La escena metal madrileña volvió a vibrar en la Wurli el pasado lunes 29 de julio con la visita de dos bandas de gran talento: los belgas Hippotraktor y los madrileños Driade. Fue una noche emocionante con alto nivel musical.
Cargado con la cámara y preparado para fotografiar en las condiciones de luz de la sala, me presentaba en la puerta con tiempo para coger calor en la calle y mojarme con las cuatro gotas tormentosas que cayeron. Tenía muchas ganas de ver qué podían ofrecer los jóvenes de Driade, por ahora tienen publicado un tema “Dorian Gray” y para septiembre prometen nuevo tema con su respectivo videoclip “The city that Burns”. Les presuponía valentía y desparpajo para subirse a las tablas.
Desde el arranque confirmaron que tienen energía y personalidad, no escondieron que están en construcción y Carmela (voz), derrochando carisma, dejó claro, tema tras tema, que domina a la perfección su voz, múltiples registros acompañados de gestos, saltos, patadas y actitud. En oposición, Edu (guitarra) y Juanjo (bajo) se mantuvieron estáticos como dos pilares, concentrados en ofrecer la mejor interpretación posible, la capacidad rítmica de Luis (batería) fue sólida y contundente. Todo junto convenció y transmitió una energía que llegó al público, esperemos que sigan con ganas y tengamos pronto más temas, así como la oportunidad de disfrutar de nuevo de su directo.
Llegó el turno de Hippotraktor. El grupo, tras un abrazo conjunto, subió con premura al escenario para descargar su metal con contundencia y fuerza, desde los primeros acordes estábamos todos despeinados. A pesar del espacio ajustado para la envergadura de los miembros se notaba su energía en cada gesto, cargados de intención y expresividad. Tocaron espectacular y las dos voces estuvieron perfectas en ejecución y compaginación. El sonido de la sala era bueno, solo me parecieron mejorables la mezcla de las voces, ya que en varios temas se quedaron demasiado hundidas. Las luces fueron escasas (oscuras y muy intermitentes) de acuerdo con el estilo de la banda y lo que proponen, pero poco agradecidas para las fotos.
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Hippotraktor venía de asombrar en el Kanekas, convencer en Santander y, por lo vivido el lunes, coronarse en la capital. Es una banda de post-metal que ha evolucionado considerablemente desde su formación como quinteto (Chiaran Verheyden, compositor y guitarrista, Jakob Fiszer bajista, Lander De Nyn a la batería, Sander Rom a las voces y guitarra, Stefan De Grae vocalista y percusión) logrando un sonido más distintivo y maduro en su nuevo álbum, Stasis que venían a presentar. El álbum narra la historia de un protagonista que atraviesa una crisis existencial, cuestionando su pasado, sus decisiones y su lugar en el mundo. A través de una narrativa oscura y compleja, la banda explora temas como la traición, la desilusión y la búsqueda de la identidad, todo interpretado con mucha naturalidad, combinando elementos pesados y más melódicos.
La música fluctúa entre momentos de intensidad y fragilidad, creando una atmósfera densa y emotiva. Las voces, tanto limpias como guturales, transmiten una amplia gama de emociones y se complementan a la perfección con las guitarras y la batería. En comparación con su álbum debut (Meridian de 2021) Stasis presenta una mayor madurez musical y una narrativa más desarrollada. La banda explora nuevos territorios sonoros, incorporando elementos del jazz y la música tribal, sin perder su esencia.
El público estuvo entregado durante todo el recital, con brazos en alto, saltos y muchas canciones coreadas a pulmón, destacando “Manifest the Mountain” o “Stasis”. Se notó bien arropada la banda por el personal y que muchos se presentaban al concierto sabiendo muy bien el grupazo que tenían delante. Con “Renegade” o “Silver Tongue” (de mis preferidas y en directo todavía más pesada y profunda) se notó la habilidad de los músicos y su control en la ejecución. Me encantó ver a Stefan en la percusión durante “God is in the Slumber” o “The Indifferent Human Eye” y constatar su enorme capacidad vocal cambiando de registros y técnicas. Con el crowd surfing del final de Stefan durante “Beacons” se llegó al clímax, coronando una noche muy potente en la que banda y Wurli se mezclaron en un cierre al metalero.
Para mi, Hippotraktor ha creado una obra maestra con Stasis, os invito a escucharla y disfrutarla, una gran banda de la que estoy seguro seguiremos teniendo noticias y más después de arrasar en su mini gira por España.
La escena metal madrileña volvió a vibrar en la Wurli el pasado lunes 29 de julio con la visita de dos bandas de gran talento: los belgas Hippotraktor y los madrileños Driade. Fue una noche emocionante con alto nivel musical.
Cargado con la cámara y preparado para fotografiar en las condiciones de luz de la sala, me presentaba en la puerta con tiempo para coger calor en la calle y mojarme con las cuatro gotas tormentosas que cayeron. Tenía muchas ganas de ver qué podían ofrecer los jóvenes de Driade, por ahora tienen publicado un tema “Dorian Gray” y para septiembre prometen nuevo tema con su respectivo videoclip “The city that Burns”. Les presuponía valentía y desparpajo para subirse a las tablas.
Desde el arranque confirmaron que tienen energía y personalidad, no escondieron que están en construcción y Carmela (voz), derrochando carisma, dejó claro, tema tras tema, que domina a la perfección su voz, múltiples registros acompañados de gestos, saltos, patadas y actitud. En oposición, Edu (guitarra) y Juanjo (bajo) se mantuvieron estáticos como dos pilares, concentrados en ofrecer la mejor interpretación posible, la capacidad rítmica de Luis (batería) fue sólida y contundente. Todo junto convenció y transmitió una energía que llegó al público, esperemos que sigan con ganas y tengamos pronto más temas, así como la oportunidad de disfrutar de nuevo de su directo.
Llegó el turno de Hippotraktor. El grupo, tras un abrazo conjunto, subió con premura al escenario para descargar su metal con contundencia y fuerza, desde los primeros acordes estábamos todos despeinados. A pesar del espacio ajustado para la envergadura de los miembros se notaba su energía en cada gesto, cargados de intención y expresividad. Tocaron espectacular y las dos voces estuvieron perfectas en ejecución y compaginación. El sonido de la sala era bueno, solo me parecieron mejorables la mezcla de las voces, ya que en varios temas se quedaron demasiado hundidas. Las luces fueron escasas (oscuras y muy intermitentes) de acuerdo con el estilo de la banda y lo que proponen, pero poco agradecidas para las fotos.
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Hippotraktor venía de asombrar en el Kanekas, convencer en Santander y, por lo vivido el lunes, coronarse en la capital. Es una banda de post-metal que ha evolucionado considerablemente desde su formación como quinteto (Chiaran Verheyden, compositor y guitarrista, Jakob Fiszer bajista, Lander De Nyn a la batería, Sander Rom a las voces y guitarra, Stefan De Grae vocalista y percusión) logrando un sonido más distintivo y maduro en su nuevo álbum, Stasis que venían a presentar. El álbum narra la historia de un protagonista que atraviesa una crisis existencial, cuestionando su pasado, sus decisiones y su lugar en el mundo. A través de una narrativa oscura y compleja, la banda explora temas como la traición, la desilusión y la búsqueda de la identidad, todo interpretado con mucha naturalidad, combinando elementos pesados y más melódicos.
La música fluctúa entre momentos de intensidad y fragilidad, creando una atmósfera densa y emotiva. Las voces, tanto limpias como guturales, transmiten una amplia gama de emociones y se complementan a la perfección con las guitarras y la batería. En comparación con su álbum debut (Meridian de 2021) Stasis presenta una mayor madurez musical y una narrativa más desarrollada. La banda explora nuevos territorios sonoros, incorporando elementos del jazz y la música tribal, sin perder su esencia.
El público estuvo entregado durante todo el recital, con brazos en alto, saltos y muchas canciones coreadas a pulmón, destacando “Manifest the Mountain” o “Stasis”. Se notó bien arropada la banda por el personal y que muchos se presentaban al concierto sabiendo muy bien el grupazo que tenían delante. Con “Renegade” o “Silver Tongue” (de mis preferidas y en directo todavía más pesada y profunda) se notó la habilidad de los músicos y su control en la ejecución. Me encantó ver a Stefan en la percusión durante “God is in the Slumber” o “The Indifferent Human Eye” y constatar su enorme capacidad vocal cambiando de registros y técnicas. Con el crowd surfing del final de Stefan durante “Beacons” se llegó al clímax, coronando una noche muy potente en la que banda y Wurli se mezclaron en un cierre al metalero.
Para mi, Hippotraktor ha creado una obra maestra con Stasis, os invito a escucharla y disfrutarla, una gran banda de la que estoy seguro seguiremos teniendo noticias y más después de arrasar en su mini gira por España.