El verano ha llegado, y con él la temporada de festivales. Después de haber cubierto los mayores festivales europeos, el equipo de Track To Hell se hizo presente en la edición del Move Your Fucking Brain 2023 Extreme Fest.
Con una organización impecable, Metal Defenders organizó el festival que sacudiría a Molins de Rei, una ciudad cercana a Barcelona, con la música más brutal que podemos llegar a encontrar por estas latitudes. Acompañado de puestos de merch, barra y un puesto de comida, el festival mostró un ambiente por demás amigable y familiar, ideal para compartir durante un sábado veraniego por la tarde. Una especial mención también para la calidad de sonido de los conciertos, que ha sido inmejorable. Tanto a nivel volumen como a nivel audio.
Con una precisión quirúrgica y un volumen capaz de despertar a los muertos, Cremosity logró equilibrar perfectamente las canciones de su disco “Witness of Human Brutality” con un adelanto de su próximo trabajo discográfico. Estos talentosos músicos nos regalaron un set que fue más allá de lo que podríamos haber imaginado. Se aseguraron de mantenernos en el filo de nuestros asientos (o mejor dicho, al borde de la valla con un vaso de cerveza) durante toda su actuación. Nos mantuvieron en un constante estado de anticipación, con la esperanza de que ese nuevo material esté disponible pronto, ¡porque ya estamos ansiosos por más!
Después de una pausa para reponer fuerzas y refrescarnos (y también para que los técnicos cambiaran los equipos en el escenario, porque nadie quiere un mal sonido en medio del caos), llegó el momento de recibir a los impresionantes Fogos, auténticos embajadores del Black Metal barcelonés.
Este cuarteto nos sumergió en un mundo oscuro y místico, transportándonos a través de su primer y único álbum de estudio, “Corpses and Ashes”, lanzado en el glorioso año de 2022. Inspirados en la mitología griega, estos chicos lograron capturar la esencia de antiguas creencias con su música, y vaya si lo lograron.
Desde el primer acorde, los riffs melódicos se apoderaron de nuestros sentidos, arrastrándonos a un abismo de velocidad extrema y oscuridad profunda. Canciones como “Acheron”, “Keres” o “Caronte” destacaron con fuerza, transportándonos a los confines del inframundo y envolviéndonos en una atmósfera sobrenatural.
El arte de la portada de su álbum, fielmente transmitido en su sonido, nos llevó a un lugar donde los cuerpos y las cenizas se entrelazan en un baile macabro. Cada nota, cada grito gutural, cada golpe de batería nos recordaba la oscuridad ancestral y la grandeza de la mitología griega.
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Era el momento de darle la bienvenida a los maestros del metal gallego: Barbarian Prophecies. Estos veteranos de la escena llevan más de una década asombrándonos con su música, y esta noche no fue una excepción.
Con su último álbum Horizon lanzado en 2021 como estandarte, Barbarian Prophecies se apoderó del escenario con una presencia imponente y un sonido arrollador.
A medida que avanzaban por su setlist, no pudimos evitar dejarnos llevar por la intensidad de su música. Canciones como “The Answer” nos llevaron de vuelta a los clásicos que nos enamoraron de Barbarian Prophecies en primer lugar, recordándonos por qué son una banda que ha dejado una huella indeleble en la escena del metal español.
Pero también hubo lugar para lo nuevo. Con una nueva canción llamada “December”, nos mostraron que su creatividad no tiene límites. Esta pieza fresca y vibrante nos hizo emocionarnos por lo que el futuro les depara a estos gallegos talentosos.
Era hora de darle la bienvenida a la primer banda internacional del festival, y qué mejor manera de hacerlo que con los alemanes de Stillbirth. Estos chicos tienen un estilo único y una energía contagiosa que ilumina incluso las sombras más oscuras. Desde el momento en que pisaron el escenario, Stillbirth dejó en claro que estaban aquí para arrasar. Con su música extremadamente oscura y su presencia arrolladora, rápidamente cautivaron a la multitud sedienta de metal. Comenzaron su set con “Disregard to Mutilation”, un golpe brutal que desencadenó una oleada de caos y euforia. Los riffs afilados y la batería atronadora nos llevaron a un frenesí de mosh pits desenfrenados.
Entre otras, Stillbirth nos sorprendió con “Global Error”, una canción que destaca por su ritmo frenético y su mensaje incisivo. Con un sonido implacable, nos recordaron que estamos rodeados de errores globales y que solo nosotros podemos cambiar el curso de la historia. Stillbirth también nos brindó “Steuerklasse 1 und keiner sagt danke”, una canción con un título tan divertido como su ejecución brutal. Y para poner el broche de oro a su actuación, nos regalaron “Tribunal of Penance”, una pieza que nos invitó a enfrentar nuestras culpas y redimirnos a través del poder de la música. La fiesta se desató por completo con “Brootal Party”, una canción que nos hizo perder completamente la noción del tiempo y del espacio. Fue un cierre explosivo y lleno de energía que dejó a todos los presentes con ganas de más.
En el festival, presenciamos uno de los regresos más esperados y emocionantes de la escena extrema catalana: la inmortal banda Vidres a la Sang. Estos guerreros del metal extremo hicieron acto de presencia para recordarnos por qué los habíamos extrañado tanto.
Vidres a la Sang ha dejado una huella indeleble en la escena musical desde su formación, cautivando a los amantes del death metal con su estilo único, progresivo y poderoso. La banda se ha destacado por combinar elementos del death metal melódico y del black metal, creando un sonido oscuro y contundente que te atrapa desde el primer acorde.
Con una historia rica y una dedicación apasionada a su música, Vidres a la Sang ha dejado una marca perdurable en la escena extrema catalana. Durante años, han sido pioneros de un sonido feroz y enérgico, y han ganado un sólido seguimiento en todo el país y más allá.
El líder indiscutible de la banda, Eloi, ha sido el motor que ha impulsado a Vidres a la Sang desde sus inicios. Con su voz gutural y su presencia misteriosa en el escenario, ha logrado cautivar a los fans y transmitir la intensidad emocional de las letras.
En esta ocasión, Vidres a la Sang se centró en su último trabajo Fragments de l’esdevenir, lanzado en 2022. Este álbum representa una evolución en su sonido, manteniendo su esencia brutal pero explorando nuevas dimensiones sonoras y líricas. El público se vio envuelto en una espiral de emociones mientras la banda interpretó estas nuevas composiciones que resonaron en lo más profundo de nuestros corazones, y que esperamos ver muy pronto en los escenarios de la ciudad condal.
El siguiente acto internacional del festival, vendría de la mano de Kraanium. Espero que el algoritmo de Google no nos censure la próxima reseña, ya que los títulos de las canciones son tan controversiales como su estilo musical y su violencia escénica.
Estos noruegos nos recordaron a la brutalidad y crudeza de la primera época de Cannibal Corpse, y su actuación dejó una impresión duradera en todos los presentes.
Comenzaron su set con “Diarrhoea Induced Gag Reflex”, una declaración explosiva que desató un torbellino de caos y ferocidad en el público. Los riffs aplastantes y los ritmos contundentes nos golpearon como un puñetazo en el estómago, mientras las voces guturales y brutales llenaban el aire con una intensidad inmisericorde.
La lista de canciones siguió sin descanso, cada título más crudo y grotesco que el anterior. “Double Barrel Penetration” nos sumergió en una vorágine de salvajismo sonoro, mientras que “Midget Fucker” (mi favorito personal) desató una avalancha de agresividad y oscuridad sin límites.
Kraanium nos llevó a un territorio aún más perturbador con “Ritualized Defleshment”, donde el desollamiento ritualizado se convirtió en una experiencia sonora aterradora. “Blob of Inhuman Metamorphic Transfusion” nos sumergió en una masa de transfusión metamórfica inhumana, donde la música nos envolvía en una espiral de caos y transformación.
La banda continuó su brutal despliegue con “Knee Deep In Stillborn Afterbirth”, llevándonos hasta las rodillas en placenta de nacidos muertos. Cada nota resonaba con una violencia implacable, creando un ambiente opresivo y enfermizo.
Cada acorde, cada golpe de batería nos recordaba la brutalidad visceral y la angustia que solo una banda como Kraanium puede transmitir.
El cierre de su actuación llegó con “Slammed Kranial Remains”, una avalancha de sonido que dejó a la audiencia aturdida y anhelando más. Los restos craneales aplastados quedaron como un testimonio de la ferocidad y la violencia musical que presenciamos en ese momento.
El cierre del festival estuvo a cargo de la enérgica banda Himura. Originarios de Zaragoza, estos músicos nos dejaron boquiabiertos con su brutalidad sonora y su intensidad en el escenario. Himura nos recordó a los legendarios Napalm Death, tanto por la ferocidad de su música como por la duración de sus canciones y el comportamiento errático y casi al borde del psiquiátrico de su carismático frontman.
Centrándose en su último trabajo, Alerta Biológica, Himura nos sumergió en un torbellino de caos y agresividad. Cada canción era una bomba de furia y rebeldía, llevándonos a través de paisajes sonoros salvajes y desconcertantes.
Desde el primer acorde, quedó claro que estábamos presenciando algo especial. Las guitarras distorsionadas, los ritmos frenéticos y los cambios de tiempo bruscos nos recordaron la esencia del grindcore y el death metal extremo. Himura nos mostró que no estaban dispuestos a comprometer su sonido, y nos entregaron una actuación llena de fuerza y autenticidad.
Pero no solo fue la música la que nos dejó impresionados. El comportamiento de Don Mario en el escenario fue una experiencia en sí misma. Con movimientos erráticos y poses enérgicas, nos recordó a un hombre al borde de la locura. Su entrega apasionada y su carisma magnético nos mantuvieron cautivados durante todo el set.
Entre los momentos más destacados de su actuación estuvieron las canciones de “Alerta Biológica”. Himura nos llevó a través de un viaje sonoro apocalíptico, donde la furia y la desesperación se unieron en una amalgama inquietante. Cada nota y cada grito nos recordaron que vivimos en un mundo al borde del colapso, y que la música puede ser una forma de expresar nuestra rabia y nuestra resistencia.
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- Cremosity
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- Ambiente
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- Fogos
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- Fogos
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- Barbarian Prophecies
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- Stillbirth
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- Vidres a la Sang
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- Kraanium
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- Himura
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- Himura
El verano ha llegado, y con él la temporada de festivales. Después de haber cubierto los mayores festivales europeos, el equipo de Track To Hell se hizo presente en la edición del Move Your Fucking Brain 2023 Extreme Fest.
Con una organización impecable, Metal Defenders organizó el festival que sacudiría a Molins de Rei, una ciudad cercana a Barcelona, con la música más brutal que podemos llegar a encontrar por estas latitudes. Acompañado de puestos de merch, barra y un puesto de comida, el festival mostró un ambiente por demás amigable y familiar, ideal para compartir durante un sábado veraniego por la tarde. Una especial mención también para la calidad de sonido de los conciertos, que ha sido inmejorable. Tanto a nivel volumen como a nivel audio.
Con una precisión quirúrgica y un volumen capaz de despertar a los muertos, Cremosity logró equilibrar perfectamente las canciones de su disco “Witness of Human Brutality” con un adelanto de su próximo trabajo discográfico. Estos talentosos músicos nos regalaron un set que fue más allá de lo que podríamos haber imaginado. Se aseguraron de mantenernos en el filo de nuestros asientos (o mejor dicho, al borde de la valla con un vaso de cerveza) durante toda su actuación. Nos mantuvieron en un constante estado de anticipación, con la esperanza de que ese nuevo material esté disponible pronto, ¡porque ya estamos ansiosos por más!
Después de una pausa para reponer fuerzas y refrescarnos (y también para que los técnicos cambiaran los equipos en el escenario, porque nadie quiere un mal sonido en medio del caos), llegó el momento de recibir a los impresionantes Fogos, auténticos embajadores del Black Metal barcelonés.
Este cuarteto nos sumergió en un mundo oscuro y místico, transportándonos a través de su primer y único álbum de estudio, “Corpses and Ashes”, lanzado en el glorioso año de 2022. Inspirados en la mitología griega, estos chicos lograron capturar la esencia de antiguas creencias con su música, y vaya si lo lograron.
Desde el primer acorde, los riffs melódicos se apoderaron de nuestros sentidos, arrastrándonos a un abismo de velocidad extrema y oscuridad profunda. Canciones como “Acheron”, “Keres” o “Caronte” destacaron con fuerza, transportándonos a los confines del inframundo y envolviéndonos en una atmósfera sobrenatural.
El arte de la portada de su álbum, fielmente transmitido en su sonido, nos llevó a un lugar donde los cuerpos y las cenizas se entrelazan en un baile macabro. Cada nota, cada grito gutural, cada golpe de batería nos recordaba la oscuridad ancestral y la grandeza de la mitología griega.
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Era el momento de darle la bienvenida a los maestros del metal gallego: Barbarian Prophecies. Estos veteranos de la escena llevan más de una década asombrándonos con su música, y esta noche no fue una excepción.
Con su último álbum Horizon lanzado en 2021 como estandarte, Barbarian Prophecies se apoderó del escenario con una presencia imponente y un sonido arrollador.
A medida que avanzaban por su setlist, no pudimos evitar dejarnos llevar por la intensidad de su música. Canciones como “The Answer” nos llevaron de vuelta a los clásicos que nos enamoraron de Barbarian Prophecies en primer lugar, recordándonos por qué son una banda que ha dejado una huella indeleble en la escena del metal español.
Pero también hubo lugar para lo nuevo. Con una nueva canción llamada “December”, nos mostraron que su creatividad no tiene límites. Esta pieza fresca y vibrante nos hizo emocionarnos por lo que el futuro les depara a estos gallegos talentosos.
Era hora de darle la bienvenida a la primer banda internacional del festival, y qué mejor manera de hacerlo que con los alemanes de Stillbirth. Estos chicos tienen un estilo único y una energía contagiosa que ilumina incluso las sombras más oscuras. Desde el momento en que pisaron el escenario, Stillbirth dejó en claro que estaban aquí para arrasar. Con su música extremadamente oscura y su presencia arrolladora, rápidamente cautivaron a la multitud sedienta de metal. Comenzaron su set con “Disregard to Mutilation”, un golpe brutal que desencadenó una oleada de caos y euforia. Los riffs afilados y la batería atronadora nos llevaron a un frenesí de mosh pits desenfrenados.
Entre otras, Stillbirth nos sorprendió con “Global Error”, una canción que destaca por su ritmo frenético y su mensaje incisivo. Con un sonido implacable, nos recordaron que estamos rodeados de errores globales y que solo nosotros podemos cambiar el curso de la historia. Stillbirth también nos brindó “Steuerklasse 1 und keiner sagt danke”, una canción con un título tan divertido como su ejecución brutal. Y para poner el broche de oro a su actuación, nos regalaron “Tribunal of Penance”, una pieza que nos invitó a enfrentar nuestras culpas y redimirnos a través del poder de la música. La fiesta se desató por completo con “Brootal Party”, una canción que nos hizo perder completamente la noción del tiempo y del espacio. Fue un cierre explosivo y lleno de energía que dejó a todos los presentes con ganas de más.
En el festival, presenciamos uno de los regresos más esperados y emocionantes de la escena extrema catalana: la inmortal banda Vidres a la Sang. Estos guerreros del metal extremo hicieron acto de presencia para recordarnos por qué los habíamos extrañado tanto.
Vidres a la Sang ha dejado una huella indeleble en la escena musical desde su formación, cautivando a los amantes del death metal con su estilo único, progresivo y poderoso. La banda se ha destacado por combinar elementos del death metal melódico y del black metal, creando un sonido oscuro y contundente que te atrapa desde el primer acorde.
Con una historia rica y una dedicación apasionada a su música, Vidres a la Sang ha dejado una marca perdurable en la escena extrema catalana. Durante años, han sido pioneros de un sonido feroz y enérgico, y han ganado un sólido seguimiento en todo el país y más allá.
El líder indiscutible de la banda, Eloi, ha sido el motor que ha impulsado a Vidres a la Sang desde sus inicios. Con su voz gutural y su presencia misteriosa en el escenario, ha logrado cautivar a los fans y transmitir la intensidad emocional de las letras.
En esta ocasión, Vidres a la Sang se centró en su último trabajo Fragments de l’esdevenir, lanzado en 2022. Este álbum representa una evolución en su sonido, manteniendo su esencia brutal pero explorando nuevas dimensiones sonoras y líricas. El público se vio envuelto en una espiral de emociones mientras la banda interpretó estas nuevas composiciones que resonaron en lo más profundo de nuestros corazones, y que esperamos ver muy pronto en los escenarios de la ciudad condal.
El siguiente acto internacional del festival, vendría de la mano de Kraanium. Espero que el algoritmo de Google no nos censure la próxima reseña, ya que los títulos de las canciones son tan controversiales como su estilo musical y su violencia escénica.
Estos noruegos nos recordaron a la brutalidad y crudeza de la primera época de Cannibal Corpse, y su actuación dejó una impresión duradera en todos los presentes.
Comenzaron su set con “Diarrhoea Induced Gag Reflex”, una declaración explosiva que desató un torbellino de caos y ferocidad en el público. Los riffs aplastantes y los ritmos contundentes nos golpearon como un puñetazo en el estómago, mientras las voces guturales y brutales llenaban el aire con una intensidad inmisericorde.
La lista de canciones siguió sin descanso, cada título más crudo y grotesco que el anterior. “Double Barrel Penetration” nos sumergió en una vorágine de salvajismo sonoro, mientras que “Midget Fucker” (mi favorito personal) desató una avalancha de agresividad y oscuridad sin límites.
Kraanium nos llevó a un territorio aún más perturbador con “Ritualized Defleshment”, donde el desollamiento ritualizado se convirtió en una experiencia sonora aterradora. “Blob of Inhuman Metamorphic Transfusion” nos sumergió en una masa de transfusión metamórfica inhumana, donde la música nos envolvía en una espiral de caos y transformación.
La banda continuó su brutal despliegue con “Knee Deep In Stillborn Afterbirth”, llevándonos hasta las rodillas en placenta de nacidos muertos. Cada nota resonaba con una violencia implacable, creando un ambiente opresivo y enfermizo.
Cada acorde, cada golpe de batería nos recordaba la brutalidad visceral y la angustia que solo una banda como Kraanium puede transmitir.
El cierre de su actuación llegó con “Slammed Kranial Remains”, una avalancha de sonido que dejó a la audiencia aturdida y anhelando más. Los restos craneales aplastados quedaron como un testimonio de la ferocidad y la violencia musical que presenciamos en ese momento.
El cierre del festival estuvo a cargo de la enérgica banda Himura. Originarios de Zaragoza, estos músicos nos dejaron boquiabiertos con su brutalidad sonora y su intensidad en el escenario. Himura nos recordó a los legendarios Napalm Death, tanto por la ferocidad de su música como por la duración de sus canciones y el comportamiento errático y casi al borde del psiquiátrico de su carismático frontman.
Centrándose en su último trabajo, Alerta Biológica, Himura nos sumergió en un torbellino de caos y agresividad. Cada canción era una bomba de furia y rebeldía, llevándonos a través de paisajes sonoros salvajes y desconcertantes.
Desde el primer acorde, quedó claro que estábamos presenciando algo especial. Las guitarras distorsionadas, los ritmos frenéticos y los cambios de tiempo bruscos nos recordaron la esencia del grindcore y el death metal extremo. Himura nos mostró que no estaban dispuestos a comprometer su sonido, y nos entregaron una actuación llena de fuerza y autenticidad.
Pero no solo fue la música la que nos dejó impresionados. El comportamiento de Don Mario en el escenario fue una experiencia en sí misma. Con movimientos erráticos y poses enérgicas, nos recordó a un hombre al borde de la locura. Su entrega apasionada y su carisma magnético nos mantuvieron cautivados durante todo el set.
Entre los momentos más destacados de su actuación estuvieron las canciones de “Alerta Biológica”. Himura nos llevó a través de un viaje sonoro apocalíptico, donde la furia y la desesperación se unieron en una amalgama inquietante. Cada nota y cada grito nos recordaron que vivimos en un mundo al borde del colapso, y que la música puede ser una forma de expresar nuestra rabia y nuestra resistencia.
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