

Parece que los moldavos Infected Rain le han cogido el gusto a esto de venir España, ya que en el último año han tocado hasta tres veces aquí. Esta última dentro de la gira ‘Heyday Tour 23’ y acompañados por la banda catalana Insight After Doomsday. Sin embargo, los estadounidenses All Hail The Yeti cancelaron todas sus fechas europeas, con lo cual no hubo ocasión de presenciar su directo dentro de esta gira.
La sensación que se respiraba en la sala Bóveda era de muchas ganas de disfrutar de los conciertos que se venían encima. Media hora después de abrir puertas, el quinteto Insight After Doomsday hacía aparición en escena. Esta banda catalana se caracteriza por mezclar varios géneros de forma armoniosa así como por sus múltiples influencias, lo cual provoca que escucharles sea un auténtico placer. De este modo, sorprendieron positivamente al público por su calidad sonora y su saber hacer encima del escenario. Además, supieron cómo aprovechar la oportunidad de brindar en directo temas de su reciente cuarto álbum y ofrecer un par de covers que, sin duda, animaron el ambiente. Una buena introducción que demostró que Insight After Doomsday tiene mucho que contar dentro del panorama estatal.
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Y era el turno del plato fuerte. Los allí presentes se encontraban ansiosos por que el concierto de Infected Rain empezase cuanto antes. La banda moldava, liderada por la carismática Lena Scissorhands, se ha convertido en uno de los grupos más apasionantes del mundillo, erigiéndose como dignos herederos de la nueva escena nu-metal. Desde su formación en 2008 no ha hecho más que escalar posiciones y parece que su reputación va a más gracias a una combinación única de estilos. En el show del pasado miércoles hubo una conexión brutal con el público, al que la cantante no cesó de agradecerles que hubiesen acudido a verles y logró contagiar su energía.
Lamentablemente, en lo que al sonido se refiere, Infected Rain no vivió su mejor noche. La voz de la cantante estaba muy baja y la batería muy alta en contraste, algo que se comentó bastante entre los presentes al finalizar el concierto. Una verdadera pena, aunque por supuesto eso no impidió a los miembros de la banda darlo todo y dejarse el alma, capitaneados por una grandiosa Lena que encandiló al público e incluso lo incitó a hacer circle pit hacia el final del show, lo cual supuso el colofón perfecto a una velada que, pese a todo, dejó muy buen sabor de boca.



Parece que los moldavos Infected Rain le han cogido el gusto a esto de venir España, ya que en el último año han tocado hasta tres veces aquí. Esta última dentro de la gira ‘Heyday Tour 23’ y acompañados por la banda catalana Insight After Doomsday. Sin embargo, los estadounidenses All Hail The Yeti cancelaron todas sus fechas europeas, con lo cual no hubo ocasión de presenciar su directo dentro de esta gira.
La sensación que se respiraba en la sala Bóveda era de muchas ganas de disfrutar de los conciertos que se venían encima. Media hora después de abrir puertas, el quinteto Insight After Doomsday hacía aparición en escena. Esta banda catalana se caracteriza por mezclar varios géneros de forma armoniosa así como por sus múltiples influencias, lo cual provoca que escucharles sea un auténtico placer. De este modo, sorprendieron positivamente al público por su calidad sonora y su saber hacer encima del escenario. Además, supieron cómo aprovechar la oportunidad de brindar en directo temas de su reciente cuarto álbum y ofrecer un par de covers que, sin duda, animaron el ambiente. Una buena introducción que demostró que Insight After Doomsday tiene mucho que contar dentro del panorama estatal.
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Lamentablemente, en lo que al sonido se refiere, Infected Rain no vivió su mejor noche. La voz de la cantante estaba muy baja y la batería muy alta en contraste, algo que se comentó bastante entre los presentes al finalizar el concierto. Una verdadera pena, aunque por supuesto eso no impidió a los miembros de la banda darlo todo y dejarse el alma, capitaneados por una grandiosa Lena que encandiló al público e incluso lo incitó a hacer circle pit hacia el final del show, lo cual supuso el colofón perfecto a una velada que, pese a todo, dejó muy buen sabor de boca.
