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
Si los Ramones son dioses en Argentina, Expulsados serían sus profetas. La banda liderada por el cantante Sebastián Expulsado se ha establecido entre los mayores cultores del “punk ramonero” en el país, adoptando las camperas de cuero, las melodías vocales, los apellidos temáticos, el “un dos tres cua’” o “wanchutrifor” al inicio de las canciones y el uso de tres acordes o menos como la base de su identidad. Es una fórmula muy simple en sus ingredientes pero siempre presente, que no envejeció ni un día desde que Johnny, Joey, Dee Dee y Tommy lanzaran su debut en 1976, y mucho menos desde que Expulsados arrancaran en 1993.
Al igual que los de neoyorquinos, Expulsados han logrado mantener una energía adolescente envidiable en sus canciones sobre desengaños amorosos, no sentirse comprendido por el mundo… o sobre el horror cósmico de El Color que Cayó del Cielo de Lovecraft, como bien hacen en “La Granja de los Gardner”. Hey, no pueden decir que eso es algo que los Ramones ya habían hecho, ¿no?
El sábado 26 de octubre los fans del cuarteto punk de Banfield se acercaron al Teatro Flores de Buenos Aires y lo convirtieron en un templo, con motivo de los festejos por los 20 años de la salida de Cuarto Para Espectros, para muchos uno de sus álbumes clásicos. En una fecha extremadamente anticipada, la gente podría no sólo escuchar al grupo tocando esta instancia tan importante en su discografía y otras selecciones de su obra, sino también disfrutar de algunos teloneros mientras Expulsados se preparaban para salir al escenario.
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Los elegidos para arrancar la fecha fueron Chocrones, una agrupación de “punk crocante” (sus palabras, no las mías) que dio su set frente a un campo un tanto despoblado del Teatro Flores: esto no fue por falta de convocatoria de la fecha, como veríamos más adelante y ya se podía comprobar viendo los grupos acumulados afuera del lugar, que preferían esperar a los principales. Pero esto no disuadió en ningún momento a Chocrones, quienes entretuvieron a alrededor de 50 personas con sus canciones aceleradas que combinan melodías pegadizas con esa atmósfera de barrio que se extraña tanto en el rock argentino.
Después de Chocrones vinieron… Ahora Después. Con un nombre que suena más como de un grupo de post hardcore, Ahora Después expuso su visión del punk melódico con atmósfera de pasar un verano eterno en la pileta. “Creo que me intoxiqué”, “Buenos Aires”, “Bardeado”, su cover de “Áspero” de A77aque y “Gusto a Muerte” fueron algunas de sus canciones que pasaron por las manos y gargantas de estos músicos, que calentaron la noche frente a un público todavía un tanto chico pero un poco más nutrido, con canciones de puras melodías combinadas con guitarras crudas y distorsionadas. Nada de pretensiones ni cosas raras, sólo punk para divertirse y pasarla bien.
En el rato inmediatamente previo a la salida del espectáculo principal, el campo del Teatro Flores se fue llenando cada vez más de gente, al punto de que poco antes del horario pactado se sentía un lleno casi total. Entre la gente había bastante rango de edad, desde veteranos que tenían varias décadas acompañando al grupo como adolescentes y hasta algunos niños llevados por sus padres, demostrando una pasión que se puede transmitir entre generaciones.
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A las 21:24, tras varios minutos de escuchar pruebas de sonido detrás del telón, las telas se abrieron y pudimos ver el enorme logo de Expulsados, con las cuatro flechas formando una X, y a los músicos apostados en sus lugares: además de Sebastián en las voces teníamos a Nano Expulsado en la guitarra, Gabriel Expulsado en la batería y, como adición más reciente a la formación, Alejandro Expulsado en el bajo. Con los gritos y cantos de la gente, Expulsados dieron comienzo a su presentación con “2000 Hombre Digital”, iniciando el repaso de su cuarto álbum y el mayor atractivo de la noche.
Tras ella vino “¿Quién Soñó En Tu Almohada?”, el gran hit de Cuarto Para Espectros que todo el mundo el Teatro cantó a todo pulmón, aunque no por eso el resto de las canciones se vieron descuidadas por la gente. Para nada, porque “Sombras Chinas”, “¿Dónde Estás?”, la antes mencionada “La Granja de los Gardner”, “Tiro al Pichón” y “Contra Todo Peligro”, entre otras composiciones del álbum, tuvieron a grandes grupos acompañando en el canto a la banda. Pasaron varias canciones hasta que Expulsados se dirigieran al público, con Sebastián agradeciendo a la gente y a los grupos teloneros, pero la enorme mayoría de su set estuvo centrado en las canciones, estas pequeñas explosiones de punk melódico y armonías vocales que la banda manejan como expertos, casi siempre tocándolas sin mayor pausa que un “wanchutrifor” al inicio de las mismas.
La gente en el campo estaba en éxtasis, con el medio metido en un pogo multitudinario y un par con una bandera tratando de mantenerse en medio del movimiento de la gente. También había varios en los costados que se daban cuenta de que a su edad no estaban para esos trotes y preferían quedarse con una cerveza en la mano, pero no por eso habría que despreciarlos: cada uno disfruta de los recitales a su manera, ¿no? De cualquier manera, fue un viaje de nostalgia a través de un álbum que no ha envejecido ni un día desde que saliera hace dos décadas, y que con 15 canciones en 45 minutos es bastante fácil de meter completo en un recital, sobre todo con la velocidad acelerada que le meten.
Con el final marcado por “Ella Ya No Existe” y “La Casa Quieta”, la primera parte del concierto de Expulsados llegó a su fin, con un cierre de telón de por medio. Tras unos minutos, el cuarteto volvió para continuar la faena, en este caso con una selección de canciones del resto de su discografía como “Mi Novia Es Un Zombie” y “Enfermera Vudú”, con esa mezcla de humor ingenuo y energía adolescente que los caracteriza incluso con el paso de los años. No hay mucho que decir de esta segunda parte en cuanto a detalles, más allá del tremendo entusiasmo de la gente y que el Teatro sonó de manera óptima para este tipo de música, con Expulsados demostrando ese ordenado desorden que hace tan adictivo este tipo de música: es una máquina creada para hacer una cosa específica, pero lo hace extremadamente bien.
Agradecimientos de por medio, cierre de telón, pedidos de regreso, lanzamiento de baquetas que la gente se peleó por agarrar y mucha satisfacción de por medio, la presentación de Expulsados fue exactamente lo que uno se esperaría de una banda con semejante legado, y una gran noche de punk divertido y directo. Una experiencia difícil de entender para alguien que no haya estado ahí, y una mezcla de crudeza y dulzura incomparable.
Fotografía portada: Martin Delgado, gentileza de Rock and Films
Etiquetas: Ahora Después, argentina, Chocrones, Expulsados, Pop Punk, Punk Rock
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Si los Ramones son dioses en Argentina, Expulsados serían sus profetas. La banda liderada por el cantante Sebastián Expulsado se ha establecido entre los mayores cultores del “punk ramonero” en el país, adoptando las camperas de cuero, las melodías vocales, los apellidos temáticos, el “un dos tres cua’” o “wanchutrifor” al inicio de las canciones y el uso de tres acordes o menos como la base de su identidad. Es una fórmula muy simple en sus ingredientes pero siempre presente, que no envejeció ni un día desde que Johnny, Joey, Dee Dee y Tommy lanzaran su debut en 1976, y mucho menos desde que Expulsados arrancaran en 1993.
Al igual que los de neoyorquinos, Expulsados han logrado mantener una energía adolescente envidiable en sus canciones sobre desengaños amorosos, no sentirse comprendido por el mundo… o sobre el horror cósmico de El Color que Cayó del Cielo de Lovecraft, como bien hacen en “La Granja de los Gardner”. Hey, no pueden decir que eso es algo que los Ramones ya habían hecho, ¿no?
El sábado 26 de octubre los fans del cuarteto punk de Banfield se acercaron al Teatro Flores de Buenos Aires y lo convirtieron en un templo, con motivo de los festejos por los 20 años de la salida de Cuarto Para Espectros, para muchos uno de sus álbumes clásicos. En una fecha extremadamente anticipada, la gente podría no sólo escuchar al grupo tocando esta instancia tan importante en su discografía y otras selecciones de su obra, sino también disfrutar de algunos teloneros mientras Expulsados se preparaban para salir al escenario.
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Los elegidos para arrancar la fecha fueron Chocrones, una agrupación de “punk crocante” (sus palabras, no las mías) que dio su set frente a un campo un tanto despoblado del Teatro Flores: esto no fue por falta de convocatoria de la fecha, como veríamos más adelante y ya se podía comprobar viendo los grupos acumulados afuera del lugar, que preferían esperar a los principales. Pero esto no disuadió en ningún momento a Chocrones, quienes entretuvieron a alrededor de 50 personas con sus canciones aceleradas que combinan melodías pegadizas con esa atmósfera de barrio que se extraña tanto en el rock argentino.
Después de Chocrones vinieron… Ahora Después. Con un nombre que suena más como de un grupo de post hardcore, Ahora Después expuso su visión del punk melódico con atmósfera de pasar un verano eterno en la pileta. “Creo que me intoxiqué”, “Buenos Aires”, “Bardeado”, su cover de “Áspero” de A77aque y “Gusto a Muerte” fueron algunas de sus canciones que pasaron por las manos y gargantas de estos músicos, que calentaron la noche frente a un público todavía un tanto chico pero un poco más nutrido, con canciones de puras melodías combinadas con guitarras crudas y distorsionadas. Nada de pretensiones ni cosas raras, sólo punk para divertirse y pasarla bien.
En el rato inmediatamente previo a la salida del espectáculo principal, el campo del Teatro Flores se fue llenando cada vez más de gente, al punto de que poco antes del horario pactado se sentía un lleno casi total. Entre la gente había bastante rango de edad, desde veteranos que tenían varias décadas acompañando al grupo como adolescentes y hasta algunos niños llevados por sus padres, demostrando una pasión que se puede transmitir entre generaciones.
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A las 21:24, tras varios minutos de escuchar pruebas de sonido detrás del telón, las telas se abrieron y pudimos ver el enorme logo de Expulsados, con las cuatro flechas formando una X, y a los músicos apostados en sus lugares: además de Sebastián en las voces teníamos a Nano Expulsado en la guitarra, Gabriel Expulsado en la batería y, como adición más reciente a la formación, Alejandro Expulsado en el bajo. Con los gritos y cantos de la gente, Expulsados dieron comienzo a su presentación con “2000 Hombre Digital”, iniciando el repaso de su cuarto álbum y el mayor atractivo de la noche.
Tras ella vino “¿Quién Soñó En Tu Almohada?”, el gran hit de Cuarto Para Espectros que todo el mundo el Teatro cantó a todo pulmón, aunque no por eso el resto de las canciones se vieron descuidadas por la gente. Para nada, porque “Sombras Chinas”, “¿Dónde Estás?”, la antes mencionada “La Granja de los Gardner”, “Tiro al Pichón” y “Contra Todo Peligro”, entre otras composiciones del álbum, tuvieron a grandes grupos acompañando en el canto a la banda. Pasaron varias canciones hasta que Expulsados se dirigieran al público, con Sebastián agradeciendo a la gente y a los grupos teloneros, pero la enorme mayoría de su set estuvo centrado en las canciones, estas pequeñas explosiones de punk melódico y armonías vocales que la banda manejan como expertos, casi siempre tocándolas sin mayor pausa que un “wanchutrifor” al inicio de las mismas.
La gente en el campo estaba en éxtasis, con el medio metido en un pogo multitudinario y un par con una bandera tratando de mantenerse en medio del movimiento de la gente. También había varios en los costados que se daban cuenta de que a su edad no estaban para esos trotes y preferían quedarse con una cerveza en la mano, pero no por eso habría que despreciarlos: cada uno disfruta de los recitales a su manera, ¿no? De cualquier manera, fue un viaje de nostalgia a través de un álbum que no ha envejecido ni un día desde que saliera hace dos décadas, y que con 15 canciones en 45 minutos es bastante fácil de meter completo en un recital, sobre todo con la velocidad acelerada que le meten.
Con el final marcado por “Ella Ya No Existe” y “La Casa Quieta”, la primera parte del concierto de Expulsados llegó a su fin, con un cierre de telón de por medio. Tras unos minutos, el cuarteto volvió para continuar la faena, en este caso con una selección de canciones del resto de su discografía como “Mi Novia Es Un Zombie” y “Enfermera Vudú”, con esa mezcla de humor ingenuo y energía adolescente que los caracteriza incluso con el paso de los años. No hay mucho que decir de esta segunda parte en cuanto a detalles, más allá del tremendo entusiasmo de la gente y que el Teatro sonó de manera óptima para este tipo de música, con Expulsados demostrando ese ordenado desorden que hace tan adictivo este tipo de música: es una máquina creada para hacer una cosa específica, pero lo hace extremadamente bien.
Agradecimientos de por medio, cierre de telón, pedidos de regreso, lanzamiento de baquetas que la gente se peleó por agarrar y mucha satisfacción de por medio, la presentación de Expulsados fue exactamente lo que uno se esperaría de una banda con semejante legado, y una gran noche de punk divertido y directo. Una experiencia difícil de entender para alguien que no haya estado ahí, y una mezcla de crudeza y dulzura incomparable.
Fotografía portada: Martin Delgado, gentileza de Rock and Films
Etiquetas: Ahora Después, argentina, Chocrones, Expulsados, Pop Punk, Punk Rock