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Fvnerals
Let the Earth Be Silent (2023)
Prophecy Productions

Tracklist:

01. Ashen Era
02. Descent
03. For Horror Eats the Light
04. Annihilation
05. Rite
06. Yearning
07. Barren


Fvnerals
es una banda alemana, oriunda de Leipzig, que crea una música en los límites entre el doom, el dark ambient y el post-rock. Se trata de un dúo conformado por Tiffany Ström (voz y bajo) y Syd Scarlet (guitarra, composición y arreglos), con el acompañamiento, en esta ocasión, de Thomas Vaccargiu (batería y percusión). Este disco, su tercer larga duración (aparte de dos EPs), fue grabado y mezclado por Tim De Gieter (bajista de Amenra) en Much Luv Studio y masterizado por Jack Shirley en Te Atomic Garden Recording Studio.

“Let the Earth Be Silent”, ya desde el arte de tapa (grandiosa obra de Anton Novozhilov), nos anuncia que vamos a ingresar en las profundidades de un abismo siniestro: el creado por la especie humana para su propia caída. Precisamente a eso remite el título del álbum: al silencio post-apocalíptico que volverá a la Tierra en forma de una total ausencia del ruido que generan los conglomerados urbanos que se expanden como un cáncer. “Ashen Era” comienza con reminiscencias de lo hecho por músicos contemporáneos como Ligeti o Penderecki, hasta que aparece la voz de Ström, en varias capas superpuestas -con un timbre que recuerda al de Chelsea Wolfe o Kristina Esfandiari de King Woman- y una base rítmica ritual. Luego irrumpen los acordes de la guitarra distorsionada, en una canción que ya nos hunde en un océano de bilis negra.

“Descent”, en efecto, continúa llevándonos más y más abajo. El canto adquiere cualidades hipnóticas, como queriendo inducir un estado de trance que haga de la muerte un pasaje sutil a otra condición. La guitarra, con su enfoque textural, genera un clima ominoso y el bajo tiene un aporte delicadamente conciso. Luego, “For Horror Eats the Light” empieza con una propuesta orquestal, sobre todo en la percusión, pero no tardan en imponerse la guitarra y un bajo particularmente sobresaliente. La música es siempre lenta, no hay que esperar ningún tipo de aceleración; ni siquiera variaciones rítmicas significativas. Es que, justamente: ¿acaso estamos cambiando algo en nuestro evidente curso hacia la autodestrucción?

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“Annihilation” retoma la senda del primer track, con una introducción casi de película de terror “culto” de las últimas décadas, otra vez perforada por guitarras atemorizantes -incluyendo acoples- y un recitado admonitorio, sobre la base de una batería que otorga al silencio un rol primordial. “Rite” nos transporta a un macabro escenario ceremonial y cumple una función de interludio instrumental con algunos gemidos para dar paso a “Yearning”. La oscuridad se torna espesa, viscosa, casi podría decirse que va coagulándose de a poco. Nuevamente, como sucede a lo largo de todo el trabajo, puede asociarse el sonido de las guitarras con el que emiten cientos de moscas sobrevolando la podredumbre.

“Barren” es el tramo final en este recorrido hacia la extinción del ego. Tiene momentos especialmente pesados, pero es la armonía en la última parte la que nos inunda con una inmensa tristeza, que alcanza rasgos trágicos. Así culmina un disco que seguramente se encontrará entre lo más destacado de los lanzamientos de este año, al menos para la audiencia amante de los géneros que desafían la tolerancia a todo lo que puede dejarnos al borde de la depresión, pero como una advertencia para despertar.

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Let the Earth Be Silent (2023)
Prophecy Productions

Tracklist:

01. Ashen Era
02. Descent
03. For Horror Eats the Light
04. Annihilation
05. Rite
06. Yearning
07. Barren





Fvnerals
es una banda alemana, oriunda de Leipzig, que crea una música en los límites entre el doom, el dark ambient y el post-rock. Se trata de un dúo conformado por Tiffany Ström (voz y bajo) y Syd Scarlet (guitarra, composición y arreglos), con el acompañamiento, en esta ocasión, de Thomas Vaccargiu (batería y percusión). Este disco, su tercer larga duración (aparte de dos EPs), fue grabado y mezclado por Tim De Gieter (bajista de Amenra) en Much Luv Studio y masterizado por Jack Shirley en Te Atomic Garden Recording Studio.

“Let the Earth Be Silent”, ya desde el arte de tapa (grandiosa obra de Anton Novozhilov), nos anuncia que vamos a ingresar en las profundidades de un abismo siniestro: el creado por la especie humana para su propia caída. Precisamente a eso remite el título del álbum: al silencio post-apocalíptico que volverá a la Tierra en forma de una total ausencia del ruido que generan los conglomerados urbanos que se expanden como un cáncer. “Ashen Era” comienza con reminiscencias de lo hecho por músicos contemporáneos como Ligeti o Penderecki, hasta que aparece la voz de Ström, en varias capas superpuestas -con un timbre que recuerda al de Chelsea Wolfe o Kristina Esfandiari de King Woman- y una base rítmica ritual. Luego irrumpen los acordes de la guitarra distorsionada, en una canción que ya nos hunde en un océano de bilis negra.

“Descent”, en efecto, continúa llevándonos más y más abajo. El canto adquiere cualidades hipnóticas, como queriendo inducir un estado de trance que haga de la muerte un pasaje sutil a otra condición. La guitarra, con su enfoque textural, genera un clima ominoso y el bajo tiene un aporte delicadamente conciso. Luego, “For Horror Eats the Light” empieza con una propuesta orquestal, sobre todo en la percusión, pero no tardan en imponerse la guitarra y un bajo particularmente sobresaliente. La música es siempre lenta, no hay que esperar ningún tipo de aceleración; ni siquiera variaciones rítmicas significativas. Es que, justamente: ¿acaso estamos cambiando algo en nuestro evidente curso hacia la autodestrucción?

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