
El río de los muertos y el barquero del sufrimiento existencial (2024)
Independiente
1. Elestigia
2. Oscuridad Interna
3. Visiones
4. Circumdatio
5. Pesadillas Eternas
6. Clariaudiencia
7. Antichristus
8. Parasomnia
9. ECM
10. Catalepsia
11. Vigilia
12. Oraculum
13. Psicografía
14. Catharsis
15. Medium
16. Transmigración
17. Apostasía
18. Mastemah
Elestigia es el proyecto personal de Noctus Nihil, un enigmático músico mexicano (es hasta ahí donde llegan los datos) que nos hizo llegar su LP El río de los muertos y el barquero del sufrimiento existencial, editado de manera independiente y metido, según su mismo creador, dentro del “black metal depresivo”, una corriente que es medio un meme dentro del mundo del metal negro pero que al mismo tiempo tiene sus seguidores fieles. Yo podría contarme entre sus fans, o al menos como alguien a quien le atrae mucho la idea detrás de este estilo: esos riffs distantes y helados de la ola noruega se prestaban muy bien para las atmósferas melancólicas, al punto de que creo que álbumes como Hvis Lyset Tar Oss y sobre todo Filosofem de Burzum se pueden contar entre sus pioneros, más allá de ese fuera el intento del loquito neonazi de Varg Vikernes. Pero estoy muy consciente de por qué a muchos le puede provocar rechazo, como ya detallé anteriormente en mi reseña de Innocence.Love.Sadness de Sorry…, con todos sus clichés un tanto insoportables.
Pero me estoy yendo de tema, así que centrémonos en este particular álbum. Y “particular” es una buena manera de describirlo, porque lo de Elestigia parece venir por otro lado, incluso juzgando con sólo ver la portada y la lista de canciones: no recuerdo muchos discos de black depresivo con tantos tracks, a menos que hablemos de uno con interludios entre canciones más largas. Pero no, El río… nos presenta 18 canciones de duración media, manteniéndose casi sin excepciones entre los 3 y 4 minutos, lo cual es una rareza en un estilo tan dado a las meditaciones sonoras largas.
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Y ya metiéndonos en el álbum, Elestigia arranca las cosas sorprendentemente rápido, ya que “Elestigia”, en esta caso la canción que la comienzo a El río…, es una patada a los dientes de riffs bajo cero, blast beats y voces gritadas al límite de las cuerdas vocales. Hay más variantes y balance de los blast beats con ritmos más lentos, o al menos un toque menos salvajes, pero tanto en esta canción como en la primera parte del álbum este es el ritmo dominante. Puede que eso suene como que lo estoy tildando de “monótono”, y no sería una interpretación equivocada: justo antes de escucharlo hice una repasada rápido y no fue hasta “Antichristus” que una canción no comenzó con una catarata de blast beats. pero también sería engañoso, porque a pesar de siempre comenzar a los palos los tracks de esa primera mitad van variando internamente, incorporando secciones con más melodía y ritmos más definidos. pero ciertamente esa primera mitad puede hacerse un tanto larga a primera escucha, incluso para un fan del blast beat y esos riffs del black metal que parecen riffs de los Ramones tocados al doble de la velocidad en medio de una tormenta, y ni me imagino para alguien menos experimentado.
Las cosas comienzan a cambiar durante la segunda mitad, que es cuando Noctus Nihil comienza a experimentar más con los ritmos y hasta a tener ganchos más definidos desde el comienzo de la canciones: sigue habiendo blast beats y riffs que suenan como si estuviera frotando dos pedazos de metal, obviamente, pero también está la casi doom “Medium” y la riffera “Oraculum”, a la que sumaría la pesadillesca “Catharsis”, que alterna entre las partes ruidosas y el dejar a las voces desgarradas en solitario.
Hablando de ruido, El río… es ciertamente un disco ruidoso: no sé cuánto vendrá de la grabación misma y cuánto vendrá de la post producción, pero constantemente suena como si estuviera sonando en medio de una catedral abandonada, algo que en el mundo del black metal siempre me parece un plus ¿Eso haría que las voces fueran las de un demonio en medio de un exorcismo?
Y ya que mencionamos las voces, no esperen interludios recitados ni voces limpias: en El río… las voces están siempre en modo “vomitar sangre”, como es casi indispensable en el estilo. pero debo admitir que aprecio el que pueda entenderlas bastante, no sólo porque Noctus Nihil decidió escribir en español, una rareza en el estilo, sino también porque trata de vocalizar mejor que la media. No digo que lo haya entendido al 100%, pero no siempre necesitaba tener las letras presentes para poder entender los distintos pasajes.
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Como nota aparte, el álbum cierra con “Mastemah”, que aparece como un bonus track y con justa razón: tiene un estilo más marchoso y riffero, por momentos cercano al thrash e incluso con más diferenciación entre las distintas secciones. ¿Está mal que diga que es de mis momentos favoritos del álbum?m No es que me dé la misma pena que decir que un cover fuera la mejor canción de un disco, una de esas situaciones a las que siempre tememos enfrentarnos en el mundo de las reseñas musicales, pero este bonus track tiene un estilo que le queda sorprendentemente bien a Elestigia, y que hace un buen contraste entre el estilo atmosférico en el que se mueve casi todo el resto del lanzamiento.
Como primer álbum, El río… tiene sus cosas a mejorar. Uno de ellos es que algunas de las canciones tienen finales un tanto repentinos que no estoy seguro que hayan sido buscados adrede, como si hubiera algún problema durante la mezcla, y también hay algunas cosas que no cierran con respecto al ritmo, no tanto en el sentido musical de las composiciones sino más en la secuenciación, en cómo el álbum fluye entre canciones. Esto es algo que hasta grupos grandes se olvidan, porque parecen estar más centrados en las canciones de manera individual que en su conjunto, y la segunda mitad del lanzamiento demuestra que con un par de ajustes Elestigia estaría un paso adelante de muchos en ese aspecto.
El río… es claramente un álbum para fans del black y más específicamente para los del black depresivo. Esto puede sonar como una terrible obviedad, pero está claro que sólo una persona ya experimentada podrá apreciar sus sutilezas y tendrá un estómago fuerte como para obviar ciertas falencias que serían obstáculos imposibles de esquivar para muchos. Pero si usted es fan del estilo, El río… es un buen lanzamiento para ir conociendo una propuesta con más que un par de características como para formar un estilo propio en un género que tantas veces suele seguir un manual demasiado repetido.

El río de los muertos y el barquero del sufrimiento existencial (2024)
Independiente
1. Elestigia
2. Oscuridad Interna
3. Visiones
4. Circumdatio
5. Pesadillas Eternas
6. Clariaudiencia
7. Antichristus
8. Parasomnia
9. ECM
10. Catalepsia
11. Vigilia
12. Oraculum
13. Psicografía
14. Catharsis
15. Medium
16. Transmigración
17. Apostasía
18. Mastemah
Elestigia es el proyecto personal de Noctus Nihil, un enigmático músico mexicano (es hasta ahí donde llegan los datos) que nos hizo llegar su LP El río de los muertos y el barquero del sufrimiento existencial, editado de manera independiente y metido, según su mismo creador, dentro del “black metal depresivo”, una corriente que es medio un meme dentro del mundo del metal negro pero que al mismo tiempo tiene sus seguidores fieles. Yo podría contarme entre sus fans, o al menos como alguien a quien le atrae mucho la idea detrás de este estilo: esos riffs distantes y helados de la ola noruega se prestaban muy bien para las atmósferas melancólicas, al punto de que creo que álbumes como Hvis Lyset Tar Oss y sobre todo Filosofem de Burzum se pueden contar entre sus pioneros, más allá de ese fuera el intento del loquito neonazi de Varg Vikernes. Pero estoy muy consciente de por qué a muchos le puede provocar rechazo, como ya detallé anteriormente en mi reseña de Innocence.Love.Sadness de Sorry…, con todos sus clichés un tanto insoportables.
Pero me estoy yendo de tema, así que centrémonos en este particular álbum. Y “particular” es una buena manera de describirlo, porque lo de Elestigia parece venir por otro lado, incluso juzgando con sólo ver la portada y la lista de canciones: no recuerdo muchos discos de black depresivo con tantos tracks, a menos que hablemos de uno con interludios entre canciones más largas. Pero no, El río… nos presenta 18 canciones de duración media, manteniéndose casi sin excepciones entre los 3 y 4 minutos, lo cual es una rareza en un estilo tan dado a las meditaciones sonoras largas.
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Y ya metiéndonos en el álbum, Elestigia arranca las cosas sorprendentemente rápido, ya que “Elestigia”, en esta caso la canción que la comienzo a El río…, es una patada a los dientes de riffs bajo cero, blast beats y voces gritadas al límite de las cuerdas vocales. Hay más variantes y balance de los blast beats con ritmos más lentos, o al menos un toque menos salvajes, pero tanto en esta canción como en la primera parte del álbum este es el ritmo dominante. Puede que eso suene como que lo estoy tildando de “monótono”, y no sería una interpretación equivocada: justo antes de escucharlo hice una repasada rápido y no fue hasta “Antichristus” que una canción no comenzó con una catarata de blast beats. pero también sería engañoso, porque a pesar de siempre comenzar a los palos los tracks de esa primera mitad van variando internamente, incorporando secciones con más melodía y ritmos más definidos. pero ciertamente esa primera mitad puede hacerse un tanto larga a primera escucha, incluso para un fan del blast beat y esos riffs del black metal que parecen riffs de los Ramones tocados al doble de la velocidad en medio de una tormenta, y ni me imagino para alguien menos experimentado.
Las cosas comienzan a cambiar durante la segunda mitad, que es cuando Noctus Nihil comienza a experimentar más con los ritmos y hasta a tener ganchos más definidos desde el comienzo de la canciones: sigue habiendo blast beats y riffs que suenan como si estuviera frotando dos pedazos de metal, obviamente, pero también está la casi doom “Medium” y la riffera “Oraculum”, a la que sumaría la pesadillesca “Catharsis”, que alterna entre las partes ruidosas y el dejar a las voces desgarradas en solitario.
Hablando de ruido, El río… es ciertamente un disco ruidoso: no sé cuánto vendrá de la grabación misma y cuánto vendrá de la post producción, pero constantemente suena como si estuviera sonando en medio de una catedral abandonada, algo que en el mundo del black metal siempre me parece un plus ¿Eso haría que las voces fueran las de un demonio en medio de un exorcismo?
Y ya que mencionamos las voces, no esperen interludios recitados ni voces limpias: en El río… las voces están siempre en modo “vomitar sangre”, como es casi indispensable en el estilo. pero debo admitir que aprecio el que pueda entenderlas bastante, no sólo porque Noctus Nihil decidió escribir en español, una rareza en el estilo, sino también porque trata de vocalizar mejor que la media. No digo que lo haya entendido al 100%, pero no siempre necesitaba tener las letras presentes para poder entender los distintos pasajes.
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Como nota aparte, el álbum cierra con “Mastemah”, que aparece como un bonus track y con justa razón: tiene un estilo más marchoso y riffero, por momentos cercano al thrash e incluso con más diferenciación entre las distintas secciones. ¿Está mal que diga que es de mis momentos favoritos del álbum?m No es que me dé la misma pena que decir que un cover fuera la mejor canción de un disco, una de esas situaciones a las que siempre tememos enfrentarnos en el mundo de las reseñas musicales, pero este bonus track tiene un estilo que le queda sorprendentemente bien a Elestigia, y que hace un buen contraste entre el estilo atmosférico en el que se mueve casi todo el resto del lanzamiento.
Como primer álbum, El río… tiene sus cosas a mejorar. Uno de ellos es que algunas de las canciones tienen finales un tanto repentinos que no estoy seguro que hayan sido buscados adrede, como si hubiera algún problema durante la mezcla, y también hay algunas cosas que no cierran con respecto al ritmo, no tanto en el sentido musical de las composiciones sino más en la secuenciación, en cómo el álbum fluye entre canciones. Esto es algo que hasta grupos grandes se olvidan, porque parecen estar más centrados en las canciones de manera individual que en su conjunto, y la segunda mitad del lanzamiento demuestra que con un par de ajustes Elestigia estaría un paso adelante de muchos en ese aspecto.
El río… es claramente un álbum para fans del black y más específicamente para los del black depresivo. Esto puede sonar como una terrible obviedad, pero está claro que sólo una persona ya experimentada podrá apreciar sus sutilezas y tendrá un estómago fuerte como para obviar ciertas falencias que serían obstáculos imposibles de esquivar para muchos. Pero si usted es fan del estilo, El río… es un buen lanzamiento para ir conociendo una propuesta con más que un par de características como para formar un estilo propio en un género que tantas veces suele seguir un manual demasiado repetido.
Etiquetas: Black Metal, Black Metal Atmosférico, Black Metal Depresivo, DSBM, Elestigia, mexico