Estamos ante el homónimo disco debut de Monovoth, este proyecto unipersonal del compositor y multi-instrumentista argentino Lucas Wyssbrod, con algunas valiosas colaboraciones. Editada por el sello Trepanation Recordings, esta obra saca a la luz la propuesta de Monovoth: un doom metal instrumental de actitud vanguardista, que puede asociarse a lo hecho por referentes como Bell Witch, Sunn O))), Mizmor o Sumac. La mezcla y masterización estuvo a cargo de Sebastián Barrionuevo (Medium).

“The Key” es un comienzo intenso con una sonoridad que denota cierto misticismo y va induciendo un trance por medio de un punteo de guitarras que luego desatan riffs desoladores, siempre con un ritmo lento, propio del estilo cultivado. El sintetizador es ejecutado por Andrew Notsch (ex miembro de Sunless). Luego, “Ulcerated and Ablazed” empieza con una línea melódica que destila melancolía, hasta que irrumpe un nuevo riff aplastante y se abre paso cierta disonancia. Monovoth se erige como una entidad dispuesta a explorar todos los rincones oscuros de nuestro espacio interior: desde aquellos donde lo siniestro se manifiesta en formas delicadas, hasta donde se expone brutalmente. Hay una especial coherencia entre la música y el arte de tapa realizado por Andrea Navarro, que da la impresión de exhibir las cualidades cósmicas del útero, la dulce violencia de la procreación, el dolor inherente a la existencia desde sus comienzos.

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“Servants” ya nos pone frente al patrón de inaugurar cada track con una tensa calma de propósitos introspectivos generada por guitarras precisas. Cuando se suman la batería y el bajo, lo hacen también con suavidad, pero no tardan en liberar una gran potencia aunque, en esta ocasión, para acogernos en una tristeza de una densidad extrema. La percusión tiene un mayor despliegue y se acelera por momentos. Hay una singular amenaza en el inicio de “Tace Dolorem”, un track con acordes que se extienden vibrando y se repiten para hundirnos en una cálida espesura desconocida. Los arreglos de guitarra en este track fueron realizados por Federico Ramos (Avernal).

La voz de Notsch aparece en un fragmento de discurso al comienzo de “Hands”, la pista con los pasajes más rápidos, intercalados con otros de guitarras etéreas. Barrionuevo participó en la composición de “Laesura”, otra expresión de una angustia viscosa y resignada, con tramos particularmente saturados de efectos. Para finalizar, “Cerro Sangre” cuenta con el aporte de Franco Colautti en los arreglos para guitarra de doce cuerdas, guitarra slide y mandolina, en una suerte de breve epílogo para este viaje de poco más de media hora a través de nuestras propias arterias o los agujeros negros del universo.