


Fotos de Fernando Diaz
Atención soldados. Todos formados. Todos en posición. Todos con sus martillos en alto. Que la espera terminó. Luego de tres largos años, Hammerfall volvió a terreno argentino, y desató una fiesta que se vivió a puro salto, canto y puño en alto en El Teatro Flores.
La celebración tuvo lugar el pasado jueves 13 de noviembre y se produjo bajo el marco de la gira “Freedom World Crusade South America”, que venía a presentar el último álbum de la banda, “Avenge The Fallen”, publicado el año pasado.
Pese a que había sido un día sofocante, de mucho sol y calor, el Teatro se vio colmado desde muy temprano por un público que vivió todo el show con mucho entusiasmo y devoción.
Y es que abrieron la velada los chicos de Lordowar, banda oriunda de la provincia de Catamarca, que tenía pautado arrancar con su presentación a las 19:20hs, pero que finalmente (por razones que desconocemos) terminó adelantándose a las 19hs. No obstante, eso no fue un impedimento para que los muchachos se presentaran ante una considerable cantidad de público presente y brindar una contundente actuación de Heavy/Power Metal, llena de riffs de la escuela de Manowar y Sabaton. Y es que la influencia de estas bandas se vio reflejada en la temática de las canciones y en el look del vocalista, que estuvo durante todo el show con un casco propio de la época romana.
Media horita tuvieron sobre el escenario, tiempo más que suficiente para deslumbrar con su estilo épico y encender a un público que respondió favorablemente ante la propuesta de los chicos.
Luego llegó el turno de Virthual, grupo que con un vestuario más austero, igualmente se supo plantar ante la gente y compartir una buena dosis de Hard Rock, con destellos más acelerados propios de los Rata Blanca más rockeros. Al igual que Lordowar, no presentaron ningún tipo de dificultad técnica y su actuación sonó con la suficiente potencia como para mantener enchufado a un público que para esas alturas, ya iba copando el recinto, haciendo que el calor aumente al mismo ritmo que las rondas de vasos de cerveza.
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Afortunadamente para los presentes, el acto principal no tuvo grandes demoras y tal como estuvo anunciado, 21hs clavadas, las luces se apagaron y todo el mundo se volteó hacia el escenario para presenciar el motivo que los había traído hasta ahí. Comenzó a sonar la intro de “Avenge The Fallen” y no tardó mucho tiempo en aparecer en escena Hammerfall, comandados por su vocalista Joacim Cans, para gritar a puro pulmón junto al público: “AVENGE, AVENGE, AVENGE THE FALLEN” y dar así, inicio a la fiesta.
Y es que en el momento en el que sonó el primer acorde, la gente se dejó llevar. Puños en alto, cabezas moviéndose al galope del riff, y el eufórico coro de todos los presentes para cantar el estribillo del tema que tuvo una recepción mucho más que bienvenida por parte del público.
Y es que la canción está pensada para eso. Para ser coreada a viva voz en vivo. Sin embargo, los suecos no tardarían mucho en poner el pie sobre el acelerador y desplegar toda su destreza. “Heeding The Call” fue la siguiente pieza en sonar y desencadenó el caos y la euforia de los fanáticos, que lentamente empezaron a armar las primeras rondas de pogo de la noche, pese al calor que había en el lugar.
Pese al subidón del clásico del “Legacy Of Kings”, la banda decidió bajar un poco los decibles y meter dos temas de medio tiempo como lo son “Any Means Neccesary” y “Hammer of Dawn”, para contagiar al público con sus coros y estribillos pegajosos.
Siguiendo esta sintonía, sonó uno de los nuevos temas, “Freedom”, donde se vio un buen desempeño vocal por parte Joacim Cans, quien estuvo muy activo como front y showman a lo largo de la noche, interactuando mucho con la gente, y demostrando el oficio que el hombre tiene para estar frente a los micrófonos.
“Renegade” marcó el regreso del doble bombo y los riffs más acelerados, en una interpretación que tuvo una de las rondas de pogo más grandes de todo el show. Y es que hay que remarcar que el concierto no tuvo tantos temas en este registro más veloz y violento, sino que estuvo más enfocado en composiciones para hacer corear y saltar a la gente. De esta forma, fueron cayendo clásicos como “Hammer High”, “Last Man Standing”, “Let the Hammer Fall”, que mantuvieron este tono de hermandad, y tuvo a la gente mencionando la palabra “Hammer” en varios tramos de la noche.
El punto distintivo lo marcó la balada, “Glory to the Brave” que resaltó el lado más melódico y emotivo de la banda (y sirvió para tomar un poco de aire luego de muchos saltos), mientras que “Fury of the Wild” funcionó como el tema sorpresa del show y en donde el guitarrista, Pontus Norgren, se ganó la ovación del público. Tocaron dos temas más de su último disco, “The End Justifies” y “Hail to the King” mientras que rescataron de su etapa más moderna “(We Make) Sweden Rock”, demostrando que Hammerfall no se ata sólo a los clásicos de antaño, sino que defiende los temas de sus obras más recientes, dándole un poco variedad a su repertorio.
No obstante, no hubo mucho espacio para la variedad en el final, ya que concluyeron la noche de la única forma en la que podían terminar: al grito y ritmo de “Hearts On Fire”, que desató el último gran pogo de la noche y tuvo al grupo despidiéndose con la misma alegría e ímpetu con la que tocaron desde el principio hasta el fin.
Las púas y las baquetas no tardaron en caer a manos de la gente que salió del Teatro Flores con una sonrisa en la cara y la satisfacción de haber presenciado un show muy completo, lleno de himnos, y balanceado con los temas más memorables de los tiempos modernos. Habrá quienes digan que el recital se quedó algo corto con su duración de hora y media, pero lo cierto es que hubo 16 canciones, mucho agite y una entrega total por parte de Hammerfall que recompensó la “simpleza” de su propuesta musical, con carisma y mucha actitud sobre el escenario. En especial con eso. Actitud. Una banda que sabe cómo prender y contagiar hasta a la última persona en la fila. Y eso, no lo posee cualquiera.
Agradecemos a Icarus Music, por la invitación y acreditación al evento.
Etiquetas: Hammerfall, Hard Rock, Heavy Metal, icarus music, Lordowar, Manowar, Power Metal, Sabaton, Virthual



Fotos de Fernando Diaz
Atención soldados. Todos formados. Todos en posición. Todos con sus martillos en alto. Que la espera terminó. Luego de tres largos años, Hammerfall volvió a terreno argentino, y desató una fiesta que se vivió a puro salto, canto y puño en alto en El Teatro Flores.
La celebración tuvo lugar el pasado jueves 13 de noviembre y se produjo bajo el marco de la gira “Freedom World Crusade South America”, que venía a presentar el último álbum de la banda, “Avenge The Fallen”, publicado el año pasado.
Pese a que había sido un día sofocante, de mucho sol y calor, el Teatro se vio colmado desde muy temprano por un público que vivió todo el show con mucho entusiasmo y devoción.
Y es que abrieron la velada los chicos de Lordowar, banda oriunda de la provincia de Catamarca, que tenía pautado arrancar con su presentación a las 19:20hs, pero que finalmente (por razones que desconocemos) terminó adelantándose a las 19hs. No obstante, eso no fue un impedimento para que los muchachos se presentaran ante una considerable cantidad de público presente y brindar una contundente actuación de Heavy/Power Metal, llena de riffs de la escuela de Manowar y Sabaton. Y es que la influencia de estas bandas se vio reflejada en la temática de las canciones y en el look del vocalista, que estuvo durante todo el show con un casco propio de la época romana.
Media horita tuvieron sobre el escenario, tiempo más que suficiente para deslumbrar con su estilo épico y encender a un público que respondió favorablemente ante la propuesta de los chicos.
Luego llegó el turno de Virthual, grupo que con un vestuario más austero, igualmente se supo plantar ante la gente y compartir una buena dosis de Hard Rock, con destellos más acelerados propios de los Rata Blanca más rockeros. Al igual que Lordowar, no presentaron ningún tipo de dificultad técnica y su actuación sonó con la suficiente potencia como para mantener enchufado a un público que para esas alturas, ya iba copando el recinto, haciendo que el calor aumente al mismo ritmo que las rondas de vasos de cerveza.
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Afortunadamente para los presentes, el acto principal no tuvo grandes demoras y tal como estuvo anunciado, 21hs clavadas, las luces se apagaron y todo el mundo se volteó hacia el escenario para presenciar el motivo que los había traído hasta ahí. Comenzó a sonar la intro de “Avenge The Fallen” y no tardó mucho tiempo en aparecer en escena Hammerfall, comandados por su vocalista Joacim Cans, para gritar a puro pulmón junto al público: “AVENGE, AVENGE, AVENGE THE FALLEN” y dar así, inicio a la fiesta.
Y es que en el momento en el que sonó el primer acorde, la gente se dejó llevar. Puños en alto, cabezas moviéndose al galope del riff, y el eufórico coro de todos los presentes para cantar el estribillo del tema que tuvo una recepción mucho más que bienvenida por parte del público.
Y es que la canción está pensada para eso. Para ser coreada a viva voz en vivo. Sin embargo, los suecos no tardarían mucho en poner el pie sobre el acelerador y desplegar toda su destreza. “Heeding The Call” fue la siguiente pieza en sonar y desencadenó el caos y la euforia de los fanáticos, que lentamente empezaron a armar las primeras rondas de pogo de la noche, pese al calor que había en el lugar.
Pese al subidón del clásico del “Legacy Of Kings”, la banda decidió bajar un poco los decibles y meter dos temas de medio tiempo como lo son “Any Means Neccesary” y “Hammer of Dawn”, para contagiar al público con sus coros y estribillos pegajosos.
Siguiendo esta sintonía, sonó uno de los nuevos temas, “Freedom”, donde se vio un buen desempeño vocal por parte Joacim Cans, quien estuvo muy activo como front y showman a lo largo de la noche, interactuando mucho con la gente, y demostrando el oficio que el hombre tiene para estar frente a los micrófonos.
“Renegade” marcó el regreso del doble bombo y los riffs más acelerados, en una interpretación que tuvo una de las rondas de pogo más grandes de todo el show. Y es que hay que remarcar que el concierto no tuvo tantos temas en este registro más veloz y violento, sino que estuvo más enfocado en composiciones para hacer corear y saltar a la gente. De esta forma, fueron cayendo clásicos como “Hammer High”, “Last Man Standing”, “Let the Hammer Fall”, que mantuvieron este tono de hermandad, y tuvo a la gente mencionando la palabra “Hammer” en varios tramos de la noche.
El punto distintivo lo marcó la balada, “Glory to the Brave” que resaltó el lado más melódico y emotivo de la banda (y sirvió para tomar un poco de aire luego de muchos saltos), mientras que “Fury of the Wild” funcionó como el tema sorpresa del show y en donde el guitarrista, Pontus Norgren, se ganó la ovación del público. Tocaron dos temas más de su último disco, “The End Justifies” y “Hail to the King” mientras que rescataron de su etapa más moderna “(We Make) Sweden Rock”, demostrando que Hammerfall no se ata sólo a los clásicos de antaño, sino que defiende los temas de sus obras más recientes, dándole un poco variedad a su repertorio.
No obstante, no hubo mucho espacio para la variedad en el final, ya que concluyeron la noche de la única forma en la que podían terminar: al grito y ritmo de “Hearts On Fire”, que desató el último gran pogo de la noche y tuvo al grupo despidiéndose con la misma alegría e ímpetu con la que tocaron desde el principio hasta el fin.
Las púas y las baquetas no tardaron en caer a manos de la gente que salió del Teatro Flores con una sonrisa en la cara y la satisfacción de haber presenciado un show muy completo, lleno de himnos, y balanceado con los temas más memorables de los tiempos modernos. Habrá quienes digan que el recital se quedó algo corto con su duración de hora y media, pero lo cierto es que hubo 16 canciones, mucho agite y una entrega total por parte de Hammerfall que recompensó la “simpleza” de su propuesta musical, con carisma y mucha actitud sobre el escenario. En especial con eso. Actitud. Una banda que sabe cómo prender y contagiar hasta a la última persona en la fila. Y eso, no lo posee cualquiera.
Agradecemos a Icarus Music, por la invitación y acreditación al evento.
Etiquetas: Hammerfall, Hard Rock, Heavy Metal, icarus music, Lordowar, Manowar, Power Metal, Sabaton, Virthual



















