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Saddiction (2025)
Nuclear Blast
1 – To Know the Night
2 – The Worst is Yet to Come
3 – In Disguise
4 – Kowloon Lights
5 – 2 AM Thoughts (Dool)
6 – Canvas
7 – Neglect
8 – 44 YOD
9 – Healed?
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Flamante séptimo registro discográfico de estudio del cuarteto galo Hangman’s Chair. Quizás irónicamente editado el pasado día de los enamorados, el disco es aún más depresivo que sus antecesores. Para aquellos no familiarizados con la propuesta de los franceses, la banda arrancó hace veinte años haciendo stoner y doom metal, pero con el correr del tiempo fueron mutando al rock y metal gótico, aunque siempre con reminiscencias doom. Independientemente de la lírica, basada en temáticas tales como el abuso de drogas; el amor; la depresión; alienación; salud mental y otros, el sonido está perfectamente logrado para transportar al escucha a un estado de oscuridad y depresión absoluta. Pero no en el mal sentido.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: The Cure – Songs Of A Lost World (2024)
Así como hay bandas o discos que son especiales para escuchar en una playa con la grata compañía de unas cervezas bien frías, ya desde el mismo nombre Saddiction invita a la introspección, con el molde del alma anclado en un futón y una bebida de no menos de 10% de graduación alcohólica, mientras de fondo nos acompaña una lluvia intensa. Afinaciones graves, arpegios abiertos, medio tiempo constante, voces limpias armonizadas (no esperen guturales o voces podridas de ningún tipo) y una reverberancia que es protagonista a lo largo y ancho del disco, el cual consta de nueve tracks esparcidos en casi cuarenta y siete minutos de duración.
El reverb predomina tanto que la batería e incluso las guitarras arpegiadas sobre todo recuerdan a aquellas bandas ochentosas que se valían de este recurso para darle más ambiente al asunto e incluso más significado a lo que buscaban transmitir a través de sus canciones. Un ejemplo, aunque muy alejado de la reseña que nos convoca, sería “Is This Love” de Whitesnake. Si bien no hay un tema que sirva de estandarte, personalmente me quedo con “The Worst Is Yet To Come” y con “Neglect“, a mi parecer los que mejor representan al disco.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: Scald – Ancient Doom Metal (2024)
Finalmente, por más que las propuestas de las siguientes bandas no sean para nada cercanas a la de Hangman’s Chair, por momentos me vinieron a la mente Deftones y sus paisajes melancólicamente oscuros y Katatonia, sobre todo sus últimos registros. Un disco muy bien logrado, aunque no para cualquiera.
Texto: Ignacio Azzarita
La tristeza, la depresión y el abuso de drogas son temáticas recurrentes en la música de muchos artistas, al punto de haberse convertido en un cliché dentro de ciertos géneros. Uno de ellos es el gothic/doom metal, un estilo que, aunque parece haber sido explorado en todas sus facetas, sigue dando lugar a bandas y trabajos sorprendentes en la escena underground. Tal es el caso de Hangman’s Chair.
Desde hace un par de discos, la banda francesa ha logrado consolidar un sonido orgánico y profundamente emocional, capaz de remover esas sensaciones de angustia y melancolía con cada canción. Su nuevo álbum sigue la línea de su predecesor, pero con una ejecución más precisa y cohesionada. Las canciones parecen estar entrelazadas, como si formaran parte de una sola composición que fluye en un espiral de tristeza y desolación.
El álbum se sustenta en una base rítmica sólida, donde la batería y el bajo juegan un papel fundamental. Este último, por momentos, muestra una marcada influencia del hardcore, mientras que la batería, sin ser excesivamente técnica, incorpora fills y variaciones rítmicas que enriquecen las canciones.
Las guitarras, en lugar de centrarse en melodías definidas, crean atmósferas envolventes con un tono fantasmal que complementa a la perfección las líneas vocales. La voz, cargada de emoción, potencia el peso de unas letras ya de por sí desgarradoras.
Si bien todas las canciones comparten una estructura y un espíritu similar, el álbum nunca se vuelve monótono; por el contrario, fluye de manera natural y atrapante. Otro aspecto destacable es la impecable producción: cada instrumento se percibe con total claridad, permitiendo apreciar hasta el más mínimo detalle.
Entre los momentos más sobresalientes del disco, destacan la intensa “To Know the Night” y la conmovedora “2AM Thoughts”, donde la banda cuenta con la colaboración de los músicos de Dool, otra de las propuestas más interesantes del doom metal actual.
En definitiva, un gran álbum. Si disfrutas de la música melancólica y sin sobreproducción, este trabajo es una escucha obligada. ¡No te lo pierdas!
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Saddiction (2025)
Nuclear Blast
1 – To Know the Night
2 – The Worst is Yet to Come
3 – In Disguise
4 – Kowloon Lights
5 – 2 AM Thoughts (Dool)
6 – Canvas
7 – Neglect
8 – 44 YOD
9 – Healed?
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Flamante séptimo registro discográfico de estudio del cuarteto galo Hangman’s Chair. Quizás irónicamente editado el pasado día de los enamorados, el disco es aún más depresivo que sus antecesores. Para aquellos no familiarizados con la propuesta de los franceses, la banda arrancó hace veinte años haciendo stoner y doom metal, pero con el correr del tiempo fueron mutando al rock y metal gótico, aunque siempre con reminiscencias doom. Independientemente de la lírica, basada en temáticas tales como el abuso de drogas; el amor; la depresión; alienación; salud mental y otros, el sonido está perfectamente logrado para transportar al escucha a un estado de oscuridad y depresión absoluta. Pero no en el mal sentido.
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Así como hay bandas o discos que son especiales para escuchar en una playa con la grata compañía de unas cervezas bien frías, ya desde el mismo nombre Saddiction invita a la introspección, con el molde del alma anclado en un futón y una bebida de no menos de 10% de graduación alcohólica, mientras de fondo nos acompaña una lluvia intensa. Afinaciones graves, arpegios abiertos, medio tiempo constante, voces limpias armonizadas (no esperen guturales o voces podridas de ningún tipo) y una reverberancia que es protagonista a lo largo y ancho del disco, el cual consta de nueve tracks esparcidos en casi cuarenta y siete minutos de duración.
El reverb predomina tanto que la batería e incluso las guitarras arpegiadas sobre todo recuerdan a aquellas bandas ochentosas que se valían de este recurso para darle más ambiente al asunto e incluso más significado a lo que buscaban transmitir a través de sus canciones. Un ejemplo, aunque muy alejado de la reseña que nos convoca, sería “Is This Love” de Whitesnake. Si bien no hay un tema que sirva de estandarte, personalmente me quedo con “The Worst Is Yet To Come” y con “Neglect“, a mi parecer los que mejor representan al disco.
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Texto: Ignacio Azzarita
La tristeza, la depresión y el abuso de drogas son temáticas recurrentes en la música de muchos artistas, al punto de haberse convertido en un cliché dentro de ciertos géneros. Uno de ellos es el gothic/doom metal, un estilo que, aunque parece haber sido explorado en todas sus facetas, sigue dando lugar a bandas y trabajos sorprendentes en la escena underground. Tal es el caso de Hangman’s Chair.
Desde hace un par de discos, la banda francesa ha logrado consolidar un sonido orgánico y profundamente emocional, capaz de remover esas sensaciones de angustia y melancolía con cada canción. Su nuevo álbum sigue la línea de su predecesor, pero con una ejecución más precisa y cohesionada. Las canciones parecen estar entrelazadas, como si formaran parte de una sola composición que fluye en un espiral de tristeza y desolación.
El álbum se sustenta en una base rítmica sólida, donde la batería y el bajo juegan un papel fundamental. Este último, por momentos, muestra una marcada influencia del hardcore, mientras que la batería, sin ser excesivamente técnica, incorpora fills y variaciones rítmicas que enriquecen las canciones.
Las guitarras, en lugar de centrarse en melodías definidas, crean atmósferas envolventes con un tono fantasmal que complementa a la perfección las líneas vocales. La voz, cargada de emoción, potencia el peso de unas letras ya de por sí desgarradoras.
Si bien todas las canciones comparten una estructura y un espíritu similar, el álbum nunca se vuelve monótono; por el contrario, fluye de manera natural y atrapante. Otro aspecto destacable es la impecable producción: cada instrumento se percibe con total claridad, permitiendo apreciar hasta el más mínimo detalle.
Entre los momentos más sobresalientes del disco, destacan la intensa “To Know the Night” y la conmovedora “2AM Thoughts”, donde la banda cuenta con la colaboración de los músicos de Dool, otra de las propuestas más interesantes del doom metal actual.
En definitiva, un gran álbum. Si disfrutas de la música melancólica y sin sobreproducción, este trabajo es una escucha obligada. ¡No te lo pierdas!