hubiesen agregado otros diez minutos, el tema no sería aburrido, lograron que la canción principal mostrara todo el contenido del disco en una sola, algo no muy fácil de lograr.
Jens Johansson estaba en un nivel inigualable, todo lo que aprendió en la época de Dio, Silver Mountain y con Yngwie Malmsteen se vió reflejado en el, nada más basta con escuchar el intro de su primer sencillo, “S.O.S.” para darse cuenta de eso, esta canción contó con su propio video que se podía apreciar en cantidades de programas de música y no sólo referentes al metal.
El disco tiene espacio para baladas como “4000 Rainy Nights”, medios tiempos como “Years Go Bye” o “Venus in the Morning”, sinfonías en el resto del disco y todo lo que a la banda se lo ocurría, pues Tolkki estaba en su mejor momento creativo, además contaba con la gran ayuda del tocayo Timo Kotipelto.
Luego pasamos con los italianos Rhapsody, vamos a desenfundar nuestra espada mientras el disco Symphony of Enchanted Lands recorre cada surco del mismo.
Con una hermosa explosión orquestal y la ayuda del genio del power metal, Sascha Paeth, un intro llamado “Epicus Furor” da paso a “Emerald Sword”, como si de una batalla épica se tratara, para dar un grito de triunfo con “Wisdom of the Kings”.
La voz de Fabio Lione sube a las notas más altas seguidas de la veloz guitarra de Luca Turilli, al perfecto compas de Alex Staropoli en los teclados, esta es una combinación perfecta para el sonido que la banda quería reflejar en ese momento.
Otros temas que sobre salen son las épicas “Heroes of the Lost Valley”, “Symphony of Enchanted Lands” y la veloz “Eternal Glory”; al terminar el disco la victoria está de nuestro lado, Symphony of Enchanted Lands clavó la espada en la piedra y levantó la bandera de gloria en un campo musical que ya estaba bastante saturado.
Estas alineaciones nunca debieron terminar en cada una de las bandas, lo que se logró con ellas fue algo muy especial e imposible de superar.
En conclusión para ambos discos, la epopeya se mezcla con la música para dar un dramatismo único reflejado en el arte de las musas, palabras más palabras menos, esta es la manera de definir estos dos clásicos que ahora se enfrentan de manera emocional más no en polémica, esto no es un grito de guerra, estas son palabras de unión, el power metal no sería lo mismo sin estos dos clásicos que catapultaron a sus respectivas bandas.
Etiquetas: Alex Staropoli, Destiny, Fabio Lione, Jens Johansson, Luca Turilli, Power Metal, Rhapsody, S.O.S., Sascha Paeth, Stratovarius, Symphonic Power Metal, Symphony of Enchanted Lands, Timo Kotipelto, Timo Tolkki, Wisdom of the Kings
No es fácil hablar de dos discos en un mismo especial, pero aquí las piezas encajaron perfectamente como si de un rompecabezas de power metal se tratara; por un lado tenemos el séptimo disco de Stratovarius, Destiny, y por el otro el segundo disco de Rhapsody, Symphony of Enchanted Lands, dos discos que salieron el mismo día en el mismo año, una gran coincidencia para estas 2 obras de arte que no pasaron desapercibidos y que ahora cumplen 25 años de trayectoria y siguen sonando increíbles y nostálgicos a la vez.
En ambas producciones se podía apreciar talento de sobra, desde el nombre de ambos discos hasta sus carátulas reflejaban lo que se veía venir, todo su contenido visual y auditivo era majestuoso por así decirlo. Para empezar ha hablar de ellos, lanzo una moneda al aire, si cae águila es Rhapsody y si es sol es Stratovarius, aquí hasta las caras de la moneda encajan con las bandas; el sol de la misma se ve al caer, así que empezamos con la banda de Timo Tolkki por aquel entonces.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: 4 DÉCADAS DEL HOLY DIVER DE DIO, UN DISCO QUE DEJÓ HUELLA
Los finlandeses Stratovarius ya tenían una larga trayectoria musical, sus dos discos anteriores ya lo habían puesto en la mira de muchos, Fourth Dimension del 95 y Episode del 96 fueron discos muy bien aceptados por la crítica, pero no fue hasta 1998 cuando salió Destiny, que la banda obtuvo un reconocimiento a nivel mundial.
El disco abre con el tema principal que da nombre al mismo, y desde ese preciso momento los arreglos orquestales se pueden apreciar en todo momento, la producción sobre sale en este álbum, diez minutos quince segundos que pasan volando para el tema “Destiny”, si le hubiesen agregado otros diez minutos, el tema no sería aburrido, lograron que la canción principal mostrara todo el contenido del disco en una sola, algo no muy fácil de lograr.
Jens Johansson estaba en un nivel inigualable, todo lo que aprendió en la época de Dio, Silver Mountain y con Yngwie Malmsteen se vió reflejado en el, nada más basta con escuchar el intro de su primer sencillo, “S.O.S.” para darse cuenta de eso, esta canción contó con su propio video que se podía apreciar en cantidades de programas de música y no sólo referentes al metal.
El disco tiene espacio para baladas como “4000 Rainy Nights”, medios tiempos como “Years Go Bye” o “Venus in the Morning”, sinfonías en el resto del disco y todo lo que a la banda se lo ocurría, pues Tolkki estaba en su mejor momento creativo, además contaba con la gran ayuda del tocayo Timo Kotipelto.
Luego pasamos con los italianos Rhapsody, vamos a desenfundar nuestra espada mientras el disco Symphony of Enchanted Lands recorre cada surco del mismo.
Con una hermosa explosión orquestal y la ayuda del genio del power metal, Sascha Paeth, un intro llamado “Epicus Furor” da paso a “Emerald Sword”, como si de una batalla épica se tratara, para dar un grito de triunfo con “Wisdom of the Kings”.
La voz de Fabio Lione sube a las notas más altas seguidas de la veloz guitarra de Luca Turilli, al perfecto compas de Alex Staropoli en los teclados, esta es una combinación perfecta para el sonido que la banda quería reflejar en ese momento.
Otros temas que sobre salen son las épicas “Heroes of the Lost Valley”, “Symphony of Enchanted Lands” y la veloz “Eternal Glory”; al terminar el disco la victoria está de nuestro lado, Symphony of Enchanted Lands clavó la espada en la piedra y levantó la bandera de gloria en un campo musical que ya estaba bastante saturado.
Estas alineaciones nunca debieron terminar en cada una de las bandas, lo que se logró con ellas fue algo muy especial e imposible de superar.
En conclusión para ambos discos, la epopeya se mezcla con la música para dar un dramatismo único reflejado en el arte de las musas, palabras más palabras menos, esta es la manera de definir estos dos clásicos que ahora se enfrentan de manera emocional más no en polémica, esto no es un grito de guerra, estas son palabras de unión, el power metal no sería lo mismo sin estos dos clásicos que catapultaron a sus respectivas bandas.
Etiquetas: Alex Staropoli, Destiny, Fabio Lione, Jens Johansson, Luca Turilli, Power Metal, Rhapsody, S.O.S., Sascha Paeth, Stratovarius, Symphonic Power Metal, Symphony of Enchanted Lands, Timo Kotipelto, Timo Tolkki, Wisdom of the Kings